3
No podía alcanzarlo, a pesar de que los vagones eran considerablemente largos, no podía acortar más tramo entre ambos, y contando con que el sujeto lanzaba cualquier cosa que encontrara en el camino para perderlo, no podía hacer mucho.
— ¡ALGUIEN DETENGA A ESE MALDITO! — vociferaba pero todos le abrían paso al sujeto mientras intentaban mantenerse lo mas lejos posible de la persecución.
No entendía a donde corría, después de todo en algún momento llegarían al final del tren, al último vagón donde no tendría a donde más ir.
También había perdido de vista a Jung, no escuchaba sus pasos tras él así que supuso que se había detenido en algún vagón para llamar a los de seguridad, de seguro no tardarían en bloquear las puertas de los vagones para evitar que siga escapando el sospechoso.
Siguió en la persecución durante los siguientes y últimos vagones, donde cada vez había menos personas.
— ¡DETENTE! — Le exigió cuando entraron al último vagón, donde no había absolutamente nadie más que ellos.
El sol había bajado y las persianas de las ventanas que cubrían la mitad de estas daban un efecto de sombra que solo enfocaba los pies de ambos sujetos, quienes se acercaban cada vez más al final del tren.
— ¡ALTO! — gritó por última vez, sabiendo que para evitar la fuga debía usar su arma, lo que lo hizo llevar su mano dudosa hasta su cinturón y buscarla. Pero no la encontró.
Entonces levantó la vista hacia el sujeto nuevamente quien giró de medio cuerpo y detuvo su avance chocando contra la puerta del último vagón, levantando ambos brazos hacia el frente mientras apuntaba con un arma al detective Kim.
La mente de Namjoon se disipó unos minutos en el aire, conmocionado por el giro de roles que acababa de presenciar.
— Esa es la pistola de mi compañero... — dudó, luego de reconocer el arma que el condenado sujeto mantenía apuntando hacia él.
— ¿Sí? Lo noté cuando se la quité. — y comenzó a caminar amenazante hacia donde estaba Kim. — Cuando chocamos en el vagón donde me descubriste...
— ¿Qué ibas a hacer con esas cosas? Se que no eran para ti. — le preguntó abiertamente, comenzando a retroceder con las manos levantadas a la altura de los hombros, intentando no alentar al sujeto a dispararle.
— ¿Eres detective verdad? Averígualo por tu cuenta entonces.
— ¿Ibas a dárselo a alguien en el tren? ¿A quién? — seguía intentando retenerlo, con la esperanza de que este se distrajera para poder quitarle el arma.
Entonces el sujeto pareció entender lo que intentaba hacer Kim, y empuñando fuertemente el arma decidió disparar.
Namjoon pudo prevenir el primer disparo, agachándose justo cuando vió como sujetaba con más fuerza la pistola, aprovechando la oportunidad para lanzarse contra él y tirarlo al suelo.
Hubo un forcejeo entre ambos, mientras que el sujeto intentaba quitarse al castaño de encima, Namjoon sostenía con toda su fuerza el brazo donde empuñaba el arma con el fin de obligarlo a soltarla.
Ante el primer disparo, que alertó a todo el tren de las circunstancias en las que se encontraban, Jung dejó el teléfono de lado y corrió lo más rápido que pudo hasta llegar a los últimos vagones, donde abriéndose paso entre una multitud temerosa logró llegar al último vagón.
La puerta se abrió de golpe y tanto Namjoon como el sospechoso se encontraron confundidos por unos segundos ante la nueva figura que había aparecido en la puerta del vagón.
— ¡SUELTE EL ARM-... — intentó ayudar el joven recluta, pero su intento cesó cuando al llevar su mano a su cinturón no estaba su pistola.
— ¡JUNG! — le advirtió en un último minuto Kim, torciendo como pudo el brazo del tipo que disparó a ojos cerrados hacia donde se encontraba el aún confundido pelirrojo.
La bala se disparó y al instante el cuerpo del joven calló dentro del vagón tras un grito desgarrador, que advirtió a los últimos pasajeros que abandonaban a toda prisa los últimos vagones anteriores a donde estaban ellos, que algo horrible había sucedido.
El sujeto en cuestión se quedó atónito viendo cómo el cuerpo del pelirrojo se desvanecía rápidamente en su deceso al suelo, conmoción que uso Kim para arrebatarle el arma y reducirlo al suelo lo más rápido que le fuera posible.
— Jung...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro