Capítulo 10
-Por donde quieres empezar?- pregunte cuando ambos ya estábamos sentados en la banca y se había formado un silencio incomodo.
-Bien... desde cuando sabes que eres lobo?- pregunto frunciendo el ceño.
-Desde los 15
-Desde secundaria?- se sobre exalto.
-Si...
-Y porque no dijiste nada? En ese entonces eras mi mejor amigo... no confiabas en mi?
-Sabes que no es eso...
--Entonces que? Porque no encuentro otra forma de explicarlo y comprenderlo...
-Aomine... ambos somos lobos, sabes lo que sucedería si lo hubiera dicho desde ese entonces?
-Todo hubiera acabado para ti- apretó lo puños del enojo.
-Me agradaba estar con ustedes, poder jugar a la par y no ser juzgado... me gustaba estar junto a ti sin el peso del clan.
-Te dieron el derecho de escoger, porque te aferraste a pensar en que seria yo?
-Siempre sentí una conexión contigo, cuando jugamos basketball eso se reforzo, eras la luz y yo la sombra...
-Asi que no estaba loco ¿verdad? Somos destinados.
-Lo somos...
-Sabes como se lo tomara esto el clan? somos los primeros destinados en mas de 60 años...
-El clan de lobos depende de mi desde hace mucho... me alegre al saber que eras tu, pero no quería solo ser eso... un omega mas...
-Aunque digas esto, yo tampoco puedo aceptarlo del todo...
-Lo se, te gustan la mujeres...
-Si, no se como decir esto Testu, pero si revelamos lo que somos estamos destinados a lo que el clan quiere.
-No eh revelado nada sobre nosotros y no pensaba hacerlo, aunque somos destinados se que no me ves de esa forma, cuando termine la winter cup tendré que buscar a mi pareja...
-Tendras?
-Nadie sabe que ya tengo destinado, tendré que pasar por el cortejo y aceptar a alguno de los 4 del equipo... aunque soy un lobo sigo siendo el omega puro... puedo concebir de cualquier especie, el clan no lo dejara pasar.
-No quiero escuchar eso Tetsu, eres mas que un omega- apretaba las puños y sonreí al recordar porque eramos amigos.
-Siempre diste la cara por mi Aomine, pero sabes... cuando nos separaste en aquel partido... cuando no volviste a confiar en mi, comprendí que yo necesitaba mas de ti que tu de mi... cuando Akashi siempre me hacia creer que era lo contrario...
-Lo siento, era tu mejor amigo y te abandone... pasara lo que pasara en el juego, eso no debió influenciar lo que eramos...
-Esta bien, me hiciste comprender que no podía depender de nadie, pero fui un inútil en eso... aun sigo dependiendo de los demás y actualmente de Kagami- oí como quería contener un gruñido y trate de ignorarlo pero su humor había empeorado.
-Odio a ese gato enorme...
-Lo dices por ser un tigre?
-Lo digo porque sus padres tuvieron el valor de liberarlo y ahora tiene el derecho de escoger que quiere en la vida, nosotros no...
Me decepcione un poco, esperaba que aunque sea un poco... estuviera celoso de que Kagami fuera mi nueva luz, pero era lo que menos le importaba, apreté el balón contra mi pecho y me abrace de el... no quería verme vulnerable por tonterías.
-Porque trajiste el balón? -parecía querer cambiar la conversación.
Se me ocurrió una idea para que esta reunión no se acabara tan rapido, aun no quería que se fuera.
--Quería que me enseñes a encestar
-Ah? Acabas de ganarme, dame un respiro.
-El próximo que enfrentarse es a Murasakibara... si no se encestar no creo que pueda contra el.
-Bien...
Sonreí de manera disimulada, el basketball al final de cuentas es lo que nos unió y lo que nos seguiría reuniendo... empezamos a practicar y estaba concentrado, de verdad quería aprender pero el podía jugar sin muchos esfuerzos e inicio una platica que no me esperaba.
-Si te hubiera marcado... lo habrías aceptado?
-Si...
-Enserio? Piénsalo un poco...- se sorprendió de mi rapidez al contestar.
-No tendría elección, pero tampoco me desagrada la idea que seas tu- se sonrojo y sonreí un poco al ver que si podía generar algo en el.
-Regresamos al juego- evito mi mirada y solo empezó a encestar.
Ambos queríamos olvidar lo que paso, solo fue el celo... eso esperaba que pensara Aomine, porque no quiero volver a perder su amistad ahora que empezamos de nuevo... el me gusta, pero es un imposible lo nuestro...
Aunque Aomine es el mejor encestador de los 6, nos costo averiguar porque no podía encestar, me sentía muy observado por el cada momento que trataba de encestar y pequeños suspiros salian de mi, trataba de evitarlo concentrándome en el juego pero volvía a fallar.
-Creo que tu forma de encestar esta mal- se acerco a mi- tu tratas de encestar como nosotros... no lo hagas
-Que no lo haga?
Se posicionó detrás de mi, pego nuestros cuerpos tratando de cambiar mi postura, un escalofrío nos recorrió a ambos y nos separamos enseguida.
-Lo siento...- se disculpo evitando mi mirada viendo hacia otro lado.
-No importa... intentare lo que dices...
Oculte mi sonrojo lo suficiente para que no se diera cuenta, enceste de la forma que me dijo y entro, ambos sonreimos porque funciono, aunque otra vez estábamos demasiado juntos y volteamos las miradas para volver a evitar el momento.
-Gracias...-agradecí mientras iba por el balón.
-Fuiste tu el que entendió...
-Fue fácil cuando me diste la clave, debo encestar como si hiciera un pase...
-Si bueno...- se rasco la nuca y parecía incomodo.
-Quieres irte?- pregunte algo desilusionado.
-No es eso... solo que, no habíamos hecho esto hace mucho...
-Tienes razon- empece jugar con el balón y al final se lo lance, no dudo y enseguida encestó.
Su celular sonó e interrumpió la buena atmosfera, fue a buscarlo para leer el mensaje, creía que con eso había acabado nuestra practica, así que guarde mis cosas.
-Lo siento... parece que deje plantada a Satsuki...-se veía extrañado al verme con mis cosas- ya te vas?
-Pensé que tu...
-Bueno... ya la deje plantada, no quiero verla enojada ahora...
-Ya veo...-volvi a dejar mis cosas ahora el tenia el balón- ibas a salir con ella?
-Le pedí que me acompañara por nuevos tennis... quería volver a practicar- me sorprendió lo que había dicho, deje de defender la canasta y el paso junto a mi encestando- oye si no lo intentas no es divertido...
-En serio... volverás a practicar?
-Ah? Bueno si... el próximo año quiero derrotarlos...
Sonreí deliberadamente, el Aomine que conocí había regresado, el que alguna vez amaba el basketball volvió.
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