Marilyn limpiaba las escaleras y miraba a cada instante hacia el segundo piso, por si alguno de ambos se asomaba.

La miré limpiar las escaleras y tuve una corazonada, de la que preferí ignorar y bajé lentamente. Ella clavó la mirada en mí y en mis pasos.

Al cabo de bajar, ella sonrió maniática y pensó en lo que venía ideando hacía días.

_ Así con esto, Joey no tendrá excusas para casarse contigo maldita mosca muerta...

Su sonrisa se volcó al vernos acercarnos juntos hasta la escalera y de inmediato se hizo para un lado.

Joey me tomó de la mano y me ayudó a subir otra vez las escaleras, puesto que yo no me sentía muy bien.

Se asomó junto al pasamano y nos observó hasta que nosotros entramos al dormitorio y más reventó de ira y de celos y no lo toleró más.

Recostada sobre la cama, él me miró y acarició mi mejilla.

_ ¿Estás segura que te sientes bien hermosa?

_ Si, solo estoy un poco cansada

_ Si quieres, mejor me quedo aquí a tu lado y así cuido de ambos – le sonreí –

_ Pero ¿No tenías que llamar a los muchachos por lo del recital?

_ Sí, pero lo puedo hacer después, tú y mi hijo me importan más

_ Mi Joey, que tierno eres

Él sonriéndome, se acomodó junto a mí y me miró perdidamente y yo acaricié su cabello y mejilla.

Olvidó que Joey estaba conmigo en la habitación y subió sigilosamente por las escaleras y se detuvo justo en el segundo escalón, y amarró rápidamente en él un hilo de extremo a extremo.

_ Con esto no podrás sostenerte mucho, andrajosa de mierda...

Se imaginó con sonrisas aquella escena y bajó más que urgida los demás escalones y corrió a la cocina, aparentando que siempre habría estado allí.

Un poco mareada, Joey me miró y yo le sonreí más que agotada.

_ ¿Estás cómoda hermosa?

_ Sí, pero ¿Podrías traerme un vaso con agua por favor? Me muero de sed – sonrió –

_ Claro hermosa. Vuelvo en seguida

_ No te tardes por favor, que te necesitamos

_ No me tardaré

Besó mi frente y salió a traerme agua...

a punto de bajar por las escaleras, Marilyn se asomó y quedó sin aliento al ver a Joey bajar precisamente y su corazón lloró su nombre.

_ ¡No! ¡Jovencito espere! ¡No baje!

Joey la vio asomarse de la cocina como loca e ignorándola, bajó el segundo escalón y sintió que algo se le enredó en el pie. No pudo sostenerse y rodó por las escaleras.

_ ¡JOEY!

Viéndolo rodar, Marilyn quedó perpleja y Joey llegó inconsciente y con la frente cubierta de sangre al suelo.

Llorando desquiciada frente a su patrón, el que no reaccionaba, no fue capaz de atenderlo y salió huyendo.

Mi corazón se quebrantó al ver a Joey tirado inconsciente en el suelo y corrí escaleras abajo.

_ ¡JOEY! ¡JOEY! ¡¿QUÉ PASÓ?!

Me eché sobre su pecho y traté de hacerlo reaccionar y él sin despertar, me vino la desesperación y angustia.

_ ¡Joey! ¡Joey, despierta por favor! ¡Despierta!

Asustada, no entendía que había pasado. Toqué su frente llena de sangre y escurriéndome las lagrimas, pedí ayuda con sollozos y Rolf horrorizado al ver a su patrón tirado en el suelo, se acercó rápidamente.

_ ¡Qué fue lo que pasó señorita!

_ No lo sé, lo vi tirado aquí junto a la escalera y no reacciona ¡Rápido llama a una ambulancia!

_ ¡Si señorita!

Rolf corrió a marcar el número de urgencias, cuando de pronto Joey comenzó a abrir lentamente los ojos y me vio llorando junto a él. Ahí mi corazón volvió a respirar profundo.

_ ¡JOEY! ¡AMOR MÍO!

Le daba todo vueltas y queriendo enderezarse, yo lo ayudé a sentarse y él me miró preocupado.

_ ¿Qué fue lo que pasó?

_ Sentí un ruido y me asomé a la baranda y te vi aquí tirado inconsciente

Le dolió la cabeza y se tocó la frente e hizo una mueca. Se vio la mano con sangre y de pronto lo recordó

_ Es cierto, venía a la cocina para llevarte un vaso de agua y cuando bajé por las escaleras, sentí algo en el pie y no me pude sostener y me caí – abrí los ojos de miedo y toqué su frente –

_ Oh dios mío. Pudiste haberte hecho más daño cariño. Ven, necesitas recostarte, Rolf está llamando a una ambulancia

Se sostuvo con cariño de mi brazo y se colocó de pie.

_ No, no es necesario mi amor. ya me siento mejor

_ Pero aún así, te curaré la frente mi amor. Siéntate ahí en el sofá, iré al botiquín...

Corrí como pude hasta el botiquín y Joey aún mareado, miró las escaleras y recordó a Marilyn y sus fuertes gritos de alerta para que él no bajara, y se acercó rápidamente hasta la escalera y la subió.

Quedó sorprendido al ver el pedazo de hilo cortado justo en el segundo peldaño y entonces se dio cuenta de todo y estalló de ira.

_ ¡MARILYN! ¡MARILYN!

Aceleré los pasos al oír sus gritos y lo vi sumamente enfadado y no comprendí. Me acerqué a él y Joey me miró preocupado.

_ ¿Qué pasa? ¿Por qué estás gritando cariño?

_ Ya sé lo que sucedió mi amor

En eso Rolf se le acercó y Joey lo miró molesto.

_ ¡Donde esta Marilyn!

_ No la he visto jovencito

_ ¡Búscala! ¡Te exijo que la traigas ahora ya aquí!

Rolf lo miró sorprendido por la conducta inesperada de su patrón y sin poder contradecirle corrió a buscar a Marilyn.

Sentado en el sofá, yo le curé la herida de su frente y Joey aún mareado, tomó mi mano y yo lo miré.

_ Me muero si te hubiera pasado algo Stephanie

_ Tranquilo mi amor, no pienses en eso

_ Fue una trampa mi amor y era para ti, para que tú te cayeras por las escaleras

Lo miré con miedo y me toqué de inmediato la barriga, como queriendo proteger a nuestro bebe y él acarició mi mejilla.

_ ¿Quieres decir qué?...

_ Así es y ya sé quien fue la causante

_ Oh dios...

_ Afortunadamente nada les pasó, pero esto no se va a quedar así hermosa. Te lo prometo...

La herida le ardió y quejándose, logré colocarle un parche en la frente y Joey me sonrió.

_ Eres la mejor enfermera de todas – le sonreí con pena y él me miró perdidamente –

_ Qué bueno saberlo y que estés bien amor mío – me abrazó -

_ Ahora solo necesito mi dosis de tus apasionados besos y con eso estaré recuperado – volví a sonreírle -

_ Jejeje con gusto te los daré...

A punto de besarnos, Rolf apareció con Marilyn atada a su brazo. Joey la miró con abominación y ella bajó la cabeza más que nerviosa y desesperada.

_ ¿Y dónde se supone que estabas tú?

_... En el jardín jovencito, estaba regando las plantas

_ Mentira ¿Por qué no confiesas de una vez por todas que intentaste lastimar a mi mujer y a mi hijo?

Marilyn se descolocó y sin saber que decir, Rolf miró con enfado a su patrón y Joey más que furioso, yo tomé su brazo, nerviosa, y Marilyn me miró con odio.

_ Eso es una gran acusación que está haciendo en contra de mi hermano, joven

_ ¿Porque te quedas callada Marilyn? Quiero saber dónde te encontrabas cuando yo accidentalmente me tropecé y caí por las escaleras

_... Ya se lo dije. Estaba regando el jardín

_ ¡Deja de mentir! ¡Sé que fuiste tú la que ató ese trozo de hilo en el peldaño! ¡¿Con que motivo lo hiciste eh?!

_... ¡Yo nunca haría semejante barbaridad!

_ ¡¿Ah no?! ¡Entonces porque mierda cuando yo venía bajando por las escaleras, tú saliste gritando de la cocina que me devolviera!

_...

Rolf la miró anonadado y yo junto a Joey, la miré con rabia. Ahí me di cuenta de sus verdaderas intenciones y Marilyn miró a Joey perdidamente, con los ojos llenos de lágrimas y de arrepentimiento.

_ ¡Confiesa de una puta vez! ¡Si no quieres que llame a la policía!

Ella ya no pudo más y estalló en gritos.

_ ¡Yo no quería lastimarlo a usted! ¡Quería que tú te cayeras de las escaleras!

Me tensé de miedo y la miré sin palabras. Joey la miró con decepción y odio.

Rolf frustrado, no tuvo que palabras decir y sin poder defender a su hermana, Marilyn me miró con rencor.

_ Esto no te lo voy a perdonar nunca Marilyn. Quisiste lastimar a mi mujer y a mi hijo y eso no tiene perdón

_... Pero joven...

_ Quiero que te largues ahora ya de mi casa, si no quieres que te denuncié por intento de asesinato

Rompió en llantos y yo tomada del brazo de Joey, Marilyn deseó darme una golpiza.

_ ¡Maldita! ¡Ahora estás contenta! ¡Joey era mío, hasta que tú llegaste a esta casa y me lo quitaste!

La miré desconcertada y Joey la miró sorprendido y se dio cuenta de los verdaderos sentimientos de Marilyn.

_ ¿De qué está hablando esta mujer Joey?

_ ¡Maldita! ¡Mil veces maldita!

_ ¡Ya basta! ¡Entre tú y yo nunca hubo nada! Yo sentía aprecio por ti, al igual que por tu hermano por estar siempre conmigo en esta casa, pero creo que me equivoqué... No eres la persona que creí conocer – sus lágrimas escurrieron por las mejillas -

_... Joey

_ Quiero que te vayas ahora ya de aquí y te lo advierto, si intentas acercarte a mi mujer, no tendré la misma consideración que ahora

_... Yo lo quiero

_ Pero yo no. Ahora largo...

Destrozada, volvió a mirarlo y solo recibió el aborrecimiento de ahora su ex jefe y Joey preocupado por mí, yo lo abrasé fuerte y me puse a llorar, temiendo de que algo más grave le hubiera pasado por culpa de ella.

Rolf sin poder hacer nada, tomó a Marilyn, la que no dejaba de llorar en el suelo y se la llevó a que hiciera su equipaje.