Keizo Arashi
"Eres demasiado grande… das miedo"
"Disculpa Keizo… tal vez sea la próxima"
"Ya veo porque te abandonaron"
Desde que tenía memoria había vivido en un orfanato, según las cuidadoras y el director del lugar lo encontraron a él siendo tan solo un bebe cerca de los contenedores de basura envuelto en una manta donde estaba bordado su nombre y al parecer su apellido.
No tenían idea de cómo llegó ahí o porque lo dejaron, pero ellos lo acogieron.
Cada vez que un matrimonio o una familia iban a conocer a los niños y niñas del orfanato, él siempre era dejado de lado y no era porque los cuidadores no lo presentaran o el no se dejará… Sino que eran las personas quienes no lo querían adoptar y se centraban en los otros infantes.
Algunos de los que crecieron con él le tenían miedo por su altura y complexión física (la cual era un poco más arriba para la de un niño de su edad) por lo que siempre estaba solo… Casi no tenía amigos, ni siquiera en la escuela debido a este mismo tema.
Lo bueno era que las cuidadoras y cuidadores y el mismo director lo trataban bien, y eso lo valoraba con su corta edad.
Un día escuchó a las empleadas estar histéricas porque una de las pasantes jóvenes había sido atacada en la noche por un drogadicto y que ahora estaba en el hospital internada… eso lo enfureció y en las noches comenzó a escaparse para seguir a los empleados y cuidarlos de los peligros. Todo eso comenzó a hacerse un hábito hasta que escuchó que había alguien que hacía lo mismo que él y entonces fue que una noche de lluvia conoció a Wakasa.
-¿Dónde vives?- le preguntó cuando los dos estaban descansando de su pelea.
-En la zona roja de los prostíbulos-contesta el más bajo- Mi madre es prostituta… pero es buena madre… aunque a veces no paso mucho tiempo en casa porque está con sus clientes.
-¿Quieres venir al orfanato? Digo… podríamos entrenar juntos o hacer algo los días que tu madre está ocupada- ofreció, Wakasa lo miró dudando pero luego aceptó.
Desde ese día comenzó su amistad.
Los dos eran un dúo imbatible y cuando Keizo se cambió de escuela Wakasa también decidió ir con el.
Cuando ingresaron a la nueva institución conocieron a Shinichiro y a Takeomi.
Para Keizo fue raro todo.
Al principio no tenía ningún amigo, nadie quería acercarse a él y ahora tiene tres mejores amigos.
Y después a su pequeño grupo se le sumó Kuma.
Con la cual coincidieron en tener muchas cosas en común, los dos comenzaron a ser llamados por sus amigos "Papa y Mama oso".
Porque, quitando el sentido animal de Wakasa, los dos eran como los padres de la pandilla.
Pasó el tiempo y llegó el incendio que le quitó la mitad de su hogar, a aquel que quería como a un padre y a varios de sus hermanitos y hermanitas…
-Debemos hacer algo…- dice Wakasa mientras estaban en la habitación de Shin en la casa Sano. Mansako había ofrecido a Keizo quedarse allí.
-Estoy de acuerdo…- ese fue Takeomi- No… si no les importo dañar a niños indefensos…
No terminó la oración, pero sabían que quería decir exactamente.
-Oye Wakasa…-llamo Keizo a su amigo.
-¿Si?
-¿Recuerdas lo que hacíamos tú y yo antes de conocer a los chicos?-cuando dijo eso, el de ojos morados asintió y entendió para donde quería ir con la conversación.
-¿A que se refieren?-pregunto Kuma.
-Si queremos combatirlos… debemos usar su método ¿no?-dice Wakasa.
Entonces los otros tres entienden la idea de sus amigos.
Esa noche comenzó la formación, la planificación de lo que harían y cómo podrían hacerlo.
Y lo harían… lo lograrian
Pero ninguno se esperaba que, luego de conocer a la dulce Akane, todo comienza a torcerse para ellos.
Incendio.
Desaparición.
Muerte.
Pero si de algo estaba seguro Keizo.
Como aquella vez hace muchos años.
No dejaría escapar a quienes lo hicieron.
_________________________________________
Él estaba seguro.
Lo presentía.
Primero comenzó con el misterioso incendio en la casa Inui.
Luego la desaparición de Kazukuma.
Y por último la muerte de Shinichiro.
Aunque tuvo sus sospechas con los dos primeros, la muerte de Shin fue la que le impulsó a investigar.
Él sabía que Shin había recibido peores golpes en la cabeza, vamos que él fue testigo de esas veces, y nunca se desmayó ni nada.
Sin contar que el de ojos ónix siempre tuvo buenos reflejos.
No entendía como fuera posible que un simple golpe lo pudiera matar, sinceramente no creía que el pobre hermanito de su desaparecida amiga fuera capaz o tuviera la culpa de eso.
Estaba seguro que Kazutora y Keisuke no fueron más que un simple señuelo que alguien usó para encubrirse.
Y luego pensó… ¿Y si los otros dos casos fueron planeados también?
-Estoy cerca… se que en algún lugar deben de estar…-susurro para sí mientras miraba unos papeles que contenían demasiada información.
Kuma nunca dejaría a su hermano así de la nada, más con el ambiente familiar en el que vivían.
Y la casa de los Inui ellos siempre mantienen la seguridad en esta y Akane nunca dejaría una hornalla o algo de fuego prendido siendo la responsable chica que era.
Él estaba seguro que algo pasó.
Que todo estaba conectado.
Y por eso, junto a Wakasa y Takeomi cuidarán de los niños de lejos.
Le dirían paranoico.
Pero su instinto paternal nunca estaría equivocado.
🐉🐉🐉🐉🐉🐉🐉🐉🐉🐉🐉🐉🐉🐉🐉🐉
Vada: Jiji solo dire... Confien en Keizo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro