Viernes 19 de Agosto, 2016. Almuerzo.

-Agh, YoonGi. ¡Háblanos! -oí reclamar a SeokJin. A veces era tan molesto ese hombre.

-Jin hyung, déjelo -dijo HoSeok con el ceño fruncido. -Si no quiere hablar es por algo -era tan agradable ese hombre.

-¡Pero Hobi! Últimamente YoonGi ha estado más alegre, y estoy seguro que es por esas hojas que le llueven. ¡Quiero que hablemos de algo que no sea Harry Potter!

-Nos contará sobre ello cuando seamos confiables para él.

Alcé la vista y formé una semi-sonrisa dirigida a HoSeok. Formulando un suave gracias con mis labios.

-Está peor que el rarito de tercer año -dramatizó el rubio. ¿Qué rarito?

-¡Jin hyung! No sea molesto, JungKook no es raro.

-Si no puede oír, es raro -se cruzó de brazos y lo miré mal. ¿De qué mierda está hablando SeokJin?

-¿Cuál es el problema con que no pueda oír? -le pregunté enojado.

-Que no tiene amigos, si no fuera porque Kim TaeHyung es su único amigo, Jeon JungKook seguiría siendo el objeto de burlas. Y tampoco es que TaeHyung sirva de mucho. El raro es respetado porque NamJoon es novio de su mejor amigo.

-SeokJin, no tengo ni puta idea de quién es Kim TaeHyung y tampoco me interesa. Lo que sí, es lo que dices de su amigo. No puedes andar diciendo que alguien es raro por no poder escuchar.

-¡Tampoco habla! Sus amigos tuvieron que aprender lengua de señas, ¿sabes lo ridículo que eso suena? ¡Deben estar con él porque sus padres tienen dinero! Ese niño es un estúpido al pensar que los populares son sus amigos. Míralos -señaló una mesa que estaba ocupada por dos personas. Un castaño y un pelinegro que identificó como NamJoon, su compañero. -Ni siquiera extrañan su presencia, el niño debe estar enfermo pero estos siguen aquí como si nada.

-Jin Hyung, deben asistir a clases...

-Cállate HoSeok, si no recuerdo mal. Fueron ellos los que te abandonaron.

-¡No me abandonaron! -gritó al pararse golpeando la mesa. -Yo decidí alejarme.

-¿Y por qué estás aquí?

-Me di cuenta que estabas muy solo, SeokJin -miró al nombrado con tristeza y salió del comedor.

-HoSeok es un estúpido también, siempre está tomando las sobras de los demás. Es tan hostigante que nadie lo aguanta.

Ya.

Eso fue todo.

Me paré enojado, lo tomé de su camisa y lo golpeé en el rostro haciendo sangrar su nariz, empujé su cuerpo hacia el piso y lo miré con decepción.

-Deberías aprender a ser más persona, SeokJin. No tengo ni idea quién es Jeon JungKook, pero que suertudo es al tener los amigos que tiene. No como tú, sólo HoSeok te aguanta con ese carácter de mierda.

La vida no puede ser más irónica. Puedo golpear a SeokJin por reírse de una persona con discapacidad en el colegio, pero no puedo hacer nada para defender a mi hermanito de los insultos y golpes de papá.

Escuché la puerta principal cerrarse y corrí a la habitación de JiHoon. Abrí la puerta y vi el rostro de mi hermano con ungento sobre un gran hematoma ubicado en su pómulo izquierdo acompañado de lágrimas que llegaban hasta su mentón. Sostenía el teléfono con la mano temblorosa. Alzó su mirada y se topó con la mía, con su mano libre intentó hacer girar las ruedas de su silla, sin embargo, no se movió.

JiHoon tenía seis años cuando tuvo un accidente automovilístico con nuestra madre. Ese día perdió dos cosas: la pierna derecha y a su madre. Lo peor es que de alguna forma, nuestro padre lo culpa a él por lo que pasó.

-JiHoonie -sonreí. -¿Cómo has estado hoy? -pregunté suavemente mientras observaba su rostro.

-Cheollie -dio una media sonrisa a la vez que sorbía sus mocos. -Te llamaré después, ¿sí? -dejó el celular en su velador. 

Extrañamente pensé en las palabras de SeokJin, ¿será que la gente se acerca por lástima? Negué con la cabeza ante tal pensamiento y me golpeé internamente. Cheol, Joshua y Han han estado con JiHoon desde antes del accidente. Debe ser igual con el niño de la escuela.

-Estoy bien Yoonie -puchereó-, papá sigue negándose a inscribirme en tu escuela -frunció el ceño y quitó sus lágrimas con enojo. -Ya tengo quince, hyung. ¡No lo entiendo! Sigue desquitándose conmigo.

-No te preocupes JiHoonie, veremos qué hacer -respondí apenado. Aún no reunía el dinero suficiente para conseguir el pequeño dormitorio que ya tenía previsto y tampoco sabía si JiHoon querría irse. -Mira, te hice un dibujo del paisaje que tanto te gusta -abrí mi mochila y saqué mi cuaderno de croquis, se cayó uno de los mensajes que JJK me enviaba y enrojecí. No quería que JiHoon los leyera, pero era muy tarde. Ya lo estaba leyendo.

-Hyung, ¿tienes un admirador secreto? -abrió la boca sorprendido. -¿No planeabas decirme nada? -chilló indignado. -Lo odio, hyung.

-No sé quién es, pero estoy seguro que serías capaz de llegar a mi escuela para preguntarle a cada estudiante si es él. Muchas personas deben tener las iniciales JJK.

-Hmm... es cierto -infló sus mejillas. -¿Hay alguien con alguna discapacidad en tu escuela, hyung?

-¿No? -lo miré extrañado. -¿Para qué quieres saber eso, JiHoon?

-Dice que no puede oírle, ni hablarle. Hyung, está muy claro. ¿No hay nadie sordo en su escuela?

Y allí todo tuvo sentido.

-Jeon JungKook.

-JJK -sonrió contento.