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Quiz Time (Parte 3)

Era el último día de la semana, el día de la oveja negra del programa, el menos favorito de todos: el quinto galán, Ark.

El viernes no era el día más esperado del público, pero aun así nadie quería perderse el programa por las dudas de que pasara algo interesante, y también porque amaban a Gen y se estaban encariñando más con la protagonista astronauta.

Después de los diez minutos de publicidad condimentados con sal y pimienta, el nuevo episodio finalmente empezó.

—¡Bienvenidos, bello público! —Gen se hizo presente bajo su reflector con todo y su música empalagosa, brillantina y pétalos de flores—. ¡Hoy es viernes de Ark, nuestro quinto galán! —El público aplaudió sin mucho entusiasmo—. ¡El último Quiz! ¡Y la despedida, por ahora, de nuestra amada experta en el amor, la Dra. Elise Coutta! —Tomó su mano delicadamente y la alzó para que el público le aplaudiera.

—El único que la ama eres tú —murmuró recelosamente la cuñada del matrimonio con cinco hijos, ignorando los pucheros descontentos de su sobrina mayor, celosa de pensar que su adorado Gen pudiera tener interés en esa experta en el amor.

—¡Reciban con un fuerte aplauso a nuestra parejita de hoy! ¡Kohaku-chan y Ark-chan! —El público aplaudió con más ánimos esta vez mientras los mencionados subían al escenario, probablemente por el cariño que todos tenían hacia la famosa heroína.

—Nunca voy a superar el casco del Gran Saiyaman que tiene este tipo —soltó la señora Saionji, aguantándose la risa para no despertar a su hija dormida en brazos de Ukyo.

—¡Ya conocen las reglas, pero las repetiré una última vez ya que este es el último Quiz Time! —exclamó Gen con entusiasmo—. Nuestra parejita de hoy debe contestar a cinco preguntas que ha preparado nuestra experta en el amor. Elise-chan hizo las preguntas teniendo en cuenta la personalidad de cada galán y de Kohaku-chan también, y sus respuestas deben ser lo suficientemente buenas según su criterio, y tampoco se les permite decir mentiras o yo los descubriré y el castigo también se aplicará~. —Guiñó un ojo a la cámara—. ¡Así que prepárense! ¡¿Están listos para el último Quiz Time?!~

—¡SIII! —gritó el público con entusiasmo.

—Qué discurso tan innecesario —masculló Ark, bostezando—. Todos conocemos las reglas. ¿No puedes ir directo al grano?

—¡Mira quién habla de parlotear innecesariamente! —se quejó Luna. Aunque a ella le gustaban los chicos inteligentes, este no era de su agrado en lo absoluto.

—¡Ja, estoy de acuerdo con él! —Kohaku asintió—. Tan solo empiecen.

—¡Elise-chan!~ Por favor lee la primera de las últimas preguntas~ —pidió dramáticamente.

La doctora no dijo nada y, con su cara indiferente de siempre, comenzó a leer su libreta.

—Primera pregunta... La vida no es sólo diversión, existen anécdotas tristes que nos han hecho llorar como bebés y pedir que nuestra madre esté presente para darnos amor. A continuación, cuente la historia más triste que ha vivido en su vida, siendo importante que dicha historia genere la empatía del público para ser considerada válida la respuesta.

—¿Nuestra empatía?

—¿A qué se refiere?

—No estará esperando que nos conmueva algo de este perico Saiyaman ¿o sí?

—Dudo que él tenga sentimientos siquiera.

El público sentado en las gradas no dejó de murmurar después de la pregunta de la doctora, mientras que Kohaku se mantuvo pensativa y Ark hizo una mueca, girando la cabeza en dirección a la experta, pareciendo fastidiado con ella.

—Si la odia, será algo que él y yo tendremos en común —dijo la cuñada del matrimonio con cinco hijos, soltando una gran risotada.

—La historia más triste en mi vida... —Kohaku fue la primera en hablar, con voz muy seria—. Eso sería... el día en que perdí a mi madre. —Apretó los puños, antes de relajarse y abrazarse a sí misma—. Fue hace mucho tiempo, y las cosas eran muy diferentes en ese entonces. La muerte de mi madre fue desesperanza para toda la aldea, fue impotencia, fue sentir que lo mismo le pasaría a mi hermana... y ni siquiera tuve tiempo de llorarla, porque estaba demasiado asustada de perder a Ruri-nee también. —Sonrió, con ojos llorosos—. Me dije que, en honor a mi madre, lucharía para que mi hermana no sufriera el mismo destino. —Su sonrisa se volvió más animada—. Y lo logré.

El matrimonio Saionji sonrió, conmovido por su amiga.

—Esa sí es una mujer —aseguró el padre de los cinco hijos, asintiendo con orgullo. Su esposa casi se siente celosa, pero la verdad era que estaba muy de acuerdo con él.

Luna empezó a lagrimear un poco, a lo que Sai tuvo la amabilidad de ofrecerle un pañuelo, mientras que Ryusui se mantuvo en silencio, pensando en lo mucho que odiaba pensar en el sufrimiento de mujeres hermosas y tener que verlas llorar. Francois se apareció de la nada y posó una mano en su hombro solo por unos segundos, antes de ofrecerle una taza de té que él agradeció, de nuevo sonriendo.

—Bueno, no necesito preguntar al público si siente empatía hacia esa historia~ —canturreó Gen, viendo a varios lagrimear en las gradas—. Ahora solo nos queda... la historia de Ark-chan~. —Su sonrisa fue gigante al voltear hacia el chico con casco extravagante y ropas casuales y desaliñadas.

Ark mantuvo su mueca de molestia un momento más, antes de llevar un dedo a su barbilla, luciendo pensativo.

—Si no respondes pronto~ recibirás un castigo~ —le advirtió Gen al verlo tardar demasiado.

—Ya, ya. —Suspiró con fastidio, llevándose las manos a la cadera y bajando la cabeza—. Pff, esto es absurdo... Bien, esta no es la más triste, pero si la más desoladora y toda esa mierda, supongo. A mí nadie me encontró, nadie me buscó, nadie me despetrifico, desperté solo, por la gran cantidad de actividad cerebral que tenía y el verme expuesto a ácido nítrico. Desperté por mi cuenta... totalmente solo... —Por un momento, su voz se hizo más suave y empequeñecida, diferente a su tono normalmente descarado y confianzudo—. Era de noche, la brisa me hizo temblar, no podía creer que estaba viendo al cielo otra vez... Tardé horas en levantarme, me quedé recostado, pensando en lo inmensamente aliviado que estaba, luchando contra un montón de sentimientos que prefiero no mencionar... Cuando me levanté, de inmediato quise estudiar la naturaleza de la petrificación y vi un par de cosas interesantes. Luego vi que todo a mi alrededor estaba en ruinas, tragado por la naturaleza. Creí que era el único humano... me sentí asquerosamente solo. —Rio, con una risa hueca y más de burla hacia sí mismo, como si despreciara sus propios sentimientos—. Tuve... miedo... aunque también estaba emocionado por el reto a mi gran inteligencia, pero igual temí que jamás vería a otra persona. Temí morir solo... Fue tiempo después que descubrí que no era el único. —Alzó la cabeza y miró en dirección a una pared—. Eso es todo.

El público se quedó sin hablar por un momento, igual que la misma Kohaku.

—Sentiría empatía por él... pero lo dijo con mucho desinterés —opinó Luna, un tanto confundida respecto a este chico.

—En el fondo es un buen chico —opinó la señora Saionji, mientras que Ukyo se mantuvo pensativo, mirando fijamente a Ark en la pantalla de su televisor.

—Wow, este también es genial —exclamó con entusiasmo el hijo pre-adolescente del matrimonio con cinco hijos—. Aunque no tanto como Sebastian.

—Lo respeto, pero no me da tristeza —dijo el padre.

—A mí sí —rebatió la madre.

Xeno, viendo el programa en Estados Unidos junto a Stanley y otros estadounidenses que habían aprendido japonés, frunció el ceño profundamente, entendiendo un poco de lo que hablaba Ark. Stanley no entendía nada, pero al ver la cara de Xeno apagó su cigarrillo y se sentó un poco más cerca de él.

—Veo que el público tiene ciertas opiniones encontradas~ —murmuró Gen, acercándose a las gradas con un micrófono que sacó de la nada—. ¿Qué opinan, mi adorado público?~ ¿Sienten tristeza por la historia de nuestro querido Ark-chan?~ —Tendió el micrófono en dirección a las gradas.

Los murmullos fueron un poco ininteligibles, hubo varios "no" y varios "sí" que sí se entendieron, pero mucho de lo que dijeron no pudo entenderse para los televidentes.

—Esto será un poco difícil... —murmuró Gen, con varias gotitas en su sien—. ¡Muy bien! ¡Hagamos esto! —Dio un gran aplauso para silenciar al público—. ¡Los que sientan lástima por la historia, levanten la mano! —Menos de la mitad levantaron la mano—. ¡Los que no sientan lástima, levanten la mano! —Menos de la mitad levantaron la mano—. Mmm... ¡Los que no estén seguros, levanten las manos! —El tercio restante levantó la mano—. Oh, vaya~. Difícil, difícil~. ¿Qué dices, Elise-chan? —Se acercó a la doctora, que pensó por un momento antes de contestar.

—Para esta pregunta, era necesario que el general del público sintiera lástima. Viéndolos reflejados en los que asistieron al escenario hoy, no podemos tener una respuesta precisa, pero, tomando el general como "la mayoría", entonces lo más seguro es que no logró tener la empatía de esa mayoría. Por lo tanto, recibirá un castigo.

Ark gruñó desde el fondo de su garganta, haciendo otra mueca descontenta mientras giraba su cabeza en dirección a la doctora.

—Eso fue un poco sexy, no lo niego —ronroneó la cuñada del matrimonio con los cinco hijos, ganándose que la pareja la mirara con reproche—. ¿Qué? Me gustan los chicos que tienen un lado salvaje también. Aunque los tímidos siguen siendo mejores.

—¡El castigo de Ark-chan será bastante amargo, tanto como el rechazo del público!~ —aseguró Gen, mientras un asistente entraba al escenario cargando una canasta con limones—. ¡Ahora después de cada pregunta deberá morder un limón, pero no un mordisco chiquitito, nada de eso! ¡Un gran mordisco!

Ark volvió a gruñir descontento, con voz profunda y agravada, y hasta Luna se sonrojó un poco, aunque él no le agradaba mucho, la verdad.

Sin deshacer su mueca de desagrado, tomó un limón y lo miró como si se preguntara si valía la pena o no el morderlo.

—Si no tomas el castigo~ serás descalificado~ —canturreó Gen burlonamente.

Al oír eso, Ark volteó a ver a Kohaku, que lo estaba mirando fijamente, expectante.

Inmediatamente, sin siquiera pensarlo, Ark se llevó el limón a la boca y le dio un gran mordisco, arrancando casi la mitad del limón.

Tragó y arrojó el medio limón a la canasta, llevándose las manos a las caderas y bajando la cabeza, totalmente regio y tranquilo.

—¡Wow! ¡El limón no le afecto en nada!

—Normal, es tan amargo como él.

—¡Aun así es sorprendente!

Kohaku también se sorprendió, hasta Gen se sorprendió.

Y entonces... Ark cayó sobre sus manos y rodillas al suelo, tosiendo y escupiendo desesperadamente, para luego retorcerse acostado en el suelo agarrando su garganta.

Kohaku no pudo evitar reír, corriendo fuera del escenario para ir a buscar una botella de agua de las muchas que había en la mesa de bocadillos para el personal, entonces regresó corriendo y se arrodilló junto a Ark, tendiéndole la botella abierta.

Después de beberse toda la botella, Ark jadeó pesadamente, limpiándose la boca.

—Realmente... odio este absurdo programa.

—¡Entonces renuncia! —gritó alguien de las gradas.

—Tsk. —Ark chasqueó la lengua—. No voy a renunciar, voy a ganar. —Se puso de pie y le tendió la mano a Kohaku—. Gracias por el agua, leona. —Sonrió ladinamente.

—De nuevo robando ese horrible apodo. —Lo miró mal.

—Te queda bien. —Rio entre dientes—. ¡Vamos, no perdamos el tiempo y digan la siguiente pregunta!

—Siempre al grano, ¿eh? —Ryusui rio, con una mirada llena de interés.

—Elise-chan, segunda pregunta, por favor~.

—Segunda pregunta... ¿Cuál es la distancia más larga que estarías dispuesto o dispuesta a recorrer para estar con la persona que amas? Justifique su respuesta.

Tanto Kohaku como Ark hicieron una mueca de asco y hastío por la pregunta cursi.

—Ja, soy muy rápida —Kohaku habló primero otra vez—. Recorrer largas distancias no es problema para mí, si la persona que amo me necesita, o si fuera la condición para estar a su lado, cruzaría corriendo todo Japón de ser necesario, ¡o todo el mundo! Así tuviera que cruzar el océano entero en una balsa... o en una palmera. —Sonrió con nostalgia—. O incluso si tuviera que ir a la luna o a otro planeta lejano, lo haría. Encontraría la forma, así me tome toda mi vida. —Sus ojos ardían de pasión y convicción.

—Entendí la referencia de la palmera, ¡JA, JA! —Ryusui chasqueó los dedos, riendo emocionado.

—¿Ark-chan?~

—Veamos... —Se llevó un dedo a la barbilla—. Solo en el planeta Tierra, la mayor distancia que podría haber entre nosotros es de veinte mil kilómetros, ubicándonos en antípodas sobre el ecuador podría alcanzarse los veinte mil treinta y siete kilómetros. Y estaría dispuesto a recorrerlos, sí, con los aviones que se están creando ahora, no sería un reto difícil. —Rio entre dientes y todo el público lo miró mal—. Ahora, la distancia de la Tierra a la Luna es más de cuatrocientos cinco mil kilómetros. Y vaya que estaría encantado de ir a la luna, ya sea que ella esté allí o no. —Rio de forma más emocionada y el público lo miró todavía peor—. Ahora... el tamaño del universo observable es de más de noventa y tres mil millones de años luz, si nos enviaran a cada uno a una punta, ignorando lo terriblemente improbable e ilógico que eso sería, lo cruzaría también. Primero, porque el estar allí indica que hay una forma de viajar distancias tan inimaginablemente enormes en poco tiempo, dentro de este ejemplo hipotético; Segundo, porque es emocionante —El público se preparó para lanzarle sus refrescos y bocadillos a la cara a Ark—; Y tercero —continuó hablando—, porque si la recompensa es "estar con la persona que amas", como dijo la loca —Señaló a Elise, que ni se inmutó— entonces valdría la pena para mí, incluso si debo morir intentándolo.

Kohaku, que había estado maravillada con las cosas interesantes que estaba diciendo, de pronto se estremeció cuando Ark volteó la cabeza hacia ella. Incluso aunque no se veían sus ojos, Kohaku no pudo evitar mirar fijamente al lente de su casco extraño, sintiendo sus mejillas arder.

El público volvió a murmurar, abandonando sus intenciones de arrojar cosas al quinto galán, pero todavía mirándolo con desconfianza.

—Me está cayendo mejor —opinó la señora Saionji.

—Quizás... debamos ir al escenario un día de estos —murmuró Ukyo de pronto, sorprendiéndola—. La calidad de sonido de los televisores no son las mejores todavía, y hay algo que me gustaría comprobar...

Antes de que su esposa pudiera aceptar, la bebé empezó a llorar y ambos se olvidaron por completo de la idea.

—¿Encuentras las respuestas satisfactorias, Elise-chan?~ —La experta asintió—. Bien, pasemos a la siguiente pregunta, ¡pero antes! ¡Otra mordida de limoncito! —Ark, con la mano temblándole, tomó otro limón y le dio otro mordisco no tan grande como el anterior, pero no pequeño. Kohaku corrió a buscar más botellas de agua cuando lo vio colapsar en el piso otra vez.

—Tercera pregunta... Muchas veces el amor requiere de un poco más que compromiso, es necesario que la confianza llegue al punto de permitir que la otra persona sea tu soporte en las buenas y malas. Si estuvieras atravesando por la peor situación de tu vida, ¿cómo responderías a ello de forma individual?

—¿Qué tiene que ver eso con el compromiso o el soporte emocional? —masculló secamente Ark, con otra de sus muecas desagradables hacia la doctora.

—Deja de cuestionar a Elise-chan y contesta, por favor~ —mandó Gen.

—Yo quiero que la siga cuestionando. —La cuñada del matrimonio con cinco hijos rio maliciosamente.

—La peor situación de mi vida... —Kohaku empezó a imaginarse otra vez a sí misma sola, cuarentona y amargada viendo a Senku a lo lejos con su propia familia, listo para activar una máquina del tiempo que borraría a toda la Aldea Ishigami de la historia, tal como teorizaban algunos científicos que estuvieron en contra de la idea—. Yo... yo entendería que lo más importante es el bien de la humanidad y el avance científico. —Apretó los puños—. Si tuviera que sacrificar mi felicidad y hasta mi vida por una causa en la que realmente creo, entonces lo haría, lo aceptaría y me enorgullecería de ello, incluso si me lo quita todo. —Se abrazó a sí misma.

Ark ladeo la cabeza y no habló sino hasta que Gen le recordó que tenía que contestar también.

—La peor situación de mi vida, ¿eh? —Volvió a llevarse las manos a la cintura y pensó por un momento—. No lograr mis metas, sin duda alguna. Tengo muchos objetivos. ¿Cómo lidiaría con ello? Sencillamente nunca rindiéndome, seguiría intentándolo aún si la probabilidad de victoria es del tamaño de un protón, o sea, la cienmillonésima parte de un centímetro, me da lo mismo. Mientras tenga vida, siempre lo intentaré. Es tan sencillo como eso. —Rio secamente.

—Lo que dice suena bien, pero es tan lógico y frío al respecto. —Luna hizo una mueca—. No me convence, prefiero a Hiroshi.

—No me gusta como Kohaku mira a este tipo —susurró la cuñada del matrimonio con cinco hijos, viendo la cara asombrada y maravillada de la protagonista luego de escuchar la respuesta del quinto galán—. Ella se debe quedar con Daisuke, ¡que ni lo piense!

La Dra. Coutta encontró las respuestas suficientes y, después de otra mordida de limón, pasaron a la siguiente pregunta.

—Cuarta pregunta... Esta pregunta depende de la tercera: Narre el escenario que se imaginó como "peor situación de tu vida" y justifique el porqué de que sea el peor escenario.

Tanto Ark como Kohaku se tensaron.

—Pe-pero ya los narramos... levemente —intentó argumentar Kohaku.

—Nárrenlos a detalle —exigió la experta, con rostro carente de emociones y de piedad ante la pareja que palideció todavía más.

—¡¿Te-tengo que hacerlo?! —Kohaku miró nerviosamente a Gen, esperando que él la salvase.

—Bueno, no, pero entonces tendrías que tomar el castigo...

—Prefiero el castigo —dijeron Ark y Kohaku al mismo tiempo, totalmente seguros.

—Les advierto... que la pregunta cinco depende de la pregunta cuatro —habló la doctora—. Si rechazan la cuarta pregunta, ambos perderán automáticamente la quinta pregunta. Por ende, recibirán dos castigos seguidos, y agravados por estar ya advertidos.

—No puedes hacernos esto, Dra. Loca. —Ark la señaló con irritación irradiando de cada letra.

—Se nota que eres muy irascible —dijo la experta, totalmente calmada—. Eso es por tanta tensión sexual acumulada, no es bueno reprimirse tanto.

El público jadeó ruidosamente y Ark sonrió con los dientes fuertemente apretados y varias venas hinchadas en el cuello, viéndose como si estuvieran a punto de estallar.

—Elise-chan, por favor, ya hablamos de esto. —Gen tomó su mano delicadamente y la alejó varios pasos de Ark, que estaba rechinando los dientes—. Este es un programa para toda la familia. No lo olvides, ¿sí? —le suplicó prácticamente lloriqueando, a lo que ella solo pestañeó.

—Bien... creo que puedo decir un poco. —Kohaku tragó saliva, sin querer que la hicieran morder limones o algo peor—. El peor escenario para mí... es que... Es que la persona que amo nunca sienta nada por mí y encuentra a una persona que sí ame y forme una familia, mientras que yo me quedó sola y sin poder olvidarme de él. —Ark dejó de rechinar los dientes y volteó a verla—. Y... c-como tema aparte y sin relación, que además cierta... cierta máquina que están creando me... me haga desaparecer y borré todo lo que viví junto a... cierta persona. Y que a él no le importe en absoluto que yo desaparezca si es por...

—Eso no pasará. —Ark la interrumpió de pronto, haciéndola voltear con sorpresa hacia él, sus ojos azules muy abiertos.

—¿Qué?...

—Eso que dices... —Carraspeo— es absurdo. Si estás hablando de la máquina del tiempo, tus suposiciones son infundadas e ilógicas, sin ningún tipo de sustento. Es un tema que me interesa... leí muchos mangas al respecto. Como sea, el avance científico es para ayudar a la humanidad, para avanzar. Si una máquina del tiempo pudiera borrarte a ti, o borrar algo en lo absoluto, se borraría a sí misma y al progreso. Por lo tanto, no tiene sentido. Así que no digas algo tan irrazonable, ¿quieres? —Parecía hasta molesto, por alguna razón.

Kohaku lo miró boquiabierta, mientras que el público estaba indignado.

—¡Qué grosero!

—¡Así no se le habla a una dama!

—¡Acaba de llamarla estúpida, prácticamente!

—¡¿Cómo se atreve?!

—¡Daisuke es mil veces mejor!

Una persona en el público, demasiado indignada por la actitud del galán más odiado, de repente hizo lo que muchos hubieran deseado hacer: arrojó una lata de soda en dirección a Ark.

Muchos iban a seguir su ejemplo, pero entonces vieron a Kohaku ponerse delante de Ark, atrapando la lata antes de que pudiera darle en el brazo y manteniéndose frente a él, dejando a todo el público boquiabierto.

—Ja. —Kohaku sonrió ferozmente—. Ark... eres una de las escorias más grandes que he conocido, pero no creas que no vi tu intento de levantarme el ánimo. —Volteó a verlo por encima del hombro, con una sonrisa suave—. Fue un intento lamentable, claramente no sirves para animar a nadie —Ark bufó, apartando la mirada—, pero apreció que lo intentaras. —Su sonrisa se hizo más cálida, pero él siguió sin mirarla—. No sé si lo que dices es cierto, pero... sé que eres alguien brillante, me lo has demostrado, y realmente quiero creer en tu palabra. —Volteó del todo a él y apretó la lata en su mano como si estuviera hecha de papel para luego arrojarla hacia atrás tan lejos que salió volando por una ventanilla, haciendo que todos en el público se fueran de espaldas—. Así que... gracias.

—Yo solo te dije los hechos más probables. —Llevó su mano a tocar un lado de su casco, antes de bajarla—. Cree lo que quieras.

—Claro, claro. —Kohaku rio felizmente.

—No entendí nada. —Luna estaba mareada—. ¿Se llevan bien o se llevan mal? ¿Él es un cretino o no?

—La verdad tampoco estoy seguro. —Sai ya estaba totalmente metido en comentar el show junto a Luna.

—Bien, esto fue muy interesante~ —canturreó Gen, parándose delante de la pareja—. ¡Seguridad!~ ¡Llévense al que arrojó la lata, por favorcito!~ Aquí no toleramos nada que pueda lastimar a nadie, incluso si Ark-chan lleva un casco~. —Dos guardias se llevaron al alborotador, que fue seguido por sus muy avergonzados familiares—. ¡Ahora continuemos! Ark-chan, ¿vas a contestar la pregunta o recibirás otros dos castigos?

—Al diablo, recibiré los castigos, de todos modos tengo que comer limones. —Bufó.

—Es una lástima... Entonces Kohaku-chan tampoco puede contestar a la última pregunta, ¿verdad? —La experta en el amor negó con la cabeza—. ¡Bien, en ese caso se le aplicará un castigo más a Ark-chan hoy y el segundo se le aplicará de forma global en el siguiente viernes!

—De este "Quiz Time" salieron dos castigados de tal forma que hasta afectara la siguiente temática —murmuró la señora Saionji—. Esa Dra. Coutta es despiadada... me agrada. —Rio.

Después de que Ark comiera otro limón, Gen anunció el castigo que tendría por rehusarse a responder.

—La quinta pregunta era muy interesante... Elise-chan, ¿por qué no la lees para que al menos nuestro hermoso público sepa lo que se perdieron?

—Quinta pregunta... Esta pregunta depende de la cuarta: Como pareja, ¿qué actitudes tomarías para responder al peor escenario planteado por la otra persona?

—¡Realmente muy, muy interesante!~ Es una lástima que Ark-chan se negara. Y por ello, debo proporcionar un castigo adecuado. Y ese será... ¡bailar!

—¡¿EEEEEH?! —Todo el público se fue de espaldas.

¡¿Cómo era eso un buen castigo para esa cacatúa parlanchina y pedante?!

Sin embargo, la reacción de Ark fue como si le hubiera dicho que debía sacarle las tripas a una rata y comerlas con todo y sangre. Su boca cayó y retrocedió un par de pasos, horrorizado.

—Prefiero los limones. —Se abrazó a la canasta de limones como si fuera su tesoro más preciado.

—Ark-chan, no puedes librarte de este castigo. Debes aceptar o perderás tu oportunidad con Kohaku-chan~. —Ark tensó la mandíbula—. Y te lo advierto, debe ser un baile que involucre movimiento de piernas y brazos, aparte de que debes moverte por el escenario. ¡Y hazlo ahora, que ya casi se nos acaba nuestra hora!

Ark volvió a hacer uno de esos gruñidos profundos y descontentos suyos, para luego mirar a Kohaku, quizás preguntándose si valía la pena o no.

Finalmente, Kohaku se apiadó de él y se le acercó, envolviendo un brazo alrededor de su nuca y sujetando su mano con el otro.

—¿Cuenta un vals? —le preguntó ella a Gen, que sonrió maliciosamente.

—Claro~.

Ark la miró con la boca levemente entreabierta, antes de sonreír descaradamente y colocar una mano en su cintura, para luego comenzar a seguirle el ritmo con torpeza.

—Creo que en el diccionario la definición de "dos pies izquierdos" vendría con la foto de este tipo —bromeó la señora Saionji, haciendo a su esposo reír.

El vals fue corto, pero pareció gustarle al público, que por una vez aplaudió sin tanto desgano hacia Ark.

—¡Y bueno, eso fue todo por hoy! —Gen se colocó frente a una cámara, jalando de la mano a la Dra. Coutta—. ¡Por favor despidan con un gran aplauso a nuestra experta en el amor por ayudarnos a crear las preguntas para los cinco divertidísimos Quiz! —El público aplaudió con muchas ganas—. Aunque esta no será la última vez que la vean, ¡seguirá siendo una invitada recurrente ya sea en el turno de Kohaku-chan o cuando vengan nuevos protagonistas a nuestro programa! ¡El lunes empezaremos con una nueva temática semanal para florecer el amor entre Kohaku-chan y los galanes! ¡No se lo pierdan!

Gen besó la mano de su experta y luego lanzó una lluvia de pétalos al aire, dando por finalizado el episodio.

.

El sábado, Kohaku se despertó tarde, ya que no tenía trabajo y tampoco tenía planeado entrenar con nadie, quería entrenar sola y relajarse un poco. La semana entre el trabajo y el programa había sido demasiado agobiante.

No estaba acostumbrada a tener tantas cosas en la cabeza, era más fácil cuando solo tenía que entrenar o construir algo que avanzara la civilización. Extrañaba su trabajo como policía, eso la mantenía más ocupada, pero la construcción de escuelas y hospitales valía la pena.

Después de desayunar y entrenar se dio un largo y relajante baño en su tina, para luego sentarse en su sillón y mirar a la mesita de su sala de estar. La maceta que le había dado Daisuke decoraba el centro de la mesita, y a su lado estaba el reloj que le dejó Hiroshi. Las espadas de Tatsuo estaban junto a sus otras armas, y el collar de Sebastian guardado junto al brazalete de oro con diamantes que Senku le dio una vez con el símbolo del reino científico, aunque fue solo por apoyar la nueva línea de joyería de Yuzuriha.

Sonrió mientras pensaba en todos esos chicos, todos muy agradables... Los cinco chicos del programa de Gen eran increíbles, pero ni juntos podían siquiera provocar la milésima parte de lo que Senku le provocaba... o al menos eso pensó, porque esta semana aprendió que...

El sonido de una llamada entrante en su celular la hizo detener sus pensamientos.

Contestó sin pensar.

—¿Hola?

—Hola, leona. —La voz de Senku la tomó por sorpresa.

—¡¿Se-Senku?!

—Necesito tu ayuda con algo, ¿podrías venir a mi casa?

—Claro, ya voy.

Ni siquiera lo pensó, se alistó y salió rumbo a casa de Senku, preguntándose qué trabajo infernal le esperaba ahora.

No esperaba que Senku la recibiera con el almuerzo servido y Whyman balanceándose con una cuerda atada a un poste en su capsula.

—Esto es entretenido —opinó el pequeño parasito mecánico, con su voz normalmente robótica e indiferente llena de algo parecido a la emoción.

Kohaku rio enternecida, sentándose frente a Senku.

—¡Ja, veo que ya aprendiste lo divertida que puede ser la ciencia!

—Bueno, no hay mucha ciencia en una soga atada en un palo —murmuró Senku, llevándose un bocado de ramen a la boca—, pero entiendo el concepto. Come, se enfriará.

—Gracias. —Comenzó a comer—. ¿Y para qué necesitas ayuda?

—Whyman tiene preguntas.

—¡¿Preguntas para mí?!

—¡He estado viendo ese sistema de transmisión y recepción de imágenes y sonidos a distancia que simulan movimientos en el que apareces constantemente! —reveló Whyman.

—¿Eh?...

—Quiere decir que ha estado viendo el estúpido programa de Gen —tradujo Senku, indiferente—. Lo llevó a casa de Taiju y Yuzuriha cuando voy a cenar allá, y toda esta semana fui, menos el miércoles que fui con Ryusui, que fue cuando me obligó a hacer esa llamada al programa.

—Oh, y-ya veo. —Pestañeó, intentando no parecer nerviosa.

Dijo muchas cosas comprometedoras durante esta semana. Él no se dio cuenta, ¿verdad?...

O bueno, incluso si se dio cuenta, tal vez no le importó...

—Por cierto —Lo miró con interés—, ¿qué quisiste decir con tu llamada? La verdad no te entendí.

—Dije que te lo dejó de tarea. —Rio entre dientes—. Descúbrelo tú misma, leona.

—¡No me llames así!

—De ese tal "Ark" no te quejas cuando te llama así —señaló con sequedad.

—Claro que me quejó. —Lo miró extrañada—. No me gusta que me digan así, ninguno de los dos.

—En fin, Whyman te hará unas preguntas. —Se llevó otro bocado a la boca y miró al extraterrestre.

—Quiero ampliar mi conocimiento sobre los comportamientos humanos —explicó Whyman—. Senku ya me ha explicado la forma en la que se reproducen, pero no entiendo sus lazos emocionales.

—¡Ja, pues no soy la mejor persona para explicártelo! —Kohaku rio—. Si los entendiera, no estaría en ese tonto programa, si no le tuviera aprecio a Gen ya lo habría matado por todas esas humillaciones. Quizás deberías preguntarle a ese murciélago.

—¿Los murciélagos no son unos seres voladores mucho más pequeños que ustedes?

—Se refiere a Gen, es un apodo, como cuando yo le digo leona —le explicó Senku pacientemente.

—Hablé con Gen unos días atrás —dijo Whyman, sorprendiendo a Senku también—. Hizo que mi curiosidad despertara respecto a ciertos temas. ¿Podrían contestar a mis interrogantes? Serán solo cinco preguntas.

—Claro, lo que necesites. —Kohaku pestañeó, aturdida, aunque todavía comiendo.

—Claro... —Senku de repente lo miró con cierta sospecha.

—Mi primera pregunta es... ¿Por qué los humanos hacen cosas tan irracionales por un fin tan racional como lo es la reproducción?

Senku dudó en contestar, mientras que Kohaku contestó de inmediato.

—Es porque nos enamoramos. —Sonrió sinceramente—. Cuando nos enamoramos, nuestros cerebros se vuelven ilógicos y problemáticos —Miró de reojo a Senku, que soltó una risa divertida, rascando su oído con el meñique—. Y no es siempre porque pensamos en tener hijos con esa persona que amamos, simplemente el amor es tan grande que estamos dispuestos a morir incluso sin recibir nada a cambio.

—El amor es asquerosamente problemático e irracional, incluso nosotros no podemos entenderlo del todo. —Senku sonrió con sequedad—. Lo he estudiado un poco, pero si quieres ahondar en eso deberíamos preguntarle a la experta loca de Gen, la Dra. Coutta. Pero, respondiendo a tu pregunta de forma técnica, es porque las hormonas ciegan parte de nuestra lógica, aunque también es más complejo que solo eso, ya que tiene todo un proceso de razonamiento que se ve afectado por las filosofías personales de cada persona. Los seres humanos son criaturas sociales, necesitan rodearse de sus semejantes y muchas veces también necesitan una pareja para satisfacer cuestiones físicas y psicológicas.

—V-vaya, eso no lo sabía del todo... —Kohaku lo miró asombrada.

—Mi segunda pregunta es... ¿Ustedes alguna vez han hecho algo irracional por amor?

—Ja, muchas veces. —Kohaku ni dudo al contestar—. Por amor a mi familia y a mis amigos, pero también por... otro tipo de amor. Sí, he hecho muchas locuras. —Sonrió con desfachatez.

—Mis decisiones siempre se basan en la lógica y la eficiencia, rara vez me dejo llevar por emociones absurdas. —Senku rascó su oído con desinterés.

—Como era de esperarse de Senku. —Kohaku suspiró, con una sonrisa resignada.

—Sin embargo —Senku continuó—, sí he hecho cosas irracionales... por un afecto irracional que tengo hacia ciertas personas. —Kohaku volteó a verlo con los ojos muy abiertos—. Y respecto al afecto romántico... —Sonrió, mirando directamente a Kohaku— sí, también he hecho cosas absurdas cegado por las hormonas —confesó.

Kohaku sintió su corazón saltarse un par de latidos.

¿Acaso... él... acababa de confesar que... alguna vez sintió afecto romántico hacia alguien?

Casi se desmaya, se quedó mirándolo con la boca abiertísima, hasta que Whyman la sacó del trance con otra pregunta.

—Mi tercera pregunta es... ¿Por qué existen parejas que no se han reproducido, si ese es el sentido biológico de su existencia y tienen las herramientas al alcance?

—¿Habla de las parejas sin hijos? —preguntó Kohaku a Senku, ya que a veces no entendía del todo a Whyman ya que pasaba demasiado tiempo con científicos.

—Sep. De todos modos, el ser humano es capaz de controlar y suprimir sus instintos al ganar racionalidad, por medio de nuestra racionalidad podemos tomar decisiones, y algunas personas deciden no tener hijos porque, por poner un ejemplo, no desean cuidar de otro ser humano, lo cual es un trabajo laborioso y difícil, y como ese ejemplo existen otros.

—Oh, eso, sí. —Kohaku asintió—. Jasper y Turquoise no tienen hijos, porque ella estaba asustada de perder a más familiares... y conozco otras parejas, pero la gente no se vuelve pareja solo por querer tener hijos, se vuelven pareja porque se aman —explicó Kohaku al pequeño Whyman, dándole un ligero toque para que siguiera balanceándose en su cuerda, cosa que le agradeció—. Por eso estoy en ese programa, ¿sabes? Si quisiera una pareja solo para "reproducción" como dicen ustedes, entonces elegiría a cualquiera que quisiera y ya, pero yo quiero formar una familia con alguien a quien ame. —Intento ocultar la tristeza en su voz al hablar de esto frente a Senku.

—Mi cuarta pregunta es... ¿Ustedes desean tener hijos con alguien por quien sientan amor?

—Ja, obviamente yo sí. —Kohaku rio—. Si has estado viendo el programa, ya lo sabes. Aunque no deberías preguntarle esas cosas a Senku, eso no es algo por lo que él sienta interés. Es...

—¿Quién dice que no? —Él la interrumpió antes de que acabara de hablar, mirándola muy seriamente.

Por un momento, ella no fue capaz de reaccionar.

—¿Qué? Pero... Tú... —Negó con la cabeza—. ¿Acaso sí quieres?...

—Sí. —Encogió los hombros, volviendo a rascar su oído—. Algún día. Seguro será un reto diez billones por ciento emocionante. —Sonrió divertido ante su rostro totalmente desencajado.

Kohaku se obligó a despegar sus ojos de él, mirando fijamente a su plato de ramen ya vacío.

¿Senku sí quería hijos? ¡Qué locura! Y, además, antes de eso, él dijo que alguna vez sí le interesó alguien de forma romántica, entonces...

Su corazón comenzó a latir rápidamente en su pecho.

Algunas veces en el pasado, a lo largo de los años, le dio la impresión de que Senku tenía cierta debilidad por ella, que lo dejaba tocarlo más de lo que dejaba a otros, que no se hacía para atrás cuando ella se acercaba demasiado y aceptaba tomar su mano cada vez que se la ofrecía. Eso le dio esperanza, una esperanza que jamás se permitió alimentar debido a la creencia de que él no quería ni amor ni familia.

Pero ahora... ¿quizás no era tan loco pensar que él... él...?...

—Mi quinta pregunta es... —La vocecilla robótica de Whyman la hizo brincar en su silla, haciéndola erizarse casi como un gato—. Si ambos desean lo mismo, ¿por qué no van directo a lo que quieren y cumplen con su deseo?

Tanto Senku como Kohaku voltearon a verlo con sorpresa e incluso ligero horror. ¿Qué estaba insinuando esa forma de vida mecánica traviesa?

—Creo que pasa demasiado tiempo con Gen —murmuró Kohaku, sudando frío.

—Me aseguraré de mantener a ese mentalista lejos de Whyman de ahora en adelante. —La ceja de Senku tembló con molestia—. Sin embargo, respondiendo a tu pregunta, pienso cumplir con mi deseo —contestó Senku, sorprendiendo a la rubia—. Solo es cuestión de tiempo. —Sonrió descaradamente.

Kohaku lo miró confundida. ¿De qué estaba hablando? ¿Y por qué su corazón se había vuelto tan loco al escucharlo?

Era mejor que saliera de aquí antes de que hiciera o dijera algo estúpido.

—Ja, yo también cumpliré con mi objetivo. —Se levantó bruscamente de la mesa—. Tengo que irme ahora, le prometí a Minami y Mirai que las acompañaría al hospital junto con Suika así que... Debo prepararme. ¡Adiós! —Rápidamente salió corriendo de allí.

—¡Espera, leona! —Justo cuando estaba a punto de cruzar a la calle de enfrente, el llamado de Senku la detuvo.

Volteó a verlo, con la cara roja, sin saber por qué estaba tan desesperada por correr lejos de él.

Senku trotó hasta ella y tomó su muñeca, solo logrando ponerla más nerviosa.

—¿Q-qué pasa? —Sonrió forzadamente, preguntándose si debería darle un manotazo y salir corriendo sin más.

—Pasa que no lo entiendes. —Se veía frustrado por algo—. A veces tú... me entiendes cuándo ni yo mismo me entiendo, y otras veces no logras ver lo evidente ni con esa vista tan buena. —Acercó muchísimo su rostro al suyo, haciéndola estremecerse—. Kohaku, yo... —El repentino flash de una cámara lo hizo callarse y provocó que ambos voltearan, viendo a un tipo escapar con una cámara en alto.

—¡OYE! —Kohaku lo persiguió con su gran velocidad, queriendo reclamarle por haberles sacado una foto sin permiso, pero el tipo se subió a un auto y arrancó, y aunque hizo el intento Kohaku no logró alcanzarlos con tantos autos en medio.

Ja, a veces la civilización científica también podía jugarte en contra...

Volvió con Senku arrastrando los pies, viendo que ahora su mirada parecía mucho más distante que antes.

—Deberías irte, ya que tienes un compromiso —murmuró, rascando su oído con indiferencia—. También debo seguir trabajando. Nos vemos.

—Nos vemos... —Aunque desanimada, se marchó.

Horas después se reunió con Suika y fueron hasta el hospital donde se encontraron a Minami y Mirai en el pasillo, esperando a ser llamadas.

Minami quiso interrogarla por el programa, pero Kohaku usó la excusa de que Gen le prohibió decir cosas importantes y pudo zanjar el tema, así que empezaron a hablar sobre el motivo que las trajo al hospital.

Cuando llamaron a Minami, las cuatro entraron al consultorio de la doctora, que se rio y les pidió acomodarse donde pudieran.

La doctora no estaba sola, un joven levemente parecido a ella, posiblemente su hijo, estaba sentado en el escritorio, leyendo unos papeles. Cuando levantó la vista y las vio, su mirada se clavó en Kohaku y su mandíbula cayó casi hasta el piso.

—¿Le pasa algo? —preguntó Minami.

—Oh, perdonen a mi hijo, se pone nervioso con mujeres tan bellas cerca. —Rio cantarinamente—. Yoshio, cariño, ¿por qué no sigues con eso afuera?

—S-sí... —Su voz salió en apenas un susurro y rápidamente se retiró, mirando a Kohaku de reojo.

—¿Y bien, Atsumi-sensei? —Minami miró ansiosa a la doctora—. ¿Tiene mis resultados?

—Los tengo. —Asintió amorosamente—. Felicidades, querida, serás madre.

Las tres jadearon felizmente, mientras que Minami sonrió con lágrimas en los ojos.

—¡Seré tía! —Mirai aplaudió con entusiasmo.

Kohaku y Suika abrazaron a Minami, que empezó a sollozar de felicidad.

—Finalmente... ¡con esto Tsukasa sentara cabeza conmigo de una vez! ¡Sí! —Elevó los brazos al techo.

Las tres rieron divertidas. Minami realmente no tenía remedio... aunque era cierto que ya era hora de que se casaran y Tsukasa se relajara un poco y descansara de tantos viajes alrededor del mundo, y un nuevo bebé en el reino de la ciencia siempre era recibido con alegría.

Kohaku fue genuinamente feliz por su amiga, aunque una parte de ella sentía una pizca de celos, preguntándose si alguna vez llegaría a experimentar esa felicidad.

Al día siguiente, después de que Minami le diera la noticia a Tsukasa, todas las amigas celebraron que oficialmente la pareja de futuros padres estaba comprometida.

—¡Serás oficialmente parte de la familia! —Mirai la abrazó con entusiasmo.

—Ya era hora de que Tsukasa sentara cabeza contigo y lo hicieran oficial —opinó Amaryllis, con una sonrisita complacida.

—Muchas felicidades. —Kirisame, Yuzuriha y Ruri solo la felicitaron genuinamente.

—Ah, me encantan los niños, será bueno tener a más angelitos endemoniados por aquí. —Nikki rio felizmente.

—Pero si los que tenemos por ahora no tienen nada de traviesos —dijo Suika, refiriéndose a los hijos de Taiju y Yuzuriha y Chrome y Ruri, que eran niñitos muy lindos y tranquilos.

—Es cierto, hasta la bebé de Ukyo es más tranquila que Ruchiru y Kinji. —Kohaku rio—. Parece que vienen uno más tranquilo que el otro.

—Ruchiru no es tan tranquilo —murmuró Ruri, sabiendo que su pequeño podía ser caprichoso.

—Kinji sí. —Yuzuriha no podía decir más que maravillas de su hijo.

Kohaku iba a decir algo más, pero en ese momento Minami chilló de pronto.

—¡¿Qué pasa?! ¡¿Tienes algo?!

—¡Sí, es terrible! —Les enseñó algo en su celular—. ¡Kohaku! ¡¿Cómo pudiste ocultarnos que tú y Senku ya están juntos?!

—¡¿QUÉ?! —Todas se fueron de espaldas.

Kohaku tomó el celular, viendo una noticia de una red social que la dejó boquiabierta.

Pudo ver la foto de Senku y ella con los rostros muy juntos que les tomaron ayer, pero el título de la noticia era lo peor.

¿Traición a los cinco galanes de Juego de Citas? ¡La protagonista ha encontrado a su sexto galán!

¿Sexto galán?

Oh, esto no podría terminar bien.

Continuará...

Holaaaa :D

Como vi que el cap anterior les gusto bastante, les traigo esta actualización rapidita!

Tambien porq me gusta mucho escribir este fic xD

Cuáles son sus teorias sobre el giro de trama q se viene? OwO Diganlo sin miedo! Que me encanta leerlos *w*

Muchas, muchas gracias a todos los que apoyan este fic!

Este cap ya fue el ultimo de Quiz Time! En el siguiente empezamos con una nueva tematica semanal! UwU

No es emocionante? XD

Se les ama de todo kokoro!

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

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