Transcurrieron los días con normalidad, tanto Shoto como Denki se dedicaban a cumplir las tareas de su respectivo trabajo, para el inicio de la primavera el doncel estaba mejorando en su rendimiento especialmente cuándo iba a las oficinas de la agencia, pero su novio no tanto, aunque se esforzaba diariamente los villanos con los que se enfrentaba fácilmente podían superarlo, sus amigos le señalan que se debe a la falta de experiencia pero esto solo pudo desesperarlo más.

Estudió y entrena para ser capaz de frenar a los criminales independientemente de cuánto lleven en las calles o sus quirks, ¿cómo es que no puede hacer algo tan simple?

Era la pregunta que lo rondaba estos días, incluso hoy que era su descanso y se quedó en casa para cuidar a las gemelas. Dedicó la mañana a jugar con ellas usando sus muñecos preferidos y luego les leyó un par de cuentos.

En el cuarto dejó a Koyuki durmiendo mientras Nariko jugaba con su peluche de All Might, o más bien lo apretaba y azotaba contra el colchón, algo muy divertido para ella. Salió hacia la cocina y empezó a revisar los mensajes sin leer.

Su cuñada, Hayami, le envió el link de un artículo de noticias, abrió la nota con título amarillista y leyendo el poco texto que contenía sólo pudo reafirmar su desprecio a los medios, exageran cada cosa y enaltecen las mentiras más descaradas que puede haber con tal de llenarse los bolsillos.

Como ahora, con el encabezado "¿Tenemos la pareja más sexy de la nueva generación?" Y fotos de él hablando con Camie en la banca de un parque, una empresa estaba recibiendo miles de visitas y comentarios.

Hace tres días, por la tarde Todoroki estaba yendo a comprar pañales de la marca específica que no irrita a Koyuki y no encontraba en ninguna tienda aledaña al depa de Iida, cuando a medio camino se encontró con Utsushimi que lo saludó como siempre y le sacó plática unos minutos antes de invitarlo a una fiesta que organizaba el próximo fin de semana. Luego se despidieron normal como amigos y siguieron sus caminos, nunca se dieron cuenta de que los observaban, menos de que les tomaron fotos.

Y hay que ser muy imbécil para ver algo "romántico" en una charla tan simple y corta. Cerró el enlace decidiendo ignorar el tema, los chismes no duran mucho y pronto se les olvidará al público semejante estupidez.

Quiso buscar algo de beber, del enorme refrigerador sacó un par de hielos que puso en un vaso grande y fue a servirse café.

Vio la cafetera muy sucia por lo que vació en su vaso el líquido que quedaba y se dispuso a pasarle un trapo húmedo al aparato mientras que el recipiente lo echó a los trastes.

«Denki no tardará en llegar...», pensó viendo por la ventana que empezaba a ponerse el sol.

Carraspeó repetidamente, tenía molestia en la garganta, quizás se estaba enfermando otra vez, probablemente deba hacer caso a su hermano y consumir un par de vitaminas que fortalezcan su sistema inmunológico aunque sabe que su alimentación incorrecta también tiene algo que ver, otros como Denki y hasta Tenya se lo han mencionado.

«Un almuerzo más completo estará bien» pensó mientras pasaba el trapo húmedo. Una extraña sensación lo recorrió de pies a cabeza, como si algo anduviera mal, no sabía si era en el ambiente o qué, era muy raro.

—¡¿Y cuánto tiempo llevas tirando el agua?! Está bien que Iida se quede este fin con Mei pero no te pases —Escuchó de repente un reclamo justo a su lado, ver de la nada la mano de Kaminari cerrando la llave del fregadero lo desconcertó.

«¿El grifo? ¿A qué hora lo abrí?»

Todoroki parpadeó confundido, aunque su vista periférica le fallaba pudo distinguir a su novio cargando a Nariko que estaba llorando desesperada, apenas lo vio acercarse al microondas cuyo pitido de aviso no había notado, sacó un biberón del horno y comprobó la temperatura para después dársela a la bebé.

—Voy a bañar a Koyuki, espero no se haya rozado por tener sucio el pañal por quién sabe cuánto. ¡Mierda, sabes que tiene la piel sensible!

El doncel se fue dando zancadas al cuarto, casi nunca lo vio así de molesto y jamás le habló en ese tono lo que implicaba que en serio lo sacó de sus casillas, pero ¿cómo?

Shoto miró sus manos, los dedos arrugados por estar mucho tiempo en contacto con el chorro de agua, echó un vistazo a su alrededor, a unos centímetros la cafetera limpia pero el trapo ya sucio ahí al lado, los hielos de su café se habían derretido y hasta parte de su playera se mojó al estar frente al fregadero.

Poco a poco su vista volvía a la normalidad, dio unos pasos hacia atrás, giró sobre su eje, se sentía extraño, casi como flotando, le costaba entender que sus manos y pies le hacían caso, apenas los sentía.

Y aún más raro no recordaba haber dado ni un solo paso hacia el fregadero o que el tiempo hubiera avanzado, ni siquiera que Denki lo saludara al llegar y posiblemente antes de gritarle le dijo un par de cosas antes que tampoco recuerda.

Asomarse a la ventana y ver que ya era completamente de noche lo descolocó todavía más.

«¿Qué demonios pasó?»

Se cuestionó mentalmente, buscando entre sus recuerdos, pero realmente tenía una laguna, lo cuál no era para nada normal.

Se peinó hacia atrás y pasó una mano por la cara frustrado, esto no tenía ningún sentido.

Dubitativo pasó por donde se fue Denki queriendo hablar con él, aunque presentía que podría ser difícil si estaba tan molesto.

¿Cómo pudo desconectarse así? ¡Tenía a las niñas a su cargo! Cualquier cosa les pudo suceder por no estar atento.

Una terrible culpa y miedo lo invadieron de repente, esto no podía repetirse jamás.

Una mañana saliendo de un turno nocturno Todoroki fue a entregar un informe confidencial a una comisaría vecina como favor que le pidió su jefe. Por el radio de la policía se enteró de que el villano venenoso que atacó a Endeavor fue visto en los alrededores asaltando a una pareja, como estos se resistieron usó su poder contra ellos y contra todo el que le estorbara, aunque no estaba trabajando y una fuerte migraña lo molestaba, el bicolor quiso apoyar.

Conectó su intercomunicador al canal de la comisaría y empezó a explorar la zona, tomando las rutas que según la policía local pudo haber tomado, con su poder cubría rápidamente varias calles.

Afuera de una tienda de ropa logró ubicar al sospechoso aunque intentó cubrir su cara con la capucha, traía la gastada vestimenta que reportaron: sudadera gris, pantalón café y unos tenis muy sucios que alguna vez fueron blancos.

Informó la posible identificación y se acercó con cautela, pasando entre la gente y disimulando que lo observaba, sin embargo, el sujeto debió notarlo igual porque aceleró el paso.

Shoto también aumentó su velocidad, esquivando ciudadanos, puestos, bancas y demás dando inicio a una persecución, siguió al fugitivo hasta una construcción en obra negra, saltando cercas de seguridad, destrozando embalaje de material, subiendo escaleras, el hombre era muy escurridizo. Incluso podía esquivar el hielo que generaba en el suelo dando grandes saltos y usar su fuego no era una opción segura en un sitio así.

—Hay otro villano, creo que es de la liga, estoy siguiendo su rastro —Se escuchó que informaba un policía por la señal de radio.

El semialbino siguió avanzando tras el criminal escaleras arriba, lo vio cruzar lo que será una puerta y cuando pasó por ahí un plástico que colgada le dio en toda la cara. Lo apartó al instante y buscó con la mirada al fugitivo pero no lo ubicaba, no obstante el ruido de varillas deslizándose en el suelo lo alertó, fue hacia donde se oyó y logró verlo detrás de un montón de trabes metálicas sin instalar.

—¡Detente! —ordenó viéndolo echarse a correr de nuevo, el cansancio y hartazgo se intensificó cuando un zumbido empezó a molestar sus oídos.

Puso una mano en el suelo y usó su hielo que solo pudo atrapar parte de un pie.

«Tengo poco alcance...» señaló mentalmente, normal por no haber dormido desde hace casi veinte horas.

Mientras el héroe se acercaba, el hombre liberó su pie del calzado y quiso volver a correr pero le era difícil con el suelo congelado. Al tener cerca al bicolor se dio media vuelta y alzó los puños dispuesto a pelear, dio una patada con intención de derribarlo pero solo fue un truco para despistarlo.

Su intención fue tomar del brazo a Shoto, debido a que alcanzó el límite de su toxina huyendo de los civiles solo pudo lanzar al joven a varios metros de distancia sin fijarse que lo aventó hacia una ventana sin terminar.

Que el héroe cayera al vacío no estaba planeado, se paralizó cuando se dio cuenta de lo que hizo.

Todoroki quiso usar su fuego en cuanto notó que lo tocaba pero no funcionó, probó con su hielo pero tampoco pudo usarlo. En los segundos de incomprensión por no poder hacer nada con su poder apenas se dio cuenta de que fue arrojado del penúltimo piso.

Ahí estaba de nuevo la vista de túnel, a medida que sentía que iba cayendo, su poder y cuerpo entero no respondía e intentaba que su mente no se nublara, lo invadió el miedo de que estaba a punto de morir y solo pudo pensar en que no volvería a ver a Denki ni a sus hijas.

Todavía no escuchó su primera palabra, no ha visto sus primeros pasos, ni siquiera le ha dicho a su novio lo mucho que significa para él...

No muy lejos de allí, Deku arribó al vecindario acatando las órdenes de unirse a la persecución del villano, se movió rápido pero cuando llegó le dijeron que Shoto ya se había adelantado, intentó contactarlo por radio mientras exploraba por su cuenta, pero no hubo respuesta.

El héroe de traje verde se movía apresurado, corriendo doblaba en una calle cuando vio a varios metros de distancia el momento exacto en que su amigo iba cayendo de varios metros de altura. Su corazón dio un vuelco, hizo un esfuerzo por salir del shock y a punto de propulsarse hacia él vio claramente como Shoto era atrapado en el aire por alguien que no le costó reconocer pero sí creer que era él.

Se trataba de Dabi.

Aún en plena conmoción aumentó su velocidad y fue hacia ellos, cuándo el azabache notó que se aproximaba lanzó una llamarada de fuego que Midoriya esquivó al instante, Dabi aprovechó el momento para dejar al bicolor en el suelo.

Una vez que el fuego se extinguió el villano andrajoso ya no estaba pero Shoto sí, el pecoso se acercó a revisarlo con el pánico en sus ojos verdosos, suspiró de alivió cuando verificó que tenía pulso, lo llamó pero el chico no respondió, echó un vistazo a todo su cuerpo, apenas tenía unos rasguños y moretones.

«¿Lo salvó de morir?», se preguntó rememorando el momento en que vio a un miembro de la liga evitar que Todoroki sufriera un horrible accidente.

—¡Necesito paramédicos en la calle Masato! Tengo un héroe inconsciente —pidió a través de su intercomunicador, la angustia en su voz era casi palpable.

Un par de horas después Bullrush se quedó en la sala de espera del hospital, Iida lo envió para recibir informes de Izuku y Shoto mientras él coordinaba con la policía lo sucedido. Desde luego Jaguaro se burló de él por ser algo así como niñera del nepobaby*.

—Deku no tenía heridas, es muy amigo de Todoroki ¿para qué te mandan? —dijo Jaguaro en la línea telefónica.

—No sabemos si el villano lo envenenó también, hay poca comunicación en este caso —dijo Bullrush recargándose en una columna, cruzado de brazos—. Por mucho que me moleste, las órdenes fueron claras.

—Bah de otro nepobaby...

El héroe iba a continuar discutiendo cuando llamó la atención de todos un joven rubio que llegó corriendo al cubículo de recepción que atendía una enfermera. Todo en él era raro, muy desalineado, con un sombrero que se le venía cayendo, cubrebocas puesto al revés que se quitó para hablar y lo más llamativo eran las bebitas que lloraban siendo cargadas en un portabebés especial para gemelos.

—Señorita, me dijeron que mi novio fue admitido aquí —habló acelerado poniendo una mano en el mostrador a la vez que regulaba su respiración, debió correr desde la entrada o quizás antes—. Su nombre es Todoroki Shoto. Díganme donde lo tienen, ¿cómo está?

Escuchar ese nombre despertó la curiosidad del héroe, solo los distanciaba metro y medio así que podían oír con lujo de detalles, solo tenía que disimular un poco. Ni siquiera sabía que Shoto tenía pareja. ¿Y quienes eran esas bebés? Escuchó a su amigo despedirse y terminar la llamada, ni le respondió por atender el chisme.

—Señor solo podemos informar a familiares directos —respondió la enfermera en un tono muy grosero a la vez que miraba con desagrado a las gemelas, claramente no le gustan los niños.

—¡Mi suegra y cuñada están atoradas en el tráfico! No puede ser que no puedan darme una simple actualización de su estado —protestó el chico con impaciencia quitándose el sombrero, se movió unos pasos más para calmar a las niñas abrazándolas que para resignarse.

El rubio estaba muy exaltado, las bebés estaban inquietas también y no dejaban de llorar.

Desde su posición Bullrush ya no era discreto al ver al joven con las gemelas, estaba dando un paso para acercarse con él cuando llegó un apurado Deku a la sala.

—¡Denki! —Lo llamó yendo hacia él, la mirada que le dirigió el doncel era de clara desesperación—. Están atendiendo a Shoto, no han dicho mucho, pero ya está despierto, respondiendo.

—Izu... ¿Qué demonios pasó? Me dijeron que cayó de un quinto piso —dijo con angustia en su voz, seguía aterrado y pálido desde que recibió la llamada, se dieron cuenta al verlo apretando con fuerza el sombrero en su mano.

—Sí, pero no sufrió por la caída... Más bien se desmayó, por eso lo traje.

—¿Fue el quirk del villano?

—Te digo que no sé todavía, cálmate un poco.

Midoriya guió a su amigo a una silla cercana, esperando que pudiera tranquilizarse. Sin embargo, el llanto de las niñas tampoco lo facilitaba.

—¿Quieres pasarme a Nariko? Es menos tímida conmigo.

—Solo... Tienen una infección otra vez, no nos dimos cuenta porque pueden regular su fiebre, creo que lo heredaron de Shoto —explicó Kaminari desabrochando los seguros de Nariko, si el padrino quería ayudar no iba a desaprovechar su buena voluntad—. El resfriado es común a su edad pero las pone muy incómodas. Ayer las llevamos a revisión, cambiaron un medicamento y mejoran, pero siguen inquietas.

Bullrush espabiló un poco para recuperar la seriedad antes de caminar hacia los más jóvenes, no debía espiar conversaciones ajena, sin embargo, ahora estaba intrigado por los detalles. Si Xibi estuviera aquí seguro lo regañaría por ser tan fisgón.

—Buenas tardes, Deku, ¿qué te han dicho de Todoroki? —preguntó el héroe toro viendo de soslayo a su acompañante que estaba ocupado con la otra bebé.

El aludido se puso nervioso, olvidó por completo que su colega vendría también, recuerda que sus amigos no quieren que se sepa de las niñas, por lo que afianzó el agarre de Nariko contra su hombro evitando que la vea directamente y contestó.

—Tenía bajos niveles de glucosa y presión, incluso empezaba a tener hipotermia. Claramente su cuerpo se descompensó terriblemente.

—¿Cómo sobrevivió a la caída? —Se cuestionaban todos, pero Kaminari lo hizo en voz alta.

—Lo salvé en el aire, en el momento justo —mintió Izuku intuyendo que revelar la verdad solo empeoraría la imagen de su amigo, incluso ante su compañero pues sabe bien que no lo estima mucho.

Y es que un héroe siendo salvado por un villano no se ve todos los días, él apenas puede creerlo. Por nada del mundo quiere que esa información llegue al público o a los medios de comunicación.

Un silencio extraño se formó, apenas interrumpido por los balbuceos de las bebés que al menos ya no lloraban, pero tampoco estaban muy calmadas. Midoriya seguía nervioso, Denki angustiado y el otro impaciente por irse a la vez que dubitativo, le pareció curioso el particular rayo que distinguió en la melena rubia, por un segundo consideró haber visto algo así en otro lado.

Deku se puso de pie rápidamente aún cargando a Nariko, Kaminari lo siguió cuando vio que se dirigía a un médico, debía ser quien le estaba dando los informes. Por su parte Bullrush prefirió guardar algo de distancia, aún escuchando todo tal como se le solicitó.

—¿Su madre aún no ha llegado? —cuestionó el doctor con una tabla de documentos en mano.

El doncel maldijo los protocolos antes de responder.

—No, pero ya no debe tardar en llegar. ¿Puede decirnos cómo está Shoto?

—No tiene heridas de gravedad, su azúcar y presión ya están estables al igual que la temperatura. En este momento lo está evaluando el doctor Ichinose, un psiquiatra.

—¿Y eso por qué? —inquirió Izuku.

—Todoroki reveló no poder usar su quirk para salvarse, ninguna bala inhibidora lo tocó, los análisis de sangre muestran que todo está bien en su sistema. La jefa de neurología vendrá a evaluarlo, pero también existe la posibilidad de que se deba a algún factor psicológico.

—¿Se recuperará? —preguntó Bullrush.

—Físicamente sí, mañana podría ser dado de alta pero todo dependerá de la evaluación del doctor Ichinose y la doctora Sunohara. Ahora si me disculpan, debo volver a mis rondas.

—Gracias doctor.

Midoriya quería decir algo pero el celular de Denki sonó fuerte y claro, este lo contestó sin ver y se alejó unos pasos para decirle a Fuyumi donde estaban. Nariko en sus brazos se removió, temiendo que volviera a llorar no le quedó de otra más que darle la vuelta y dejar que vea a donde están su papá y hermana.

Instantes después Bullrush vio entrar a dos mujeres muy parecidas entre sí, Deku las presentó como familia del bicolor y de paso a Denki como amigo cercano suyo y de Todoroki, deliberadamente evitó hablar de las bebés pero el héroe toro les veía similitud con la hermana y el mismo bicolor.

Creo que lo heredaron de Shoto.

«No. Me. Jodas.»

Sus sospechas eran disparatadas, pero no infundadas, esas niñas tenían que ser hijas de Todoroki, aunque el supuesto novio no encaja del todo en el escenario que se está imaginado.

A menos que... Sea un doncel.

La vida privada de sus compañeros no suele interesarle, pero este caso vaya que lo dejó intrigado, si de veras este chico que considera soberbio y privilegiado es un padre de familia pues que mala suerte que sus poderes fallen en batalla, sería un problema quedarse sin trabajo.

De cualquier forma este no es el momento para especular nada, los médicos aún no dan un diagnóstico certero, y ya que sabe que no está en peligro de muerte puede volver a la agencia a hacer trabajo de verdad.

Bullrush se despidió con cordialidad y luego se retiró para ya no molestar a la familia, nadie le prestó mucha atención, estaban más al pendiente de Shoto y lo que pudieran decir los médicos.

Cuando cayó el atardecer autorizaron las visitas para el cuarto del joven héroe, Rei consideró que Kaminari era el indicado para pasar primero y por supuesto nadie objetó. Mientras ella junto a su hija cuidaban a las gemelas.

Cuando el doncel entró al cuarto tenía frío, un nudo en el estómago y la mente repleta de escenarios horribles, llegó hasta la camilla y vio a Todoroki medio adormilado, en cuánto este lo reconoció intentó sentarse pero el menor no lo dejó.

—No te muevas, debes estar cansado.

—Me duele todo como si hubiera atravesado el bosque de las bestias tres veces.

El heterocromático se quejó queriendo alzar la mano, misma que el rubio tomó y estrechó contra su mejilla.

—Bueno es lo que pasa si te saltas el desayuno.

—Lamento angustiarte otra vez...

El semblante sereno que Denki intentó mantener se desapareció al instante, era ridículo fingir, otra vez casi se muere del susto con una maldita llamada, no será raro que tenga pesadillas con el mendigo ringtone.

—Dime que siempre llegarás a casa... —dijo el de quirk eléctrico con un hilo de voz, cada incidente que pasa Shoto es peor que el anterior y le da pavor pensar que alguna vez sea uno fatídico—. Dime que jamás nos dejarás, que no te sacrificarás.

El bicolor no decía nada, una presión en el pecho casi le aplastaba el corazón y solo podía mirar a su novio desmoronándose. Ninguno quería pensar en un futuro donde no estuvieran juntos criando a sus hijas, pero los designios del universo nunca están en sus manos.

Aún así la ilusión de que sí lo estaban puede darles un instante de calma.

—Necesito que lo digas aunque sé que es mentira. Por favor —rogó el menor con lágrimas acumulándose en sus ojos.

—Siempre llegaré a casa —respondió Shoto por fin, una promesa falsa aunque no se dedicara al heroísmo.

Para Kaminari escucharlo fue el detonante de su llanto, se dejó caer de rodillas y estando en el borde de la camilla lloró lo que se guardó durante mucho, mucho tiempo.

Fue liberador para Denki.

Y casi una bofetada para Todoroki.

¿Estar juntos siempre sería así de desgastante?

No sé si hace falta que lo aclare, pero igual lo hago, nepobaby* es un término que suele usarse para referirse a los hijos de profesionales que se ven beneficiados por la trayectoria de sus padres cuando deciden incursionar en la misma carrera.

Muchas gracias a quienes siguen leyendo <3 nos acercamos al final, trataré de traerlo lo más pronto posible nwn