➳ 𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚇𝙸𝙸
Hola de nuevo! Me encanta estar de vuelta, sé que tal vez algunxs no leyeron mi nota del cap 5 así que lo diré de nuevo.
Publiqué una nueva versión del capítulo 5, el contenido que está en ese apartado es completamente nuevo, si aún no lo han leído vayan a hacerlo :D
La versión que leyeron el año pasado, ahora es el capítulo 6, así es, los caps se recorrieron desde ese, por lo cual este es el número 12 y lo retomamos justo después del casi secuestro de Denki, espero sepan perdonar mi tardanza y reajustes como este.
Antes de dejarles el cap solo quiero mencionar que sus opiniones son muy importantes para mí por lo que les agradecería mucho que dejen algunos comentarios.
Gracias por seguir está historia :3
Por la tarde Denki estaba descansando por fin en su cama que es mucho más cómoda que una camilla de hospital y tiene el plus de poder dormir abrazado de su atractivo novio.
—Bueno si me van a complacer de esta manera, no me voy a quejar para nada —bromeó refiriéndose a los mimos que estaba recibiendo.
El de doble quirk rió en lo que le sacaba los zapatos y ponía los cojines de la sala en su lado de la cama para que el rubio pudiera estar más a gusto. Cuando levantó la vista lo vio ahí a salvo, más fuerte y radiante que nunca.
—¿Qué pasa Sho? —dijo Kaminari al verlo cubrirse los ojos con una mano, alcanzó a escuchar un sollozo—. ¿Estás llorando?
—Sí... Es solo que —respiró profundo poniendo las manos en la cadera, parpadeó un par de veces y se acercó al doncel—. Darme cuenta de que casi los pierdo... Que pudieron llevarte muy lejos y que no estuve ahí. Es muy duro, carajo ¡soy un héroe! ¿Cómo es que no puedo proteger a mi familia yo mismo?
—Ven aquí —Denki hizo los cojines a un lado y extendió los brazos invitándolo a recostarse junto a él, dejó que Shoto se apoyara en su hombro—. No eres omnipresente y yo no soy un inútil, ya ves que pude contra esos bastardos aunque no fuera mi mejor momento. Y si hubieran sido más creeme que hubiera hecho hasta lo imposible por evitar que nos hicieran daño.
Mirando al techo el menor sintió como Shoto lo rodeaba con un brazo.
—¿Somos egoístas al querer ser héroes y padres a la vez? —preguntó el doncel al aire.
—No... El que seamos héroes es esperanzador —contestó el bicolor dejando de llorar, cerró sus ojos enfocándose solo en su novio—. Porque en el fondo pensamos que el bien puede más y que estarán a salvo, la mayor parte del tiempo claro.
—Bueno al menos cuentan con unos padres y tíos muy rudos.
Así se quedaron abrazados unos instantes, sin que nada ni nadie los moleste, Kaminari se apartó un momento para estirarse hacia el buró al lado de la cama.
—¿Qué haces? Estate quieto —reclamó Todoroki al notar sus movimientos.
—Ay vamos, ¿no puedo buscar el tablero en paz?
—Me tienes aquí, te lo pasaré yo.
El mayor salió de la cama y la rodeó yendo al buró para tomar el tablero de ajedrez, volvió a su sitio en la cama y lo acomodó entre ambos igual que todas las piezas.
—Sin ti para jugar todos los días me aburriré como ostra por estar en cama —dijo Denki moviendo su primera pieza.
—Pensé en darle a Katsuki una copia de la llave para cuando venga a hacerte compañía y por cualquier eventualidad, ¿estás de acuerdo?
—Solo si no viene a levantarme a las 6 de la mañana —expresó el de quirk eléctrico con un gesto dramático, que desapareció en cuanto vio que Shoto le quitaba una pieza.
—Me aseguraré de que te deje dormir —dijo con una sonrisa burlona mientras le mostraba la pieza que tomó.
Kaminari asintió y se puso más serio al jugar, no podía creer que bajó la guardia así. No volvieron a hablar en lo que duró la partida, más o menos pasaron unos 30 o 40 minutos hasta que el menor fue vencedor.
—¡No pierdo el toque! —celebró alzando los brazos.
El bicolor hizo el juego a un lado y se acercó para darle un beso en los labios, Denki sonrió y atrapó su rostro entre las manos exigiendo más besos, por supuesto su novio lo complació.
Se apartaron y volvieron a recostarse en la cama, mirándose a los ojos con las manos entrelazadas sobre el vientre cada vez más redondo. A la mente del doncel volvió una cuestión que ronda su cabeza desde hace tiempo.
—Sho... ¿Cómo los vamos a llamar?
El nombrado salió de su ensimismamiento y esbozó una sonrisa.
—Hoshi —dijo acariciando con el pulgar su pancita.
—Oh...
—¿No te gusta? —cuestionó el mayor intentando leer su expresión facial.
—Es adorable, ¿tienes otro en mente? —Pasó la mano libre por los mechones bicolores.
—Yukiko.
—Te inclinas por tu hielo ¿eh?
—Seguro tú pensaste en tu electricidad, anda dime.
—Raiden... Sé que está en desuso pero-
—Mmm por lo mismo es original.
—Supongo —Kaminari se encogió de hombros.
—¿Y para niña?
—Pensé en... Nariko y Mifuyu —respondió con un destello en sus ojos ámbar.
—Mifuyu me recuerda a mi hermana.
—¿Y eso es malo?
—No, solo me parece curioso —dijo el semialbino pensando en sus hermanos, si se tratara de nombrar a un bebé como alguien de su familia tiene en mente otro más significativo—. Touya o Yukio para un niño también me gusta.
Denki miró de reojo su expresión, cuando apenas se mudó Shoto le platicó sobre el mayor de sus hermanos, por lo que entendió, no suele hablar del tema con nadie pero le tuvo la confianza para hacerlo. Comprendió mejor el vínculo que tiene su novio con Fuyumi y Natsuo, sufrieron una pérdida y su misma unión les ha ayudado a salir adelante.
—Shizuyo —propuso Kaminari de repente.
—Si se comporta como tú será un desacierto.
—¡Oye! Tampoco fui una pesadilla de niño.
Shoto se carcajeó por el leve golpe que recibió en el brazo, el rubio solo hizo un mohín mientras se cruzaba de brazos.
—¿Tendrán más de un poder? —pensó Denki en voz alta.
—Quizás... No lo sé, preferiría que no —respondió el mayor pensando en la presión que podrían sufrir sus hijos al ser descendientes de héroes. Espera que puedan ser niños mucho antes de escoger el futuro que deseen forjarse, no como él.
—Si eligen nuestra carrera será mucho peso sobre sus hombros —reflexionó Kaminari relajando los brazos.
—Hablando de eso... Es mejor que tengan tu apellido, no quiero que los vinculen a mi padre —solicitó Shoto con mucha seriedad.
—¿Estás seguro?
—Muy seguro... Si por mi fuera hasta me lo cambiaba yo mismo —mencionó estirándose en la cama.
—Entonces también deberías tomar mi apellido —sugirió Denki.
—¿No deberíamos casarnos para eso? —soltó sin pensar el heterocromático.
Aunque la frase fue un chiste los dos la resintieron como algo más, incluso el bicolor tardó en darse cuenta de lo que dijo. Denki sintió como sus mejillas se calentaron, incluso los músculos de sus manos se tensaron.
—¿Eso quieres? ¿Que nos casemos?
—Emm... ¿S-sí? —De repente Shoto se sonrojó, los orbes dorados lo observaban con diversión, no era usual que tartamudee—. Tal vez, en el futuro. A menos que tú no quieras. ¿No quieres?
—Sí quiero, pero no ahora, sería... ¿precipitado? —respondió jugando con sus dedos.
—No tienes que tomarme en serio, solo se me salió y- ¿de qué te ríes? —Su semblante cambió a uno de molestia por ver como el menor se burlaba de él.
—Siempre eres de pocas palabras y ahora te estás enredando solo, ¿te pongo tan nervioso?
Esta vez era Todoroki quien hacía pucheros, que no duraron mucho porque volvió a sentarse contra la cabecera y acercó sus labios a los del doncel.
—En serio... ¿quieres hablar de quien pone nervioso a quien? —susurró usando un tono seductor a la vez que posaba la mano en la cintura del contrario.
—Depende, ¿qué quieres perder? —Le contestó Kaminari también coqueteando.
Siguieron retándose con la mirada hasta que la distancia entre ellos desapareció y se fundieron en un beso, pasaron un rato así entre mordidas y manos traviesas hasta que el bicolor se apartó con pesar.
—Dijimos que íbamos a comer pero no esto... Iré a comprar, no me tardo.
Regresó a darle un beso más breve y salió del cuarto, con la energía renovada. Shoto pasó a comprar a un nuevo local instalado a pocas cuadras, en lo que esperaba su pedido un vendedor ambulante iba ofreciendo pulseras y flores tejidas a los transeúntes, decidió acercarse para comprarle una, un tulipán. Al departamento volvió con hamburguesas y papas para cenar en una mano y en la otra la flor.
Entró al departamento, cerró la puerta con un pie y sin querer hacer esperar más a su pareja le llevó la cena hasta la habitación, siendo su día libre quería mimarlo lo más que se pudiera.
El tiempo seguía transcurriendo, por supuesto el doncel tuvo que seguir en reposo bajo el cuidado de su novio principalmente, aunque cuando se iba a trabajar estaban los señores Misaki y Takeru o Fuyumi y Rei, incluso Hayami, la famosa novia de Natsuo que resultó un amor de persona cuando por fin la conoció. Una mañana Kaminari salió de la ducha refrescante que necesitaba, era tiempo de calor y le ponía de malas sentirse todo sudado. Buscó la toalla para comenzar a secarse cara y brazos, cuando iba a pasar por su torso se detuvo, ya se había tomado un momento bajo la regadera pero no se cansa de apreciar cómo cambió su cuerpo en los últimos meses.
No creyó vivir este proceso a tan temprana edad pero haber creado vida de manera casi mágica era fascinante. Proceso que literalmente está dejando marca, las estrías recorren su abdomen, parte de sus glúteos y muslos, su cara es más redonda y aunque nunca cuidó mucho de su piel pero ahora le aflige ver algunas manchas en su piel y eso que evita exponerse al sol sin bloqueador.
Soltó un suspiro, no tiene caso molestarse por algo natural, son signos de que su cuerpo se adaptó para el crecimiento de sus bebés.
Con ambas manos acarició su vientre y sonrió, sus bebés siempre reaccionan al tacto moviéndose y eso es buena señal, después de lo que vivieron hace un par de semanas le angustiaba que algo empeorara.
—Muy pronto los conoceré —habló con dulzura, le emocionó sentir nuevamente esa especie de cosquilleo dentro de él.
Podría pasar horas ahí embelesado, ajeno al mundo, solo imaginando las caritas de sus hijos y el sonido de su risa, pero sabía que debía volver a la cama por lo que terminó de secarse y se vistió con un short holgado y una polera sin mangas que en realidad era de su novio pero tomó prestada.
Ya estaba cómodo en su colchón leyendo otro artículo para padres primerizos en su celular cuando escuchó una voz masculina desde la puerta de entrada.
—¡Denki, somos Eijiro y Sero! ¿Podemos pasar? —Alcanzó a escuchar a lo lejos.
—Ya abriste con la llave de Bakugo, tenías que preguntar antes —regañó el azabache, se iban acercando al cuarto.
—Oh ¿debí llamarle por teléfono?
—Kirishima... eso hubiera sido mejor, parece que estamos robando.
—¡Hey nadie me avisó que vendrían! —dijo Denki al ver por fin a sus amigos en el marco de la puerta, pidieron permiso antes de entrar al cuarto.
—Bueno... Hace como una hora le preguntamos a Todoroki si podíamos pasarnos con la llave que le dio a Blasty y dijo que sí, te envié mensajes pero whatsapp se cayó y sé que nunca miras los sms —detalló el pelirrojo asegurándose haber guardado la llave en su bolsillo.
Kaminari hizo una "o" con la boca y le dio la razón, recuerda haber visto una notificación de la mensajería pero la deslizó sin prestar atención como siempre. Palmeó la cama invitando a sus amigos a sentarse con él.
—Katsuki cocinó para ti pero fue llamado de emergencia así que te lo traje yo —comentó Eijiro sentándose en el borde de la cama para mostrarle un tupper con comida.
—Kirishima sabía que quería venir a verte así que me llamó y bueno... ¡Aquí estamos!
El rubio se echó a reír, sus amigos seguían siendo los mismos brutos de siempre, pero no dejaban a nadie solo.
—Gracias por acordarse de mí.
El smartphone a su lado comenzó a vibrar repetidamente, desbloqueó la pantalla y vio que llegaron de golpe varios mensajes.
—Bueno... whatsapp ya funciona otra vez —comentó leyendo por encima una conversación.
Shoto♡_10:23
Hayami me llamó, no podrá cuidarte hoy, pide disculpas.
Pero igual te llegará una sorpresa
O dos
No te esfuerces
Te quiero
Inconscientemente sonrió y se apresuró a enviarle una respuesta.
—Mira nada más esa cara —canturreó el pelirrojo quitándose los tenis para sentarse en flor de loto.
—Chicos...
—Admito que nunca los imaginé como pareja a ustedes dos. ¿De qué me perdí?
—Bueno Sero, agradece que las paredes del dormitorio eran lo suficientemente gruesas... Que si no hubieras sido el primero en-
—¡Yaaaa! Está bien, no dije nada, ni de chiste hubiera querido saber cómo hicieron a esos niños.
El azabache vio venir el golpe así que alzó las manos impidiendo que la almohada le diera en la cara.
—¡Sero!
—Lo más sorprendente es que tardaron tanto en aceptar que se quieren.
—¿Ah? Eijiro ¿Acaso les lees la mente?
—No, pero en retrospectiva Denki siempre prestó mucha atención a Todoroki.
—¡No es cierto!
—Mmm sí... pero yo pensé que era solo por ser de los fuertes, se lucía en los entrenamientos junto a Bakugo y Midoriya —Añadió el más alto de los tres ganándose una mirada incrédula del doncel.
—Sí bueno, igual estuvo un tanto sospechoso desde antes, un momento estaba con nosotros en la sala común y al siguiente ya no —Kirishima no hablaba en serio, solo quería molestar a Denki. Pero había otra cosa que sí le constaba—. Entonces fuiste el responsable de que Todoroki anduviera con la espalda toda arañada ¿eh?
Kaminari enrojeció, ya había olvidado que una vez mientras el grupo se cambiaba en vestidores Mineta prácticamente le preguntó a gritos a Shoto sobre los rasguños en sus omóplatos, este, indiferente como siempre le dijo al enano que no era su asunto y ya que conocían su tipo de personalidad nadie insistió. Esa vez Denki se prometió mentalmente no volver a pasarse cuando estuvieran juntos, su vergüenza pasó desapercibida a excepción de la aguda mirada de Bakugo.
—Mira... Con razón se veía más feliz que de costumbre, mira que le daban... Muchos motivos.
Y este almohadazo Hanta no lo pudo esquivar.
—No me quieran preguntar cuando dejó de ser solo sexo porque ni yo sé. Lo que importa es que estamos juntos, felices con la próxima llegada de los bebés y un futuro muy optimista —declaró el rubio cruzando los brazos contra su pecho, aunque en su cara ruborizada había molestia sus amigos sabían que solo fingía.
—Así que están dispuestos a aguantarse mucho tiempo el uno al otro ¿eh?
—No hay nada más varonil que un hombre que sabe lo qué quiere.
—Sí bueno, lo que importa es ser comunicativos y honestos... Y emm Eiji, ¿qué dices que trajiste? —preguntó el doncel con algo de timidez, quería dejar de ser el blanco de sus burlas y ya pasó buen rato desde que desayunó.
—Katsudon, si no te molesta usaré tu microondas para calentarlo. ¡Ya vengo!
—Adelante...
Sero vio a su amigo pelirrojo salir del cuarto, se movió de su sitio para sentarse al lado de Kaminari y estar más cómodo.
—Antier se estrenó la nueva temporada de la serie de vampiros que estábamos siguiendo, ¿quieres ver unos capítulos?
—Oh sí, ya estaba a nada de verla sin ustedes.
—Que traicionero eh.
Entre los tres jóvenes conversaron, comieron y vieron series un par de horas, en algún momento Eijiro recibió una llamada no muy agradable sobre su novio herido en el cumplimiento del deber, aunque no era de gravedad evitó reflejar su preocupación para no alarmar a Denki y dio un pretexto casual para su repentina partida.
Al no contar con Kirishima, Hanta y Kaminari prefirieron poner una película cualquiera en la computadora, aunque les aburrió a la mitad y mejor se pusieron a conversar para seguir matando el rato en lo que fuera hora de que la visita terminara.
—Perdona que pregunte pero ¿qué va a pasar con tu carrera? ¿Esperarás unos años o...? —interrogó al azabache sabiendo que se pasaba de metiche.
—Quizás vuelva este año a la academia... Para terminar y quien sabe, en cualquier momento podríamos encontrarnos en las misiones —mencionó el rubio con una amplia sonrisa.
—Anda sin descanso, no está mal.
—¿Crees que son metas muy optimistas?
—No, para nada.
—Mis padres sí... Insisten en que espere a que estén en edad escolar, que me dedique de lleno a mis hijos —Su semblante cambió a uno triste, aunque no lo dijera las discusiones con su familia sí le afectan de alguna manera—. Carajo odio que no me tengan fe. No es imposible ser héroe y padre a la vez.
—Solo Todoroki y tú saben qué les funcionará mejor y lo que digamos otras personas no importa, tú no eres alguien para estar encerrado en casa. ¡Eres Chargebolt! Un héroe increíble con un gran corazón y que seguro hará historia, no tienes que renunciar a tus sueños para ser un buen padre.
—Gracias por tus palabras, Sero.
Kaminari sentía consuelo, independientemente de contar con Shoto, es muy diferente tener el apoyo completo de alguien más, ya que sus padres nunca han sido el mejor sostén en cuanto a lo emocional, mucho menos ahora que cuestionan prácticamente todas sus decisiones.
Jueves por la mañana, el sol aún no sale por completo, el fresco viento golpeó su cara apartando mechones de su cara así como la leve somnolencia, para Todoroki tomar turnos nocturnos era pesado pero había más paga y prefería aprovechar antes de que nazcan los bebés, ha visto mucho vlogs que describen las primeras semanas de un recién nacido como agotadoras para su principal cuidador, sabiendo que van a tener dos criaturas quiere hacer todo lo posible por aminorar la carga del doncel y eso implicará tomarse unos días libres.
Estaba por caminar a la parada de autobuses —usó mucho sus poderes al principio de la jornada y no desea excederse en tan poco tiempo—, cuando escuchó el claxon de un auto demasiado cerca, miró a su lado y vio a Natsuo conducir un Tiida negro.
—¿Robaste un auto? —preguntó deteniéndose cuando el vehículo lo alcanzó.
—Es de Hayami... Lo tomé prestado, también voy saliendo del trabajo. Vamos te invito a desayunar.
El bicolor lo vio señalar el asiento del copiloto, sin pensarlo mucho aceptó la oferta así que rodeó el auto y lo abordó soltando un comentario medio mordaz.
—No me invitas a comer desde hace años.
—Sí bueno... Tuve mi etapa de adolescente complicado y luego tú, no tiene porque seguir así —contestó el mayor volviendo a conducir con ambas manos al volante y la vista al frente.
Unas ocho cuadras más adelante aparcaron frente a una cafetería, los hermanos ingresaron al lugar, tomaron asiento cerca del mostrador, luego pidieron bebidas cargadas y algo dulce para acompañar. El bicolor sacó su celular para avisar a Denki dónde y con quién estaba, no quería preocuparlo innecesariamente, no prestó atención a la mirada vacilante que le dirigía el mayor.
Y es que Natsuo nunca ha sabido bien qué decirle, desde niños ha habido una brecha entre ellos y con este reto que su hermanito está atravesando, no podría estar más perdido, es el hermano mayor, debería ser su guía pero jamás actuó como tal, ni siquiera ha pasado por un susto así —afortunadamente—, entonces ¿cómo puede serle de apoyo?
—No pienses tanto, ya huele a quemado —Se burló Shoto, Natsuo prefirió ignorar la bromita.
—¿Cuando duermes?
—Normalmente entre doce y una... Con las guardias nocturnas me cuesta más, así que apenas duermo a eso de las once.
—Hablé con mamá, pensamos que sería bueno contratar a algui-
—No tengo el presupuesto.
—Lo sabemos, Hayami conoce a alguien que se dedica al aseo y tenemos contactos de enfermeras, no cobrarán un ojo de la cara y bueno, también queremos aportar algo.
—No.
—Ella te aprecia y quiere ayudarlos también.
—No están obligados, ya nos prestaron suficiente, no necesitamos más.
—No seas terco, la ayuda nunca está de más y lo que viene será muy pesado, te estoy viendo cansado. Está en cama, seguro haces cosas en la casa y luego corres al trabajo, patear traseros debe ser muy divertido pero también agotador.
—No aceptaremos nada más que tenga que ver con dinero, Natsuo deja de insistir o me voy.
El albino iba a replicar cuando el mesero les llevó sus pedidos, agradecieron y en silencio comenzaron a desayunar, soltó un suspiro rendido, algo que sabía bien era lo necio que llegaba a ser Shoto, era muy temprano todavía para tener cualquier tipo de discusión y en realidad lo que menos quiere es distanciarse.
—Bueno te noto agobiado Sho, no me gusta comer en silencio, dime que te molesta.
—Una vez mamá estaba en la cocina, entré para dejar un plato en el fregadero pero tropecé con el bote de basura, ella brincó del susto. Fue solo un segundo pero la vi tan-
—Detente, solo la agarraste desprevenida no le des vueltas, mamá está mucho mejor ahora y tú no eres ni serás como Enji.
—¿Cómo puedes estar seguro?
—Porque te vi defenderla aunque apenas le llegaras a la rodilla a Endeavor, estabas asustado pero en el fondo sabías qué era lo correcto y no dudaste en proteger a quien lo necesita. Eso te hace mejor persona, héroe y padre de lo que Él ha sido.
El Todoroki menor bajó la vista al pan a medio comer, con desgana intentó seguir comiendo en un intento de ahuyentar sus ideas desalentadoras.
—No cargues pecados ajenos, eres tu propia persona con sueños y principios, tu sangre no define tu futuro Shoto.
El nombrado levantó la cara encontrándose con el rostro sonriente de su hermano mayor, contadas veces le dijo lo diferente que es de su padre pero en esta ocasión sintió que sus palabras tenían un mayor significado, quizás era el contexto o su necesidad de optimismo, no lo sabía, pero quería creerle.
Debía creerlo, si quiere ser una buena figura paterna debe empezar por confiar en que es capaz de serlo.
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