
1
— ¡Jefe! ¡Jefe! — gritaba el joven pelirrojo mientras corría por los pasillos aglomerados de personas.
Un castaño que dialogaba hasta el final del pasillo con un subordinado giró en dirección hacia donde lo llamaban, esa voz fuerte y a la vez chillona era ya conocida en la estación de policías de Daegu, ciudad norte de Corea.
El joven pelirrojo llegó corriendo hasta donde estaba el castaño, quien pacientemente lo esperaba mientras terminaba de conversar con el joven a su lado.
— ¿Por qué el escándalo Jung? — Cuestionó una vez el pelirrojo terminaba de recuperar la respiración debido al ejercicio que había realizado.
— Jefe... ¡uff! — bufó antes de poder continuar.
El castaño alzó una ceja, el recluta nuevo era un tanto eufórico en cuanto a llevar información o solo presentarse se trataba, algo que en cierta medida lo molestaba debido al trabajo que realizaban, y ni que decir de su cabello tan extravagante que llevaba, por suerte para él contaba con una infinita paciencia, por lo cual no dudaba que con un poco de disciplina el joven Jung Hoseok se convertiría en un excelente detective dentro de unos años.
— El señor Bae quiere hablar con usted... — al fin terminó de decir cuando pudo volver a componerse.
— ¿El señor Bae? Creí que ya estaba en sus vacaciones de invierno — inquirió el castaño dudoso de las palabras del pelirrojo.
— Está al teléfono — explicó.
El castaño asintió lentamente comprendiendo la situación, volviéndose hacia el joven con quien antes conversaba para despedirse cortamente y seguir a Jung hasta las oficinas de telefonía de la comisaría.
Si bien la comisaría principal de Daegu era sumamente grande, los dos policías solo trabajaban en la parte de criminalística donde los casos de muerte eran pan de cada día, razón por la cual el castaño sentía que el pelirrojo estaba fuera de lugar respecto a su personalidad y apariencia.
Les tomó unos minutos llegar hasta las oficinas de telefonía, donde una señorita les pasó el teléfono donde se encontraba en línea el jefe del departamento de criminalística.
— Buen día, señor Bae — saludó el castaño tomando el teléfono.
— Buenos días, Kim ¿Cómo están las cosas en el departamento?
Kim miró a su alrededor, todo parecía igual a como de costumbre, ni muy ajetreado ni muy lento. Todos los policías y detectives seguían resolviendo los casos que llegaban, no había nada novedoso luego de la partida del jefe.
— Todo bien señor, no hay nada nuevo — respondió luego de volver su vista al teléfono.
Jung seguía de pie a su lado, mirando a todos lados como siempre, el joven parecía distraído, algo ya común en él.
— Me alegro... — el hombre hizo una pausa antes de continuar. — Kim, tengo un trabajo para tí — soltó luego de unos segundos de estar carraspeando.
El joven castaño se sorprendió un poco por la declaración de su jefe. ¿Un trabajo? ¿Uno relacionado con su posición de detective que ejercía dentro del departamento?
— Dígame señor — repuso luego.
Se oyó otro carraspeo al otro lado de la línea.
— El departamento de criminalística de Seúl perdió hace unos días a varios de sus detectives en una emboscada nocturna, mientras investigaban a una mafia peligrosa de los barrios bajos de la ciudad — comenzó explicando.
Kim escuchaba atentamente las palabras de su jefe, el tema parecía un tanto delicado contando con que varios detectives hubieran sido emboscados, más aún si se trataba de detectives de Seúl, no por nada tenían fama de ser los mejores en cuanto a resolver casos rápidamente gracias a su intelecto y entrenamiento estricto.
— Como sabrás, no pueden meter a reclutas nuevos en un caso de tal nivel, es por eso que el jefe del departamento de Seúl esta pidiendo el apoyo de varios cuarteles, entre ellos el nuestro, para que enviemos detectives calificados que puedan ayudar en la investigación — El castaño se sorprendió a tal punto de soltar un "Ohh" inconscientemente.
— ¿Te gustaría participar de la investigación? No tienes que preocuparte por los pasajes ni el alojamiento, el departamento de Seúl se comprometió a cubrir los gastos durante el tiempo que dure el caso.
¿Viajar a Seúl para resolver un caso de gran medida como lo era una mafia? ¿Tener una estadía pagada en una de las ciudades mas grandes del país? Eso realmente sonaba como una oferta de millones, no solo para su persona, sino también para su carrera como detective. No pudo evitar quedarse pensando en las palabras de su superior, inclusive parecía que había dejado de respirar.
— ehh... ¿Jefe? — lo llamó alguien detrás de él.
se giró lentamente mientras su mente volvía al presente.
— Parece pálido, ¿Quiere que le traiga un poco de agua? — preguntó Jung mientras lo miraba preocupado.
¡¿Jung?! Su mente se dio contra un muro invisible cuando recordó que estaba a cargo del entrenamiento del joven pelirrojo, que por cierto acababa de unirse al departamento hace unos meses, y las pocas veces que lo había llevado consigo a un caso, apenas y si podía sostener un arma sin temblar, no podría ir a Seúl teniendo a un recluta nuevo bajo su mando todavía.
Hizo una negación lenta con la cabeza, y luego volvió a enfocarse en el teléfono.
— D-disculpe señor... — necesitaba fuerza suficiente como para rechazar tal oferta. — Me temo que aunque la propuesta es buena, mi trabajo por ahora esta enfocado en entrenar de forma responsable al nuevo recluta que ingresó hace unos meses a nuestro departamento... — Kim pretendía seguir explicando su rechazo a la oferta de su jefe, pero rápidamente fue cortado por este mismo.
— No es problema Kim, de hecho creo que sería una gran oportunidad para que el nuevo recluta aprenda de los mejores detectives del país. Y también podría ayudarte tener a alguien del departamento a tu lado.
El castaño se sintió engañado, ¿de verdad podía llevar a un recluta con solo meses de entrenamiento a una de las más peligrosas ciudades de Corea para resolver un caso de una Mafia que había terminado con la vida de varios detectives entrenados durante años? Si algo le llegaba a pasar al joven durante el caso, el peso de aquello lo acompañaría el resto de su vida, así como la golpiza que la hermana y la madre de Jung le darían. De solo pensarlo un escalofrío recorrió su espalda.
— Pero señor, usted mismo me acaba de decir que no pueden meter a reclutas al caso, sería una ofensa para el...— nuevamente fue cortado por su superior.
— Escúchame bien Kim, muy aparte de que el caso solo requiera de detectives o no, todos esos cuarteles que han sido llamados no van a enviar a cualquiera, enviaran a sus mejores detectives con el fin de representar su ciudad y ganarse un buen puesto dentro de la policía de Seúl. Nosotros no podemos quedarnos atrás, si es necesario que lleves a Jung contigo lo harás. No te preocupes por los papeles, me encargaré de eso.
Kim solo asintió lentamente, a pesar de que su jefe no pudiera verlo, su rostro expresaba desacuerdo con dicha orden.
— Como diga, señor.
Antes de cortar la llamada su jefe volvió a mencionarlo.
— Kim...
— Dígame — habló devolviendo el teléfono a su oído.
— No me decepciones — repuso y colgó la llamada, dejando al castaño con la palabra en la boca.
Se giró hacia Jung.
— Parece que viajaremos a Seúl.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro