—Si, tienes razón Jotaro — musitó cansado Joseph — lo oculte, creí poder adelantarme y conseguir algo, por muy poco que fuera.

Kujo no hablo más, entendía perfectamente sus intenciones, el no ser una carga aún pese su edad.

—No hagas algo imprudente, abuelo — bajo su gorra blanca, tras esto salió de la fundación Speedwagon — es hora de sacar a la luz a ese bastardo.

En el centro de Morioh estaban reunidos en una cafetería Rohan, quién tenía un camisa azul, con bordes verdes, se veía afectado, Okuyasu quien pidió unos días libres del trabajo, no había nadie más con rostro lúgubre que él, Koichi pensaba tras escuchar los incidentes.

—No es tu culpa Okuyasu, todo indica que lo vigilaban y lo querían con la guardia baja — saco la deducción Koichi quien había salido del trabajo, llevando su saco gris y camisa de cuello de tortuga blanco.

—¡Pero..! ¡Pero..! — le salían las lágrimas.

—Si alguien tiene la culpa ese sería yo — declaro Rohan — yo sabía que alguien estaba intentando algo y lo abandoné.

—No puedes ser tan duro Rohan — intento calmarlo, pero se veía renuente.

—Tu gran corazón te impide ver la realidad.

—¡No puedo seguir así! — explotó Okuyasu levantándose de la mesa — ¡Debo buscar al tipo que me uso! ¡Por Josuke!

—Cuentas con mi ayuda, no les permitiré usarme y andar libres —dejo en claro Kishibe.

—No les dejaré ir solos por un asesino — se unía Koichi al grupo.

El grupo se ponía en marcha, sabiendo que el tiempo no estaba a su favor.

En Italia la noche reinaba, la calma era violentada por tres hombres, dos hombres de traje y lentes negros, ellos cuidaban al de en medio, un hombre encapuchado iba a una casa rodeada de agentes misterioso, era la casa de seguridad de Passione.

Los hombres del encapuchado se fueron sobre los mafiosos, la gente de Passione sacaban las armas para descargarlas sobre los extraños, pero ellos solo se estremecían ante la descarga de las pistolas. El estruendo del encuentro llegaba hasta el jefe, quien trabajaba hasta tarde en su estudio, Mista lo acompañaba, estaba de guardia a un lado de la puerta, con su revolver en mano, el aún vestía igual que en los tiempos de Bruno.

—¿Por qué hay tanto escándalo allá fuera? — pregunto sin levantar la mirada.

Una tortuga que estaba sobre un escritorio se asomó por la ventana.

—Tal parece que vienen por ti Giorno — hablo Polnareff, pero no pudo evitar notar que los atacantes recibían los disparos como si nada — eso me recuerda a Vanilla Ice..

—Mista llama a los Cacciatore Di Ombre — pidió el jefe sin mostrar algún sentimiento.

—Lo que digas Giorno — salió de la habitación.

—Veo que estás dispuesto a mostrar los colmillos contra estos tipos — profirió la tortuga.

—¡No me mostraré débil, haré pagar a cualquiera que intente dañarme a mí o a Passione! — mostraba su determinación con tales palabras.

Afuera la batalla casi terminaba, solo quedaban tres guardias de los ocho inicialmente, los extraños habían matado a los agentes de la mafia con solo sus manos, el olor a sangre cubría la amplia entrada, los agentes de la mafia retrocedía al ver lo poco efectivo que resultaban sus armas, la puerta se abrió de golpe, mostrando a dos hombres y una mujer, un italiano de piel negra y un gran afro, tenía una mascada amarilla, una camisa con cuello en uve, acompañado con una chaqueta amarilla, el otro hombre de pelo largo suelto y lentes negros redondos, tenía un bigote y barba que hacían recordar a Drácula de Bram Stoker, incluso tenía un sombrero de copa y ropa gótica, la mujer por otro lado era rubia con una camisa negra, sin mangas con un amplio escote y pantalón café pegado.

—Ustedes han molestado al jefe — los señaló la rubia, mostrando una gran confianza.

—Stela no es necesario que hables con ellos, pronto serán solo unos cadáveres — hablo el hombre pálido con voz ronca.

—No tiene nada de malo Ferdinand, déjala ser — pedía el hombre del afro.

—Nicolás no es momento para discutir — se llevó una mano al rostro.

Los dos hombres de traje que cuidaban al encapuchado se miraron entre si y se precipitaron en su contra, siendo testigos de la sorprendente rapidez de estos hombres trajeados, uno de ellos parecía dispuesto a arrancarle el corazón a Nicolás, pero fue detenido inesperadamente por unas cadenas sujetas a la carne del atacante.

—Eres presa de mi stand — musitó contenta Stella — Es “I Don't Want To Miss A Thing” estás atrapado hasta que yo lo quiera.

Una figura dorada humanoide apareció apoyándose en la pared detrás de Stella, listones colgaban de sus hombros, en su pecho tenía una equis casi parecido a un moño, sus ojos estaban cocidos al igual que su boca, teniendo una expresión de calma, en sus rodillas y codos tenía rombos rosas con puntos blancos, sus manos parecían tener guantes blancos y uno de sus brazos no estaba, en cambio tenía una extensa cadena, la cual llegaba al enemigo trajeado, este cayó arrodillado sin voluntad propia.

—¡Oye! ¡Ese era mío! — renegaba Nicolás sin darle crédito a su compañera por intervenir.

—Si, pero necesitamos a uno — sé explicaba sin disculparse — si los dejara a cargo ustedes no dejarían a nadie vivo.

Soltó una pequeña risa el hombre de cabello largo, sacando una paleta roja.

—Tienes razón, no somos muy cuidadosos con nuestras víctimas — se hecho la paleta a la boca — encárgate de esos tres.

El segundo hombre trajeado  tomo el arma de uno de los cadáveres, disparando contra los Cacciatore Di Ombre, Ferdinand y Nicolás se metieron a la mansión, dejando a Stella con “IDWMT”, quien usaba la cadena donde debía estar su brazo, desviando las balas con la cadena.

—¿Es todo? — Stella se miraba las uñas sin darle gran importancia a su enemigo.

Al ver la poca efectividad del arma optó por el ataque cuerpo a cuerpo, luego de llegar frente ella, la mano del hombre trajeado tocó la de Stella, la cual empezó a congelarse, pese a tener sujeta el brazo del inusual tipo.

—¿Qué es esto? — se alarmó la mujer, no era obra de algún stand, pero una siniestra sonrisa dejo al descubierto los colmillos, el congelamiento iba incrementando.

Continuará…

Nota del Autor:

Esperen actualizaciones cada viernes, espero subir un capítulo, con suerte dos cada semana.

Si les gusta la historia recomiendenla.