2- Depresión.
La sociedad de la actualidad vive con tantas preocupaciones que hasta la cosa mas diminuta se convierte es un pesar.
Las emociones que existen son infinitas, algunas son hermosas, como la alegría, esa que te hace disfrutar de los momentos que crear a cada acción y decisión que se toma. La felicidad de hacer cosas nuevas, es una sensación de placer y satisfacción, tan fácil como respirar.
Aunque, también están las emociones que son la contraparte de lo hermoso, esa que son negativas. La tristeza, el terror, la agonía, el dolor...
Un inmenso pesar.
Desde pequeño, a sus cinco años de edad, era como un capullo que era protegido ante todo mal, pero su destino se torció, y ese capullo fue dañado.
Sus padre, llegaba a casa totalmente controlado por el alcohol y drogas.
Su bella madre tenía dos amantes, que la mantenían ocupada y desaparecida del hogar.
Una noche de invierno, el frío era abrumador, feroz e ingrato. Dentro de la penúltima casa de la manzana, casi en los territorios del oeste de la ciudad, en la habitación de primogénito de la familia Ackerman, el infante estaba recostado en su cama, pateando y empujando con todas sus fuerzas la figura de un abusador, que había llagado a casa apestado a botellas de vodka mezclado con tabaco y sustancias que no podía saber. Gritos y llantos era la sinfonía que rebotaban en las paredes de esa habitación, el pequeño de cabellos negros era débil, simplemente un niño con nula fuerza, no tenía oportunidad.
El hombre ya había comenzando a bajar de los cortos pantalones del niño, logrando de su objetivo en tan solo unos minutos.
El rostro del pequeño se convirtió en horror puro, gritando con todas sus fuerzas, pero una gran mano cubrió de su boca interrumpiendo su desgarrador llanto.
一 Shh, no tienes que temer, soy yo, papá y no te haría daño.
Esa voz tan repugnante se escuchó, hiriendo de su propio hijo.
Media hora transcurrió, la madre había llegado en compañía de su amante de turno, el ruido de la habitación le hizo sospechar que ya había alguien en casa, caminó a la habitación de su hijo pensando que encontraría al menor durmiendo en su cama sin molestia alguna, pero el escenario que sus ojos captaron fue algo que le impactó de momento.
Las lágrimas negras de rodaron por las mejillas de la madre destruyendo su perfecto maquillaje, sin pensarlo, tomó en mano lo primero que pudo alcanzar, siendo éste un paraguas que le habían regalado tiempo atrás. Asqueada y llena de furia, gritó con impotencia, y de un fugaz movimiento, clavó la puna del paraguas por debajo de la nuca de su esposo, provocando un daño que llegó hasta el cerebro del hombre, matandolo de inmediato.
La mujer sin poder creer lo que había hecho, miró a su hijo quien estaba temblando como un pequeño animal.
Afligida y sin saber que hacer, solamente pudo reaccionar después de diez minutos para decir:
一 Lo siento.
Al terminar esas dos palabras, agarró todas las cosas de valor en la casa y sin decir algo mas, huyó con su amante dejando a su hijo de cinco años atrás.
Ese niño, tan roto a su corta edad, fue abusado por su padre, y abandonado por su madre. Estaba completamente solo, en ese capullo que se había podrido.
La brisa sopló llevándose los años como hojas de los árboles que caían, dieciséis años ya había pasado desde esa traumatica noche.
A veces los recuerdos golpeaban su mente, reviviendo la imagen de su padre cayendo ya muerto después de haberlo abusado. Al igual que la imagen de su amada madre, la mujer que mató a la bestia, pero también fue la que sin despedirse lo abandonó en esa fría casa.
Levi suspira y se hunde cuando el pasado lo vista, regresando las escenas oscuras de su sucia existencia.
Logró sobrevivir cuando las autoridades descubrieron el cuerpo de su padre, y al mismo tiempo se encontraron con aquel niño de cinco años, fue llevado en una casa de adopción, pero la gente que estaba interesa en Levi, luego de conocer su historia se arrepentian y jamás le dieron una segunda oportunidad para rehacer su vida, terminó su niñez y juventud en ese hogar ajeno, sin tener amigos porque temía ensuciar a los demás con tan solo tocarlos.
A su mayoría de edad, tuvo que dejar la casa de adopción llevándose consigo una cámara fotográfica como último regalo de ese lugar, para emprender su vida por su propia cuenta.
Siendo ahora un adulto de veintiún años, regresa a su casa dónde alguna vez tuvo una familia.
No tiene emoción alguna, se siente en un gran pozo sin fin que le hace darse cuenta que no tenía sginicado el estar de pie, el poder soportar su absurda agonía silenciosa.
Desde hace dieciséis años le era tan difícil respirar.
Levi observó el rostro del castaño de cabellos largos, analizando cada imperfección que poseía el contrario.
Desde sus oscuras ojeras, o la pequeña barba que le había crecido, los lunares y pecas que se esparcian con escasez del liezo de su piel.
一 Salí para sacar algunas fotos y sin darme cuenta ya había terminado aquí. 一respondió, usando una voz insípida.
Eren un joven de dieciocho años que había conocido por accidente, en un día de lluvia cuando lo encontró teniendo un ataque de pánico, Eren estaba totalmente empapado por lo que Levi tras un impulso le ofreció el paraguas viejo que traía consigo en esa ocasión.
No sabía realmente lo que sentía por este chico, pero en poco tiempo se volvió importante, era la única persona con quien podía hablar sin ser juzgado o rechazado.
Levi era consciente de los sentimientos de Eren hacia él, lo sabía porque el castaño se le había confesado dos meses después de conocerse.
Aunque las confesiones de Eren eran ligeras, puesto que minutos después de expresar sus sentimientos, se arrepentía y se alejaba con temor.
一 No creo estar bien, pero es lo normal de todos los días. 一confesó con sinceridad.
Eren acarició de sus mejillas sin apartar esa mirada fija.
一 ¿Tienes algún plan hoy?
Levi le pregunta a Eren, el chico de ojos verdes parpadea tres veces antes de responder.
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