03. Regreso (1a parte)
El avión ha aterrizado y los pasajeros bajan de él pusilánimes, cuidando sus pasos en los escalones y esperando por su equipaje en el área asignada.
Fuera del aeropuerto hay un hombre que raya los cuarenta años, su cabello castaño se conserva intacto en tono y suavidad, y sus ojos se mantienen clavados en las personas que salen de aquel enorme establecimiento.
Hay niños, adultos y ancianos, pero ninguno es quien él espera.
[ㅡ¿Sabes si ha llegado? ㅡpreguntan directamente en su oído gracias al audífono inalámbrico y él asiente a pesar de no ser visto.]
ㅡSu vuelo ha aterrizado, joven ㅡresponde sin perder de vista el pasillo con puertas corredizas de cristal.
[ㅡBien, ya sabes qué hacer. Asegúrate de que tenga una adecuada instalación y permanece con él. No habrá nadie en casa.]
ㅡEntiendo, eso haré.
[ㅡGracias. ㅡEl agradecimiento es tajante y breve, mas la llamada no se corta inmediatamente como suele hacerlo y hay silencio que le antecede a un profundo suspiroㅡ. Wang, cuida de él.]
ㅡCon mi vida, joven ㅡasegura con firmeza y la comunicación es cortada.
Se mantiene de pie con los brazos cruzados por algunos minutos antes de divisar una anatomía conocida entre el tumulto de gente.
Hay dos hombres detrás de él que cargan su equipaje y una paleta baila entre aquellos belfos que esbozan una sonrisa atrevida.
Tiene puesto pantalones de cuero negro, botas oscuras y una camisa blanca que combina exquisitamente con su chaqueta y accesorios.
Está ahí. La joya de la familia Jeon ha vuelto después de tantos años.
ㅡBienvenido, joven ㅡdice en cuanto lo tiene enfrente, acompañado de una reverencia de noventa grados.
El chico sonríe y se quita las enormes gafas de sol que ocultan sus luceros miel, las cuelga en el cuello de su camisa y toma al mayor del hombro para que eleve el rostro.
ㅡJackson Wang, cuántos años sin vernos. ¿Cómo te ha tratado la vida? ㅡcuestiona sin perder su sonrisa, notando el verdadero paso de los años en las facciones maduras del hombre.
Todo en él es cálido, su tono de voz, su mirada y su toque. Es tibio y reconfortante, hace sentir al mayor nostalgia y cariño que se evidencia con una sonrisa.
ㅡMuy bien, joven. ¿Cómo estuvo su vuelo? ㅡpregunta de vuelta.
ㅡAgotador. ㅡSe queja con un puchero adornando sus labios y señala al par de hombres detrás suyo para darles indicacionesㅡ. Por favor, coloquen todo dentro del auto.
ㅡ¿Aún pide las cosas "por favor"?
Jackson recuerda a aquel niño que no era capaz de exigir ni ordenar, aun cuando sus superiores le habían concedido ese poder. Recuerda su mirada asustada y dudosa, sus manos temblorosas y ojos llorosos.
ㅡTrabajan para mí, eso no los convierte en mis esclavos. ㅡLa respuesta es concisa y severa, tan firme como la diría cualquier miembro de esa familia.
Y entonces no son necesarias más palabras, Wang sabe que frente a él está el mismo Park Jimin que se fue diez años atrás.
ㅡSin lugar a duda sigue siendo el mismo.
ㅡEl mismo, Wang, no hay por qué cambiar ㅡasegura mientras sube al auto por cuenta propia. Aunque, a diferencia del resto, él se sienta en el lugar del copiloto.
ㅡ¿Irá directamente a casa? ㅡcuestiona frente al volante, encendiendo el coche en espera de indicaciones.
ㅡ¿Hay alguien en ella? Aparte de los empleados, claro.
ㅡNo, me han pedido que le informe que no hay nadie que pueda darle la bienvenida en este momento. Los señores están en un evento y el joven en la empresa.
ㅡEntiendo... ㅡSus dedos tamborilean en la puerta mientras una idea inunda su menteㅡ. Bien, en ese caso ¡vamos a comer! ㅡdice poniéndose el cinturón de seguridad.
ㅡ¿"Vamos"? ¿Quiénes?
ㅡTú y yo, por supuesto. ㅡSaca el móvil de uno de sus bolsillos y busca en internet las reseñas de algunos puestos de comida cercanos.
ㅡ¿Quiere que vayamos al restaurante que suelen visitar sus padres? Estoy seguro de que estarán muy satisfechos de recibirlo.
Jimin ríe, breve y sin verdadera gracia.
ㅡPuff, ¿con quién crees que estás hablando? Iremos a un local cercano que venda comida rápida ㅡdice sin girar a verlo, provocando una negación en el castaño.
ㅡEn definitiva, usted es completamente distinto a la familia.
ㅡNo hables tan pronto que no me conoces del todo, Wang. Soy como una moneda, puede que tenga dos caras.
El hombre ríe, negando sin perder la vista del camino.
ㅡLo sé, joven.
ㅡBien, lo tengo. Dobla en la siguiente intersección, te llevaré al mejor lugar para comer que hayas probado.
ㅡ¿Eso quién lo garantiza?
ㅡLas reseñas de Google, por supuesto.
El resto del camino se basa en indicaciones confusas y risas ahogadas, algo característico de la personalidad del más joven. Jimin posee un aura única que conquista a quien tenga cerca e ilumina cualquier habitación.
Al llegar al lugar con mesas al aire libre piden diversos platillos y se sumergen en una conversación sin rumbo que trata de poner a ambos al día de la vida del otro.
ㅡ¡¿Estudió baile contemporáneo?!
ㅡSi, desde antes de entrar a la universidad. ¿Por qué pareces tan sorprendido?
ㅡBueno, creí que entraría en algún club que fuese más "acorde a lo familiar" ㅡmenciona haciendo comillas con sus dedos.
ㅡSabes que mis padres no me obligarían a hacer algo que no deseo. Nunca lo hicieron. En realidad, han cumplido todos mis caprichos.
ㅡ¿Entonces por qué regresó? ¿No era su deseo vivir foráneo por siempre?
Jimin lo piensa y en ese instante su mirada cambia. Hay un brillo de madurez ㅡy algo másㅡ que se expresa en sus palabras.
ㅡBueno, como te lo he dicho, ellos siempre han cumplido mis caprichos, ¿por qué no hacer lo mismo por ellos? ㅡSe toma su tiempo para beber antes de proseguirㅡ. Jungkook me dijo que papá desea dejar el negocio familiar, así que decidí estudiar administración de empresas y volver para ayudarlo con todo lo que sea posible.
ㅡYa veo...
ㅡSi. Por eso también regresé en cuanto terminó mi proceso de certificación.
Jackson asiente llevando más cucharadas a su boca.
ㅡY... ¿dejará el baile?
ㅡBueno, supongo que eso tendría que verlo más adelante. Debo organizar mi tiempo y hablar con mi padre sobre el negocio. Además, la danza no es mi única pasión.
ㅡSería una pena que dejara de bailar, ni siquiera he podido verlo.
Jimin sonríe al escucharlo, tomando su mano sobre la mesa con la confianza que siente con muy pocas personas.
ㅡTranquilo, Wang. Haré una presentación exclusiva para ti y mis padres.
ㅡMe halaga, joven.
Entre risas terminan la comida y pagan para volver a casa, o por lo menos intentarlo.
ㅡ¿Sabes si ya han arreglado mi habitación?
ㅡSé que han pedido al personal limpiarla, pero al parecer no han modificado nada.
ㅡEn ese caso, pasaremos por el centro comercial antes de volver. ㅡAsiente para sí mismo y el castaño niega nuevamenteㅡ. Necesito cojines y luces para decorarla, también cuadros para las fotos que revelé hace poco y...
ㅡEntiendo, entiendo. Escriba una lista y la veremos en los departamentales.
ㅡEstá bien ㅡfarfulla con un puchero y se cruza de brazosㅡ. ¿No te han dicho nada mis padres?
ㅡEl joven Jungkook me avisó que llegarán a las seis de la tarde.
ㅡEso es en... hora y media. ¡Wang, date prisa o no llegaremos a tiempo para cenar con ellos!
ㅡJimin, por si no lo recuerda, yo no ceno con sus padres en el comedor ㅡmenciona, pero ya está encendiendo y arrancando el auto.
ㅡEres un miembro importante para mi familia, Wang. Si o si comerás conmigo a partir de hoy.
ㅡPuede meterse en problemas.
ㅡEntonces serán mis problemas, no tienes nada de qué preocuparte.
ㅡNo diré más al respecto, es mejor que vayamos por sus cojines.
ㅡHaces bien ㅡdice con una sonrisa victoriosa, volviendo a colocarse sus lentes oscuros.
El castaño acelera el auto hasta llegar al centro comercial, bajan de él y Jimin corre al interior de los departamentales con los ojos brillando por la cantidad de objetos y las manos picándole por llevarse todo. De repente se detiene y gira a ver al hombre un par de metros detrás suyo, colocando las manos en las caderas y frunciendo los labios.
ㅡNi se te ocurra ir detrás de mí. ㅡSu voz suena firme y tiene una mirada fiera. Camina recto en su dirección con un porte que caracteriza a la familia Jeonㅡ. Cada que vengas conmigo dejas de ser mi empleado, eres uno de mis amigos más cercanos, un hermano.
Jackson suspira, conocedor de que su única opción es rendirse.
ㅡEntiendo, joven.
ㅡY deja de decirme así, soy Jimin. ㅡSu sonrisa convierte al par de luceros en dos líneas perfectas, las mejillas se elevan y la belleza de su rostro se vuelve etéreaㅡ. Además, no estás tan viejo.
ㅡTécnicamente le doblo la edad y si sus padres nos escuchan estoy seguro de que ganaré una buena reprimenda.
ㅡPuedes decir que te amenacé para perder los honoríficos ㅡdice mientras escoge algunos productos que coloca posteriormente en el carrito que trae el mayor.
Dentro hay luces blancas y cojines lilas con bordado encima, peluches, repisas para libros, lámparas de noche, cuadros y marcos de madera, entre muchas otras cosas.
ㅡSi, creo que ya tengo en mente lo que diré: "señores, el joven Jimin me amenazó con mi arma porque no quise tratarlo como a alguien menor".
ㅡ¡Exacto! ㅡexclama mostrando sus pulgares.
ㅡNo creo que suene muy convincente.
Las compras se extienden por más de una hora, saliendo a las cinco y cuarenta y cinco de la tarde. Traen bolsas de diversos tamaños y colores, algunas cajas y productos de arte ㅡotro de sus gustos nada secretosㅡ.
Al llegar todo es bajado por los empleados de la casa y subido a la habitación del segundo piso a petición de Jimin, quien se aferra a la idea de cenar con Wang.
ㅡ¿Crees en dios?
ㅡPensé que sabía de mi ateísmo.
ㅡBueno, entonces busca algún ser celestial al cual pedir para que mis padres no se alteren. ㅡSu pequeña zurda toma el fornido brazo derecho del hombre y lo arrastra a la sala de estar más alejada.
Allí, en el marco divisorio, puede ser verdaderamente consciente del paso de los años, de su andar silencioso.
En el sillón individual se encuentra un hombre a nada de cumplir los cincuenta y cuatro años, lee el periódico con las mentiras que la sociedad cree y que el ineficiente gobierno se esfuerza en mantener. A su lado, una mujer cercana a su edad absorbe información de un libro de economía avanzada, toma apuntes y se plantea nuevas estrategias.
Jimin los ve sin poder creerlo. Sus padres están ahí, se ven perfectos en el ritmo habitual que han adquirido con los años. Saca el móvil del bolsillo de su pantalón y toma una foto rápida sin atreverse a hacer ruido.
ㅡPadres ㅡsusurra, rompiendo el absoluto silencio y la burbuja que envuelve el escenario frente a sus ojos.
Los mayores elevan el rostro y lo ven tan sorprendidos como él lo está. Sus facciones se mueven entre la sorpresa y el gozo. La emoción que no pueden exteriorizar con palabras y les congela el cuerpo, la demuestran con la humedad en sus ojos.
ㅡ¿Jimin? ¿Cuándo llegaste?
ㅡHace unas horas, ¿mi hermano no les avisó? ㅡEstá confundido, pero sabe que su mayor no olvidó transmitir dicha información.
Jungkook nunca olvida nada, mucho menos cuando se trata de él.
ㅡNo, no lo hizo. ㅡLa mujer se acerca a él letárgica, temiendo que su toque lo haga desaparecer.
ㅡMamá, soy yo, no tenga miedo. ㅡSus manos se unen y ella sonríe con lágrimas escurriendo silenciosas por sus mejillas.
Jimin toma la palma ajena y la coloca en su rostro, recargando sus energías con el tacto maternal.
ㅡCreo que tu hermano quería darnos una sorpresa.
ㅡEso parece, papá.
El hombre también se acerca a él y los tres se funden en un abrazo sanador, de esos que casi rompen costillas e inundan de calor el pecho.
ㅡ¿Y mi hermano? ¿Estará aquí para cenar?
ㅡÉl no cena con nosotros, hijo. Sus horarios no le permiten compartir nuestras comidas y cenas, pero está aquí para los desayunos.
ㅡ¿Llega demasiado tarde?
ㅡLa mayoría de las veces. Sabes que el negocio familiar ocupa mucho tiempo y en ocasiones debe quedarse arreglando asuntos hasta tarde.
ㅡEso significa que no lo veré hoy, ¿no es así? ㅡcuestiona, con la clara mueca de decepción en su rostro.
ㅡEs muy probable, suele llegar en la madrugada a casa.
ㅡEntiendo... Entonces cenemos, ya lo veré mañana para el desayuno ㅡasegura con una sonrisa, viendo a los mayores regresarle una idéntica.
ㅡWang, ¿qué sucede? ¿Por qué sigues ahí?
El castaño mantiene una venia de cuarenta y cinco grados, su rostro se encuentra sereno y tiene una mirada temerosa. La familia nunca ha sido tirana con él y está ansioso injustificadamente, aunque en su interior cree que se debe a una razón que aún no descubre.
ㅡBueno, Jackson ha estado conmigo la mayor parte del día y fue quien me dio la bienvenida al regresar, así que creí que como agradecimiento a su valiosa acción lo menos que puedo hacer es invitarlo a cenar con nosotros.
ㅡAsí que es eso. ㅡLa mujer los ve con una sonrisa cálida sin mencionar más.
ㅡWang nunca nos había pedido algo así y creo que no cenamos juntos desde que te fuiste ㅡmurmura el mayor y cuando todos creen que se negará, una sonrisa adorna su tranquilo rostro y asienteㅡ. Está bien, vayamos antes de que la comida se enfríe.
ㅡGracias, señor ㅡdice con una nueva reverencia, viendo una negación a la par de la invitación.
ㅡVamos, vamos.
Jimin se mantiene detrás y toma el brazo de su guardia de mayor confianza para retenerlo antes de murmurar en su oído.
ㅡTe dije que entenderían.
Jackson niega, siguiéndole el juego.
ㅡSi no lo hacían, usted sería el culpable.
Ambos ríen por lo bajo y la cena es servida a las siete de la noche, los asientos están ubicados como lo estuvieron años atrás y la comida es tan deliciosa como siempre.
ㅡ¿Qué tal tu estancia en Estados Unidos? ¿Realmente fue tan buena como nos decías por llamada? ㅡpregunta la mujer mientras sirve más a su marido.
ㅡEs maravilloso, mamá. Deberían tomarse unas vacaciones con papá allí ㅡdice con los ojos brillando ante sus recuerdosㅡ. La academia donde practiqué danza es hermosa, tiene un estilo único.
ㅡ¿Namjoon cómo está? ¿Sigue siendo el mismo joven de siempre?
Jimin asiente mientras traga un bocado.
ㅡEl mismo de siempre, papá. Es estricto en lo debido, carismático y amable. Un hombre realmente increíble.
ㅡMe alegra escuchar eso, hijo. Sabes que Kim es como otro hijo para mí.
ㅡLo sé. Hace poco me dijo que había comenzado a verse con alguien, aunque no tuve tiempo para que me contara más al respecto ㅡcomenta riendo tiernamente.
ㅡSería encantador que encuentre a alguien con quien compartir sus días, ya casi tiene veintiocho años.
ㅡMamá, yo no creo que deba tener prisa con ello. Él estará con quien quiera estar cuando sea el momento. Además, está por terminar su MBA, eso le consume mucho tiempo.
Jeon Ji-hu ríe al escucharlos.
ㅡ¿Tú qué opinas, Wang? ¿Estás del lado de mi esposa o de mi hijo?
El castaño ve al mayor con la duda adueñándose de sus facciones, tiene la boca llena y una cucharada a medio camino. Ni siquiera tiene idea de lo que habla el resto, si algo le enseñaron bien de niño es a no escuchar conversaciones ajenas y mucho menos hacerlo cuando se está comiendo algo tan delicioso.
ㅡMe apoyas a mí, ¿no es así, Wang? ㅡmenciona el más joven, dando un par de codazos en sus costillas y recibiendo a cambio un asentimiento efusivo y una sonrisa de ojos cerradosㅡ. Ustedes lo vieron, él me apoya.
Otro asentimiento y los mayores ríen, conscientes de la ignorancia ajena en el tema.
ㅡBueno, ya he hablado mucho de mí. ¿Cómo han estado ustedes?
Los señores sonríen con cierta pena, algo cansados sin ser capaces de aceptarlo.
ㅡLa vejez comienza a cobrarnos factura, hijo. No hemos dejado de trabajar, porque tampoco pensamos hacerlo, pero tu hermano comienza a involucrarse cada vez más en el negocio.
ㅡComo ves, nosotros nos mantenemos más informados de lo que hace Jungkook que involucrados en las labores, quizás ya no estamos para tanto trabajo ㅡañade la mujer.
ㅡEntiendo... ㅡNo se atreve a decirlo en un inicio, pero sabe que debe comenzar con sus padres para poder convencer a su hermano al finalㅡ. Me gustaría hablar con Jungkook al respecto, yo también quiero comenzar a involucrarme en el negocio familiar.
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
La noche es fría, el viento corre helado entre las calles desiertas y la iluminación es escasa. Un escalofrío imperceptible recorre a los pocos hombres que rodean un callejón en específico, alarmados y melancólicos.
Él trae pantalones de vestir negros, una camisa blanca y un enorme abrigo oscuro que apenas y sirve de consuelo para la baja temperatura en la ciudad. Su cabello levemente ondulado baila de un lado a otro sin intención de detenerse mientras el viento silba como parte de su andar.
ㅡNo hay nadie más cerca, joven. ㅡEl hombre que se acerca a informarle se inclina ligeramente por respeto a pesar de ser de mayor edad.
Se quita la bufanda que cubre la mitad de su rostro y sonríe con suspicacia, inclinando sus delgados labios en un movimiento casi ilegible. No hay gracia, se trata de furia creciente que no sabe cómo más expresar.
ㅡ¿Está muerto? ㅡpregunta sin girar a verlo, olfateando el lugar sin ser demasiado evidente.
No hay sangre por ningún lado, pero el olor a hierro puede sentirlo ondear a su alrededor.
ㅡLo está, joven.
ㅡ¿La mercancía sigue en la bodega?
ㅡAsí es, no sacaron nada.
ㅡ¿Dónde están los otros?
ㅡNo están.
La negativa lo hace girar ipso facto, poniendo más nervioso al hombre bajo su mando.
ㅡ¿"No están"? ㅡrepite, pero no hay rastro alguno de incredulidad o sorpresa en su apacible rostro.
ㅡNo, joven. Solo encontramos un cuerpo.
Él ríe despacio, negando mientras se quita los guantes de cuero. La furia que corre por sus venas lo orilla a la locura, lo hace desear tener a los responsables frente suyo.
ㅡAsí que esos malditos se llevaron a mis hombres. ¿Quién lo diría? Tienen más valor del que aparentan.
El aire es pesado, cada vez más difícil de inhalar. Y el mundo es una porquería, repleto de seres inhumanos y sin moral.
¿Acaso ya nadie tiene temor a Dios? ¿Realmente todos compiten por ver quién visita más prontamente el infierno?
ㅡJoven, ¿qué hacemos con él? ㅡcuestiona haciendo obvia referencia al cuerpo sin vida que fue apuñalado y drenado hasta quedar seco.
Él se acerca a revisarlo. Tiene los ojos fuera de sus órbitas y le falta la lengua, todos sus dedos están rotos y los tendones de sus talones fueron cortados. La garganta fue abierta de un lado a otro en un corte limpio que parece trabajo de un profesional, pero apuesta su vida a que esperaron a que el hombre casi perdiera el conocimiento por las puñaladas en su abdomen para poder hacerlo.
ㅡSon tan hijos de puta ㅡbrama al fruncir el ceño, sobándose las sienes y viendo por el rabillo del ojo al hombre que se persigna en silencioㅡ. Haz lo mismo que con los otros. Envía mi más sentido pésame a la familia y provee de lo necesario para que reciba sepultura.
ㅡEntiendo, joven.
ㅡY no informes a mis padres, yo mismo me encargaré ㅡañade.
ㅡPor supuesto ㅡresponde al marcharse, dando indicaciones al resto de hombres que vinieron como apoyo para limpiar el área.
La temperatura parece bajar con cada paso de los segundos y el silencio sepulcral es brevemente interrumpido por el zumbido proveniente de su muñeca derecha.
Eleva el dorso de su brazo y observa fijamente la hora antes de apagar la casi silenciosa alarma.
ㅡHoy tampoco llegaré a la cena ㅡmurmura al viento, volviendo a sonreír antes de colocar su bufanda.
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
ㅡJimin, creo que yo y tu padre preferimos que sea tu hermano quien se encargue de ello, él tiene más experiencia y está familiarizado con ese ambiente desde hace años.
ㅡPero en algún momento no tuvo esa experiencia. ¿Cómo la adquirió? Comenzando a trabajar. ㅡTrata de explicarse, siendo tan persistente como siempre.
Por ningún motivo piensa dejar a su hermano solo con la responsabilidad de cuidar a sus padres y el legado que han formado con tanto esmero a lo largo de los años, generaciones de arduo trabajo que él no piensa tirar por la borda.
Jackson Wang escucha en silencio. Los alimentos en su plato se han terminado y ahora juega sutilmente con los cubiertos y el líquido restante en su copa.
ㅡHijo, tu madre lo menciona porque apenas has llegado a la ciudad, necesitas adaptarte y disfrutar más, aún eres joven.
ㅡMi hermano solo es cuatro años mayor que yo y ya está ayudándolos. ㅡSi, la insistencia es otra de sus mayores virtudes y maldicionesㅡ. Padres, por favor...
Ellos dudan, claro que lo hacen. Hay un acuerdo tácito acerca de alejar lo mayor posible a la pequeña joya de la familia del turbio y laborioso trabajo familiar.
ㅡ¿Qué te parece esto, esperamos a tu hermano y hablamos todos juntos? ¿Eso está bien para ti?
Jimin no está de acuerdo con la negociación, pero sabe que por más que insista no estará a su favor, así que asiente a pesar de su inconformidad, haciendo pucheros y picando lo que le resta de cena.
ㅡEstá bien.
ㅡEse es mi pajarillo ㅡdice el hombre, sonriente y orgulloso.
El resto de la noche transcurre tranquila y el más joven no siente el verdadero cansancio hasta que está sobre su cama, recién duchado y listo para dormir.
El largo viaje y su día lleno de emociones le cobran factura haciendo que sus ojos se cierren sin poder evitarlo y caiga en un sueño profundo.
Es hasta altas horas de la madrugada que escucha la puerta de su habitación abrirse con suavidad, percibe los pasos que se acercan despacio hasta su cama y una mano delgada acaricia sus cabellos rubios.
Esta persona besa su frente con dulzura y susurra palabras cariñosas en su oído mientras se sube lentamente sobre el mullido colchón.
El calor se filtra entre sus cuerpos y se acerca más a él, buscando la calidez y el olor característico que ha extrañado tantos años.
ㅡVolviste ㅡmurmura más dormido que despierto y busca a tientas el cuerpo al lado suyo para poder abrazarlo.
ㅡLo he hecho.
ㅡTe extrañe ㅡañade, y escucha la risa corta y enternecida del hombre.
ㅡYo también lo hice. No sabes cuánto me alegra tenerte de vuelta, pajarillo.
Jimin coloca su cabeza sobre el amplio pecho y se instala ahí, dejándose caer con profundidad en los sueños, disfrutando del amor que se escapa por los poros de su hermano.
Nota de escritora:
La mayoría de los capítulos serán de esta extensión, son poco menos de 4,000 palabras y espero no excedan esa cantidad.
Una disculpa, porque sé que en su mayoría esto será bastante tedioso y aburrido como para leer; pero para quien aún así lo haga, de verdad se lo agradezco mucho.
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