—Con estos años que llevo encima me he dado cuenta que los stands son la manifestación psicológica de nosotros mismos, claro existen diferentes excepciones, como Jotaro quien heredó el mismo clase de stand que mi tatarabuelo — pensaba Joseph mientras el avión aterrizaba en el aeropuerto —  y puedo saber que todos los usuarios de stands nos atraemos ¿Una fuerza magnética talvez? Las flechas ¿Con que fin fueron creadas? ¿Tiene que ver con esos hombres del pilar con los que me enfrente? Todo se tuerce, se une volviéndose uno solo, puede que al llegar pueda conseguir información vital para ayudar a Jotaro y con ello saber quién está detrás de todo esto.

Llegó al aeropuerto listo para ir a un domicilio en el que tenía una cita previa.

—Me informe con previsión, la persona a quien veré es un famoso fotógrafo Slovak Hillel, un hombre con un pasado tormentoso, llevo una vida repleta de tragedias, su hermano menor murió por culpa de las drogas, pero rumores apuntan que el que lo metió al vicio fue Hillel, su madre fue asesinada un año después al ir al banco a pagar la colegiatura de Hillel y su padre se suicidó, cosa que a muchos no convence ya que era considerado un hombre feliz y persistente, lo curioso es que se encontró su cuerpo en el cuarto de Hillel — recordaba los datos, en un esfuerzo por mantenerlos en su mente, temía que la edad hiciera de las suyas.

—Su stand debería reflejar su semblante y según cuentan los rumores cada cuatro de diez personas que lo ven les cambia la vida — pensaba intranquilo — significa que el stand se activa al cumplir ciertos requisitos, deberé hacer lo posible para activarlo.

Tomo un taxi, el cual lo llevo a un edificio, su cita era para una serie de fotos en su estudio, subiendo el elevador llegó a una recepción blanca, donde únicamente se encontraba un joven de pelo corto y barba recortada, se acercó a este esperando ver a Slovak.

—¡Bienvenido señor Joestar! — lo recibió el hombre.

—Veo que ya me esperaban ¿Dónde puedo ver a Hillel?

—Tendrá que disculparlo, no podrá reunirse con usted, en cambio yo lo atenderé — respondió con calma y simpatía, pero esto iba contra las metas de Joseph.

—Discúlpeme, yo solo tengo interés en reunirme con Hillel — se retiraba el hombre mayor.

—El no puede estar por mucho tiempo en un solo lugar, algo paso hace unos meses — se apuró a contar el joven, esto hizo que Joseph se detuviera — si, usted también tiene que ver en todo esto.

—¿Quién eres? — pregunto preparándose para lo peor.

—Soy Alexander Turner y se de tu dilema, el sacrificio que intentas llevar, mientras tu mismo te desmoronas — detrás de Turner aparece un stand de grandes brazos con rayas blancas y negras, el resto de su cuerpo era de un azul con detalles blancos y sobre su cabeza un reloj ardía como una lámpara — eres perfecto para “Flourescent Adolescent”, déjame contártelo todo, el camino hasta aquí, el camino de Hillel y el mío, nuestro paso con los stands.

—¡Espera! — intentaba acercarse para detenerlo, pero entonces el fuego en el reloj incremento y las manecillas retrocedían, luces rodearon al Jojo y estás dieron marcha atrás, mientras la luz cegaba al hombre.

Al desaparecer la luz, la vista de Joseph se vio afectada, se retiró los lentes, incluso notó que recupero altura, incluso su masa corporal incremento, no podía entender lo que ocurría.

—Has vuelto a tu mejor edad, ya no serás una carga, ni mucho menos un sacrificio — aclaraba Alexander — es gracias a mi stand y a que tú desearás ser útil.

—¡Oh My God! — bramaba incrédulo tocándose su rostro, sin ninguna arruga encima, con apuró se acercó a un espejo confirmando las palabras de Alexander.

—Ahora necesitas saber la verdad, Hillel no es el malo, el está afectado por su propio stand “Otherside”, este tiene el poder de cambiar de lugar con otro tú — revelaba afligido — el únicamente deseaba saber lo que existía del otro lado, al haber perdido a toda su familia, pensó que así podría mejorar su vida, como la de sus clientes.

—¿Y que quiere este Hillel? A hecho cosas peligrosas en este tiempo — recordaba a Santana y al tipo que podría ser Kakyoin — ¡incluso temo que trajera a un amigo a la vida!

—Si estaba muerto será un problema — contesto Alexander, esto inquietó al Jojo.

—¡¿Qué quieres decir?!

—Veras Otherside trae a otra versión de la persona, pero estando viva siempre llega un mejor “él”, pocas veces implemento su stand en muertos, pero lo hizo a familias afectadas por la perdida inesperada de sus familiares — contaba con tristeza — pero esas personas resultaban violentas y peligrosas.

—¡Entonces eso le pasó a Kakyoin! ¡¿Dónde está Hillel ahora?! — tomo a Alexander de los hombros.

—Fue a Italia, decía necesitar algo de un tal Giorno Giovanna — la noticia atemorizo a Joseph.

—¡No! ¡No me digas que fue por la última flecha! ¡Si es así tendremos serios problemas! ¡¿Dónde irá luego de esto?! — se detuvo a pensar en el siguiente paso.

—No sé, pero estuvo obsesionado con el espacio — algo dentro de Joseph se activo.

—¡Primero Santana, luego ese deseo del espacio..! ¡Debe estar pensando en Kars! ¡Pero estar varado en la infinita nada debió pasarle factura..! — miro a Alexander, entendiendo el plan de Hillel.

—¿Sabrás si dijo algo de un meteorito que caerá? — temía que sus ideas fueran ciertas, pero a esas alturas debía serlo.

—Si, hablaba de que caería un meteoro en Morioh, decía que iríamos — con esas palabras dejo todo en claro.

—¡¿Cuándo?! ¡¿Cuándo?! — zarandeaba al hombre.

—Mañana al anochecer — respondió.

—¡No tenemos tiempo! ¡Llamaré a la fundación Speedwagon! ¡Nos vamos ya! — jalaba al hombre llevándoselo.

—Temo que está situación crezca más allá de nuestras posibilidades, Kars no puede volver y menos tener un stand.

Continuará…