Todoroki volvía para terminar su turno en la agencia después de dar su declaración en la estación de policía por la aprehensión de un hombre que apuñaló a su jefe, pasaban de las once de la noche cuando fue interceptado por un Midoriya muy acelerado.

—¿Qué pasa?

—Tu padre... Dio una entrevista en Amazing Things —expresó el pecoso que no tardó en notar el desconocimiento de Shoto por la expresión que puso—. El programa nocturno sobre héroes más importante, incluso tiene horario estelar.

—¿Y luego? Qué me importa lo que haya dicho en un show de chismes...

—Te mencionó.

El semialbino se interesó tan solo un poco, iba a preguntar más cuando Izuku reprodujo en su celular un fragmento de la entrevista, por poco le golpea la nariz al poner la pantalla en su cara.

—¿Qué nos dice de su hijo menor? Shoto ha demostrado ser un héroe capaz y muy efectivo al igual que usted, Endeavor.

—Estoy orgulloso del comienzo de su carrera, su gran poder lo hará llegar muy lejos, mucho más que yo. En cualquier momento vas a querer tenerlo en esta silla.

—Sin duda nos encantará tenerlo como invitado especial. Algunos se preguntan por qué no está trabajando con usted, en su agencia...

—Que tomara un camino apartado de mí fue la mejor decisión, le enseñé lo que sé, pero desaprovechar la oportunidad de aprender de otros grandes héroes hubiera sido un error.

—Difícilmente alguien es mejor que el actual número uno. ¿En algún momento lo veremos como jefe de la agencia? Es de esperarse que herede el trono.

—Shoto al igual que sus contemporáneos está construyendo sus cimientos por sí mismo, estoy seguro de que muy pronto levantará su propia agencia como planeó desde muy chico y escalará velozmente en el top cien. Tiene un gran potencial, es un Todoroki después de todo.

El bicolor pausó el video tratando de imaginar qué carajos pensaba Enji al dar esas respuestas.

«¿Una agencia propia? ¡Ese nunca ha sido mi plan!»

Claro que la idea no suena mal, pero esa entrevista fue muy pretenciosa y hasta lo dejaba como un beneficiado del nepotismo. ¡Es lo último que quiere! Eligió esta profesión para salvar gente, encerrar criminales, la fama de ser el mejor héroe no le interesa y tampoco quiere que ser hijo de quien es le allane el camino. Lo lejos que llegue será por mérito propio y no las palancas de su padre.

—Creí que debías saberlo, por si te buscan los medios —explicó Deku guardando su celular.

—Ese maldito... ¿No se cansa de fastidiarme?

—Tuvo el descaro de maquillar tu ausencia en su agencia...

—Que se puede esperar de ese- —Shoto apretó la mandíbula evitando perder el aliento insultado a su progenitor—. Como sea, debo terminar mi turno. Te veo mañana.

—¿No quieres que te acerque? —inquirió Midoriya pensando que podría llevar a su amigo en la motocicleta que adquirió hace unas semanas, es de segunda mano pero está encantado con la velocidad y el rugir del motor.

—No gracias, estoy bien.

Deku asintió comprensivo y se despidió con un ademán de manos. Por su parte Todoroki retomó su andada hacia la oficina donde dejaría los reportes del día y finalmente retirarse a casa con su familia.

La mañana siguiente no estaba yendo bien para el joven Shoto, desde temprano recibió varios mensajes en las únicas dos redes sociales que usa —por pura insistencia de Ochaco y Momo— queriendo saber más de las cosas que dijo Endeavor en Amazing Things y cuándo llegó al trabajo, por primera vez prestó atención a las miradas pesadas de varios de sus compañeros.

—Les dije que solo estaba jugando aquí.

—¿De cuantos pisos construirás tu agencia con el dinero de tu papá?

—Eh chico, ¿tus empleados harán el trabajo sucio para que te lleves los aplausos?

Fueron algunos de los comentarios burlones que soltaron mientras pasaba por entre los cubículos, se preguntó si siempre cuchicheaban así a sus espaldas.

«Ojalá cerraran la maldita boca»

En realidad no le interesa mucho lo que piensen de él, no obstante, aprendió lo esencial que es tener una buena imagen como héroe ante la sociedad y más importante sabe que debe mantener una buena relación con los compañeros para trabajar debidamente en el campo. No piensa cometer el mismo error garrafal que casi le cuesta su licencia temporal en primer año.

Ya no es el mismo de ese entonces, gestiona mejor sus emociones y deslinda sus daddy issues del trabajo, aunque odia que a veces el universo lo quiera regresar a la línea de salida.

—¿Qué demonios es esto? ¿Están todos en secundaria o qué mierda? —gritó Xibi saliendo de alguna oficina.

Con las manos en la cintura y la mirada firme hizo que la mayoría diera un respingo y se pusiera a hacer otra cosa, el resto solo se quedó en silencio.

Todoroki le agradeció con un gesto y continuó su camino, se disponía a revisar unos folders cuando Ingenium se acercó a él y le pidió hablar en privado. Fueron a la sala de juntas donde muy brevemente su amigo le contó que a pesar de las pocas horas que pasaron desde la transmisión de la entrevista ya le estaba causando estragos a la agencia, en redes sociales y artículos periodistas los estaban criticando por su linaje de héroes al igual que a Todoroki, ociosos usuarios afirmaban que la generación en ascenso compraron sus carreras y que difícilmente serán verdaderos héroes si tuvieron familia que les facilitaron el camino.

Ni Tenya ni Shoto estaban mortificados por esos disparates pero saben que afecta a la agencia que representan, después de todo la popularidad juega un papel muy especial en la carrera de los héroes.

—Lamento causarles molestias... Te aseguro que las declaraciones de mi padre son falsas, yo no me iría de aquí cuando me recibieron en un momento crucial y me han apoyado tanto para cuidar de mi familia —soltó de golpe el bicolor con la mirada gacha, en serio estaba maldiciendo tanto a Enji como no lo hizo en toda su vida.

—Me contaste que Endeavor te dejó a tu suerte cuando más lo necesitabas —mencionó Ingenium recordando lo angustiado que estaba su amigo cuando le pidió ingresar a la agencia de su familia aunque fue hasta hace poco que le dio los detalles de su "repentina independencia"—. Me parece muy bajo que solo diga lo que le conviene y el resto sean mentiras.

—Nada raro en él, ya te contaré toda mi historia un día de estos, pero primero tengo que decirle un par de cosas de frente a ese... Ese señor.

Dicho eso se despidió y abandonó la sala, emprendió su camino a la agencia que no pensaba volver a pisar nunca más pero como siempre el destino tiene otros planes para él.

En cuanto arribó atravesó la puerta principal sin discreción llamando la atención de los empleados presentes, ignorándolos solo le preguntó a una recepcionista que no conocía si su padre estaba aquí y cuando se lo confirmó fue a su oficina.

No tardó en estar frente a la puerta doble que abrió de golpe, cuando su padre lo miró parecía que ya esperaba su visita.

—¿Qué querías con esa entrevista? ¡¿Que aceptara tu maldito legado?! —cuestionó enojado dando zancadas hacia Endeavor.

—Legado... Esa palabra es clave para nosotros Shoto, ¿por qué no te sientas? —dijo el héroe de fuego señalando una silla.

—No me voy a sentar, solo vengo a advertirte que dejes de meter-

—Deja que te explique —pronunció el Todoroki mayor cortándolo de repente—. Verás, mandé los reflectores hacia ti para que Japón no se pierda ni un segundo del gran ascenso-

—Qué ascenso ni que- —Nuevamente el semialbino fue interrumpido.

—De la familia Todoroki-Kaminari.

—¿Qué?

—Me equivoqué, ya se los había dicho, metieron la pata pero en realidad es una gran oportunidad. Estuve examinando el historial de Chargebolt —informó Endeavor tendiéndole una carpeta que sacó de un archivero detrás de él.

Shoto la abrió viendo que entre tantas hojas había copias de los informes de Denki, de su examen de licencia temporal y algo de trabajo de héroe antes de desertar. Información que tendría la Comisión de Héroes y por supuesto para alguien con contactos y reputación impecable como su padre no sería tan difícil de conseguir.

—Tiene un quirk impresionante, su experiencia desde la primera semana en la academia muestra sus capacidades —Empezó a relatar Enji con un entusiasmo que le erizó la piel—. Y qué decir de la manera en que se defendió de los secuestradores estando embarazado. ¡Tiene todo para ser de los mejores héroes! Igual que tú.

—No estarás pensando...

—Imagino que retomará la academia el próximo año y cuando obtenga su licencia permanente. ¡Ahí estaré para impulsar sus carreras! ¡Los dos abrirán su propia agencia! —Los ojos azules destellaron de emoción, su ambición era palpable—. La cual yo financiaré por supuesto, ustedes irán subiendo los peldaños, dejarán atrás a todos, serán la pareja más poderosa y en un par de años...

—No te atrevas-

—¡Las gemelas seguirán el legado! —El más alto siguió ignorando las protestas de su hijo—. Con tus genes y los de Kaminari seguro Koyuki y Nariko serán imparables cuando crezcan, si entrenan duro no importa que solo tengan un quirk. Serán increíbles, aún pueden cambiarles el apellido, llevarán la grandeza en la sangre, sangre Todoroki. ¡Mi sangre!

—¡Cállate! ¡CÁLLATE! Detén esa basura ahora mismo. Cada vez que creo que ya conozco lo peor de ti sales con más porquería —pronunció el bicolor con mucha rabia, estaba haciendo un esfuerzo por no atacarlo justo ahora—. No vas a involucrar a mi familia en tus sueños frustrados, no lo permitiré, si Denki y yo montamos una agencia será por nuestro esfuerzo y ni de coño obligaremos a las niñas a elegir este trabajo.

—No te cierres tan pronto, piensa...

—¡QUE TE CALLES DIJE! —gritó apretando los puños, reflejando el coraje en su mirada—. No vas a tocar a mis hijas, no las explotarás como a mí... O como a Touya.

La mención de su difunto hermano rompió la burbuja de ensoñaciones de su padre, incomodándolo, la culpa sigue ahí ya que él fue la causa que orilló a su primogénito a llegar al límite y que le costara la vida.

—Si te acercas a mi familia, te destruiré y no quedará ni el recuerdo de tu maldita carrera —sentenció el heterocromático mirándolo con severidad, Enji jamás lo había visto tan determinado hasta ahora—. No vuelvas a hablar de mí en entrevistas y nunca nombres a las gemelas, ellas no tienen nada de ti.

Dándole una última mirada a su progenitor se retiró del lugar, más furioso que cuando llegó. Endeavor se había vuelto loco.

Todoroki no le contó a su novio de los nuevos planes de su padre, no hacía falta hacerlo pasar un mal rato como lo pasó él. Dejó muy en claro que no involucrará a los suyos en los propósitos fantasiosos de Enji.

Por fortuna en menos de una semana la euforia del público por sus supuestos planes bajó abruptamente, cortesía del notición de Ojiro saliendo con una idol reconocida y claro que ella le lleve tres años de diferencia los hizo la comidilla de los medios, una lástima para ellos. No obstante, el ambiente en su trabajo seguía complicado pero Shoto hacía su mayor esfuerzo por dejarlo pasar. Lo esencial era proteger la ciudad y a los habitantes.

Por otro lado, si había algo más importante para él eran sus hijas y justo la mayor estaba llorando y removiéndose muy inquieta mientras le cambiaba el pañal, fue muy desastroso esta vez pero al menos le dio una idea de qué le ocurría.

En compañía de Kaminari llevaron a ambas niñas con la pediatra —en el camino dieron aviso en sus trabajos— y estando en la sala de espera ambos estaban muy nerviosos ya que desde el segundo trimestre de embarazo investigaron con esmero sobre las complicaciones que tienen los bebés prematuros, los malestares de Nariko no indicaban nada grave pero sus temores seguían ahí, tal vez fue mala idea saturarse de información.

Denki estaba mortificado cada vez más pues se cuestionaba si la bebé pudo meterse a la boca algo sucio cuando no veía o cambiar su dieta a una menos balanceada hizo que amamantarla le hiciera daño. ¿Eso era posible? Naturalmente, como padre primerizo sus miedos suelen desbordarse con frecuencia, por muy ilógicos que sean.

Su novio se dio una idea de lo agobiado que estaba cuando notó la manera casi frenética en que movía una pierna de arriba a abajo, teniendo una mano sosteniendo la carriola llevó la otra al antebrazo del doncel.

—Oye... Estará bien, no tiene fiebre, lo que recete la doctora le quitará el dolor y pronto estará mejor. Tranquilo.

—Siempre mantienes la calma. ¿Cómo lo haces?

Antes de que respondiera una enfermera les informó que podían pasar al consultorio, allí la pediatra Arisada se portó amable y formal como siempre, comprobó el estado de Nariko y concluyó que solo tenía una gastroenteritis que se curará con pocos fármacos.

Fue un alivio tener el diagnóstico y que el tratamiento era cubierto por el seguro médico, no podrían con más facturas encima. Al salir del hospital pudieron respirar con tranquilidad, tampoco sabrían qué hacer si alguna bebé se enferma de gravedad, lo único que desean es que crezcan fuertes y sanas. Pero ¿cómo proteges a unos diminutos seres de todos los microbios del mundo? Y otros males, más del tipo villanos, ya que estamos.

Cuando volvieron al departamento le dieron un buen baño a ambas bebés y les leyeron un cuento juntos después de darles de comer, se preocuparán por las horas extras después, en ese momento solo querían cuidarlas.

A la hora del almuerzo cocinaron algo sencillo en conjunto, Todoroki ya no era tan desastroso ante la estufa pero aún evita hacer guisos elaborados, ha pensado acudir a Rin para que le enseñe sobre repostería ya que no es el favorito de Katsuki y piensa que ya molestó lo suficiente.

Estando más tranquilos se sentaron para comer algo apresurados, pero igual pudieron platicar un poco, nuevamente Denki intentó que el mayor se abriera a él pero lo único que obtuvo fueron gestos suaves y desviaciones del tema hacia las niñas o sus grupos de amigos, por mucho que Shoto quisiera ocultarlo, en el fondo el doncel sabía que algo le preocupaba y desea que tuviera la confianza de contarle, después de todo una relación también se trata de eso.

Mientras tanto Todoroki se preguntaba cuánto dormía Kaminari, tenía unas marcadas ojeras y su piel denotaba la falta de luz solar, ¿quizás deberían salir a pasear con mayor frecuencia?

No alargaron su comida, el celular del heterocromático empezó a sonar, ya lo solicitaban en la agencia. Se despidió del rubio con un beso más prolongado que otras veces, este no fue de rutina como todos los días que hacían prácticamente en automático, no, este fue más significativo.

Les dejó claro a ambos que se extrañan.

Ser conscientes de pronto de lo descuidado que estaba su noviazgo les abrumó, eso no estaba bien, no debían continuar así.

Los días siguientes Shoto estaba muy enfocado en su trabajo, estuvo entrenando para mejorar sus tiempos de respuesta y aumentar su resistencia, a diario se esforzaba por evitar que otro compañero sufra algún incidente.

Por su parte Kaminari se dedicó más al bienestar de sus hijas, tristemente su jefe inmediato le llamó la atención por el descenso de rendimiento en su trabajo y pidió que retomara el ritmo del inicio, aseguró que así sería pero no estaba seguro de querer hacerlo.

Pero la mañana en que su madre se apareció de sorpresa para instalarse unos días consideró seriamente que debió quedarse frente al computador todo el día y así dejarla afuera hasta que se cansara de tocar.

Incluso pensó en cambiarse de casa cuando Misaki empezó a criticar el montón de ropa limpia sin doblar o las muchas carpetas de trabajo que arrinconaron junto al escritorio, unas en cajas otras no. Sin embargo entre tanto desastre resaltaba un arreglo floral, eran tulipanes amarillos y blancos, el día anterior fueron traídos por un mensajero e incluía una nota del bicolor con un breve "ten un buen día, te quiero" escrito, simple pero adorable y muy especial viniendo de él.

Lamentablemente el bello obsequio no mitiga la inconformidad de la señora Kaminari.

—¿Las flores asean la casa? ¿Tu novio no puede limpiar porque se le caen las manos o qué?

«Ah claro no dejas pasar ni una para hablar mal de él», replicó en sus pensamientos.

—Claro que sí, cuida a las niñas toda la noche, cocina a veces y se encarga de lavar trastes y la ropa. Carajo ¿a qué viniste mamá? ¿A criticarlo? —protestó el menor sintiéndose muy tenso de repente.

—No me hables en ese tono, ¿acaso no puedo ver a mi nietas de vez en cuándo?

—Nunca dije que no puedas.

—Bien, contacté a un amigo de derecho civil con especialidad en derecho inmobiliario, quise venir a hablar del problema con tu arrendatario personalmente —Misaki cambió de tema abruptamente dejando sus cosas en el sillón—. Y claro ver que sigues de pie, ya ni respondes mis mensajes de buenos días y jamás nos llamas.

Denki iba a recordarle que hablaron el domingo pasado, pero mejor fue a la cocina preguntando si quería beber algo. Si su madre se queda temporalmente será mejor llevar la fiesta en paz.

Después de comer la señora se dispuso a acomodar todo lo que vio fuera de lugar, al menos le preguntaba a su hijo donde dejar cada cosa pues cuando estaba en secundaria peleaban mucho porque le movía las cosas de dónde las dejó.

Al caer la tarde su madre quiso comprar en el supermercado porque "las alacenas están muy vacías", por lo que Denki preparó su atuendo de incógnito y con las bebés felices en sus sillas para autos que aportó Tenya salieron de compras en el viejo carro.

Recorriendo los pasillos varias veces tuvo que frenar a su mamá de echar demasiados productos al carrito como suelen hacer en su casa. Al vivir juntos, ni Shoto ni él tuvieron los ingresos para continuar eso así que se adaptaron.

—¿Para qué quieres comprar tanto? Si luego se queda guardado y caduca —Se quejó el doncel regresando tres latas al anaquel, dejando solo dos en el carrito.

—Este lugar está a casi una hora de tu departamento. ¿No prefieres prevenirte?

—No —Sin decir más tomó el carrito con sus hijas y fue al siguiente pasillo, no quería iniciar una discusión con su madre por algo tan simple.

Para ir a las cajas pasaron por el área de televisores, en algunos estaban dando las noticias a las que no prestó atención pero la señora sí.

—¿Ese no es Todoroki?

Denki miró la pantalla más grande, no tenía sonido pero el banner hablaba de un dúo de héroes salvando a unos niños de preescolar. Shoto fue captado en cámara junto a una entusiasmada chica que lo sostenía del brazo y se mostraba súper amable con los periodistas.

—Camie Utsushimi —murmuró reconociendo a la heroína que les presentó Bakugo a su squad en alguna salida de amigos que se la toparon.

Miró la tele un momento más y retomó su andar, no le extrañaba la cercanía ya que Camie también es amiga de Shoto y seguramente lo quiso retener para hablar ambos con los medios. Intuye que es de aquellas que no desprecian a las cámaras.

Misaki no volvió a comentar nada, pagaron sin problemas y volvieron al edificio. Entraron sin prisa y saludaron al portero, desde el otro lado de la estancia vieron venir al conserje, a medio recibidor Denki pidió a su madre que pararan un momento en lo que daba un vistazo rápido a la correspondencia en su buzón, eran recibos en su mayoría, estaba por volver con su familia cuando se escuchó una bulla desde la entrada, un grito de dolor.

Voltearon a ver justo en el momento en que Harumi era alcanzada por lo que parecía ser lava generada desde las manos de un sujeto que vestía un chaleco de cuero y jeans desgastados.

Aunque la chica intentó esquivar el ataque, su hombro, cuello y parte de la cara sí fueron quemados, también algo de la lava llegó hasta una planta y un librero cercanos, Harumi lloraba mientras el agresor caminaba hacia ella, otras personas empezaron a gritar cuando inició un incendio en ese rincón y pronto las llamas se extendieron por las cortinas y repisas que había en el lugar, Denki pudo ver a Ryo, el hermano de Harumi, lanzarse corriendo a la espalda del desconocido soltándole unos golpes.

El joven rubio se apresuró a guiar a su madre hasta resguardarse detrás de un escritorio, las gemelas empezaron a llorar por el escándalo.

—Mira aquí a la derecha hay un corredor, vete por ahí, al final está la salida de emergencia —ordenó señalando el camino, su madre exclamó en respuesta.

—No pensaras ir... —dijo alarmada con una mano en el pecho.

—No puedo pelear pero ellos están más indefensos —mencionó Kaminari pensando en lo fácil que el hombre se pudo deshacer de Ryo—. Bomberos y policías no tardarán en llegar, pero ustedes no pueden quedarse cerca, tienen que evacuar.

—¡Denki! —bramó Misaki queriendo tomarlo del brazo pero su hijo fue más rápido y pronto estaba corriendo de regreso al recibidor sin importar que el fuego ya ganó terreno, en cualquier momento llegará a donde están ellas.

El estómago se le revolvió pero el llanto de las bebés la mantuvo alerta, con pesar en su corazón empujó la carriola por el corredor que le indicó su único hijo, unos cuantos también se dirigían a esa salida.

Tenía miedo, tontamente creyó que su hijo por fin se había alejado de estos peligros pero el mundo es tan cruel e impredecible que jamás estará completamente a salvo, elija el heroísmo o no. Ahora se da cuenta.

Siguió caminando de prisa tratando de decidir si era mejor cargar a las gemelas en vez de empujar algo tan estorboso, pero casi llegando a la puerta varios estaban amontonados.

—¡Rápido, muévanse ya!

—¿Qué ocurre?

Gritos y quejas hacían eco en el reducido espacio.

—¡No quiero morir quemada!

—¡La salida está bloqueada! —dijo alguien comprobando que la puerta no abría, la persona a su lado que ya había intentado abrir murmuró un amargo "te lo dije".

Apenas esa frase llegó a los oídos de todos la gente se dejó llevar por el pánico y Misaki solo podía preguntarse cómo saldría de aquí con sus nietas.