➳ 𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚅𝙸𝙸𝙸
Todoroki estaba intentando preparar la comida del día, antes de irse a la agencia, trataba de hacer lo más posible por el de quirk eléctrico ya que últimamente tenía menos energía y algo de molestias en la espalda. Una vez terminó de cocinar dejó la olla destapada en la estufa y fue al refrigerador para servir té helado que le llevó hasta el sofá en la sala.
—Gracias —dijo el rubio aceptando el vaso.
—¿Por qué te saliste del grupo? —se animó a preguntar el bicolor, al despertar vio el aviso en el chat de su clase y le pareció extraño.
—No tenía caso, ya no soy su compañero.
—Ese chat es de todo menos académico... Pero sí eres su amigo —afirmó sentándose en el sillón libre.
El doncel no respondió nada, se refugió en su bebida refrescante huyendo de la mirada impar.
—Todos están preocupados por ti, ¿no crees que deberían saber la verdad?
—No...
—¿En serio? Tú los conoces mejor que nadie, son buenas personas, no nos juzgarán ni-
—¡Es que no lo entiendes!
Shoto parpadeó confundido, claro que no iba a comprender si no le cuenta a detalle que le acongoja, pero no exigirá saber, ha entendido que cuándo lo necesite Denki externará su sentir, no antes.
—Se que no me criticarán pero tampoco quiero su lástima, ¡ser padre no es una enfermedad terminal! Ni una maldición.
—Es... Es correcto.
—¿Entonces por qué se siente así? —preguntó al borde del llanto, dejó el té a medio terminar en la mesita—. En las reuniones hablan de abandonar proyectos, poner primero a sus bebés... Yo no quiero abandonar mi sueño pero tampoco a mis hijos. ¿Eso me hace mal padre?
El semialbino se levantó para sentarse a su lado y rodearlo con sus brazos, dejando que saque lo que tenga que sacar.
—No te hace mal padre, te hace alguien muy valiente y determinado, con un gran corazón también, nuestros hijos verán eso y aprenderán de tu valor —habló dando leves caricias en el brazo del rubio—. Encontraremos el equilibrio, una carrera y una familia no están peleadas.
Escuchar a Shoto lo tranquilizó, ¿cómo tenía tanta fe en él? Si él mismo apenas confiaba en sus capacidades, hasta consideró la adopción pero a la vez no cree que alguien más le pueda dar a sus hijos el hogar que merecen.
Apoyó su cabeza en el hombro contrario disimulando el hipo que le interrumpía a momentos.
—Bakugo propone reunir a todos en su casa, según sus palabras hay que dejar de escondernos y hablar de frente, después de todo no hicimos nada malo.
—No fue nuestro momento más brillante...
Se rieron un poco, Denki llevó una mano a su vientre, hace no mucho tiempo sintió por primera vez a sus bebés moverse, apenas fue perceptible pero sucedió, el momento le emocionó mucho, lamentablemente no suele ocurrir cuando el otro papá está cerca.
—¿Katsuki te dio alguna fecha?
—Cuando tú quieras y estés listo.
—Qué considerado...
Días después Denki estaba caminando por el departamento, se despertó temprano por la molesta acidez estomacal y ya no podía estar cómodo en la cama pues sus gemelos estaban mucho más activos que él mismo, prefirió levantarse para no molestar a Todoroki.
Se detuvo en la ventana de la sala para mirar el paisaje urbano, los primeros rayos de sol ya se empezaban a distinguir, le daba una sensación de tranquilidad.
—Pensé que volverías a la cama —dijo una voz ronca detrás de él, por el reflejo del cristal vio al bicolor acercarse.
—No duermo si los bebés no quieren dormir, deberías aprovechar que falta que suene tu alarma.
—Todos madrugamos hoy entonces —comentó Shoto posando con duda una mano en su panza, el menor percibió ese aleteo peculiar.
—¿Lo sentiste?
El más alto asintió levemente, puso también la otra mano y pudo notar el movimiento de sus bebés, como si brincaran de gusto con su presencia. ¡Podía sentirlos moverse!
—Leí que desde los seis meses ya reconocen voces —comunicó el doncel recordando las dos o tres veces que medio despertó cuando el de doble quirk le hablaba en voz baja a su vientre, nunca reveló que lo sabía pero le pareció algo muy tierno de su parte.
—¿De verdad?
—Si están tan felices es porque saben que eres su papá... Y que los quieres.
Se miraron a los ojos un momento y sonrieron, la ilusión y esperanza que les daba este momento los hizo olvidarse de la hora, el cansancio y cualquier preocupación, juntos estaban viviendo este maravilloso proceso.
Todoroki quitó sus manos y plantó un beso en la sien del menor a la vez que lo abrazaba por la cintura, no suele ser así de afectuoso pero estaba emocional por este instante.
—Intenta dormir en la tarde ¿si?
—Está bien.
El bicolor se retiró para tomar un baño y prepararse para la jornada del día, mientras el otro buscaba su computadora para revisar en qué tareas podría avanzar las siguientes horas.
Antes de que se fuera a la agencia tocaron el timbre, fue a abrir sin esperar encontrarse a Bakugo del otro lado de la puerta.
—Katsuki... Creí que me avisarías cuando vinieras —expresó dejando que entrara al departamento. Alguna vez su amigo le pidió la dirección diciendo que podría visitar a Denki un día cualquiera.
—Si lo hacía alguien de seguro te convencería de rechazarme con tal de seguir escondiéndose como liebre asustada —respondió yendo a la sala para saludar al doncel menor.
—Siempre se tiene que hacer tu santa voluntad ¿eh Bakugo?
—Deja de ser tan idiota y luego me reclamas —dijo buscando en su mochila algo que entregarle al chico eléctrico—. Ten.
A Kaminari le brillaron los ojos viendo la bolsa de papas que le ofrecía el cenizo, eran de esa marca que solo encuentra en la ciudad natal de Katsuki.
—¡No te hubieras molestado!
—Yo ya me iba... ¿Está bien si los dejo? —preguntó Shoto metiendo sus llaves y celular en los bolsillos.
—Claro que sí mitad y mitad, es mi día de descanso. Puedes irte tranquilo, no explotaré nada.
—Perfecto, nos vemos más tarde... O luego —Sin más el heterocromático se despidió con la mano y salió.
Bakugo vio comer a Denki gustoso, siempre pensó que tiene el espíritu de un niño, lo cual no era malo la mayoría del tiempo. Sin decir nada se dirigió a la cocina y dejó su mochila en un banco.
Hizo una mueca al ver en el bote de basura platos de comida rápida o refrigerada, de esa que uno prepara cuando está a las carreras. En parte no le sorprende, conoce bien a ese par para imaginar que no se esmeran demasiado en la cocina.
—¡Deberías estar teniendo una buena dieta, rata eléctrica!
—La tengo —Le respondió desde el sofá—. También tomo mis vitaminas, no somos expertos como tú pero créeme que sigo las recomendaciones de los doctores.
—Más te vale.
Bakugo volvió a su mochila y sacó pocas verduras y paquetes de fideos para cocinar, no lo aceptaría frente a nadie pero quería serle de apoyo a Denki y la mejor manera que le ocurrió fue con la comida.
Empezó a rebuscar utensilios en las alacenas que estaban mayormente vacías, con suerte tenían una pieza de cada instrumento de la cocina.
«Mejor que nada»
El sonido de olla y cucharas llamó la atención de Kaminari quien se levantó y fue a la cocina-comedor llevando la bolsa de papitas, se sorprendió de darse cuenta que Katsuki estaba dispuesto a cocinar.
—¿No se supone que como anfitrión yo te debería atender?
—Quizás, pero con esas ojeras que traes dudo que esta pasta se salve de que la quemes, ve a dormir o algo. Esto tardará un poco —sugirió el mayor poniendo a cocer los fideos.
—Dormiré más tarde, mientras dime ¿cómo estás? ¿Los civiles en peligro ya colmaron tu paciencia?
—Solo un matrimonio idiota que no entendió la urgencia de evacuar con solo lo necesario, no vale la pena morir por una maldita colección de trofeos bañados en oro.
—La gente puede ser muy imbécil...
Pasaron unos minutos hablando del trabajo de Dynamight, de las clases en línea y otras trivialidades hasta que Bakugo sacó el tema que incluye a sus demás amigos.
—Se acerca el fin de semestre y la mayoría de extras se preocupan más por ti y dónde te metiste que por las licencias permanentes.
—Todoroki me contó de tu propuesta. ¿No te parece demasiado?
—Quizás... Pero Shoto dice que apenas si sales a la tienda. ¿No sería bueno volver a pasar tiempo con tus amigos?
El chico eléctrico no respondió nada, solo bajó la mirada y avisó que iría a su dormitorio pidiendo que lo despierte cuando termine para almorzar juntos. Valora que su amigo se preocupe por su buena alimentación aunque no era necesario, él mismo se encarga de comer balanceado aplicando lo que aprendió de sus abuelas cuando iba a sus casas. En cambio Shoto es otro asunto, no sabe casi nada, si cocina carne la deja a término medio o se pasa de sal, debido a eso pocas veces lo deja encargarse y solo porque insiste demasiado en "quitarle esa carga".
Después de mucha meditación y pedir consejo al grupo de apoyo el joven doncel juntó suficiente valor para fijar la fecha y hora de la revelación a sus excompañeros. Poco después de la graduación, la tarde acordada Midoriya estaba nervioso por ver el gesto de sorpresa del rubio, se tomó la libertad de comprar dos peluches de All Might versión chibi para entregarle a los futuros padres esperando que le gusten a sus hijos.
—No tenías que molestarte —musitó Kaminari enternecido por el obsequio—. Gracias, es su primer regalo.
—El primero de muchos —comentó Bakugo entrando al comedor donde dejó al par mientras Todoroki compraba unas frituras que se le antojaron a su no-pareja—. Esos engendros serán tremendos consentidos por todo mundo, te lo apuesto.
—Aaaw empezando por el tío Kacchan ¿verdad?
—¡Silencio Deku!
Denki rió, no se dio cuenta de que incluso extrañaba estos pleitos y volver a presenciarlos calmaba su ansiedad.
—¡Yo voy! —dijo Izuku en cuánto escuchó el timbre, de seguro Shoto regresó.
El rubio menor miraba los peluches en sus manos antes de volver a guardarlos en la bolsa de regalo, las dejó encima de un trinchador de la familia Bakugo.
—¿Por qué tu inquietud? Son los mismos mensos de siempre.
—A quienes he mentido, quizás eso les moleste más que el hecho de haberme embarazado.
—Bah... Porquerías, esa bola de subnormales son todo menos rencorosos —aseguró dándole un leve golpe en la cabeza—. Entenderán tus razones y te perdonarán de inmediato.
—Eso espero.
Estuvo a punto de agradecerle pero conocía a Katsuki lo suficiente para saber que no hacía falta, el apoyo que le estaba dando muy a su manera era sincero y sabe que él mismo reconoce pocas veces que tiene buen corazón.
—Las chicas ya casi llegan —avisó Midoriya cargando dos bolsas de la botana, el bicolor a su lado también cargaba dos—. Ocha me mensajeó.
—Kirishima viene con Sero, Mineta y Ojiro. —habló Bakugo recordando la llamada que tuvo con su novio media hora antes.
—Iida viene retrasado por Aoyama y Tokoyami, pero pronto vendrán con Koda, Sato y Shoji —informó Todoroki que leyó el mensaje de su amigo cuando estaba en la caja de la tienda.
Kaminari apretó sus manos y respiró profundo, venían todos como lo habían planeado. Al grupo se le invitó a una reunión casual, un festejo por la graduación en la casa de Katsuki ya que es una propiedad amplia y que sus padres trabajan en un nuevo lanzamiento por lo que están fuera gran parte del día.
El plan era simple, aprovechando la construcción de la cocina Denki se escondería allí hasta que estuvieran todos en el comedor y luego saludaría manteniéndose detrás del desayunador, así nadie notaría tan fácil su estado. ¡Sencillo! Las sorpresas siempre son bien recibidas ¿cierto?
En lo que charlaban el timbre sonó, rápidamente el chico eléctrico se refugió en la cocina llevándose un tazón con frituras, no dejará que nadie lo vea, mientras tanto Shoto se mantendrá bloqueando el acceso a la cocina.
Bakugo fue a recibir a sus compañeras que lo saludaron muy confianzudas para su gusto, cuando estaba por cerrar la puerta escuchó el llamado de su novio, cambió su amarga expresión y le dio la bienvenida con un casto beso, las demostraciones de afecto en público no eran lo suyo.
Más de la mitad del grupo ya estaba presente, se pusieron cómodos en el comedor dejando la botana y sodas que trajeron, Katsuki prohibió estrictamente el alcohol ya que sus padres no permiten que beban en su casa.
Quince minutos después llegaron los que faltaban, con un imponente Tenya liderándolos, estaba avergonzado por la impuntualidad por lo que los apresuró a instalarse también en el enorme comedor, Katsuki no recordaba la última vez que estuvo tan lleno aquí.
«Es más ¿desde cuándo dejo entrar gentuza a mi casa?»
El anfitrión caminó rodeando al grupo dirigiéndose hacia Todoroki, lo iba a apoyar ya que probablemente quisieran abrazar al invitado sorpresa y eso iba a tardar.
—¡Al fin están todos los extras! —dijo con fastidio en voz alta asegurándose de ser escuchado hasta en el patio, Izuku resistió sus ganas de darse un facepalm.
Los jóvenes estaban en lo suyo hasta que una atenta Tsuyu vio al rubio alegre aparecer en la cocina.
—¡Kaminari! —Lo nombró contenta de saber de él por fin, inmediatamente todos siguieron la mirada de Froppy y se sorprendieron también de encontrarlo aquí.
—¡Hasta que te dejas ver bro!
—Debiste decir que venías.
—Ooww me gustan estas sorpresas.
—Eh que te ves menos demacrado, ¡bien por ti!
—¡Mineta eso es muy grosero!
—Hola chicos, me alegra verlos también —Se sinceró el doncel con una gran sonrisa, no imaginaba cuánto lo habían extrañado y este recibimiento calentaba su corazón.
—¿Pero dónde has estado? —chilló Ashido intentando levantarse de su asiento para correr hacia él, pero su falda se atoró en la silla, en lo que intentaba liberarse continuó—. Ni siquiera lees mis mensajes.
—Estuve de arriba para abajo con varias cosas —contestó Kaminari jugando con el carrito del cierre de su chamarra.
—Las malas lenguas dicen que te metiste con drogas... Ya fuera vendie- —Minoru fue callado con el golpe que le brindó Kirishima.
—¡Claaaramente nadie lo creyó! —intervinó Hanta con rapidez, luego le reclamará al enano por decir eso—. Pero lo que pasó con tu familia debió ser muy fuerte para que te fueras así de la nada.
—¡Sobre todo tan cerca de culminar!
—Entendemos que no quisiste contarle detalles a nadie, pero sí de vez en cuándo nos haces saber que estás bien más allá de un sticker random en whatsapp te juro que nos angustiamos menos.
La mayoría asintió apoyando el comentario de Sato, ver a su amigo con sus propios ojos entero y sin rasguños era un gran alivio y suponen que su presencia en esta reunión implica que no los seguirá abriendo.
—Y también agradecería que nos cuentes si llegas a necesitar algo, sea ir a tomar un frappé o solo ser escuchado —dijo Yaoyorozu dulcemente.
Denki solo podía sonreír con lo que le decían, aunque también se preguntaba qué carajos se rumoreaba de él para que se expresaran así, ¿ser dealer? ¿Un posible suicida? ¡Que fantasiosos y alejados de la realidad estaban! Ahora sabe que es mejor contarles todo antes de que ellos o los metiches de otros cursos terminen inventando cosas más raras, quién sabe, quizás hasta lo creerían parte de la mafia.
Disimuladamente frotó sus manos en el pantalón para quitarse el sudor y armarse de valor. «Al mal paso darle prisa» se dio ánimos a sí mismo echando un breve vistazo a todos los presentes, al final se topó con esos ojos impares que le observaban expectantes y comprensivos.
—No creí que les inquietara tanto mi salida... ¿Es que no pueden vivir sin mí? —bromeó tragando el nudo en la garganta que empezaba a formarse—. Ya veo que hice mal al esconderme hasta de ustedes, pero estuve muy revuelto no sólo en lo emocional, un problema familiar era el pretexto más convincente y que menos explicaciones necesitara. Ya saben que no soy bueno con las excusas.
Mientras hablaba avanzó hacia el arco que conecta el comedor y la cocina, la barra alta y algunas cajas puestas a propósito sólo dejaban que sus amigos lo vieran del pecho para arriba, en el umbral Shoto ya lo esperaba contento de ver cómo se disipó su angustia.
—Debí decirlo todo antes... La verdad es que suspendí mi carrera porque —extendió su mano hacia el bicolor que no dudó en tomarla, en ese momento Bakugo se movió al rincón donde estaba Izuku permitiendo que los vieran completamente a ambos—. Vamos a ser papás, tendremos gemelos.
No se hicieron esperar los gestos y gritos de sorpresa al verlo parado ahí con la chamarra abierta y una polera blanca cuyos pliegues caen perfecto resaltando su abultado vientre de casi siete meses y de la mano del implacable Todoroki, apenas en unos segundos procesaban el hecho de que su querido amigo tendrá dos bebés cuando se dieron cuenta de quién estaba incluido en el "vamos".
—¡Pero cómo!
—¿En qué momento ustedes dos...?
—¡No chingues!
—¡¿Cómo que gemelos?!
—Es una broma ¿no? Ya sácate esa almohada de ahí.
—Es verdad... Eres un doncel, ¿cómo pude olvidarlo?
La pareja no pareja fueron atiborrados de preguntas, felicitaciones y otras cosas que no entendieron entre tantas voces al mismo tiempo, debieron predecir este tipo de reacción para prepararse mejor.
—¡A ver panda de inútiles! ¿Que no ven lo que les costó anunciarlo? Denles un respiro, maldita sea.
Ante el grito Kirishima agudizó la mirada hasta que vio al rubio cenizo de pie junto a Midoriya, muy a gusto disfrutaban del espectáculo.
—¡Ustedes lo sabían! —acusó al dúo con una expresión de indignación, ¿cómo su novio pudo ocultarle esto? No, ¿cómo Kaminari, su amigo, pudo guardarse algo así? Debió confiar más en él y decirle, es muy complicado según acaba de oír y no tiene que aislarse para sobrellevarlo.
—¡Izuku!
—¡Deku!
Midoriya se tensó de repente al reconocer las voces femeninas que le hablaban. desvió la mirada al techo y por poco empieza a silbar fingiendo demencia. Mientras Bakugo chasqueó la lengua y le restó importancia al haber callado el secreto.
—Entiendo que no quisieran que todo mundo supiera —habló Mina por fin estando frente al chico eléctrico, su voz calma no duró mucho—. ¡Pero nosotros no somos todo el mundo! Carajo ¿Kaminari qué te pasa?
—Ya, perdón, no ha sido fácil, nos costó asimilar todo.
Ashido detuvo sus ademanes de golpear en el hombro al doncel, lo miró a la cara y comprendió parte de sus miedos.
—Yaomomo ya lo dijo... Si necesitan algo solo diganlo.
—Somos sus amigos, independientemente del trabajo siempre estaremos para apoyarnos entre todos —dijo Iida después de limpiar repetidas veces sus lentes, creyó que estaba viendo mal pero no, Denki embarazado era muy real y ahí estaba.
—Ya hiciste mucho abriéndome las puertas de tu agencia —señaló Shoto con su semblante tranquilo, siempre que puede le agradece que le echó una mano.
El heterocromático se alarmó al oír un sollozo a su lado, regresó la vista al menor viéndolo con los ojos cristalinos y sus mejillas húmedas. Soltó el agarre de sus manos y lo tomó de los hombros viéndolo de frente.
—¿Estás bien?
—Sí, solo que escucharlos... Justo cuando estoy tan sensible hace que me llegue más todo —respondió el rubio como pudo, pronto se vio rodeado por un abrazo grupal.
—Tch... malditas cursilerías.
—¡Vamos Blasty! Únete al abrazo.
—Paso.
Instantes después se separaron y le hicieron tomar asiento en el centro de la mesa, tenían tantas cosas que decirles a ambos pero simplemente las palabras no se formulaban. Entonces les quedan las acciones, mostrarán su apoyo siempre que les sea posible.
—¡Si necesitan niñera cuenten conmigo! —ofreció Hagakure con emoción.
—¿Saben si serán niñas o niños? —Aoyama expresó la pregunta que muchos se estaban haciendo.
—En realidad preferimos esperar, digo ¿por qué frenar la racha de sorpresas? —contestó el doncel riéndose.
—"Si nos va a llevar que nos lleve en limusina" ¿eh?
—¿Les dijeron a los profesores? —preguntó Shoji.
—Tuvimos qué, pero se mostraron muy comprensivos —contestó Todoroki comiendo una fritura.
—¡Deberíamos ir de compras un día de estos! Ese guardarropa de bebés no se llenará sólo —comentó Ochaco cuándo notó que el tema académico incomoda a Kaminari.
—¡Es verdad! Me van a dejar comprarle outfits super tiernos a esos niños y no acepto un no como respuesta —dijo Ashido con seguridad.
—No dejen que estos extras malcrien a sus hijos —mencionó Katsuki ignorando la cara de indignación de sus amigos.
—Más bien no los dejen con Bakugo o se les pegará su mal carácter —bromeó Jiro del otro lado de la mesa.
—¡Repíteme eso, orejas!
Kirishima tomó a su novio de la cintura para impedir se le lanzara a la chica.
La reunión se tornó más relajada con el grupo riendo y platicando entre risas y compartiendo platillos que algunos prepararon o compraron. Kaminari se sentía más ligero, más libre y más seguro rodeado de tanta gente que lo aprecia y apoya desinteresadamente, después de mucho volvía a sonreír sin pesar.
En ese momento Shoto fue consciente de que la clase A es lo más cercano que ha tenido a un hogar y no por hablar de algo tangible, sino la manera en que lo reciben y apoyan aunque no haya empezado con el pie derecho, jamás le dieron la espalda y parece que esa unión no se romperá aunque dejen de ser un grupo escolar.
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