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➳ 𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚇𝙸𝚅

La lluvia no daba tregua, ríos de agua recorrían las avenidas principales y la mayoría de gente estaba durmiendo refugiada en la comodidad de su hogar.

Pero Shoto Todoroki no era uno de ellos, veía la ventana del hospital empaparse con las gotas de lluvia mientras se apoyaba en una muleta, cuando Iida y Mina lo encontraron lo llevaron a rastras con un especialista para que le revisara la pierna en lo que le daban informes de su novio y sus bebés.

A las doce de la noche el doctor Tanezaki le dio la noticia, ¡era padre de dos hermosas niñas! Unas luchadoras muy fuertes, solo una necesitó incubadora y constante observación, pero no será por mucho tiempo, la llamó Koyuki. Mientras que Nariko, su otra pequeña, tuvo el peso adecuado y podía respirar por sí misma. También estaba en el área neonatal, no junto a su hermana pero sí al cuidado de sus abuelos hasta donde les permitieran.

Le dijeron que Denki tuvo que ser reanimado en el quirófano y recibió transfusión de sangre, luego lo trasladaron a un cuarto donde podía acompañarlo hasta que reaccionara. Ya pasaban de las cinco de la mañana, ¿cuánto más debería esperar?

Soltó un suspiro contra el cristal y con ayuda de su muleta volvió al rígido sofá que movieron al lado de la cama de su novio, se sentó y lo vio dormir, su rostro ya no estaba tenso, evoluciona bien con el paso de las horas pero no estará tranquilo hasta que abra los ojos y le diga algo.

Sus párpados le pesaban igual que la espalda, pero irse a descansar no es opción, sabe que da mala impresión con los harapos que trae pero no le interesa, solo importa que el padre de sus hijas despierte.

—Sé que tienes facilidad para casi hibernar... Pero ahora necesito que reacciones, por favor.

Abatido tomó su mano teniendo cuidado de la intravenosa y la colocó contra su mejilla, estaba tibia, Kaminari seguía vivo después de darle dos preciosas niñas y su mayor ilusión era que pudiera verlas y tomarlas en brazos.

No se alejó de la camilla, en algún momento se quedó dormido en el borde del colchón, empezó a soñar otra vez con el intento de secuestro a Denki. Siempre era lo mismo: veía como lo subían a la camioneta y él no puede hacer nada por salvarlo, se paraliza. La angustia del sueño fue interrumpida por la sensación de caída, irse resbalando en el colchón lo despertó.

Parpadeó agotado y se talló los ojos, su mismo cansancio le indicaba que solo se perdió unos pocos minutos, ya era usual que esas pesadillas perturben su descanso. Se apoyó en el respaldo cruzado de brazos y volvió a ver al chico eléctrico, le llamó atención que se removió levemente.

—¿Denki? —Lo llamó con gentileza.

—Sho... ¿Qué pasó? ¿Y mis bebés? —musitó con voz trémula.

—Están bien, nuestras hijas están bien. Solo... Los médicos las revisaron, Koyuki está en una incubadora pero en cuanto comprueben que su sistema trabaja correctamente la sacarán de ahí. Nariko es muy curiosa, la tienen en otra parte pero pronto la tendrás contigo.

«Unas niñas... Mis niñas»

De sus dorados ojos empezaron a brotar lágrimas, todavía por las hormonas, todavía por el shock de saber que dio a luz a dos bebés, ¿cómo le hacen otros padres con este repentino choque de emociones? Ahora es responsable de dos pequeñas criaturas que salieron de su carne.

—Quiero verlas —solicitó limpiando sus lágrimas con la mano derecha.

—Esperemos a una enfermera —dijo Todoroki estirándose para presionar un botón detrás de la cabecera de la camilla, así Kaminari notó el vendaje en su rodilla y el par de muletas apoyadas en una mesa a su lado.

—¿Qué rayos te pasó?

—Gajes del oficio, ya sabes, estaré bien en unos días, no te preocupes.

—¡Cómo no quieres que me preocupe!

—Tenya me obligó a que me revisaran, si no hago mucho esfuerzo estaré corriendo en breve.

—¿Iida estuvo aquí? ¿Y Mina? Mierda no quería causarle molestias —dijo recordando que su amiga lo trajo al hospital, tendrá que agradecerle en cuanto la vea.

—Tenya me trajo y Ashido no se quiso ir hasta saber de ti, se quedaron hasta que saliste del quirófano, casi los mando a descansar a patadas —contó riendo el bicolor pensando en que tienen amigos muy nobles y claro, puede bromear con sus propias desgracias.

—Y tú no has descansado, ¿verdad? Tonto...

—Necesitaba oír tu voz antes que nada —declaró suavemente acariciando su antebrazo.

—Buenos días, me alegra verlo despierto señor —dijo una enfermera entrando al cuarto, se dispuso a revisar el suero y la intravenosa—. ¿La dosis de morfina es suficiente o tiene algún dolor?

—Lo suficiente para sentirme en una nube y no un mullido colchón, pero no importa, quiero ver a mis hijas. Ahora —exigió con vehemencia, tal vez demasiada para recién ir saliendo de una anestesia.

Una vez que el médico Tanezaki llegó a auscultarlo y les dio un informe completo de su estado de salud, pidieron que le trajeran una silla de ruedas para el rubio, con ayuda de un enfermero la pareja fue guiada hasta el área neonatal, los dejó frente a la incubadora donde está su hija y colocó los seguros de la silla.

Después de ponerse un traje especial por reglamento al doncel le permitieron interactuar con su hija, metió la mano derecha por uno de los huecos y buscó tocar su diminuta mano.

—Hola Koyuki, eres tan pequeñita... —murmuró a punto de llorar otra vez, la bebé parecía reaccionar a su voz tal como lo hacía antes de nacer, casi podía asegurar que la nena no dejaba de mirarlo—. ¿Cómo es que tú y tu hermana daban patadas tan fuertes?

—Señores, Nariko está aquí.

El semipelirrojo apoyó su peso en la pierna ilesa y recibió a la gemela traída por otra enfermera, ahora sí, su familia estaba completa.

Con cuidado la acercó al chico eléctrico que seguía con la menor y dejó que la mirara con atención.

—¿Lo ves? Son hermosas... Finalmente están aquí, con nosotros.

—Me siento estafado... ¿Tus genes son tan fuertes? —comentó el doncel haciendo un mohín, las bebés aún siendo tan pequeñas parecía que tendrían su cabello blanquecino.

—Los genes Himura, espero sea lo único que saquen de mí.

—Tonterías...

—Buenos días señor Kaminari, soy la doctora Arisada, estoy atendiendo a sus hijas.

El rubio miró con atención a la pediatra que llegó, parecía ser muy alegre y formal, calcula que ronda los cuarenta años, le preguntó sobre cuánto tiempo estaría Koyuki en la incubadora y mencionó lo mucho que deseaba abrazarla. Ante esto la médica le dio luz verde para tomarla entre sus brazos, el contacto con sus progenitores suele incentivar la mejora de los bebés en esta área.

Con lujo de detalle les contó a los nuevos padres sobre el estado de salud de las gemelas, su progreso desde que nacieron y cuál sería el seguimiento de ahora en adelante ya que fueron prematuras, algo que ya habían tomado en cuenta la pareja y los doctores a cargo.

Una vez resueltas las dudas de momento Arisada se retiró dejándolos disfrutar de tener por fin entre sus brazos a las pequeñas, un instante de calma y regocijo que tenían más que merecido.

Poco después Rei llegó con ellos, les dio una emotiva felicitación y su corazón brincó de gusto al conocer a sus nietas, estaba agradecida con la vida por permitirle presenciar este momento. Luego de mucho insistir logró convencer a su hijo de ir a darse una ducha, ella lo acompañaría al departamento para asegurarse de que duerma un rato mientras aquí en el hospital se queda Izuku que quiso ofrecer su ayuda al tener el día libre, aunque los padres de Denki no lo dijeron en voz alta agradecieron el relevo pues al igual que su yerno después de muchas horas bajo estrés estaban agotados física y mentalmente.

Kaminari no quería separarse de las bebés, sin embargo, fue llevado de regreso a su habitación para que descansara y recuperara más energía, después de todo pasó por una cirugía y cuando el efecto de la medicina baje sentirá mucho dolor.

Cerca de las cuatro de la tarde Shoto volvió al hospital y conversó un rato con el gentil Midoriya, este le contó que Denki se despertó un rato para comer, amamantar a las bebés y luego retomó su sueño profundo.

—No es molestia quedarme, debías dormir más y con esa pierna... —Deku miró al bicolor, centrándose en su rodilla vendada negó con la cabeza—. No te sobreesfuerces, te hará mal a corto plazo.

—No te preocupes, conozco mis límites, pero tampoco podía dormir tranquilo con ellos aquí, cuando pueda llevarlos a casa bajaré el ritmo.

—Espero que lo digas en serio —dijo Izuku siendo firme, sin rastro de su típico gesto amigable.

—¿Por?

—Te he visto Shoto, llegas al trabajo super temprano y casi eres el último en irte, ¿cuánto duermes? Ni siquiera te veo comer en las tardes.

—Soy práctico y como mientras patrullo, las horas extras son bien pagadas.

—Te estás excediendo y mira que yo sea quien te lo diga...

—Descansar es un lujo que no me puedo dar.

—No, es una necesidad que no puedes ignorar por siempre —recalca Deku con seriedad, aunque entiende las motivaciones de su amigo sabe que no está tomando el mejor rumbo—. Hay otras formas Shoto, ¿qué pasa si el agotamiento te hace fallar en una misión? ¿De qué le sirves a tu familia si estás hospitalizado? O peor...

—Sé lo que hago, ahora puedes retirarte. Gracias por venir Midoriya.

El peliverde respingó por la frialdad con la que le habló, tal vez se entromete demasiado otra vez, ojalá pudiera hacer algo más por él.

—Llámame si necesitan algo.

Finalizó para salir del cuarto dejando a la pareja, este tipo de confrontación estaba destinada al fracaso, solo espera que su mejor amigo se exija menos en el trabajo ahora que inicia la etapa de la paternidad.

Pasó por la recepción del hospital donde vio a la madre de Shoto hablando con una enfermera, la vio muy exaltada por lo que pensó en acercarse a ver si podía ayudarla.

—No puede ser que otra vez se les pierda su expediente señorita, mi yerno y mis nietas están internados aquí, vuelva a buscarlos en su sistema.

—¿Señora Rei? ¿Qué sucede?

La mujer se giró a ver al chico y esbozó una sonrisa.

—Midoriya hola, no es nada, solo que en este lugar son unos ineptos que traspapelan archivos todo el tiempo —mencionó quitándose una mechones de la cara, los trámites siempre son un dolor de cabeza—. Carajo debí oír a Enji y llevarlos a un mejor hospital...

—¿Endeavor le dijo eso?

La señora se calló de golpe al darse cuenta de que habló de más.

—Ni Shoto ni Denki se pueden enterar ¿ok? Él... me buscó para saber cómo están los chicos, nos divorciamos amistosamente pero a pesar de todo sigue viendo por nuestros hijos.

Midoriya recordó las contadas veces que vio a Endeavor interactuar con sus hijos, claramente Fuyumi era la menos arisca al contrario que Natsuo y Shoto, ¿quizás muy en el fondo sí le importan? Uno no da la seguridad de un techo y comida a cualquiera, aunque del afecto mejor ni hablar, él mismo ya ni recuerda lo que es tener un padre a su lado.

—Hasta está ayudando con las facturas médicas, pero te ruego, no les cuentes todavía. Ellos creen que solo les estoy prestando mi dinero.

—¡Ajá! Kaminari, aquí están registrados los tres pacientes señora —informó por fin la enfermera, ajena totalmente a la charla que tenían.

—Aleluya, quiero que todos los gastos se carguen a esta tarjeta.

—Enseguida señora.

Rei se despidió de Izuku asegurando que todo estaba resuelto, entonces salió del hospital sintiendo el cálido viento, el cielo estaba despejado y se pronostican altas temperaturas para el resto de la semana. Comenzó a caminar con las manos en los bolsillos, después de todo sí tenía tiempo para visitar a su madre.

El quinto día Koyuki fue retirada de la incubadora, progresa bien y está ganando peso igual que su gemela, son unas bebés muy fuertes tanto en lo físico como en espíritu.

Ambas fueron llevadas a la habitación de su papá que solo está tranquilo cuando las tiene cerca, cuidándolas él mismo junto a su novio.

—Podría pasar todo el día viéndolas...

—Bueno podrás hacerlo cuando estemos en casa —dijo el bicolor haciendo a un lado las muletas para poder sentarse en el sillón de siempre.

—Espero sea pronto Sho, odio esta camilla y la comida que sirven es horrible.

—¿Más que la mía?

—Eso ya sería un crimen para la gastronomía —interrumpió una tercera voz.

La pareja volteó a ver a la entrada reconociendo al par de amigos que los visitaba hoy.

—¡Kats! ¡Eiji! Pasen.

—Bueeenos días papás —dijo el pelirrojo acercándose para darle un efusivo abrazo a cada uno, luego se dirigió a las bebés que dormían en sus cuneros y le parecieron lo más tierno del mundo.

—Para que salgan de aquí vistiendo lo mejor —dijo Bakugo entregándoles una bolsa de regalo.

Kaminari la abrió y sacó dos trajecitos iguales con diseño de Dynamight que sin duda su amigo mandó a hacer personalmente.

—Wow... Están increíbles, gracias Katsuki.

—Gracias.

El cenizo sonrió satisfecho, era obvio que ese par apreciaría un gesto así ¡la primera merch del futuro héroe número uno! Una increíble exclusiva.

—¿Puedo cargarla? —preguntó Kirishima mirando que Nariko se despertó.

—Adelante... Pero ten cuidado.

El joven con cautela tomó a la bebé entre sus brazos cuidando su cadera y su cabecita, vio muchos videos al respecto para este momento. Estaba emocionado por ser el tío favorito, la bebé no lloró por estar con un extraño y eso ya es ganancia.

—Aaaww... Es tan bonita —comentó mientras observaba sus facciones, era imposible saber a quién se parece pero no deja de ser adorable—. ¡Katsuki!

El nombrado volteó a ver a su novio que de repente tenía una expresión juguetona en su cara, rápidamente entendió qué locura le cruzaba la mente.

—Eijiro no.

—¡Por favor!

El pelirrojo subió su tono de voz lo que despertó a Koyuki quién empezó a llorar al instante.

—¿Ves lo que provocas, idiota?

Todoroki se iba a levantar pero Bakugo se lo impidió, él buscó a la niña y se la acercó a Denki para que la meciera y deje de llorar.

Eijiro iba a dejar a Nariko en su cuna pero parecía querer llorar también por lo que mejor se la entregó a Todoroki. Ambas bebés estaban a gusto en brazos de sus progenitores olvidándose de que unos extraños las cargaron.

A los ojos de Red Riot la familia reunida era una escena muy hermosa y su corazón se calentaba al ser testigo, sin pensar sacó su celular para inmortalizar este momento, tomó la fotografía sin avisar pero el sonido lo delató.

—¿Qué hiciste?

—Ya me agradecerás Denks, ¿quieren otra? ¡Sonrían! —pidió alzando su celular listo para tomar otra foto.

Contagiados por su alegría la pareja esbozó una amplia sonrisa y dejó que su amigo los fotografiara sosteniendo a las gemelas en brazos. Una increíble imagen para decorar alguna pared del departamento.

La mañana siguiente tanto Kaminari como las gemelas fueron dados de alta, así que pudieron ir por fin a su hogar. La señora Misaki los recogió del hospital y los llevó hasta su edificio, como prometió se quedará unas semanas con ellos para ayudar a los padres primerizos. A ninguno le entusiasmó la idea pero tampoco quisieron desairar a la mujer ni desaprovechar su experiencia.

Mientras la pareja se encargaba de dormir a las bebés, la feliz abuela se dispuso a cocinar.

—Aún siento que estoy soñando... Es increíble poder cargarlas —dice el rubio dejando a Koyuki en su cuna, luego miró a su novio que tiene menos suerte con Nariko, está más despierta que durante el trayecto.

Todoroki intentaba arrullar a la niña para que duerma un rato, mientras apoya su cadera contra la cuna, ya podía moverse mejor pero aún usa muletas hasta que sus tejidos sanen y solo requiera ayudarse con un bastón temporalmente.

—¿Cuánto tiempo te tendrán detrás de un escritorio? —preguntó Denki al semialbino pensando en su descontento por tener incapacidad obligada después de su último trabajo.

—Espero que no mucho, debo hacer méritos para recibir bonos, aún no tenemos suficientes ahorros —contestó mirando como se iluminaba la pantalla de su celular en el ropero de su misma altura, Endeavor lo estaba llamando por cuarta vez en dos semanas.

Decidió ignorarlo, al menos que el smartphone estuviera en silencio evitó que espantara a las niñas.

—Entonces debería buscar un trabajo mejor —comentó el doncel cruzando un pie detrás del tobillo.

—Claro que no, casi te raptan el mes pasado —protestó Shoto despegando la vista de la bebé para enfocarse en el otro—. Tuviste una cesárea, debes recuperarte por completo antes que nada.

—Por lo mismo tampoco podré volver a la academia este año, no pienso seguir quedándome sin hacer nada —responde Denki con seguridad y algo de enfado, casi siente que escucha a sus padres—. Tengo que hacer algo de provecho. ¡Algo que sí pague las cuentas!

—No podrás trabajar y cuidar a las gemelas al mismo tiempo —asegura el bicolor dejando con cuidado a Nariko en la cuna, sonríe cuando ve que pudo dormirla.

—Algo administrativo podrá servir, el home office no es tan malo.

—Quizás pero-

—La comida está lista —dijo Misaki en voz baja desde la entrada del cuarto.

Ambos salieron del cuarto y fueron a la cocina-comedor para almorzar algo, la conversación quedará para después.

O eso pensaron pues pronto la nueva rutina los absorbió por completo, los horarios de las bebés para comer y dormir no son tan sincronizados como quisieran, a veces si no atienden el llanto de una lo suficientemente rápido termina despertando a su hermana y tienen la difícil tarea de calmar a ambas.

También intentaron turnarse para dormir pero Todoroki es el de sueño ligero que hace todo por ir con su hija a tiempo pero dada su lesión cuando llega ya está despertando la otra, y mientras el descanso de Kaminari también es interrumpido.

¿Cuánto podían seguir así? Aunque la señora Misaki las atiende la mitad tiempo, como ya se está encargando de la casa no la dejan hacer más por las niñas aunado a que Denki dice "cuando Shoto regrese a trabajar deberé ser capaz de cuidarlas yo solo, tú también tienes un trabajo al que volver mamá".

Y esto apenas empezaba.

Lunes por la noche, Todoroki entró al departamento en silencio total, ya no recordaba que fuera posible. Dejó su chamarra en el respaldo del sillón y en la encimera las cosas que compró.

Caminó despacio por el pasillo hasta el cuarto de las gemelas, la lámpara de noche con estrellas estaba encendida y su novio roncaba plácidamente en el sofá que pusieron al centro de la habitación.

Se asomó a las cunas y vio a sus hijas despiertas pero solo miraban en silencio todo a su alrededor, estaban tranquilas.

Volvió la vista al doncel y con cautela se acercó para despertarlo, nadie debe dormir en un asiento cuando hay una cómoda cama en el cuarto de al lado.

—Llegaste... Mierda ¿tan tarde es? —murmura Denki tallándose los ojos a la vez que se sienta mejor.

—Shhh... Te hacía falta dormir, ¿por qué no tomas una ducha? —sugirió Shoto amablemente—. Y cuando salgas cenamos lo que traje.

—Gracias por decirme que apesto.

—No es eso —El mayor intentó no reírse—. El agua te relajará, dormirás mejor.

El doncel aceptó y fue al baño para lavarse, mientras el semipelirrojo le dio de comer a las niñas y se aseguró de que tuvieran los pañales limpios.

Kaminari seguía somnoliento cuando entró a la regadera, no supo en qué momento se quedó dormido pero imaginaba que el cansancio lo venció, su mamá se fue de emergencia a atender algo muy importante en su trabajo y aún así piensa que fue un buen primer día como único cuidador de las gemelas, ya que su novio volvió a la agencia hace unas semanas.

Hubiera estado una hora bajo el agua pero tenía hambre así que se bañó rápidamente, salió con solo una toalla y fue a su cuarto para ponerse un pijama limpio pero lo sorprendió encontrar un traje nuevo en su cama con una nota encima. Se acercó para tomarla y leer lo que dice.

"Ponte esto para cenar, espero te guste –Shoto".

Miró el conjunto con atención, era de un color beige con una camisa negra, no quiso pensar en el costo y solo se lo puso. Al terminar fue a dar un vistazo a Koyuki y Nariko, ambas dormían.

Mientras se acomodaba el cinturón fue hasta el comedor, tardó en darse cuenta de que sonaba música a un volumen decente, en la mesa había unas velas y un estofado que se veía delicioso, además de que los platos estaban puestos de forma elegante.

—¿Cuál es la ocasión especial? —preguntó en cuanto vio que todos los trastes del fregadero fueron lavados.

Todoroki sirvió dos copas de vino cuidadosamente y volteó a ver el reloj digital que pusieron junto a la azucarera y esperó que el minutero llegara a cero, marcando la medianoche.

—Feliz cumpleaños.

El chico eléctrico parpadeó confundido y trató de recordar la fecha, buscó su celular y revisó qué día era. 29 junio 20xx 00:00 horas

Se quedó pasmado procesando qué tan perdido estaba en el paso del tiempo hasta que sintió un beso en su mejilla, salió de su ensimismamiento y vio al semialbino sonriente tendiéndole una bolsa de regalo.

—Sé que las gemelas te han tenido muy ocupado, pero yo no me podía olvidar de tu día —dijo esperando que abriera su obsequio.

Denki recibió la bolsa y metió la mano, de allí sacó dos nuevos juegos para su consola.

—Sho... Gracias —pronunció avergonzado por haber sido tan despistado y conmovido por el gesto. Extendió los brazos y rodeó al mayor por los hombros, no tardó en buscar sus labios para un rápido beso.

—Vamos a cenar que si no se enfría.

La pareja degustó la comida que Shoto encargó a un cocinero recomendado por Kirishima, la cocción y sabor eran perfectos, siempre es bueno probar algo que tenga un toque tradicional.

Platicaron de su día, de sus familias y de otras banalidades evitando el estrés que los asedia todos los días, de repente en la bocina empezó a sonar una melodía romántica añadida especialmente a la playlist.

—Nunca tuvimos nuestro baile de graduación —dijo el bicolor poniéndose de pie para invitar a bailar al cumpleañero.

—Ni siquiera me gradué.

—Eso no importa, no seguiré quedándome con las ganas.

Ante su insistencia Kaminari rió y aceptó su mano levantándose, permitió que lo tomara de la cintura mientras dejaba su mano en el hombro del mayor y empezaron a danzar lentamente estando muy cerca del otro.

Era la primera vez que bailaban tan íntimamente, se llevaron la sorpresa de que el doncel es el menos torpe para llevar el ritmo pero eso solo mejoró la experiencia.

Esa noche fue significativa para los dos porque entre giros y pasos solo importaban sus corazones enamorados.

No vayan a pensar que está cerca el final eh... todavía falta ~

Elegí los nombres Nariko porque puede significar trueno y Koyuki se relaciona a la nieve y el amor. No sé japonés, pero pasé noches en vela investigando y decidiendo cuales quedaban mejor je

Gracias por sus votos y agregar el fic a sus listas de lecturas <3 me ayudaría saber que piensan dejándolo en un comentario.

Nos leemos luego, love para todxs baiiiis <3

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