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Capítulo 4.

Era un día soleado en el patio de recreo de una escuela, donde niños de 5 a 6 años jugaban y correteaban alegremente por el lugar, sus risas y gritos de diversión llenaban el aire, mientras se perseguían unos a otros, se balanceaban en los columpios y escalaban las estructuras de juego.

Un poco alejado del bullicio del patio, en un rincón tranquilo, había un niño de cabello negro con anteojos que estaba sentado en el suelo, leyendo tranquilamente un libro. No parecía tener interés en unirse a los demás niños en sus juegos. La concentración que tenía en el libro parecía absoluta, como si el mundo a su alrededor no existiera para él.

De repente, un pequeño balón de fútbol rebotó hasta llegar a su lado, interrumpiendo su lectura y captando su atención, levantando la vista del libro y miró a su alrededor, tratando de identificar de dónde había venido el balón. Sus ojos se posaron en un niño de cabello castaño que se acercaba a él rápidamente, con una expresión de disculpa en su rostro.

El niño de anteojos, suponiendo que el balón pertenecía a ese niño castaño, lo recogió y esperó a que llegara.

-Perdona, ¿Me puedes devolver el balón?- pidió el niño castaño con una sonrisa amistosa en su rostro.

-Claro, pero para la próxima, ten más cuidado con dónde pateas.- respondió el niño pelinegro con una leve molestia en su mirada y extendiéndole el balón hacia su contrario.

-Gracias.- agradeció el otro niño al recibir su balón.

El niño de cabellos negro asintió y regresó a su lectura, sumergiéndose nuevamente en las páginas de su libro. Sin embargo, el niño castaño no se movió del lugar y lo observaba con curiosidad.

-¿Porqué no estás jugando?- preguntó con una inclinación de su hacia un lado.

-No me llama la atención. Prefiero seguir estudiando para ser un gran científico algún día.- respondió sin apartar la vista de su libro.

El de cabellos castaño soltó una risa ligera y comentó... -Parecerás más a un nerd con un cerebro enorme en el futuro.-

Sus palabras hicieron que el niño de anteojos frunciera el ceño, claramente molesto por la burla -Bueno, al menos no seré un gorila sin neuronas como tú.- replicó con un tono de voz que intentaba mantener la calma pero claramente estaba irritado.

Por un momento, ambos se miraron con miradas de enojo, como si estuvieran evaluando las intenciones del otro...

-... Jajajajajaja.- de manera sorpresiva, ambos soltaron una carcajada al encontrar divertida la situación y sus propios comentarios.

-Jajajaja, me llamo Raizaki Ryuga.- se presentó el niño castaño, ahora conocido como Ryuga, extendiendo su mano en un gesto amistoso.

-Y yo soy Katsuragi Sento.- respondió el niño de anteojos identificado como Sento, estrechando la mano de Ryuga.

Ese simple gesto marcó el comienzo de una amistad que perduraría a lo largo de los años. Una amistad que superaría las diferencias y crecería con el tiempo.

... Hasta el fatídico momento que cambiaría todo para ambos.

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El ambiente del bosque estaba cargado de tensión. El filo de las armas de Decade y Stalk impactaron entre sí con fuerza, generando chispas ante el choque de los metales, con ambos guerreros tratando de sobreponerse al otro, pero solo llegaban a un punto muerto. El sonido del metal resonando en el aire era ensordecedor, y el esfuerzo visible en sus movimientos mostraba que ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder terreno.

-¡Basta, Blood Stalk!- exclamó molesto el Rider magenta, manteniendo el forcejeo entre sus espadas -¿Porqué le haces esto a Ryuga? ¿Porqué secuestraste a su novia y lo obligaste a robar el Sclash Driver de Sento?- le cuestionaba con mucha intriga y enojo, buscando una explicación en su enemigo para entender qué ganaba con hacerle todas esas cosas a su nuevo amigo y a su pareja.

Stalk soltó una carcajada siniestra ante las preguntas de Decade -Jajajajaja, ¿No lo entiendes?- su tono burlón era como un veneno que salía de su boca, con cada sílaba impregnada de sarcasmo y desdén -Es para que Ryuga crezca y se haga más fuerte. Él tiene el potencial de ser un gran Kamen Rider, pero necesita enfrentar desafíos y sufrimientos para serlo.- con cada palabra que decía, se notaba la crueldad y el desprecio que el Rider con tema de cobra tenía en su ser, como si disfrutara hacer sufrir a Ryuga.

La ira en Ryokō crecía con cada palabra que decía su enemigo, no gustándole para nada el cómo lo decía todo sin pudor alguno.

-¡Eso es una locura! ¡No tienes derecho a jugar con la vida de las personas!- le gritó con su voz temblando de la rabia que sentía -¡Te lo haré pagar!- declaró con firmeza, su mirada fija en Blood Stalk, mientras sus músculos se tensaban, listos para el combate que se venía.

Debajo de su casco, Stalk alzó una ceja y su sonrisa se ensanchó de manera desafiante ante la declaración del sucesor de Decade -¿Ah, sí? ¿Y cómo piensas hacerlo?- preguntó de forma burlona y despectiva.

-¡Venciéndote aquí y ahora mismo!- anunció con firmeza en respuesta, retrocediendo un paso para ganar espacio, con la determinación de alguien que había tomado una decisión irrevocable. Él haría pagar a Stalk por todo lo que le había hecho a su amigo y su novia.

-Pues bien, demuéstramelo.- Blood Stalk extendió los brazos en un gesto provocador -¡Ven a por mí, Decade!- la arrogancia en su voz era muy palpable, pero a la vez desafiante. Quería ver cómo lo iba a divertir el Destructor de Mundos.

Con un grito, Ryokō cargó hacia su enemigo con su Ride Booker en mano y Stalk lo esperó con su Steam Blade en posición. Sus espadas chocaron con un estruendo metálico, generando chispas que iluminaban brevemente sus cascos. Ambos guerreros intercambiaban golpes cortos y precisos con sus armas, cada uno buscando una abertura en la defensa del otro.

Decade realizó un barrido horizontal con su espada, pero Stalk lo bloqueó fácilmente con su Transteam Gun y contraatacó con un tajo vertical con su Steam Blade. Ryokō apenas logró esquivar el corte al mover su cabeza un poco hacia atrás, pero con ello vio una apertura en la defensa del malvado. Aprovechándola, lanzó una estocada directa, que su enemigo desvió con un giro de muñeca con mucha gracia.

-Eres rápido, Decade.- halagó él con burla en su tono -Pero no lo suficiente.-

Con una rapidez sorprendente, Stalk lanzó una serie de cortes precisos que Ryokō apenas pudo bloquear con su Ride Booker. Cada golpe de sus espadas resonaba con un eco metálico, y sentía la fuerza del impacto que hacía temblar sus brazos. Pero el nuevo Decade no se rendía y contraatacaba con igual ferocidad.

En un momento, Ryokō logró poner más fuerza en su ataque, rompiendo la defensa de Stalk y propinándole un corte en el torso de la armadura, sacando chispas y obligándolo a retroceder por el ataque. Al ver a su enemigo afectado por el ataque, Ryokō arremetió contra él una vez más, sin embargo, Stalk estaba fingiendo y esperando que el Rider magenta se acercara.

Cuando Decade dio otro tajo para acabarlo, Stalk bloqueó el corte con su Steam Blade, para después empujar a su rival hacia atrás y dio un pequeño giro sobre sí mismo, proporcionando una patada cubierta de energía morada hacia Decade, derribándolo y haciéndolo rodar por el suelo.

Ryokō se estaba recuperando de la patada cuando observó cómo Stalk giraba la válvula de su cuchilla y presionaba el gatillo.

¡ELEK STEAM!

Electricidad empezó a aparecer y arremolinarse en la hoja del Steam Blade, con la que Stalk comenzó a blandirla un poco y la apuntó hacia Decade, disparando relámpagos de electricidad. Ryokō logró evitarlos rodando por el suelo y levantándose rápidamente para esquivar los relámpagos que no cesaban en atacarlo. Entonces sacó una Rider Card de su Booker y la insertó en su Driver.

ATTACK RIDE:
¡BARRIER!

Una energía magenta comenzó a salir de la hebilla, formando una barrera que protegió a Decade de los relámpagos. Mientras hacía esto, insertó otra tarjeta en el Driver, preparando su Ride Booker en modo pistola.

ATTACK RIDE:
¡BLAST!

Una serie de balas rápidas de energía magenta traspasaron la barrera y se dirigieron hacia el villano. Al verlas, Stalk dejó de atacar y se hizo a un lado, pero no esperaba que las balas cambiaran de curso y se redirigieran hacia él, impactándolo y generando chispas, además de una explosión de fuego que lo derribó y le causó mucho daño.

El Rider con tema de cobra se levantó lentamente y buscó a Decade con la mirada... Pero en el cielo, se escuchó un...

FINAL ATTACK RIDE:
¡D-D-D-DECADE!

Cuando levantó la mirada hacia donde venía el sonido, una serie de cartas amarillas holográficas aparecieron, y por encima de ellas se encontraba Decade, quien extendió su pie derecho y atravesó cada carta rápidamente, aumentando su poder. Impactó su Rider Kick en el pecho de Stalk, quien no pudo hacer nada para evitar el ataque sorpresa, cayendo estrepitosamente contra el suelo.

El sucesor de Tsukasa aterrizó bien después de realizar su ataque -¡Esto se acabó, Blood Stalk!- declaró, avanzando con confianza hacia su enemigo caído, dispuesto a dejarlo fuera de combate y capturarlo para obtener información.

Stalk, a pesar de su posición, no parecía preocupado o alarmado en lo absoluto -No tan rápido, Decade. Aún tengo un as en la manga.- dijo con inquietante serenidad y un tono lleno de confianza a pesar de su situación.

-¿Qué quieres decir?- preguntó confuso Ryokō, deteniéndose en seco.

El Rider malvado soltó una risa maligna y, de repente, apareció un dron que proyectó una pantalla holográfica frente a ambos guerreros.

-¿Qué...?- Ryokō vio la pantalla y notó algo que lo preocupó mucho.

En la pantalla se mostraba una escena aterradora... Ryuga estaba recibiendo una golpiza brutal por parte de Sento, quien estaba en una forma oscura de Build. Ryokō observó horrorizado cómo su amigo era golpeado repetidamente sin poder defenderse.

-¿Ves? Ryuga está en problemas. Está siendo acribillado por Build.- comentó el villano con perversión -Si no vas a ayudarlo, morirá, ajajajaja.- soltó una risa escalofriante, llena de satisfacción por el sufrimiento ajeno.

<<No puede ser... ¡Ryuga-san!>> exclamó preocupado Ryokō en su mente, sintiendo un sudor frío bajando por su espalda al ver la pantalla.

-Así que, ¿Qué vas a hacer, Decade? ¿Vas a seguir peleando conmigo, o vas a salvar a tu amigo?- le cuestionó la maldita cobra, disfrutando del dilema en el que había puesto a Ryokō.

-¡Maldito!- gruñó el nuevo Decade, apretando los puños con mucha rabia y frustración por el dilema en el que se encontraba.

-Tic tac, tic tac. El tiempo se acaba.- provocó con burla la cobra, señalando un reloj imaginario en su muñeca.

Observando una vez más la pantalla, Ryokō tomó una decisión... Corrió hacia su moto con rapidez y se subió en ella.

-¡Espera, Ryuga-san! ¡Voy a ayudarte!- exclamó al arrancar la moto y dirigirse a toda velocidad hacia el lugar donde estaba su amigo. Stalk podía esperar para otro momento; ahora debía auxiliar a su amigo.

Stalk observó cómo se alejaba el Destructor de Mundos en su vehículo -Jajajajaja, muy bien, Decade. Has elegido sabiamente.- comentó, levantándose del suelo como si nada, dejando claro que la Rider Kick de Decade no le había hecho tanto daño como se pensaba -Pero no te confíes... Esto no ha terminado. Nos volveremos a ver pronto... Ciao.-

Con un gesto de su Transteam Gun, generó una nube de humo que lo envolvió, desapareciendo en la niebla y riendo maliciosamente.

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Kamen Rider Decade... ¿Un Destructor o un Salvador?

(Cuando la música inició, comenzó a enfocarse en Decade, quien ya estaba transformado parado en una habitación blanca llenos de cubos y frente a la cámara)

🎶Mirando las estrellas, donde varias sagas siguen brillando🎶

(Ryokō estaba sentado frente a la cámara, con Yumiko acariciando su rostro junto con Misaki, luego la cámara se acerca a su ojo y se muestra el Neo Decadriver en donde se veían los cascos de los 18 Heisei Rider moviéndose hacía su respectivo logo. La escena cambia a la Machine Decader estacionada frente a un montón de escombros humeantes donde Ryokō está sentado solo antes de los cambios. En la sala blanca, Ryokō toma uno de los cubos y mira a la cámara)

🎶Al igual que las constelaciones al conectar las líneas... comienza una nueva leyenda.🎶

(La escena cambia para mostrar un almacén desgastado, en donde se veían como varios Heisei Riders que aparecían y desaparecían, hasta que al final quedó Yumiko con un vestido blanco mirando entre sus manos un frasco de vidrio que tenía en su interior 18 Rider Cards en su interior, la escena cambia mostrando a una chica sentada en el suelo y atrás suyo había un motocicleta, y a la vez aparecían los Dark Riders de manera sucesiva hasta que finalmente se muestra como Yumiko tira el frasco hacia al suelo)

🎶Aurora que vas deslumbrando las dimensiones, conduciéndome a un distante Mundo Paralelo.🎶

(Se ven como los Riders primarios desde Kuuga hasta Kiva cargaban hacia al ataque de un lado, mientras en el otro lado estaban los Riders primarios desde W hasta Build, imitando dicha acción. Pronto se ve como el frasco con las 18 Rider Cards se quiebra, haciendo que los ojos de Ryokō se abrieran de par en par y pareciendo que iba a colapsar, pero no sin antes de que la mitad de su rostro se cambiará por los diferentes cascos de los 18 Heisei Riders y el suyo, la escena cambia rápidamente para mostrar las Riders Cards que caían hacia un lugar desconocido, para después mostrar a una figura oscura sentada en un trono y que este sonriera de manera malévola)

🎶En el camino, todos están en medio de un viaje para encontrar a su yo verdadero🎶

(Se apreciaba como Decade era rodeado en círculo por los otros Heisei Kamen Rider, cambia la escena mostrando a Ryokō en su Motocicleta poniéndose el casco y Yumiko iba como su pasajera y agarrar con fuerza su cintura antes de arrancar la moto, para después ver como Decade demostraba sus habilidades de lucha peleando con los otros Riders en una feroz batalla, en donde usaba su Rider Book en su modo espada para propinarle un poderoso corte a Gaim y esquivar un golpe del cohete de Fourze y un ataque de las llantas de Drive, para después seguir peleando en donde le dio un tajo tanto a Faiz como a OOO)

🎶El camino probablemente cambiará para continuar hacia un nuevo amanecer🎶

(Ryokō se sienta sólo, exhausto con las lágrimas saliendo de sus ojos hasta pasar por sus mejillas, hasta que ve como Tsukasa en forma espiritual le da la mano en señal de ayudarlo. Pronto vemos como Ryokō junto con Yumiko viajaban en la Machine Decader por una ciudad. La escena cambia mostrando como Decade aún seguía peleando contra los otros Riders, en donde Decade esquivó la patada de Kabuto y el golpe de la espada de Blade, para después darle su propia patada a Kiva haciéndolo retroceder y un codazo a Wizard en el pecho)

🎶Se testigo del...🎶

(Los Riders se ayudaban entre sí para tratar de derrotar a Decade, por un momento en la mente de este mismo, las dos chicas más importantes para él le sonríen, pero este le da un derchazo en el rostro a Ryuki y decide concentrarse en la batalla y ganarla)

🎶Journey Through The New Decade.🎶

(Pronto Decade estaba manejando en su Machine Decader saliendo de una Aurora Dimensional con fotos de los 18 Heisei Riders en un círculo alrededor del logo)


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Capítulo 4: La Ecuación de la Planificación.


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Hace unos minutos...

En el momento en que Sento accedió a aquella forma oscura, la atmósfera se volvió densa, cargada de una tensión casi palpable y los instintos de Ryuga se activaron al máximo. Algo no estaba bien, y su cuerpo comenzó a temblar ligeramente de manera inconsciente, como si él tuviera... Miedo.

Sento permaneció en aquella posición por unos segundos, antes de cambiarla por una postura que recordaba a la de una bestia acechando a su presa. Miró fijamente a Ryuga, quien, instintivamente, se puso en guardia al sentir la mirada de su ex-amigo sobre él... De repente, en un parpadeo, el Rider oscuro ya estaba sobre él, propinándole unas patadas que impactaron fuertemente en el torso del Rider dragón, enviándolo varios metros hacia atrás.

Cross-Z no se esperaba la velocidad del ataque, lo único que pudo ver fue cuando recibió las patadas y sintió el dolor en su pecho... Aunque su armadura amortiguó un poco el impacto, eso no lo hacía menos doloroso.

Intentó ignorar el dolor al ver que Build Hazard Form se lanzaba rápidamente hacia él, por lo que utilizando el Twin Breaker en su Beam Mode, comenzó a disparar varias balas de luz. Build las esquivó con una facilidad absurda, llegando al frente de Cross-Z y utilizando su mano izquierda para retener la mano de su rival que sostenía el arma. Seguidamente, le dio un potente derechazo en todo el casco, dejándolo momentáneamente aturdido. El Rider oscuro le arrebató el Twin Breaker, arrojándolo lejos y deshaciéndose en el aire al ya no estar en manos de su portador.

Acto seguido, Sento comenzó a propinar una andada de golpes rápidos y poderosos contra Ryuga, quien seguía aturdido. Cada golpe era un castigo para su cuerpo, haciendo que su armadura se agrietara poco a poco... Y Sento no mostraba indicios de detener su arremetida.

La brutalidad continuó por unos momentos, hasta que Cross-Z recuperó la consciencia y cruzó sus brazos en defensa ante los golpes de su rival <<E-esto es ridículo... ¿Có-ómo demonios consiguió tanta fuerza...?>> pensó mientras esquivaba uno de los golpes de Build y aprovechaba el hueco en su defensa para intentar golpearlo. Pero Sento, previendo el movimiento, atrapó su puño con facilidad y comenzó a retorcer el brazo de Ryuga, buscando romperlo y provocándole varios quejidos de dolor.

Antes de que pudiera lograr su objetivo, Build le propinó con su pierna izquierda un rodillazo en el estómago, haciendo que Cross-Z escupiera un poco de sangre debajo de su casco y quedara sin aire en sus pulmones. Luego, le dio una patada con la misma pierna en el torso, enviándolo a volar varios metros hacia atrás, chocando contra varios árboles y destrozándolos en el proceso. Build lo siguió rápidamente, y al alcanzarlo, le dio otra patada pero aún más fuerte en el estómago cuando Cross-Z chocó contra un árbol, arrastrándolo aún más por el bosque y destrozando todo a su paso.

La escena de devastación se extendió por cientos de metros, hasta que salieron del bosque y llegaron a una construcción abandonada. Finalmente, el cuerpo de Cross-Z terminó estrellándose contra una pared de concreto, atravesándola como si fuera de papel, mientras Build lo observaba desde afuera con indiferencia.

Desde una vista panorámica, se podía ver un rastro de destrucción que abarcaba cientos de metros en el bosque... Varios árboles estaban derribados o destrozados, el suelo estaba destruido y quemado, con pequeñas llamas en el camino que se extinguían poco a poco...

Y pensar que todo eso fue con una simple patada... Toda esta devastación dejaba en claro la abrumadora fuerza de la nueva forma que había adquirido Sento.

Build entró por la pared destrozada y comenzó a buscar a su enemigo como si un depredador estuviera cazando a su presa. Detrás de uno de los pilares del edificio, Cross-Z, con su armadura visiblemente dañada y apenas de pie, podía sentir la tensión en el aire al escuchar los pasos de su ex-amigo por el lugar. Comenzó a sudar profusamente debajo de su armadura debido a la tensión y el miedo.

Unos segundos pasaron y los pasos dejaron de escucharse. Ryuga se asomó levemente para observar, pero no encontró a su rival por ningún lado, lo que le sacó un pequeño suspiro de alivio.

... Lo que no sabía, era que Build estaba justo detrás de él, con su pulgar derecho presionando el botón azul del Hazard Trigger.

¡MAX HAZARD ON!

Al escuchar ese sonido alarmante, Cross-Z se dio media vuelta, solo para recibir un potente puñetazo en el estómago que lo elevó un poco en el aire, mientras Build movía rápidamente la manivela del Build Driver.

¡CLASH! ¡CLANG! ¡CLASH! ¡CLANG!¿READY? ¡GO!¡OVER FLOW!

Una música comenzó a sonar y los guantes de Sento se envolvieron en una energía oscura, la cual le dio una fuerte descarga a Ryuga, dejándolo completamente abierto a un ataque, que no se hizo esperar.

Build comenzó a golpear a Cross-Z frenéticamente en una sucesión de combos muy rápidos. La fuerza de sus golpes era tal que el Rider de músculos calientes comenzó a ser arrastrado por los mismos, mientras el Rider oscuro lo seguía y seguía golpeando con mucho poder, aumentando la fuerza de sus golpes cada vez más.

Finalmente, le dio una patada que lo mandó a volar fuera de la edificación, estrellándose contra algunas máquinas de construcción.

En el proceso, su armadura fue completamente destruida, dejando ver el terrible daño que los golpes de Build le habían hecho. Estaba sangrando por todos lados, con moretones por todo su cuerpo y su ropa parcialmente destruida por los ataques de su ex-amigo.

Kamen Rider Cross-Z, ha sido derrotado.

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Ryokō estaba manejando en su Machine Decader a toda velocidad por la carretera, dirigiéndose a donde estaba ocurriendo la pelea entre Ryuga y Sento, sabiendo que la situación era crítica para su amigo... Lo peor es que no sabe con exactitud dónde podrían estar, ya que la pantalla holográfica que mostró el dron, solo mostraba un claro con algunos árboles.

Fue entonces cuando recordó las Cortinas Auroras y del cómo Tsukasa le había enseñado a usarlas para transportarse a otros lugares, siempre y cuando hubiera algo referente al lugar al que quería ir... Por lo que concentrándose profundamente, pensó en bosque, pelea, dragón, forma oscura y Fullbottles... En cuestión de segundos, frente a él se materializó una Cortina Aurora y, sin dudarlo, la atravesó, desapareciendo del lugar sin dejar rastro.

La Cortina Aurora apareció en el bosque donde habían estado Sento y Ryuga, de donde sale Ryokō, quien observó el escenario destruido, más el camino de devastación que había, indicando que la pelea se había movido hacia otro lado.

-Debe ser por allí.- murmuró para sí mismo, antes de arrancar nuevamente su moto y acelerar, siguiendo el rastro de destrucción, pasando rápidamente entre los árboles caídos y las irregulaciones del camino <<Resiste, Ryuga-san, ya voy en camino.>>

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Ryuga intentaba recuperar el aliento que había perdido... Sus pensamientos eran un torbellino de desesperación y dolor... No podía comprender cómo Sento había ganado tanta fuerza en tan poco tiempo... Cada movimiento que intentaba hacer, se encontraba con una agonía desgarradora que lo mantenía inmovilizado en el suelo por sus heridas.

Sento, por otro lado, no mostraba signos de detenerse. Caminó lentamente hacia su enemigo caído, con cada paso resonando en el aire, amplificando la tensión del momento... Al llegar junto a Ryuga, lo levantó con una sola mano, sosteniéndolo por el cuello.

Con un movimiento rápido, lo arrojó contra otra máquina de construcción, causando un estruendo que resonó en todo el edificio abandonado... Ryuga cayó al suelo aún más adolorido, jadeando y tosiendo sangre, apenas estando consciente de su entorno.

Sento se acercó nuevamente, esta vez comenzando a mover la manivela de su Driver -Lo siento, Ryuga, pero me obligaste hacer esto.- murmuró con una voz carente de cualquier rastro de la amistad que una vez compartieron.

El dispositivo en el cinturón de Sento comenzó a brillar intensamente, preparando un ataque final... Ryuga, con sus últimas fuerzas, intentó levantarse, pero su cuerpo no le respondía. Estaba completamente a merced de su antiguo amigo, ahora convertido en su peor pesadilla...

Justo cuando Sento estaba a punto de realizar su ataque final, un sonido atronador de una motocicleta se hizo presente en el aire, resonando con fuerza. El ruido captó la atención de Sento, quien rápidamente volteó la mirada para identificar la fuente, solo para que una lluvia de balas de energía magenta lo golpeara de lleno, haciéndolo retroceder. Segundos después, una motocicleta lo impactó con fuerza, enviándolo a volar hacia el interior de la edificación.

El dueño de la motocicleta resultaba ser Decade, quien había llegado justo a tiempo para intervenir. Se bajó de su moto e inspeccionó rápidamente a su amigo con profunda preocupación. Observó los múltiples cortes y moretones en su cuerpo, y aunque estaba gravemente herido, aún podía sentir su pulso y respiración pesada.

-Al menos está vivo...- murmuró con alivio mezclado con angustia.

Con cuidado, levantó al castaño con delicadeza, colocando su brazo por encima de su cuello para sostenerlo y ayudarlo a moverse, tratando de no causar más daño a su ya maltrecho amigo.

Mientras intentaba sacarlo de allí, escuchó un ruido fuerte proveniente de la edificación... Miró hacia atrás y vio a Build salir, claramente molesto por el golpe que había recibido, dejándolo en claro con su postura que era la de un depredador molesto por haberle interrumpido su caza.

-No tengo tiempo para esto...- se dijo a sí mismo consciente de que una pelea en ese momento sería desastrosa... Como también tener la sensación de que no podía vencer a Build en aquella forma y, además, Ryuga necesitaba atención médica urgente.

Build se lanzó hacia ellos a una velocidad monstruosa, con la intención de atacar. Sin perder un segundo, Ryokō ya había comenzado a concentrarse en crear una Cortina Aurora, pensando en su hogar como destino, a su vez que el Rider de forma oscura ya se estaba acercando a ellos de forma alarmante.

En el último momento, la Cortina Aurora se materializó y los envolvió a ambos, llevándolos a un lugar seguro. La arremetida de Build pasó de largo, sin poder alcanzarlos. Frustrado y lleno de ira por lo que acababa de suceder, el Rider miró a su alrededor, tratando de encontrar alguna pista de su paradero.

-Las cosas no se acabarán así...- murmuró con furia, deshaciendo su transformación y regresando a su forma de civil -Los llevaré a ambos ante la ley por sus crímenes.-

Con una última mirada de frustración hacia el lugar vacío, Sento se retiró del lugar con su teléfono-motocicleta, dejando atrás el escenario de destrucción por su pelea y decidido en encontrar ambos chicos.

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En el hogar de las hermanas Hana, estas se encontraban ocupadas en la cocina preparando el almuerzo, mientras que Naoto estaba en el jardín trasero y Tsukasa no se encontraba por los momentos en el hogar.

-Espero que Ryokō-kun y Ryuga-san estén bien...- le diría Yumiko en un tono de leve preocupación a su hermana mientras cortaba unas papas con cuidado, ya habiendo pasado algunas horas desde que su amigo y Ryuga salieron a hacer su plan, no logrando recibir noticias por parte de ellos.

-Tranquila, debemos confiar en que ellos estarán bien.- dice de forma tranquilizante Misaki, revolviendo algo en una olla y echándole especias, no va a negar que también tenía cierta preocupación por los chicos, pero sabe que debe confiar que ellos están bien -Seguramente deben de estar esperando el momento indicado para hacer el plan.-

-Y todo esto para salvar a la novia de Ryuga-san...- la menor soltó un suspiro, entendía la situación del mayor y de que Ryokō estuviera dispuesto en ayudarlo, aunque a ella y a su hermana no les gustaba que él se viera involucrado en esos temas de robo, pero saben que lo hace para ayudar a un amigo y rescatar al amor de este.

-Solo esperemos que lo hayan conseguido.- comentó la hermana mayor, y su hermanita asintió en de acuerdo con ella.

-Eso espero.-

Fue justo en ese momento, que un pequeño estruendo familiar se escuchó en la sala de estar, ellas ya habían escuchado ese sonido característico de las Cortinas Auroras, por lo que supusieron que debían ser ambos castaños que habrían llegado.

-Seguramente Ryokō-kun y Ryuga-san han llegado bien.- Yumiko diría con una leve sonrisa, mientras ambas se dirigían a la sala de estar para saludar a los chicos, sin saber lo que les esperaba.

-Ryokō-kun, Ryuga-san, que bueno que hayan regresa...-

Pero al entrar, ambas ven a Ryokō colocando cuidadosamente a un Ryuga gravemente herido en uno de los sofás de la sala... El horror se apoderó de sus rostros, sus ojos se abrieron en una expresión de incredulidad y miedo, observando las manchas de sangre que se extendían por la ropa dañada de Ryuga, contrastando con la palidez de su piel.

Fue en ese momento, que la tranquila atmósfera de la casa se quebró instantáneamente y fue reemplazada por una tensión muy pesada.

-¿¡R-Ryuga-san!?- gritó Misaki, su voz manchada por el shock y el miedo, siendo incapaz de procesar la gravedad de las heridas del mayor.

-¡¿P-Pero qué le pasó?!- exclamó Yumiko en shock al ver la condición en la que se encontraba Ryuga, su cuerpo cubierto de cortes y moretones que hablaban de una lucha a muerte... Una de la que apenas pudo escapar.

Ryokō, habiendo escuchado las voces de sus amigas, intentó mantener la calma y estar firme antes de voltearse a verlas -Chicas, necesitamos atenderlo de inmediato, por favor.- pidió con sus palabras resonando en la estancia como si fuera un llamado urgente a la acción, mientras trataba de ocultar el temblor en sus manos y la creciente ansiedad que sentía.

Sus palabras sacaron a Misaki de su estado de shock inicial, quien se acercó rápidamente a Ryuga, evaluando la gravedad de la situación, después de todo, ella tenía varios conocimientos en primeros auxilios y sabía que cada segundo contaba y no podían permitirse el lujo de perder tiempo.

-Yumiko, trae el botiquín de primeros auxilios y algo para limpiar las heridas. ¡Rápido!- ordenó la mayor con firmeza a su hermana.

Yumiko, aunque visiblemente asustada y temblando, obedeció de inmediato y corrió por la casa en busca de lo necesario, tratando de recordar dónde había guardado cada cosa. Misaki, mientras tanto, comenzó a examinar las heridas de Ryuga, aunque sus manos estaban un poco temblorosas, no podía permitirse el lujo de dejarse llevar por el pánico que amenazaba con abrumarla.

-Está muy malherido, pero podemos hacer algo.- dijo Misaki después de evaluar las heridas de Ryuga.

En ese momento, el ruido atrajo a Naoto, que corrió hacia la sala al verse atraído por la conmoción... Mala idea...

-Oigan, ¿Qué sucede...?- preguntó curioso el niño al llegar a la sala, pero al ver a su hermano mayor malherido, hizo que sus palabras se detuvieran bruscamente y se quedara paralizado por el miedo.

Sus pequeños ojos se llenaron de lágrimas, y el shock lo dejó sin palabras... La imagen de su hermano ensangrentado, con heridas y muchos moretones, quedó grabada en su joven mente, llenándolo de un terror indescriptible.

-¿He.. herma... no?- Naoto diría con la voz temblorosa y apenas audible, mirando a Ryokō en busca de respuestas. Su ser estaba lleno de miedo y desesperación, mientras su pequeño cuerpo comenzaba a temblar visiblemente... Las lágrimas rodaban por sus mejillas en un flujo constante, y su respiración se volvió irregular y entrecortada...

Ryokō escuchó la llegada y voz de Naoto... Era consciente de lo traumático que era para el niño ver a su hermano en ese estado, se acercó a él rápidamente, pero se sintió culpable al ver la expresión de terror en el rostro de Naoto.

-N-Naoto... Todo estará bien, tranquilo.- le dijo con suavidad, tratando de calmarlo. Pero Naoto apenas escuchaba, su mente estaba bloqueada por el horror de la escena y el miedo paralizante que lo envolvía.

-N-No quiero...~sniff~ que se muera... ~sniff~- sollozó el niño, aferrándose a Ryokō con desesperación. Su pequeño cuerpo temblaba de miedo y confusión, y sus ojos, llenos de lágrimas, reflejaban un profundo pánico ante el estado de su hermano.

-Tu hermano es fuerte... Saldrá de esta. Confía en mí.- trató de calmarlo con esas palabras... Lástima que no funcionaron.

-¡¿P-Pero por qué hay tanta sangre?! ¡No puede ser tan fuerte si está así! ¡No puede!- gritó lleno de pánico y desespero, retorciéndose en los brazos del adolescente mientras sus lágrimas caían sin control.

-Lo sé, lo sé, pero estamos haciendo todo lo posible para ayudarlo... Necesito que me creas, Naoto. Necesitamos que seas fuerte también.- respondió mientras intentaba calmar sus sollozos, no va a mentir, sentía el peso de la desesperación del niño como una carga en su propio corazón.

Yumiko regresó con el botiquín y otros artículos que su hermana había pedido -Aquí tienes todo lo que pediste, Nee-chan.- ella le entregó los suministros a su hermana con manos temblorosas.

Al ya tener los artículos a la mano, Misaki comenzó a limpiar y tratar con gentileza las heridas de Ryuga, tratando de causar el menor dolor posible a su amigo, con su mente concentrada en la tarea, bloqueando temporalmente el miedo y la preocupación para poder actuar con la mayor eficacia posible.

-Esto puede doler un poco, pero aguanta, ¿Sí?- le pidió al Raizaki mayor, mientras aplicaba un antiséptico en una de sus heridas.

Mientras tanto, Ryokō llevó a Naoto a otra habitación, donde se sentaron juntos en el suelo. El sucesor de Tsukasa sabía que debía darle la confianza al niño después de ver aquella escena.

Él suspiró para soltar un poco de su propia preocupación -Naoto, escucha. Ryuga es muy fuerte... ¿Recuerdas cómo siempre te protege? No dejará que esto lo venza.- le diría eso para tranquilizarlo mientras le acariciaba el cabello, tratando de calmar su agitada respiración y sus sollozos.

-Pero... ¿Y si no lo logra? ¡No quiero que se vaya! ¡Señor Decade, haz algo!- el infante gritó nuevamente con voz quebrada por la angustia y el miedo, aferrándose a Ryokō como si su vida dependiera de ello, no quería que su hermano, la única familia que le queda, se fuera también...

-Estamos haciendo todo lo que podemos, Naoto. Sé que es difícil, pero necesito que confíes en mí y en todos nosotros...-

Poco a poco, las palabras del chico con amnesia comenzaron a calar en Naoto, quien finalmente, con los ojos aún llenos de lágrimas, se quedó dormido en los brazos de Ryokō, exhausto por la tensión emocional. El nuevo Decade suspiró aliviado al ver al niño dormir, sabiendo que al menos el pequeño estaba a salvo de ese dolor por un momento.

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Después de la intensa pelea con Ryuga y de que ese extraño Rider de color magenta lo salvase, Sento caminaba por los largos y fríos pasillos de la Industria Faust con una expresión de seriedad y frustración, con cada paso resonando en el vacío y su mente era un torbellino de pensamientos y preocupaciones... No podía permitir que Ryuga se saliera con la suya; tenía que recuperar el Sclash Driver y la Sclashjelly lo antes posible, con la simple idea de lo que su ex-amigo podría hacer con esos dispositivos le generaba una inquietud constante.

Además, el enigma de la identidad del Rider magenta lo tenía en vilo... ¿Quién era y porqué había ayudado a Ryuga? Estas preguntas lo atormentaban mientras seguía su caminata.

Finalmente, llegó a la oficina de su padre, para después tocar la puerta y esperó unos cuantos segundos, antes de escuchar un "Adelante" para que el abriera la puerta y entrar, donde vio a su padre con la mirada clavada en unos documentos que tenía sobre su escritorio, antes de levantar su mirada de estos para mirar a su hijo adoptivo.

-Hola, papá.- saludó tratando de sonar casual e intentar ocultar la turbulencia interna que lo dominaba.

Soichi lo observó con una expresión curiosa -Hola, Sento, ¿Cómo te fue con... Tu "reencuentro" con tu antiguo amigo, Raizaki Ryuga?- preguntó de forma sugerente, tamborileando suavemente sus dedos sobre el escritorio, marcando un ritmo que parecía calculado para mantener a Sento en vilo.

El científico se sentó frente a su padre, con el peso de la situación claramente visible en sus ojos, teniendo una tensión en sus hombros y la rigidez en su postura eran evidencia de la carga que llevaba.

Soltó un suspiro pesado para hablar -Ryuga logró escapar con el Sclash Driver y la Sclashjelly... Pero no te preocupes, me aseguraré de recuperarlos y que Ryuga pague por sus crímenes. No podemos permitir que utilice esos objetos.- informaba con tono firme aunque la frustración en su voz era evidente, sus manos se cerraban en puños sobre sus rodillas, reflejo de su tensión interna.

El jefe de Faust lo observó por un momento con una calma inquietante en su semblante. Sus ojos parecían evaluar a Sento, como si midiera cada palabra y gesto de este -¿De verdad crees qué podrás lograrlo, hijo? Ese tal Ryuga parece ser más resistente de lo que esperábamos.- comentó con una inclinación hacia adelante con una aparente preocupación en su rostro que no lograba ocultar una sutil satisfacción...

-Sí, estoy seguro. No puedo permitir que siga usando esos dispositivos que fueron creados para el bien.- respondió el Katsuragi con una determinación inquebrantable, apretando los labios y enderezando la espalda, intentando proyectar una seguridad que, en el fondo, luchaba por mantener y sus ojos llenos de convicción, no se apartaron de los de su padre.

Soichi lo observó por unos cuantos segundos, antes de asentir con una expresión ahora más seria, como si ponderara las palabras de su hijo -Quiero lo mejor para ti y para Faust, Sento. Estoy seguro de que encontrarás una manera de solucionar este problema.- le diría de forma de apoyo paternal, colocando su mano sobre el hombro del joven como para transmitirle apoyo y confianza.

El héroe de la ciencia se levantó y miró a su padre con agradecimiento y determinación -No te preocupes, papá. Recuperaré todo y no te fallaré.- diría antes de girarse y dirigirse hacia la puerta, dispuesto a hacer un plan para encontrar a su ex-amigo.

-Buena suerte, hijo.- dice el adulto, mientras veía a su hijo adoptivo salir de la oficina.

Una vez solo, Soichi se quedó mirando la puerta cerrada por unos momentos, antes de que una sonrisa maquiavélica se dibujara en su rostro, y su expresión se transformara en algo mucha más oscura... La fachada de preocupación paternal se desvaneció, revelando su verdadera naturaleza oculta.

-Pobre e ingenuo Sento. Siempre has sido tan confiado.- murmuró con burla, mientras se inclinaba por debajo de su escritorio y sacaba un arma familiar... El Steam Riffle de Blood Stalk...

Él lo observaba con admiración y una oscura satisfacción en su rostro, la luz fría del fluorescente de la oficina reflejaba un brillo siniestro en el metal del arma.

-Todo está saliendo según lo planeado.- añadió en voz baja con un tono impregnado de una satisfacción perversa, y sus ojos brillando con un destello de malicia que hablaba de sus intenciones ocultas y planes siniestros que mantenía ocultos.

Con un movimiento calculado, el jefe presionó un botón oculto debajo de su escritorio, donde una sección de la pared de su oficina se deslizó, revelando una puerta secreta.

-Es hora de hacer algunos ajustes finales.- se levantó de su escritorio, entrando por la puerta secreta y desapareciendo en el pasillo oculto que conducía a la parte más secreta y peligrosa de Faust, donde sus verdaderos planes continuaban desarrollándose en las sombras, lejos del conocimiento de Sento y de cualquier otra persona que pudiera interferir.

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La noche había caído sobre la casa, trayendo consigo una calma tensa después de lo de hace horas. Ryuga descansaba en una de las habitaciones con su cuerpo cubierto de vendas y gasas que ocultaban las múltiples heridas que había sufrido en la pelea contra Sento. Misaki estaba dándole una última revisión antes de salir de la habitación con un rostro que reflejaba una mezcla de cansancio y alivio, mientras se aseguraba de que todo estuviera en orden.

En la sala de estar, Ryokō y Yumiko estaban sentados en el sofá, esperando ansiosamente noticias sobre el estado del Raizaki mayor. El silencio en el ambiente era casi palpable, con cada segundo que pasaba aumentaba la tensión en el aire... Cuando Misaki finalmente apareció en la puerta, Ryokō fue el primero en levantarse de un salto y se dirigió hacía su amiga con expectación, seguido también de Yumiko.

-¿Cómo está Ryuga-san?- preguntó el fotógrafo rápidamente de manera expectante y mirando fijamente a los ojos a su amiga, con sus manos temblando ligeramente, revelando la ansiedad que intentaba contener.

La mayor de las hermanas Hana respiró hondo antes de responder, dando una mirada serena para transmitir calma -Estará bien por el momento. Hice todo lo posible para tratar sus heridas y lesiones.- informó mientras sentía que la tensión que había en ella se iba poco a poco, fue difícil, pero al menos hizo su trabajo lo mejor que pudo.

Yumiko dejó escapar un suspiro de alivio, relajando sus hombros visiblemente mientras el nudo de tensión en su pecho comenzaba a desvanecerse -Gracias a Dios que sus heridas no fueron más graves de lo que esperábamos, aunque... No había ningún hueso roto...- ella recordó cuando ella ayudaba a su hermana en búsqueda de fracturas, no encontraron ninguna para su sorpresa, pareciera que Ryuga tiene una durabilidad extrañamente alta y misteriosa, ya que las heridas que tenía, eran para que alguien ya tuviese varios huesos rotos... Pero no le iban a dar más vueltas a ese asunto.

Misaki asintió ante lo dicho por su hermana, pero dejó eso de lado -Ryuga-san deberá permanecer en cama por los próximos días para ver cómo mejora.- añadió, consciente de la situación del Rider dragón y esperando una mejora en esos días, pero también estaba aliviada por los pequeños milagros que habían evitado daños mayores.

Ryokō escuchaba todo esto en un profundo silencio, sus pensamientos envueltos en una maraña de culpa y autocrítica hacía él mismo. Con un suspiro profundo, se dejó caer en el sofá, en su rostro reflejando el peso de sus emociones que sentía en ese instante... En su interior, no podía dejar de culparse por lo sucedido... La imagen de Ryuga malherido y la de Naoto viendo a su hermano en ese estado se repetían en su mente, una y otra vez, como si fueran un disco rayado de dolor y remordimiento.

Las dos hermanas notaron la expresión de angustia en el rostro de su amigo, por lo que ellas se acercaron a él, dispuestas a disipar la culpa que lo consumía.

-Ryokō-kun, no te culpes por lo que le sucedió a Ryuga-san.- Misaki fue la primera en hablarle con un tono cálido -No podías saber que esto iba a pasar. Hiciste todo lo que pudiste.- colocó una mano reconfortante en su hombro para ayudarle.

Yumiko asintió, apoyando las palabras de su hermana mayor -Misaki tiene razón, no es tu culpa. Ryuga-san es fuerte, y tú también lo eres, fue gracias a ti que él sigue con vida. Eso es lo que importa.- añadió con sus propias palabras cálidas de alivio y sinceridad, en búsqueda de transmitirle la certeza y la fuerza que su mejor amigo necesitaba en estos momentos.

Ryokō cerró los ojos, tratando de asimilar las palabras de sus amigas en su sub consciente... Pero el peso de la culpa aún lo agobiaba fuertemente.... Su mente se resistía a dejar ir el dolor, como si estuviera aferrándose a cada detalle de lo que había salido mal hoy.

-Aún con eso... No puedo evitar sentirme culpable... Si tan solo no me hubiera separado tan lejos de Ryuga, o si hubiera sido más rápido para apoyarlo en esa batalla contra Sento... Podría haber evitado que terminara en este estado y que Naoto lo viera así...- dijo con un tono de voz quebrado por la culpa, dejando que esta lo carcomiera poco a poco en su interior, con cada escena perforando el frágil escudo de su resiliencia.

Las dos hermanas se miraron entre ellas para después asentirse con miradas llenas de determinación, ellas sabían lo que necesitaba ahora el chico más importante para ellas en sus vidas. Se sentaron a ambos lados de Ryokō en el sofá y, con un movimiento sincronizado, lo abrazaron de forma reconfortante, rodeándolo con su calor y apoyo.

La sorpresa en el rostro del chico ante este gesto fue evidente, pero también sintió una oleada de consuelo y apoyo que comenzaba a derretir poco a poco la dureza de su auto-reproche.

-Estamos aquí para ti, Ryokō-kun... No estás solo en esto...- dijo Misaki en un susurro reconfortante en la penumbra de la sala -Culpándote a ti mismo de esa forma... No está bien...- sus brazos estaban alrededor del chico como si fueran un escudo que lo protegía de sus propios demonios internos.

-Gracias a ti, Ryuga-san aún sigue vivo y vivirá, Naoto aún puede tener a su hermano mayor vivo...- añadió Yumiko esta vez con un tono cálido -Pero verte así de esa manera... Nos duele a ambas... Nada de esto fue tu culpa... Son solo cosas que pasaron...- las lágrimas comenzaron a brillar en sus ojos, amenazando con salir de estos.

-Así que...-

-Por favor...-

-Deja de sentirte culpable cuando no lo eres...- dijeron las dos hermanas al mismo tiempo, aferrándose aún más en el chico, buscando que sus palabras llegaran a él.

Las palabras de sus amigas tocaron profundamente en su ser... Después de unos segundos de reflexión y de asimilar esas palabras, permitió que sus sentimientos de culpa se desvanecieran de a poco, para ser reemplazados por una sensación de gratitud hacia sus amigas.

-Gracias... Misaki, Yumiko. No sé qué haría sin ustedes a mi lado.- él les diría con mucho agradecimiento, terminando de corresponder su abrazo con fuerza, aceptando la calidez que le daban... En ese momento, se dio cuenta de que no estaba solo, y que la fortaleza no siempre significaba cargar con todo el peso... A veces, era necesario compartirlo.

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En altas horas de la noche, en la habitación en donde Ryuga descansaba, el silencio y la calma eran interrumpidos por una extraña sensación, donde su cuerpo herido lo mantenía en un estado de semi-inconsciencia, pero una sensación de peligro lo despertó súbitamente. Se incorporó con dificultad, cuando el aire parecía cargarse de electricidad y de repente, una nube de humo llenó el espacio, alarmándolo... De esa nube de humo, apareció alguien familiar para el chico... Blood Stalk.

El Rider de tema de cobra miró burlonamente el estado del castaño -Bueno, bueno, ¿Qué tenemos aquí? Parece que te encuentras en una situación difícil, mi estimado Ryuga.- burlándose de él, disfrutando claramente de la situación de su marioneta.

A pesar de sus heridas, Raizaki hizo un esfuerzo monumental para levantarse de la cama, sus músculos protestaban y su cuerpo temblaba ligeramente por el esfuerzo, pero gracias a su determinación y por la adrenalina que corría por sus venas, le dio la fuerza necesaria para mantenerse en pie y encarar a ese miserable con enojo.

-¿Qué estás... Haciendo aquí?- cuestionó tenso y desconfiado, con sus palabras saliendo un poco entrecortadas y con respiración pesada, tratando de controlar el dolor y la ira que lo consumían.

El malvado se le acercó con una calma perturbadora, para inclinarse ligeramente hacia Ryuga -¿Lograste obtener el Sclash Driver y la Sclashjelly?- preguntó, como si estuviera hablando de algo trivial... La cercanía de su presencia era sofocante y la vista de su visor se clavó en los ojos de Ryuga, buscando cualquier señal de debilidad.

El enojo de Ryuga creció al escuchar esa maldita pregunta... Apretó los puños, sintiendo un dolor punzante recorrer su cuerpo -Sí, los conseguí...- decía, antes de que Stalk lo interrumpiera.

-¡Perfecto! Sabía que podías lograrlo, jajajaja.-

-... Pero no te los voy a entregar.- terminó de decir de manera desafiante, no podía permitir que Blood Stalk se saliera con la suya, sin importar el costo.

Blood Stalk soltó una risa baja y siniestra, acercándose aún más -Oooh, ¿Así que te estás revelando, mi querido Ryuga? O eres, muy valiente o muy tonto para desafiarme en tu posición, jajajaja.- la risa resonó en la habitación como una burla fría y cruel que hizo eco en las paredes.

-¿Para qué los necesitas?- preguntó el chico con esfuerzo por el dolor, tratando de ocultar el miedo y el enojo en su voz, teniendo una incertidumbre sobre las intenciones que Stalk tenía sobre ese Driver, cosa que solo aumentaba su ansiedad.

-Eso no es asunto tuyo. Solo asegúrate de entregármelo mañana en los límites del Sky Wall, o las cosas se pondrán mucho peor para tu novia.- sus palabras de amenaza despiadada cayeron como un golpe, aumentando la desesperación y el enojo que habían en Ryuga ante la mención de su novia, lo sintió como una puñalada a su ser.

Raizaki Ryuga sentía una oleada de ira y desesperación ante las palabras del tipo de armadura, sus músculos se tensaron aún más a pesar del dolor que sentía. Su respiración se aceleró, y una sensación de impotencia comenzó a asentarse en su pecho.

-No voy a dejar que sigas con lo que planeas... Encontraré una manera de detenerte...- declaro débilmente pero lleno de una firme determinación en detenerlo para evitar más dolor para su novia y para él.

El Rider de temática de cobra se rió de nuevo ante tales palabras -Eres valiente, lo admito, pero eso no será suficiente para detenerme. Tienes hasta mañana para entregarme ambos objetos, o tu novia sufrirá las consecuencias.- dijo de forma burlona y cruel, y sus palabras fueron dagas que estaban clavándose en la mente del chico y llenándolo de una desesperación creciente.

El castaño apretó los puños con fuerza, sus uñas clavándose en sus palmas mientras intentaba contener la ira y la impotencia que sentía. Antes de desaparecer, Stalk usó el zarcillo de su brazo derecho, clavándolo en el brazo de Ryuga, haciendo que este soltara un quejido de dolor mientras sentía cómo algo le era inyectado.

Lentamente, el dolor comenzó a desvanecerse en su cuerpo, dejándolo atónito y confuso... La sensación de alivio fue inesperada para él, y su mente se nubló brevemente con la sorpresa que acababa de pasarle.

-¿Qué me has hecho?- cuestionó en un susurro lleno de confusión y temor por si le hubiera inyectado algo peligroso, porque trataba de procesar lo que acababa de suceder por esa inesperada sensación de alivio que comenzaba a llenar su cuerpo.

-Te he hecho el favor de curarte. Te necesito en buen estado para mis próximos planes.- le respondió Stalk alzando los hombros, restándole importancia lo que hizo por Ryuga, porque en verdad si lo necesitaba en óptimas condiciones para lo que planeaba después.

Con una última risa siniestra, el ser malvado desapareció en una nube de humo, dejando a Ryuga solo en la habitación, quien después se dejó caer sobre la cama, con mucha angustia en él... La preocupación por Ryumi lo consumía mucho por dentro, sabía que tenía que pensar en algo para salvarla de esta horrible pesadilla... El peso de la situación se asentó sobre él como una losa... Pero no podía darse por vencido... Encontrará una manera de salvar a su novia y ya no ser el maldito títere del malnacido de Stalk.

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En la quietud de la madrugada, la casa estaba sumida en un silencio profundo por esas horas, todos estaban durmiendo tranquilos... Todos a excepción de Ryuga, quien seguía despierto, muy inquieto por los recientes acontecimientos y con una sensación de urgencia que no podía ignorar, sabe lo que tiene que hacer ahora... Se vistió con una ropa prestada por Ryokō, para después salir de la habitación y descender con cautela por las escaleras, sus pasos resonando suavemente en la madera, dirigiéndose hacia la sala de estar en búsqueda del Sclash Driver y la Sclashjelly.

Al llegar a la sala, la penumbra de la noche dificultaba su búsqueda, sabe que no puede encender la luz porque si no despertaría a todos. Con cuidado, movió objetos de un lado a otro, pero no encontraba lo que necesitaba, buscó en cada rincón pero aún nada, y la oscuridad no le estaba ayudando mucho.

La frustración comenzó a apoderarse de él, lo que hizo que sus movimientos se volvieron más apresurados y desordenados, sintiendo como el tiempo se agotaba y con él, sus posibilidades de éxito... Justo cuando menos se lo esperaba, la luz de la sala se encendió repentinamente, llenando la habitación con una claridad inesperada, haciendo que Ryuga se alarmara y girara su cuerpo rápidamente, encontrándose con Ryokō parado en el marco de la puerta, observándolo fijamente y tomándole una fotografía con su cámara.

-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó Ryuga con sorpresa e incomodidad del momento, entrecerrando sus ojos, tratando de procesar la aparición repentina de su amigo.

El fotógrafo, con una calma que contrastaba con la inquietud del mayor de los Raizaki, contestó... -Solo vine a beber agua.- respondió con calma, aún manteniendo su mirada en su amigo -¿Y tú? Deberías estar en la cama descansando.- añadió, cruzándose los brazos mientras lo miraba buscando respuestas por parte de él.

Ante la pregunta del castaño menor, Ryuga intentó mantenerse calmado -Yo.. Ya estoy mejor.- se excusó sin mucha convicción y tratando de sonar de manera natural, aunque sabía que Ryokō no se dejaría engañar tan fácilmente, entonces sus ojos vagaron por la sala, buscando una excusa válida.

Ryokō alzó una ceja, estando muy escéptico ante la respuesta de Ryuga, y el mencionado sentía como la mirada de su nuevo amigo era penetrante, como si intentara ver a través de sus palabras.

-¿Qué estabas buscando?- cuestionó con seriedad en su voz, lo que hizo que Ryuga se diera cuenta de que no podía seguir evadiendo las preguntas.

Rascándose la cabeza, trató de pensar rápidamente en una excusa plausible... Aunque la presión de la mirada de Ryokō lo hacía sentir cada vez más incómodo -Solo... Algo que dejé aquí abajo- respondió carente de firmeza y sonando poco creíble, la verdad Ryuga no era bueno para mentir en este tipo de situaciones.

Ryokō suspiró ante aquella respuesta tan vaga, por lo que sacó unos objetos detrás de su espalda, mostrando el Sclash Driver y la Sclashjelly -¿Buscabas estos?- interrogó con ojos fijos en Ryuga, esperando una respuesta sincera por parte de él.

Ryuga sintió una oleada de alivio y preocupación al mismo tiempo al ver que el joven tenía los objetos a la mano, pero sabe que no se los dará tan fácilmente con todo lo que ha mentido. Apretó los labios y extendió la mano, tratando de mantener la calma que apenas tenía.

-Eh, sí... Gracias, Ryokō, por favor, dámelos.- pidió con un toque de urgencia y apremio, sin apartar la vista de los objetos, sabiendo lo muy importantes que eran para hoy.

El nuevo Decade no le hizo caso a sus palabras, sabía que Ryuga estaba ocultando algo, y su tono lo dejaba en claro -¿Porqué los necesitas, Ryuga-san? Cuéntame.- le diría con suavidad y evidente preocupación en sus ojos.

El Raizaki suspiró con pesadez, dándose cuenta de que no podía seguir ocultando la verdad. Su amigo merecía saber lo que estaba ocurriendo... Pero no tenía la confianza para decírselo... Bajó la mirada, luchando con sus propios pensamientos y emociones que se estaban arremolinándose en su interior.

-No me hagas preguntas, Ryokō... L-Los necesito ahora.- respondió con voz un tanto temblorosa, al igual que sus hombros que tenían una tensión sobre ellos, no solo en sus hombros, todo su cuerpo temblaba ligeramente por todo el peso que estaba sintiendo.

Ryokō suspiró profundamente y se acercó a Ryuga, colocando una mano en su tembloroso hombro en señal de apoyo, mirándolo directamente a los ojos con una mirada de compasión -Somos amigos, Ryuga-san. Puedes contarme lo que está pasando.- dice con genuina sinceridad y preocupación hacía él.

El usuario de Cross-Z lo reflexionó por un momento, recordando todo lo que Ryokō había hecho por él y ayudándolo con sus problemas. Las palabras de él resonaban en su mente, recordándole la importancia de la confianza. Por lo que suspiró, aceptando que no tenía sentido seguir ocultando la verdad.

-Está bien, te lo contaré. Pero esto es serio.- diría con una expresión de seriedad en su rostro el mayor, haciendo que el menor asintiera, para que ambos se sentaran en el sofá y que así Ryuga le dijera la verdad.

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Un rato después, Ryuga ya le había explicado a Ryokō lo sucedido con Stalk hace unas horas, su voz temblaba un poco mientras relataba los detalles, la preocupación y la desesperación en sus ojos eran claras...

-Y eso fue lo que pasó...- terminó de decir, sintiendo un peso salir de sus hombros al contarle lo sucedido a su amigo.

Ryokō lo observó por unos segundos en silenció, dejando a Ryuga expectante y preocupado ante lo que podría decir él de lo que le contó... Pero...

-Ryuga-san... Yo... Ya sabía.-

-Espera, ¿Cómo?- él abrió muchos los ojos al escuchar esa declaración por parte de Ryokō.

-Anoche fui a ver cómo estabas y escuché parte de tu conversación con Stalk.-explicó de manera calmada pero con un toque de seriedad, recordando algo de hace horas.

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Horas antes, mientras la noche aún cubría la casa con su manto oscuro, Ryokō se acercó silenciosamente a la habitación de Ryuga con pasos cautelosos, tratando de no hacer ruido mientras caminaba por el pasillo, para ver como seguía el chico. La preocupación por su amigo lo había mantenido despierto y necesitaba asegurarse de que estuviera bien.

Al llegar a la puerta entreabierta, escuchó voces en el interior, por lo que se detuvo y contuvo la respiración, tratando de no ser descubierto. Reconoció la voz de Stalk resonando en la habitación, acompañada por la voz débil de Ryuga.

-¡Perfecto! Porque lo necesito.- diría Stalk con tono burlón y satisfecho.

Ryokō se acercó un poco más para escuchar mejor lo que estaba ocurriendo, sabía que no debía intervenir todavía, porque sino, quizás solo empeore las cosas y pondría a Ryuga en peligro con su aparición.

-Eso no es asunto tuyo. Solo asegúrate de entregármelo mañana en los límites del Sky Wall, o las cosas se pondrán mucho peor para tu novia.- continuó Stalk con voz cargada de amenaza hacía su títere.

La reacción de Ryuga fue inmediata, llenándose de enojo y desesperación ante esas palabras... Ryokō apretó los puños, luchando contra el impulso de entrar en la habitación, necesitaba esperar el momento adecuado para intervenir, pero cada segundo de esa conversación le hacía sentir más impotente.

Finalmente, escuchó como su amigo soltó un quejido de dolor, y vio como Stalk le había clavado una especie de zarcillo en el brazo de Ryuga, iba a entrar, pero escuchó como el Rider con tema de cobra, había sanado a su amigo para sorpresa de este y la suya, para después irse en medio de una nube de humo con una risa siniestra que resonó por la habitación.

Ryokō abrió un poco más la puerta y miró bien hacia el interior, en donde Ryuga estaba sentado en la cama, visiblemente afectado por la conversación, con la tristeza y la impotencia marcadas en su rostro.

Decidió no entrar en ese momento, sabiendo que Ryuga necesitaba un espacio para procesar lo ocurrido. Volvió a su habitación, decidido a vigilar a su amigo y estar listo para ayudarlo cuando fuera necesario.

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-No entré porque sabía que algo iba a salir mal. Por eso estuve pendiente de tus movimientos, para asegurarme de que no cometieras una estupidez.- terminó de decir el chico amnésico todo lo que él vio anoche.

Las palabras de Ryokō hicieron eco en la mente de Ryuga, porque la revelación de que su amigo había estado vigilándolo para protegerlo le generaba un poco de alivio... La verdad él no sabía que decir al respecto porque no encontraba las palabras adecuadas, bajó la mirada, dejando que la tensión en sus hombros disminuyera ligeramente al saber que no estaba solo en esto.

La expresión en Ryokō se suavizó un poco y puso una mano reconfortante en el hombro de su amigo -Antes de entregar los dispositivos, debemos hacer un plan para rescatar a Ryumi de una vez por todas.- le diría, mirándolo directamente a los ojos, sabiendo que necesitaban actuar con inteligencia y cuidado para tener éxito.

-Pero no sé dónde la podrían tener.- admitió con frustración y desesperación, no recordando muy bien en donde los tenían a ambos cuando fueron capturados por Faust.

Cuando pensaron que no había una solución, una chispas se hizo presente...

-Yo tengo esa información.- dijo una nueva voz conocida y misteriosa, rompiendo el silencio con su tono seguro.

Ambos giraron hacia la fuente de la voz y vieron a Tsukasa, quien les tomó una fotografía con su cámara con su habitual sonrisa tranquila en el rostro.

-¡Tsukasa-san!- exclamó Ryokō sorprendido pero aliviado al ver a su mentor -¿Dónde estabas? Ayer no te vi.- cuestionó con curiosidad al recordar que no lo había visto en todo el día de ayer.

El antiguo Destructor de Mundos se acercó a ellos, dejando su cámara con un gesto despreocupado -Estaba haciendo algo para darles una pequeña ayuda.- respondió con una pequeña sonrisa -Y resulta que sé dónde tiene Faust a Ryumi.- reveló para muy clara sorpresa de ambos chicos, y eso se reflejaban muy bien en sus rostros-

-¿E-En serio?- Ryokō preguntó con un tartamudeo en su voz.

Ryuga, visiblemente exaltado, no pudo evitar contener su emoción y su urgencia -¿Dónde está? ¡Dime dónde está!- exclamó, dando un paso hacia Tsukasa con desesperación de saber en dónde se encontraba su novia raptada por esos malditos.

Tsukasa, con mucha calma, sacó una especie de plano del edificio de Industrias Faust, desplegándolo sobre la mesa, mostrando una parte secreta en el lugar por el sótano de la edificación que tenía un camino que conectaba con el Sky Wall.

-Aquí es donde la tienen. Pero esta zona está muy protegida con varias cámaras de vigilancia, Guardians vigilantes y un sistema de seguridad completamente avanzado.- explicaba, señalando la ubicación en el plano que era el sótano de la industria.

-No me importa. Debemos ir ya.- dijo urgentemente Raizaki, estando dispuesto a enfrentarse a cualquier obstáculo para salvar a Ryumi y actuar de forma inmediata.

Pero Ryokō lo detuvo, colocando una mano en su hombro, deteniéndolo por un momento -Espera, Ryuga-san. Debemos tener un plan antes de ir. No podemos lanzarnos sin prepararnos.- le diría con firmeza, ya que actuar impulsivamente solo aumentaría el riesgo de que sean atrapados o que Ryumi salga lastimada.

Ryuga apretó los labios, luchando contra su instinto de actuar de inmediato... Finalmente, asintió, sabiendo que su amigo tenía razón.

-Si... Tienes razón. Necesitamos un plan.- admitió con un suspiro de resignación, aunque con frustración evidente en su voz, pero sabía que necesitaban ser inteligentes.

Los tres se sentaron alrededor del plano y comenzaron a idear un plan detallado para entrar en la zona del sótano de Faust, sabiendo que solo tendrían una oportunidad para hacer esto de forma segura para sacar a Ryumi de ahí.

Era la hora de hacer el plan.

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Ending: Inside-Out (Decade Versión)

(Con el ritmo de la música, se mostraba una rápida sucesión de los 18 Heisei Riders hasta que finalmente llegan a Decade)

🎶En mi viaje sólo hay una verdad que debo perseguir
Haré mi mejor esfuerzo para que ninguna vida desaparezca🎶

(Ryokō caminaba por un pasillo en blanco, mientras él caminaba se mostraban de a poco a poco imágenes de lo que son su vida junto a las hermanas Hana)

🎶Fácilmente, ganes o pierdas
Destrúyelo
La meta por la que apuntas es diferente🎶

(Ryokō seguía caminando por ese pasillo en donde se mostraban momentos de él junto a Tsukasa y otra persona)

🎶Te llevaré (Te llevaré) y me iré...🎶

(Ryokō detiene su caminar de manera repentina, con la mirada agachada siendo cubierta por sus cabellos, antes de todo se ponga negro por un momento, antes de ser iluminado por el símbolo de Decade)

🎶¡Si quieres conquistar!
¡Si quieres descubrir!
Los trucos frustrantes y el odio molesto, debes liberarte de ellos sin tener más dudas🎶

(Ryokō alza la mirada mostrando una inquebrantable determinación junto con una sonrisa, para después empezar a correr por ese pasillo en blanco, que ahora mostraban imágenes de lo que serían sus futuras aventuras para salvar el Multi-Verso y conociendo a los diferentes Riders en sus respectivos universos)

🎶Duerme hasta que la verdad despierte y cuando lo haga la seguiremos🎶

(Ryokō siguió corriendo hasta llegar a su destino, el cual era su hogar, en donde lo esperaban Yumiko, Misaki, Tsukasa y otra persona)

🎶Piensa "Inside-Out"🎶

(Al final, en una mesa se dejaba ver reposando la cámara Blackbird Fly de Ryokō junto con el Neo Decadriver y la Rider Card de Decade, junto a estos objetos había una foto de Ryokō sonriendo junto con Yumiko, Misaki, Tsukasa y otra persona más)

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Palabras: 10244

Y hasta aquí el 2do capítulo de este arco, espero que les haya gustado chicos.

¿Qué opinan de la nueva portada?

¿Opiniones?

Sin más nada que decir, esperen la siguiente parte que saldrá pronto.

Ciao!

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