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ESPECIAL DE NAVIDAD (AQUA SE MUERE?!?!)

Hace mucho que no escribo aqui. Damn. Uhh, recordatorio de que Jff no es para niños y puede contener contenido... Maduro no, porque jamas podria escribir algo asi, pero si subido de tono! Muchas groserias tambien, que no lo vean sus hijos!

Ahh... La navidad. Verdaderamente una de las festevidades más maravillosas. Donde Pokemon cenan juntos, obsequian regalos, hacen cosas navideñas.

En esta víspera de navidad, como la pasará nuestro grupo de eeveelution favorito?

—PUTA MADRE VOLT, QUEMASTE EL PUTO PAVO!!!

Oh no, al parecer nuestro querido vaporeon, Adrián, se encuentra de malas!
Como todo el puto tiempo!

El día apenas empezaba, bajo un inmaculado manto de nieve. El aire crujiendo con la promesa de la navidad.

Las ramas de los árboles, adornadas con delicada escarcha, susurraban historias del abrazo helado de la nochebuena que estaba por llegar, y la casa de 3 pisos, que le pertenecía a Volt, se encontraba prácticamente enterrada en la blanca nieve de invierno.

Como Vaporeon, sus escamas azuladas temblaban de rabia, apretando los colmillos mientras su sangre hervia al rojo vivo (o mejor dicho, al azul vivo :D).

Frente a él, un pokemon aplumado, similar a un pavo, se encontraba carbonizado en su totalidad.

Al lado de Adrián, un jolteon de pelaje amarillento, miraba hacia la pared. Y aunque Volt era en su mayoría ingenuo, una gota fría pasó por su frente. Sabía que había hecho algo mal.

—Perdon. — Contestó Volt despues de varios segundos.

—PERDON Y UNA MIERDA IDIOTA, Y AHORA QUE VAMOS A COMER EN NOCHEBUENA! NOS QUEDAMOS SIN PAVO, VOLT!

El cuerpo de Adrián cayó al suelo con un ruido sordo. levanto su pata, y la estrello contra el suelo con fuerza!

—LO QUEMASTE TODO! — Gritó Adrián con odio. — YA NO TE QUIERO! YA NO TE QUIERO, NADA!!!

—No podemos conseguir otro pavo, y ya? — Preguntó Volt ingenuamente.

—Sólo nos alcanzaba para ese pavo, Volt. Y ahora está quemado, por tu puta culpa! TU CULPA!

—No pensé que se quemaría con solo tocarlo...

—C-chicos, p-pueden calmarse? — sonó una tímida voz detrás de ellos, — S-si es que quieren, claro! N-no quiero forzarlos a calmarse...

Volviéndose hacia atrás, ambos divisaron una figura anaranjada, con la cola temblando de preocupación y la cara enrojecida de vergüenza.

No podía ser otro mas que Aqua!

—AQUA?! — Exclamaron ambos. 

Su nariz se agito al oler algo desagradable en el aire. 

—Porque huele a quemado? — Titubeo.

—Me niego a calmarme, — Continuó Adrián, apoyando su espalda contra su cola enorme, mientras se cruzaba de patas(?), — Ya no hay pavo. Nos quedamos sin pavo. Lo único bueno de la nochebuena. Nada de pavo hoy.

La mirada de Aqua se desvió hacia el pavo carbonizado en patas de Volt, y su expresión pasó de la preocupación a la desesperación.

—Oh no! Qué hiciste, Volt?

—Queme el pavo.

—Ves, Aqua! Volt arruinó la cena de Nochebuena. Estoy harto de su incompetencia!

—Cállense. — Replicó una voz gélida tras de ellos.

Volviéndose hacia atrás, Los tres vieron una figura turquesa moviendo su delgada cola hacia los lados con irritación, con los ojos fruncidos de indiferencia. 

No podia ser otra mas que Lucy!

—LUCY?! — Exclamaron los 3.

—Porque huele a quemado?

—B-buenos días, hermana!

—Cállate, Aqua.

Lucy avanzó hacia el desafortunado pavo carbonizado en manos de Volt. Un suspiro salió de sus fauces antes de dirigir una mirada gélida a cada uno.

—No me sorprende. Cómo pueden arruinar algo tan simple?

—Es culpa de ese inútil! Su pelaje eléctrico destruyó la cena.

—No fue intencional. — Murmuró Volt, sintiéndose cada vez más abrumado.

—S-seguro que podemos encontrar una solución, — intervino Aqua con una sonrisa nerviosa.

Lucy levantó una ceja ante la sugerencia de Aqua, pero antes de que pudiera responder, Adrián se puso en pie con determinación, sacando de la nada una máscara negra.

—Voy a solucionar esto. — Anunció Adrián ajustándose la máscara. — Nadie arruina mi Nochebuena.

Aqua se apresuró a sujetar a Adrián con sus patas, antes de que pudiera salir disparado.

—ADRIAN, NO!

—Déjame ir, Aqua! NECESITO MI PAVO, AQUA!

El forcejeo termine muy pronto, pues Adrián terminó cansandose a los pocos segundos.

—A-aqua... M-mi pavo...

—Adrián, n-no podemos robar. - Aqua trató de razonar, manteniendo sus patas firmemente alrededor de Adrián.

Omigosh! Vamos a robar? - Preguntó una dulce voz tras de ellos.

Volviendo hacia atrás, Los 4 vieron una figura de colores rosados y blancos, moviendo la cola rosa con curiosidad, mientras ladeaba la cabeza en confusion.

No podía ser otra más que Sasha!

—SASHA?! — Exclamaron todos.

—jamás he robado! Que emoción...! Porque huele a quemado?

—N-NO! N-nada de robar! E-eso es malo! — Titubeo Aqua, apretando aun mas el abrazo a Adrián.

—PERO MI PAVO!!!

—Robar es lo que hacen las familias en Nochebuena? - preguntó Volt ingenuamente, porque es ingenuo, lol, - porque soy muy bueno robando.

—De qué se trata esta trifulca de la que estais discutiendo? — Proclamó una voz teatral detrás de ellos.

Volviendo hacia atrás, los 5 vieron una figura de un negro aterciopelado y anillos dorados, erguida en 2 patas a diferencia de sus compañeros zorros, y portando su característico parche y espada de madera con osadía.

No podia ser otre mas que Noir!

—NOIR?! — Exclamaron todos y cada uno de ellos, incluido Noir.

—Asi es, queridos cofrades de raza, — Dijo el dramáticamente, antes de inhalar el aire repugnante, — Porque huele a quemado?

Los demás eeveelutions intentaban explicarle la situación, pero Noir interrumpió con un gesto dramático.

—Silencio! — proclamó Noir, llevándose una pata a la frente como si estuviera a punto de desmayarse. — La verdad es que esta atmósfera decadente me inspira.

Ante la mirada confundida de los demás, Noir desenvainó su espada de madera y la levantó en el aire con teatralidad.

—Mis queridos amigos! — exclamó Noir con una voz melodramática, — En esta Nochebuena, enfrentamos la adversidad. Un pavo quemado y la angustia de la falta de festín nos acechan. Pero no temáis, pues el destino nos ha brindado una oportunidad para redimirnos.

—Qué tienes en mente, chico edgy? — preguntó Lucy, sin mostrar emoción.

Noir, con una mirada intensa, señaló hacia el horizonte nevado con su espada de madera.

—Tomaremos en nuestras patas un nuevo y mejor pavo! Uno que sea más delicioso, más épico, y más ilegal!

—Hurra por el nuevo pavo! — Sasha, saltó y dio vueltas con emocion.
— Robemos más de uno!

—Q-que n-no! — Exclamó Aqua con determinación tímida, — No podemos robar...

—Sí podemos! — Exclamaron todos de vuelta a el.

Ahora, acaso esto no es entretenido? La víspera de Navidad se desenvolvía en la casa cubierta de nieve, con la promesa de una aventura inusual en busca de un nuevo pavo. Y así, la Nochebuena de este peculiar grupo tomaba un giro inesperado y gracioso, en el que diversión y felicidad reinarán en el esplendor de la noche!

—PUTA MIERDA MIERDOSA, MI MALDITO PAVOOO!!!

Oh vaya, pero que modales tengo? Se estarán preguntando, como es que este grupo de idiotas disfuncionales llegó a esta situación?

Bueno, presten atención y escuchen este pequeño relato que les contaré..

Era un día normal de diciembre, dias antes de nochebuena. Las 6 eeveelution se encontraban desayunando lo poco que tenían para comer.

La cocina, iluminada por la tenue luz del amanecer que se filtraba por la ventana, emanaba un reconfortante aroma a bayas y... nieve?

La nieve tiene algún tipo de olor?

Adrián, sentado en la mesa, dejó escapar un suspiro de anticipación mientras observaba con impaciencia los preparativos. El crujir de las bayas al morderlas solo le estresaba más y más, hasta que su ceño no pudo fruncirse más y exclamó.

—NO HEMOS PREPARADO NADA PARA NAVIDAD!

—Navi... que? - Cuestionó Volt.

—Navidad, idiota. Es la época festiva que viene después de Halloween. En qué cueva has estado viviendo? — respondió Adrián con sarcasmo.

—No tengo cueva, vivo aquí contigo, — explico Volt inteligentemente. Quien diga que no es inteligente lo mato.

—La Navidad es una festividad de alegría y compartir, básicamente, — explicó Lucy con su habitual indiferencia, - Se supone que debemos de decorar un arbol, intercambiar regalos... Cosas asi de cursis.

—Ah, ahora entiendo. Pero... qué árbol decoramos? — preguntó Volt, con una expresión de genuina curiosidad.

—Un árbol de Navidad, Volt. Un adorno gigante en el que colgamos cosas brillantes y luces.

—Y NO HEMOS HECHO NADA DE ESO, — Intervino Adrián con frustración, — NI DECORACIONES NI INTERCAMBIO PLANEADO, NADA!

—E-entonces qué hacemos? — preguntó Aqua, buscando soluciones.

—Tenemos que hacer algo grandioso! — exclamó Sasha, con la cola agitándose de emoción.

—Talen un árbol o algo así, prácticamente vivimos en medio de un bosque, que sea de ayuda por una puta vez.

—P-pero no deberíamos talar árboles sin permiso... — mencionó Aqua.

—Bah, detalles! — declaró Adrián, levantándose con determinación.

Así comenzó la odisea del grupo en busca del árbol perfecto.

El bosque nevado se extendía ante ellos como un manto blanco y sereno. Sus colores del bosque eran principalmente blancos y verdes, con destellos plateados cuando los rayos del sol se filtraban entre las ramas.

Los sonidos del bosque eran tenues pero encantadores: el susurro del viento acariciando las hojas heladas, el crujir de la nieve bajo sus patas, y ocasionalmente, el lejano aleteo de un Pokémon que se desplazaba entre las ramas.

—Que tal este? — Preguntó Volt, señalando un arbusto.

—Volt, eso no es un árbol. — Corrigió Lucy con un suspiro.

—Tiene que ser grande, y espinoso, y navideño! — Insto Adrián.

—Y con bolas brillantes y luces! — Añadió Sasha, saltando emocionado.

—N-no creo que encontremos algo así por aquí.

—Qué tal este?

—Ese es el mismo arbusto de antes, Sparky. — Suspiró Lucy.

Volt, un poco desanimado por sus elecciones, siguió buscando mientras el grupo exploraba el bosque. 

La nieve crujía bajo sus patas.

No les parece extraño eso? 

Quien le dice a la nieve que puede crujir? 

—Miren este! — exclamó Sasha, señalando hacia un árbol alto y frondoso cubierto de nieve.

Los demás dirigieron la mirada hacia donde señalaba Sasha y encontraron un abeto majestuoso, sus ramas decoradas con copos de nieve y una capa de hielo que le daba un brillo especial.

—Ese es perfecto! — dijo Adrián, emocionado por primera vez en el dia.

—P-parece un buen candidato, ¿no creen? — comentó Aqua, sonriendo.

Lucy asintió, aparentemente satisfecha con la elección. Noir, quien había estado observando en silencio, dio su aprobación con un gesto de cabeza dramático.

—Pero no tiene luces y bolas brillantes. — Dijo Volt preocupado.

—No te preocupes, Voltsy. Tenemos una solución para eso, — dijo Sasha con una sonrisa traviesa mientras sacaba de su mochila una colección de luces de colores y bolas brillantes.

—Llevas eso contigo todo el tiempo? — preguntó Adrián, sorprendido.

—Nah, al autor le da flojera escribir el origen de las decoraciones! — respondió Sasha, balanceando las luces y las bolas con entusiasmo.

—Pero con que trifulca nos encontramos, queridos cofrades! Acaso no veis que nos faltan las herramientas necesarias para derrocar este árbol? — Noir levantó su espada de madera en el aire, señalando dramáticamente hacia el árbol cubierto de nieve. — Necesitamos tijeras, sierras, o algo por el estilo para derribar este majestuoso pino!

—Cómo carajo vamos a cortar un árbol con unas tijeras? — Susurró Adrián para sí mismo.

—Noir tiene razón! — Añadió Sasha. — Necesitamos herramientas para cortar este árbol y llevárnoslo a casa!

Mientras todos se alejaban en busca de las tan necesarias herramientas, Volt y Aqua se quedaron mirándose con cierta confusión.

—Por qué es tan importante cortar un árbol para decorarlo? — preguntó Volt.

Aqua suspiró y explicó, — Es una tradición. Cortan un árbol, lo decoran con luces y adornos, y lo colocan en sus hogares como símbolo de celebración.

—Las tradiciones suenan raras, — Volt murmuro.

—Supongo que lo son, jeje, — Aqua rió nervioso, — pero también son divertidas! Hay muchas tradiciones, como intercambiar regalos, cantar canciones navideñas, preparar comida especial... Creo que había una en la que besabas a alguien debajo de un muerdago? Ah! Y colocar un enorme calcetín junto a la chimenea. Santa lo llena de regalos y dulces! Personalmente creo que es una obligación seguir tradiciones!

—... Que es Santa?

—Santa es un pokemon super amable que le da regalos a los niños cada navidad! — Exclamó Aqua con ojos soñadores.

—Regalos? Eso suena genial. Pero cómo sabrá Santa qué regalarte si no te conoce? — preguntó Volt, intrigado.

—Oh, Santa lo sabe todo. Él ve si has sido bueno o malo durante el año, así que siempre trato de comportarme bien para recibir buenos regalos, jeje. — explicó Aqua con una sonrisa inocente.

—Oww... Creo que Santa no me traera regalos entonces.

—Por qué dices eso? 

—Porque no sé si he sido bueno o malo.

—No te preocupes, Volt. — Aqua le dedicó una sonrisa tranquilizadora, — Ser bueno es simplemente hacer cosas amables y tratar de ayudar a los demás. Si haces tu mejor esfuerzo, seguro que te trae regalos!

—De verdad crees eso?

—Claro! No he visto que hayas hecho nada malo!

—No has visto... — Volt desvió la mirada.

—Volt...? — preguntó con cautela.

—Encontramos algo! — gritó Sasha, sosteniendo lo que parecía ser un destornillador gigante y una cuerda.

—Eso es todo lo que encontraron? — preguntó Aqua, parpadeando con incredulidad.

—Claro que no! — Adrián lanzó al suelo una caja vieja y oxidada que tintineaba con el sonido de herramientas sueltas. — Pero la mayoría están rotas o cubiertas de óxido.

Lucy miró la caja con una mezcla de desdén y resignación. — No sé por qué sigo teniendo esperanza en ustedes.

—Tenias esperanza en nosotros?

—Claro que no. Fue sarcasmo, Volt.

—Vamos, cortemos el árbol! — Adrian exclamó.

***

—Cortamos el árbol!

El abeto, majestuoso y cubierto de una ligera capa de nieve que comenzaba a derretirse, ocupaba casi toda la sala principal.

Lucy permanecía sentada en un rincón de la sala, con los brazos cruzados y una expresión de absoluto desinterés mientras observaba cómo los demás armaban un espectáculo de caos en torno al árbol. Las luces se enredaban, las bolas decorativas terminaban rodando por el suelo, y Sasha hacía malabares con guirnaldas.

Volt, por su parte, se había apartado también, aunque no tan lejos como Lucy, apoyándose contra la pared y observando el desastre con una mezcla de confusión y fascinación.

—Me sorprende que lo hayamos logrado — murmuró Lucy

—Aun no entiendo el porqué de todo esto.

—Porque es tradición, supongo, — respondió Lucy, sin mirarlo, su voz teñida de sarcasmo.

—Oigan! Miren lo que encontré! — Noir apareció de arriba de las escaleras, cargando una enorme muñeca de Lopunny que debía medir al menos un metro.

Adrian comenzó a sudar frío.

—Wow! Nunca había visto una decoración así! — Comentó Aqua, — Es tan grande y... realista!

—Concuerdo, mi querido leon igneo, — añadió Noir con una sonrisa torcida(?), — la encontré en el cuarto de Adrián. Estaba bien resguardada.

—Es decoración especial! — insistió Adrián, evitando cruzar miradas. — Muy exclusiva, ya saben, edición limitada... de navidad me refiero!

—Exclusiva, dices? — Sasha comentó con una sonrisa felina, acercándose para examinar la muñeca. — Se siente... muy suave. Seguro que es para Navidad, Adrián?

—SI! Digo, si, obviamente. Mira, ahi tiene un agujero para ponerse en la punta del arbol!

—E-es c-cierto! — Hablo Aqua entra tartamudeos, — M-miren, aquí esta en la entrepierna!

Mientras tanto, Lucy se encontraba con la cabeza en las patas, completamente decepcionada en todos.

—Qué considerado de Adrian de comprar una decoración tan grande. — Dijo Volt.

—Cállate.

—Ok.

Volt levantó la vista, su mirada distraída buscando algo que no sabía que estaba buscando... hasta que lo encontró. Colgando del marco de la puerta, balanceándose suavemente con la corriente de aire, había un pequeño ramo de hojas verdes con bayas rojas.

—Oye, Lucy.

—Te dije que te callaras.

—Que es esa cosa?

—Que cosa?

—La cosa plantosa de arriba? — Volt señaló hacia arriba con una de sus patas.

Lucy siguió su señal con la mirada, frunciendo el ceño.

—No.

—Espera... Aqua dijo algo sobre esto... Ah, claro! Es el muérdago, — dijo Volt, con la chispa del recuerdo encendiendo sus ojos. — Aqua mencionó que si dos pokemon están debajo, tienen que besarse! Rápido, Lucy!

—No.²

—... No? — Volt ladeó la cabeza, confundido por la respuesta abrupta de Lucy. — Pero es tradición!

—No lo hare.

—Tenemos que hacerlo, Lucy! O me quedaré sin regalo!

—... Que?

Volt se lanzó hacia ella como un proyectil amarillo, con las patas estiradas y un entusiasmo que bordeaba lo suicida. Lucy giró sobre sus patas, esquivando el ataque de Volt, quien se estampó contra una pila de cajas decorativas, esparciendo esferas navideñas y cintas por toda la sala.

Sin perder el ritmo, Volt se levantó y volvió a cargar hacia ella.

—Ven aquí, Lucy! No quiero estar en la lista de los malos!

—Y yo no quiero ser acosada!

—Ah, el romance. Siempre tan complicado, — comentó Noir con un tono melancólico

—Creo que tienes una visión muy tóxica del romance, Noir. — Comentó Sasha con un tono agrio.

—El romance es tóxico por naturaleza, mi querida hada.

—Sí, definitivamente vision tóxica.

Adrian, que estaba colocando luces en el árbol, suspiró profundamente.

—No deberían ustedes dos estar ayudando con la decoración?

—Yo ya termine mi parte! — Exclamó Sasha con una sonrisa gigante.

—Yo también he culminado mi parte en esta actividad interiorista.

—Inteque?-

Adrián apenas tuvo tiempo de girar la cabeza hacia el estruendo antes de que Volt lo impactara de lleno, haciéndolo caer de espaldas.

Ambos rodaron por el suelo, derribando un par de cajas más en el proceso, hasta que finalmente se detuvieron, con Volt sentado torpemente sobre el pecho de Adrián.

—Auch! — se quejó Adrián. — Qué mierda te pasa, Volt?!

—Lo siento, lo siento! Estaba persiguiendo a Lucy y... — Volt se detuvo, su voz reducida a un murmullo cuando notó que ahora ambos estaban debajo de un muerdago.

Adrián negó con la cabeza.

Volt asintió.

—NO, ALEJATE DE MI! — Gritó Adrian, empujando a Volt y echando a correr.

—VUELVE AQUI, ADRIAN! DEBEMOS CUMPLIR LA TRADICION!

—ALÉJATE, SATÁN! — respondió Adrián, lanzando bolas de adorno a su perseguidor sin efecto alguno.

Mientras tanto, Aqua intentaba salvar lo poco que quedaba de las decoraciones.

—A-alguien va a detenerlos?

—Hmm, no se. — Respondio Sasha, sosteniendo su rostro con una de sus patas, — encuentro su entusiasmo tierno~

—Tierno? Esto es patético, — murmuró Lucy.

Aqua rió nerviosamente, — al menos el arbol ya esta decorado...

Adrián, aún con el aliento acelerado por la persecución, chocó de lleno contra el árbol, empujándolo con tal fuerza que se desmoronó hacia un lado. Entonces exploto en llamas. Entonces se volvió polvo.

—...

—NOOOOOOOOOOOOOOOO! — Adrian grito mientras caia al suelo derrotado, — MI MUÑECA LOPUNNY HECHA DE LATEX FUCK-MASTER PRO 3000 CON VAGINA PALPITANTE DE 6 VELOCIDADES, CALENTADOR ELECTRICO, BANDEJA RECOLECTORA DE ESPERMA ANTIGOTEO Y SONIDO ENVOLVENTE DE ORGASMO FEMENINO!

—Que mierda te pasa, Adrian? — Dijeron todos en unisono, incluso Volt, quien continuo, — ESPERA, EN ESO TE GASTASTE MI DINERO-

***

La ultima semana ha sido muy pesada para nuestro grupo de heroes. Verdaderamente una tragedia.

Pero desde las cenizas, renace el fénix, y estoy seguro de que lograran hacer lo correcto.

—ADRIAN QUE DEMONIOS HACEMOS ROBANDO UN BANCO?!

La puta madre.

Que mierda esta pasando ahora? Los dejo solos por unos momentos y ya están-

No importa. Tranquilos, puedo narrar esto. Haber...

Ejem.

El eco de la voz de Aqua resonó en la bóveda vacía, rebotando contra las paredes de mármol.

—¡Es un pavo, Aqua! ¡Dicen que hay un pavo en esta caja fuerte! — respondió Adrian mientras forcejeaba con la cerradura.

—¡Eso no justifica cometer un crimen federal! — Aqua chilló, gesticulando frenéticamente.

Sasha estaba a un lado, examinando los adornos que colgaban de un pequeño árbol de navidad que inexplicablemente decoraba la bóveda. — Hmm, diría que esta decoración es más bien de segunda categoría. Muy poco brillo, cero innovación. Este banco no tiene sentido del estilo?

—¡NO ESTAMOS AQUÍ PARA DECORAR, SASHA! — rugió Aqua, casi llorando.

Lucy, en un rincón oscuro (porque siempre hay uno), bufó. — Adrian, tienes idea de cómo funciona una cerradura o sólo estás rezando para que se abra?

—No me presionen, maldita sea! — Adrian siseó, girando el destornillador con la gracia de un Spinda borracho. Lo cual es como un spinda, pero borracho. Osea peor.

Un fuerte clic interrumpió sus palabras.

—Oh, si funciono.

La puerta de la caja fuerte se abrió con un chillido metálico, revelando a un pavo, gloriosamente dorado y humeante, sentado sobre una bandeja plateada, rodeado de ramitas de romero y naranjas.

—Realmente es un pavo... — murmuró Lucy, su expresión de absoluto desprecio inquebrantable.

—SI! MI NOCHEBUENA ESTA SALVADA!

—Querrás decir nuestra nochebuena. — Sasha fulminó con la mirada a Adrian.

—Ñiñiñi, nuestra nochebuena, ASI HABLAS!

En ese momento, las alarmas se activaron, llenando la bóveda con un ruido ensordecedor y luces rojas parpadeantes.

Ah.

—Es eso lo que llaman música? — preguntó Volt. — No le veo lo interesante.

Un sonido estridente de campanas navideñas se sumó al alboroto, reemplazando la alarma tradicional.

—oh! Ya veo lo interesante!

A través de la entrada principal del banco, una escuadra de policías con uniformes verde esmeralda y gorros puntiagudos apareció, armados hasta los dientes con artilugios navideños.

—Deténganse ahí mismo, intrusos! — Grito uno de los elfos.

—ELFOS?! — Exclamó Aqua.

—Si, somos elfos, siempre fuimos canon en el mundo de Jolteon's Found Family.

—Qué es un elfos?

—Tenemos orden de arrestarlos por intento de robo y perturbación navideña!

—Oh no! Nos van a arrestar! — lloro Aqua.

—No jodas. En serio? — murmuró Lucy.

Noir se alzó desde las sombras, su sonrisa pérfida brillando bajo la tenue luz roja de las alarmas.

—Mis queridos cofrades diminutos. — Su voz era melosa, con una pizca de peligro en cada palabra. — Acaso no podemos negociar? No querreis arruinar su bonita Navidad con un enfrentamiento innecesario.

—No hay negociaciones con delincuentes!

—Vamos, vamos. El verdadero espíritu de la Navidad es compartir, no es así? Permitaos compartirles algo a cambio.

—Compartir algo, Noir? — comenzó Aqua, esperanzado. — Quizás podamos devolver el pavo y—

Sin previo aviso, Noir extendió una de sus patas hacia Volt, quien apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de ser levantado como si fuera un proyectil viviente.

—Feliz navidad! — Exclamó con una sonrisa malvada, girando con sus patas traseras y lanzando a Volt directo contra los elfos.

AAAAAAHHHHHHHH! — chilló Volt, girando en el aire como un remolino antes de impactar de lleno contra uno de los elfos, derribándolo junto con dos más.

—AL ATAQUE! — gritó uno de los elfos restantes mientras sacaba un bastón de caramelo reforzado con hierro.

—POR QUÉ ME LANZASTE, NOIR?! — gritó Volt desde el suelo, patas arriba, mientras trataba de zafarse de una red navideña que un elfo le lanzó encima.

—Levantaos, gerrero electrico! Pelea como el trueno que sois!

Aqua se escondio en un rincón, lagrimeando mientras se abrazaba las rodillas.

Los animales tiene rodillas, verdad?

Mientras tanto, Sasha se escondía detrás del árbol decorativo de la bóveda, con los ojos llenos de terror.

—Prometo que nunca más robaré en mi vida! Ni siquiera una galleta! Juro que seré bueno, Santa!

—Eso sería más creíble si no estuvieras usando una corona robada como adorno, — murmuró Lucy, completamente impasible mientras esquivaba un bastón de caramelo que voló cerca de su cabeza. — Por qué sigo con ustedes...? Oh, cierto, porque odio mi vida. Perdón, lo olvidé.

—NADIE TOCARÁ MI PUTO PAVO! — rugió Adrian, usando la bandeja de plata como escudo mientras bloqueaba los ataques de los elfos.

Un elfo saltó hacia Noir con un garrote en forma de bastón de caramelo, pero Noir simplemente se movió un paso hacia la izquierda, dejando que el elfo se estampara contra la pared.

—Oh? — Con un movimiento rápido, Noir atrapó la campanita del gorro del elfo entre sus garras y se la arrancó con un gesto burlón. — Lindo sombrero.

—NO ES UN SOMBRERO! ES UN SOMBRERO NAVIDEÑO! ATRAPENLO!

—Chicos, — empezo Adrian, — me atraparon a mi y al pavo. Podrían rescatarme? Gracias.

—NO HA PASADO NI UN MINUTO! — Grito Sasha.

—Pedí que me rescataran, no que me criticaran, gracias.

— Noir! Haz algo! — gritó Aqua, con los ojos desorbitados, mientras el mismo elfo que había atacado a Noir se lanzaba hacia ella.

Noir sonrió con una teatralidad desmedida y se inclinó ligeramente, como si estuviera saludando a una audiencia invisible. Con un giro elegante, alzó su espada de madera y apuntó al elfo que iba directo hacia Aqua.

—Noble adversario! — exclamó Noir con voz melodramática. — Has elegido enfrentarte a la oscuridad misma. Qué valentía, qué estupidez!

El elfo no disminuyó su velocidad, pero justo antes de que pudiera alcanzar a Aqua, Noir movió su espada con un gesto exageradamente florido, haciendo que el elfo tropezara con un adorno navideño tirado en el suelo. El pobre ser cayó de bruces, dejando un rastro de guirnaldas detrás de él.

—Y así, una vez más, la justicia prevalece! — Noir declaró, alzando su espada al techo con un brillo teatral en los ojos.

—Arceus santo, ya callate y rescata al idiota. — se quejo Lucy.

Noir esquivó con un salto hacia atrás mientras giraba su espada para bloquear el bastón de caramelo del elfo que lo estaba atacando.

—Oh, valiente intento, pequeño duende! — proclamó Noir, desviando el bastón de caramelo hacia el trasero de Adrian.

—HEY, QUE MIERDA TE PASA NOIR!

Uno de los elfos, el que parecia ser el lider de todos ellos, volvio la espalda a todos ellos.

—Saben que? No voy a lidiar con esta mierda hoy. Lanzen la bomba nuclear navideña™.

—L-LA QUE?!-

El estruendo fue ensordecedor. Una explosión masiva cubrió el banco en una nube de humo y confeti brillante completamente radioactivo. Cuando la nube de humo y confeti radiactivo se disipó, el paisaje había cambiado drásticamente.

Los seis y el pavo (milagrosamente intactos) se encontraban ahora en un claro nevado en el corazón del bosque.

Volt, tumbado patas arriba y con un pedazo de cinta navideña pegado a la oreja, levantó la cabeza lentamente.

—Que paso?

—C-creo que salimos volando... — Comento Aqua inteligentemente, ya que si habian salido volando. Muy bien hecho, Aqua. No moriras hoy.

Adrián, todavía abrazando el pavo como si fuera su primogénito, se levantó tambaleándose. Sus escamas azules estaban cubiertas de nieve y confeti.

—Bueno, al menos tengo mi pavo — Adrián miró el pavo con una sonrisa triunfante... hasta que notó un pequeño hilo de humo saliendo de la bandeja. —No... No te atrevas...

Un segundo después, el pavo estalló en llamas, convirtiéndose en una antorcha improvisada.

...

—La verdad no tengo ninguna frase sarcástica. — Dijo Lucy, — Eso es genuinamente deprimente.

***

La nochebuena ya había llegado!

Bueno, ya era el día de nochebuena. Pero se había hecho noche. Así que era nochebuena.

El pavo totalmente quemado estaba colocado en el centro de la mesa.

Todos lo miraban en silencio, sin decir nada (por eso estaban en silencio :o)

Bueno, en realidad Adrián era el único que hacía ruido. Arrancaba y masticaba trozos del pavo con un fervor que resultaba casi incómodo de presenciar. Muy épico.

—Adrian, deja de ahogar tus penas en la comida.

Nunca. Nuestra situación es muy deprimente como para aceptarla y este pavo quemado esta buenísimo.

—El pez azul no está equivocado. — Noir dijo, con seriedad innatural en el. — Pareciera como si la miseria les persigue. No tenia en mente el escapar de mi hogar para volver a mi hogar.

—Y cómo se supone que salgamos de este ciclo de miseria? — preguntó Sasha, empujando un chícharo en su plato con desgano. — Por mi parte, no tengo otro lugar al que volver.

—Típico de la vida, no? — dijo Lucy, su mirada fija en el pavo, pero sin tocarlo. — Todos huimos de algo y terminamos encontrándonos aquí. En la misma mierda, pero con más adornos y tazas de chocolate caliente.

—Deberían dejarme comer en paz, — respondió Adrián con la boca llena, apenas alzando la mirada. — Tal vez si ustedes hicieran lo mismo, dejarían de pensar en lo miserables que son.

Volt, que había estado jugando con un tenedor y miraba distraídamente su reflejo en el cuchillo, levantó la vista.

Extrañan las vidas que tenían antes?

El silencio se alargó tras la pregunta de Volt, denso como una niebla que se extendía por toda la mesa. Incluso Adrián dejó de arrancar pedazos del pavo por un momento, aunque seguía masticando con aire pensativo.

Extrañar es una palabra fuerte. — Lucy fue la primera en romper la quietud. — Quizás extraño... no tener que lidiar con ustedes.

Sasha lanzó una risita burlona, pero no añadió nada, simplemente se encogió de hombros y siguió empujando su chícharo.

—Yo no extraño nada, — dijo Noir, con su usual tono filosófico. — El pasado es una jaula. Una prisión de la que escapé y no deseo volver, ni siquiera en pensamiento.

—Qué profundo. — murmuró Lucy con sarcasmo.

—Creo... Que pienso lo mismo que Noir. — Comentó Sasha.

—Tú, Sasha? De verdad? — Lucy alzó una ceja, escéptica. — No parecías la clase de chica filosófica.

—No soy una chica, y tampoco soy filosófico. — Sasha sonrió agriamenge, dándole un mordisco a un trozo de pan. — Aunque la vida aquí no sea la mejor... La prefiero mil veces más, que la que tenia antes.

—Y cómo era esa vida antes? — pregunto Volt.

—Ehh... Como una jaula?

Adrián bufó, tragándose otro bocado del pavo. — Oh, sí. Claro. Caos redentor. Qué gran filosofía de vida.

—Y tú qué? — le espetó Sasha, con una chispa de furia en la mirada. — Por qué estás aquí?

—Simple. Vine aquí a demostrarle a mi familia que están equivocados y que lograré ser muy rico.

—Porque no me sorprende?

—Y todo es su culpa! — Acuso de inmediato, — claramente, si no fuera por ustedes, ya hubiera logrado mi objetivo.

—Aja... Oye, Voltsy. Tu extrañas tu vida antes?

—Yo? — Volt bajó la mirada al plato vacío frente a él, su reflejo deformado por los bordes redondeados. — No lo sé. Creo que si... Pero también no.

—Eso no es una respuesta, — dijo Lucy, entrecerrando los ojos.

—Es la única que tengo, — respondió Volt, encogiéndose de hombros. — Antes era... más sencillo. Supongo que... Lamento separarme de Guido.

—Guido? — Sasha inquirio, pero antes de que pudiera preguntar más, Lucy hablo.

—Al menos tienes algo que lamentar, — murmuró Lucy, cruzando los brazos. — Yo ni siquiera tengo eso.

—Cómo puedes no tener nada que lamentar? — preguntó Volt, ladeando la cabeza.

Lucy lo miró, su expresión entre fría y cansada. — Porque nunca tuve nada, para empezar.

—Nunca tuviste nada? — Volt la observó con genuina confusión. — Ni siquiera una familia?

—Podríamos no volver esta cena más depresiva de lo que ya es? No tuve nada y ya, deja de preguntar.

—E-eso no es cierto. — Aqua levantó la voz, aunque apenas se escucho. — Me tienes a mi, hermana.

Lucy entrecerro los ojos, aunque Aqua no lo noto y continuo.

—Yo sí extraño mi hogar, — admitió en voz baja, sus ojos posándose en las decoraciones improvisadas que habían logrado salvar. — No era el mejor. Pero, no puedo evitar sentir nostalgia al recordar como era mi vida ahí.

El silencio volvió a llenar la sala, y esta vez parecía ser mucho más incómodo que antes. Pero antes de que alguno de ellos pudiera decir algo, Aqua hablo.

—Pero ese es el punto! Puedo extrañarlo aveces, pero al final del día, se que esa vida ya pasó. Aun tengo a mi hermana, y a pesar de que las cosas no resulten bien la mayoría del tiempo, se que tengo que ser fuerte! Porque al final, somos nosotros quienes hacemos que esta vida sea mejor o peor. Y no importa cuántas veces fallemos... aún estamos aquí. Juntos, no?

El eco de esas palabras flotó en la habitación como un último respiro de esperanza antes de disiparse. Noir rompió el silencio, levantando su copa de agua con teatralidad.

—Aqua, tu optimismo inquebrantable es tan refrescante como molesto. Brindo por ti y tu valiente intento de inspirarnos.

Sasha bufó, aunque con una sonrisa que delataba su aprobación.

—Bueno, supongo que es un brindis válido.

Lucy, por su parte, evitó mirar a Aqua directamente, sus ojos fijos en un punto perdido de la mesa. — Brindemos y acabemos con la noche.

Volt dio un salto en su silla, levantando su propio vaso con entusiasmo. —Yo también brindo! No se que es pero también quiero!

Adrián resopló, alzando su propio vaso.

—De acuerdo. Vamos a brindar de una vez. Por la pandilla de inadaptados que somos, y por el caos que inevitablemente generaremos en los días por venir.

—Pero juntos? — preguntó Volt.

Adrian suspiro.

—Sí, supongo que juntos.

—Salud! — gritaron todos al unísono, levantando sus vasos y chocándolos.
Y así es como la nochebuena terminó para este grupo de inadaptados. Entre el caos, las discusiones y los recuerdos agridulces, lograron algo que no muchos pueden: estar juntos, incluso si no siempre sabían cómo encajar.

Tal vez sus vidas nunca fueron perfectas. Tal vez su árbol terminó en cenizas y su cena fue un pavo robado, pero ¿qué más daba?

En la absurda maraña de sus días, se habían encontrado.

Y al menos por esa noche, mientras las copas se alzaban y las risas ocasionales rompían la tensión, eso era suficiente.

Feliz navidad!

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