Por la mañana Todoroki se encargó de desactivar la alarma antes de que suene, ventaja de que se despierte tan temprano como un gallo. Aunque estaba cansado por vigilar a las niñas en la madrugada, fue inmediatamente al cuarto para darles de comer antes de que lo exijan a berridos y despierten a Kaminari.

Se dedicó a barrer la cocina, la sala y el pasillo para después tomar una ducha y aguardó paciente a que llegara el mensaje que esperaba, en cuanto su celular vibró y leyó se encaminó a la puerta.

—¡Buen día! —saludó Fuyumi demasiado animada para esta hora de la mañana.

—Gracias por venir, te debo otra.

—Hace mucho dejé de contarlas, pero no te preocupes, me parece un gran detalle que organices todo para darle un buen cumpleaños a Denki.

—Ya no se aísla como antes pero pasar tiempo con sus amigos le vendrá bien, pasarán a recogerlo a las diez —informó el bicolor buscando sus llaves—. Asegúrate de no calentar mucho la leche de las niñas y al parecer le está gustando la música disco a Nariko, sí se inquieta mucho puedes poner alguna playlist en la bocina.

—¿Por qué disco?

—Culpa de Misaki creo, como sea. Tengo que irme a la agencia, espero volver temprano pero no sé si podré.

—¿Shoto ya desayunaste?

—Sí, te veo más tarde, gracias otra vez —mintió sin titubear, la verdad era que no tenía hambre, se despidió dejando un beso en la mejilla de su hermana.

Fuyumi se encogió de hombros y caminó hacia el cuarto de las bebés, hoy le hacía un favor a su hermano y sería la súper tía al cuidarlas durante el día.

Cerca de las nueve de la mañana Kaminari abrió sus ojos y se sobresaltó al ver mucha luz en el cuarto, buscó su celular para ver la hora, demasiado tarde, ¿su cuerpo estaba tan cansado? Se levantó lo más rápido que pudo siguiendo los cuidados post cesárea que le indicaron y fue a revisar a sus hijas, se puso en alerta al ver una figura extraña con una de ellas pero se tranquilizó al identificar quién era.

—Fuyumi... Nadie me avisó que vendrías, no me asustes así —Se quejó el rubio con una mano en el pecho.

—Perdón, Shoto me pidió que cuide a las gemelas por hoy —explicó la mayor terminando de cambiar a Koyuki—. Por cierto, feliz cumpleaños.

—Gracias... ¿Cómo qué por hoy?

El tono de llamada inundó el cuarto, contestó su celular sin ver el contacto.

—Happy birthday Denki! —cantó una voz femenina que conoce muy bien.

—¡Mina! Muchas gracias.

—¿Estás listo? Vamos para tu departamento, será un día increíble —Escuchó a Sero más lejano, supo que lo tenían en altavoz.

—¿Cómo qué vienen? ¿Listo para qué? —pronunció frunciendo el ceño, miró a su cuñada sonreír y salir rumbo al baño.

—¡Operación festejo de cumpleaños iniciada! Te veremos en media hora, vamos a desayunar, luego al cine o a la feria. ¡Lo que quieras bro! —enunció Kirishima con notable emoción.

—Todoroki nos dijo que cuidarán bien de tus hijas, salgamos a divertirnos un rato. ¡Relájate por una vez! —dijo Bakugo más amable de lo normal, junto a su squad acordaron acompañar a su amigo en esta nueva etapa lo más que él les permita.

—Pero-

—Eh eh nada de peros, arreglamos esto durante semanas, fue difícil cuadrar nuestros descansos, no nos vas a dejar botados Denki —pudo escuchar el reclamo de Mina con claridad, saber que pensaron en esto tanto tiempo pinchó su corazón. Ahora entendía porque Bakugo no lo había visitado en unas semanas, estaba haciendo arreglos para este día. Ni él ni nadie lo están dejando de lado.

—De acuerdo... Los espero.

Colgó la llamada y miró sus mensajes, el chat con su novio estaba entre los primeros.

Shoto♡_6:26

Mi hermana cuidará de las niñas, no te preocupes.

Tómate el día para ti, disfruta con tus amigos, come algo rico y no te enojes por no avisarte. Quería que fuera sorpresa.

Shoto♡_6:28

Te quiero.

Estaba sonriendo como tonto cuando apagó la pantalla, luego notó que Nariko veía con atención un peluche de All Might al extremo de su cuna. Avanzó para dejárselo más cerca, sintió ternura por como la nena veía el juguete, cada día conocen más y más del mundo que las rodea.

—¿Cuánto ha sido lo máximo que me he separado de ustedes? —dijo acariciando su mejilla, desde allí volteó a ver a Koyuki que—. Tres o cuatro horas a lo mucho, ¿cómo cree su padre que me iré todo el día?

—Nadie te culpará por hacerlo —comenta la Todoroki entrando de nuevo, ya imaginaba que estarían muy agotados por adaptarse a las gemelas pero no esperaba ver a su cuñado con tremendas ojeras—. Dedicas día y noche a estas niñas, ya casi tienen dos meses. Apenas cumples dieciocho, es tu día especial, la paternidad no asesinará tu vida social, una vez al año no hace daño...

Kaminari meditó un momento las palabras de su cuñada, el doctor Tanezaki ya casi le daba el alta por completo pues la incisión de cesárea se iba curando correctamente y según la pediatra sus hijas estaban evolucionando bien. Entonces, ¿realmente podía salir a divertirse? Ya había ido a dar paseos en el vecindario pero solo por una hora a lo mucho, no le gustaba descuidar a las niñas.

«Es mi cumpleaños... Debería aprovechar»

—Gracias... Supongo que me vestiré, si surge algo llámame sin dudar —Le pide serio a la fémina, en el fondo tenía algo de culpa, quizás si recibía una foto cada media hora o la hora estaría más calmado.

—Por supuesto.

La jornada en la agencia de la familia Iida apenas comenzaba, como cada día unos héroes hacen papeleo y otros se preparan para patrullar en las calles.

Todoroki Shoto es de los reclutas más jóvenes junto a Midoriya y claro Tenya pero solo el primero ha destacado para sus compañeros y no de buena manera precisamente.

—Ese mocoso lleva aquí medio año y ya se lleva toda la atención del público —Se quejó Bullrush, el héroe Toro, mientras dejaba caer bruscamente unos formularios a su escritorio. Apenas vio al bicolor entrar a la oficina del jefe le dieron ganas de despotricar con sus colegas.

—Es hijo del número uno, ¿qué esperabas de un engreído así? —Le secundó una heroína llamada Xibi desde su puesto.

—¿Si es tan bueno por qué no trabaja con su padre?

—Como todo junior ha de decir querer deslindarse de su familia pero bien que usó su amistad con Ingenium para entrar aquí —opinó otro héroe cuyo traje se asemeja a la apariencia de un gran felino, se llama Jaguaro.

Mientras tanto en la oficina Shoto se dirige con respeto al patriarca de la familia.

—Buenos días señor, ¿me llamó?

—Buen día Shoto, así es, escuché que hiciste arreglos en los beneficiarios de tu seguro, me sorprende saber que tienes dos hijas. ¿Tan joven y ya estás casado? —interroga el jefe desde su silla.

—No señor, no me he casado pero mi novio doncel y yo tuvimos gemelas hace poco —explicó el semialbino con calma, aunque no esperaba ser cuestionado por un simple trámite—. Era muy importante para mí protegerlas si algo me llega a pasar.

—Ya veo porque eres tan movido y sobre todo eficiente, le pediste a mi sobrina que actualice tu documentación discretamente pero como entenderás debo estar al tanto de todo lo que ocurre en mi agencia.

—Lo entiendo señor, también comprendo que usted y su familia valoran la discreción tanto como yo.

—Independientemente del escrutinio público por tu edad entendemos perfecto la intención de evitar la atención de enemigos en nuestros seres queridos. Ten la seguridad de que esta información no saldrá de aquí.

—Se lo agradezco señor.

—Pasando a otro tema, se dieron una serie de robos en bancos locales, Xibi dirige esta investigación junto a la policía pero necesitará apoyo, ¿crees poder incorporarte?

—Claro que sí señor.

—Estupendo, ponte a sus ordenes, puedes retirarte y por cierto felicidades, ser padre es de las mejores cosas que te pueden pasar.

—Gracias señor, que tenga buen día.

Todoroki salió del despacho y observó el lugar, no prestó atención a que muchos bajaron la voz en cuanto apareció ni que le dirigían unas miradas mezquinas. Solo se enfocó en encontrar a quien sería su superior en la nueva misión, la encontró sirviéndose café en un rincón.

—Xibi, seré su apoyo durante la investigación actual, le agradecería si me pone al tanto de la misión —dijo educadamente en cuánto se acercó a ella.

La heroína bebió su café mientras miraba escéptica al bicolor, no lo ha visto en acción pero oyó que es bueno y poderoso especialmente, se da una idea porqué se lo asignan pero no le encanta.

—Te daré el informe de los robos pasados, examinalo, en quince minutos iremos a la comisaría —mencionó yendo a su escritorio con el muchacho siguiéndola, le entregó unos archivos impresos—. Planearemos una estrategia de captura, tienen un patrón entre los asaltos, tenemos que anticipar el próximo. —ordenó con seriedad ignorando las burlas silenciosas de sus compañeros por ser la "niñera del junior" que hacen a espaldas del susodicho.

Shoto estaba por responderle cuando su celular vibró, lo sacó para ver quién llamaba pero apenas leyó el nombre de Endeavor rechazó la llamada.

—¿Me escuchaste? —cuestionó molesta por ser ignorada.

«Estos mocosos y sus celulares»

—Sí señora, me pondré a revisarlo enseguida —afirmó sin cuestionar nada.

Suele ser bueno analizando en tiempo record y espera que la heroína experimentada compense sus fallas como estratega, ha escuchado que Xibi es excelente recopilando información y muy ágil en el combate cuerpo a cuerpo, seguro aprenderá mucho de ella.

Cuatro días después el equipo de la policía y héroes se prepararon para sorprender al grupo de ladrones. Su modus operandi era sencillo, entran tres individuos con rifles y rostros cubiertos, uno amenaza a alguien de ventanilla para que les entregue el dinero mientras que los otros dos controlan al resto de gente apuntándoles con sus armas

Saben que uno de los vigías emite ondas energéticas que bloquean las alarmas, radios y líneas telefónicas, pueden escapar ya que son rápidos y astutos al elegir bancos pequeños, no obstante atracaron todos y siguen los medianos. Debido a que escogen los más alejados de comisarías y oficinas de héroes pudieron prever cuál atracarían a continuación.

El plan era que selectos oficiales encubiertos estuvieran en el banco como civiles, mientras Xibi y otra colega de nombre Khadae estarían en ventanillas ese día, el quirk de la segunda —alusivo al de los camaleones— les permitía tomar temporalmente la apariencia del personal para no hacer sospechar a los objetivos.

Dado su llamativo aspecto, Todoroki recibió la instrucción de ocultarse en la oficina del gerente igual que otros cuantos policías en lo que actúan los delincuentes. En realidad eran el equipo de respaldo por si los ladrones se separaban o eran muy fuertes.

Veinte minutos antes de las once el asalto comenzó, los hombres llegaron armados y encapuchados ordenando que se tiren al suelo y nadie intente nada. El sujeto 1 se acercó a ventanilla exigiéndole a Khadae que le diera el dinero. Mientras ella obedecía Xibi observaba a los otros dos, necesitaba que estuvieran al alcance de su equipo para actuar y detener a los tres al mismo ya que no tienen claro que hacen los quirks de los otros dos.

Cuando fue el momento adecuado Xibi estiró su brazo envolviendo al ladrón con su poder de flexibilidad, a su vez un oficial se abalanzó a cada uno de los otros forcejeando para quitarles el arma, rápidamente inmovilizaron al segundo pero el tercero pudo derribar al agente y usó su poder: encogerse. Aún siendo del tamaño de un ratón muy rápido echó a correr esquivando a los policías que querían atraparlo.

Todoroki llegó al llamado de Xibi y vio el problema que tenían, pensó en usar su hielo para hacer que resbale o se congele el hombre miniatura pero antes de poder actuar el sujeto 2 deformó las esposas con su quirk para liberarse y emprendió su huida hacia la parte de atrás del banco al mismo tiempo que sacaba del bolsillo un dispositivo que lanzó al techo.

En menos de quince segundos el edificio estalló.

Cuando el polvo se dispersó lo suficiente para ver y Shoto pudo volver en sí estaba tirado en el suelo al costado en un cubículo medio deshecho, aún aturdido se levantó y miró a su alrededor, había muchos escombros, escuchó a más de uno quejarse.

«La explosión no fue muy grande, era más una distracción. No son suicidas»

Tambaleándose intentó ubicarse, estaba a seis metros de su posición inicial.

—¿Xibi? —llamó a su colega yendo hacia donde la vio por última vez.

—¡Por aquí! —Le respondió Khadae.

Llegó hasta donde eran las ventanillas, ni rastro del sujeto 1 pero Xibi estaba inconsciente en el suelo siendo auxiliada por su compañera. El bicolor se alarmó al ver que sangraba de la cabeza.

—¡¿Cuánto tardarán los paramédicos?! —interrogó viendo a su alrededor, pocos podían ponerse de pie y ser de ayuda.

La heroína intentó tranquilizarlo en vano, el joven héroe solo podía prestar atención a los heridos y que faltaban dos de los objetivos, lograron escapar entre el caos que causaron.

Intentó salir para encontrarlos, pero Khadae lo detuvo al verlo perder el equilibrio y que estaba muy acelerado, podría tener una contusión también.

En la tarde Shoto fue informado de que tuvieron dos bajas de la policía, cuatro heridos, por fortuna ninguno al borde de la muerte y lamentablemente a Xibi le indujeron un coma debido a la inflamación de su cerebro. Y a pesar de los esfuerzos no pudieron localizar a los que escaparon.

No tenía esta horrible sensación de fracaso desde que Dabi fue más rápido que él durante el ataque al campamento de verano y la liga de villanos logró secuestrar a Bakugo.

Sentía que su colega y jefa estaba en esa camilla por su culpa, que debió ser más rápido con su hielo para inmovilizarlos y asegurar a todos los criminales. Que al poco tiempo le asignaran el caso a otro equipo no fue de ayuda. ¿Lo estaban viendo como un inútil?

Unas semanas después Denki y Shoto estaban esperando pacientemente en una mesa reservada para cuatro en un restaurante que se estaba volviendo habitual para ellos. Planearon cenar con dos amigos para pasar el rato y hacerles una petición especial, aunque la verdadera intención de Kaminari era distraer a su novio del trabajo, teme que llegue a obsesionarse con esos ladrones de pacotilla.

Ya había intentado hacerlo salir pero se negó rotundamente, trabaja días extras y cuándo se queda en casa sigue investigando o ejercitándose. En realidad era un milagro que se hubiera podido planear esta reunión.

—Vaya creí que nos harían esperar —comentó Bakugo recién llegó guiado por el mesero junto al otro invitado.

—No siempre somos tan impuntuales —protestó el chico eléctrico echando un vistazo a sus amigos.

Hace no mucho vio reportajes en el noticiero sobre las últimas peleas de Deku y especialmente Dynamight contra villanos, no fueron heridos de gravedad pero les dejaron unos feos rasguños que al menos se curaron casi completamente.

—Siéntense, seguro los especiales de hoy en el menú les van a llamar la atención —dijo el bicolor señalando las sillas libres.

—Con comer algo caliente me conformo, las cosas en la agencia son demasiado pesadas estos días y ni tiempo de cagar tenemos.

—Kacchan vamos a comer, por Dios.

—Que delicados...

Los cuatro muchachos ordenaron su comida y la disfrutaron entre charlas que los ponían al día, después de todo ya no se frecuentan como antes. Kaminari contó que consiguió un trabajo de oficina en una agencia de su ciudad actual por recomendación de Present Mic quien conoce al dueño y este le ofreció la facilidad de trabajar desde casa.

El ambiente entre los amigos era distendido, por supuesto para Bakugo no fue difícil darse cuenta de que estos dos se traían algo entre manos.

—Ya lo que sea sueltenlo, idiotas —Les exigió.

Para la pareja fue claro que este era el momento idóneo para revelarles el verdadero motivo de esta cena.

—Queremos que sean los padrinos de Nariko y Koyuki —anunció Todoroki con una sonrisa viendo fijamente a sus amigos más cercanos.

—¿Eh? ¿Y yo por qué? —preguntó el cenizo muy sorprendido, como creyendo que todas esas tardes cuidando a Denki durante su embarazo o echarle una mano a los dos en lo que se ofreciera no fuera importante.

—Aunque lo niegues te preocupaste desde el principio y fuiste un gran apoyo para mí, estoy seguro de que verás por el bien de mis hijas si no estoy —afirmó Kaminari con una sonrisa, en serio aprecia los favores que hizo su amigo incluso desde antes de que dejara la academia y sin que se lo haya pedido.

—Hiciste mucho por nosotros Katsuki, y tú Midoriya, eres prácticamente mi primer amigo, la persona más desinteresada que conozco y sé que las gemelas estarán bien... Con ambos —dijo el semipelirrojo totalmente seguro de la decisión que tomaron.

—Chicos...

—Obviamente no planeamos morir pronto —bromeó el doncel menor negando con las manos—. Pero queremos tener todo en orden. Así que... ¿qué dicen?

—¿Aceptan?

—Sería un honor para mí —responde Izuku conmovido por la confianza que le tienen.

—Bien así me aseguro de que no sean unas mimadas estúpidas cuando crezcan.

Tanto Denki como Shoto expresaron su gratitud y cariño, habían discutido el tema varias veces y una vez que llegaron a un acuerdo solo les quedaba la duda de si aceptarían, ahora sabían sus respuestas y les causó alivio.

Hubo un momento que Bakugo avisó que iba al baño mientras que Kaminari recibió una llamada del trabajo, se disculparon y cada rubio se retiró a hacer lo suyo. Quedando solo Deku y Shoto, el menor se atrevió a hacer un breve comentario.

—Creí que elegirías a tu hermana como madrina.

Midoriya no quería ser grosero pero conociendo lo unido que es el bicolor a Fuyumi pensaría que ella fue la primera opción.

—Ella ya tuvo demasiado con Natsuo y sobre todo conmigo ¿sabes? —dijo el heterocromático bebiendo de su vaso con limonada—. Aunque no era su responsabilidad me cuidó desde que tenía cinco, no es justo darle otra carga, apenas se independizó, no sé cuales son sus planes pero merece ser libre por primera vez.

—Tiene sentido... Al ser la mayor le tocó madurar mucho más rápido que a ustedes.

La mirada del heterocromático se perdió en el horizonte pensando en los primeros días sin su mamá, le echaba la culpa a su padre por la quemadura en su rostro y sabía que aunque sus hermanos no lo demostraran también les dolió que apartaran a Rei de ellos.

Tampoco cree que lo hayan culpado en algún momento, tanto sus hermanos como él mismo saben que sus padres se quebraron desde la muerte de Touya, su madre no estaba bien antes pero ese fue el declive y todo lo que siguió fueron sus decisiones y reacciones ante el dolor constante de perder un hijo y estar casada con un ser como Enji.

Mientras Shoto estaba ensimismado, Midoriya lo miró con atención, no habían convivido mucho pues no suelen trabajar en las mismas misiones pero le preocupó notar que tenía unas marcadas ojeras en su cara y no es que prestara atención al físico de su amigo pero también estaba un poco más delgado, se le notaba en las mejillas.

No le costó relacionarlo a la misión que le asignaron con Xibi, aunque la heroína despertó del coma en menos de una semana y se está recuperando los criminales que escaparon se esfumaron por completo y el que quedó arrestado no cooperó para nada. La investigación arrojó que fueron amigos en la escuela secundaria, supuestamente muy unidos, pero era inevitable preguntarse qué tipo de lealtad tenían si fueron capaces de dejar a uno de los suyos.

Iba a comentar algo al respecto cuando Bakugo volvió a la mesa.

—Los fans no entienden el concepto de privacidad que incluye un maldito sanitario —Se quejó desabotonando el primer botón de su camisa, debía intentar salir decente en las fotografías.

—Dime que no te espiaron en el cubículo —cuestionó Izuku asustado al recordar cuando Hawks contó una mala experiencia en una entrevista para la tv.

—No y si lo hubieran intentado les explotaba la maldita cara.

—Oh cielos ya te habías tardado en hacer esas amenazas —Denki hizo un chiste con lo poco que alcanzó a escuchar al llegar.

—Los extras ya no me estresan como antes.

—¿Todo bien, Denki? —preguntó Shoto refiriéndose a la llamada que recibió.

—Sí, solo me informaban de los vigilantes que volvieron a ser vistos en las calles... ¿Pedimos la cuenta?

—Llamaré al mesero.

Aunque fueron invitados Bakugo y Midoriya no dejaron que sus amigos pagaran lo que consumieron alegando que tenían su propio sueldo para pagarse sus cosas, de manera implícita se entendió que no querían que hicieran un gasto "innecesario" sabiendo que hace no mucho batallaban por falta de dinero.

El grupo de amigos se despidió y emprendieron el camino hacia sus hogares. Kaminari ansiaba ver a las gemelas que dejó al cuidado de los abuelos Misaki y Takeru en esta ocasión.

La mañana siguiente antes de que empezaran las horas de trabajo los padres primerizos estaban atendiendo a las bebés que despertaron muy enérgicas.

Todoroki estaba sentado en el sillón con Koyuki en brazos esperando que su novio terminara de cambiar a su hija mayor para que después se les diera de comer a ambas.

Kaminari estaba poniéndole un pañal limpio a la adorable Nariko cuando el celular que dejó en una esquina del cambiador empezó a vibrar, se estiró para alcanzar el trajecito de rana que le pondría a la pequeña y aprovechó para deslizar el icono verde en la pantalla y poner en altavoz la llamada del número desconocido.

—¿Bueno?

—Buenos días, habla Endeavor —Escuchó la imponente voz del héroe a través del teléfono.