Too Sweet- Hozier
No se puede decir que soy un madrugador
It can't be said I'm an early bird
Son las diez de la mañana antes de que diga una palabra
It's ten o'clock before I say a word
En un mundo de fantasía, los hombres lobo y los vampiros suelen ser las razas más famosas entre todas las existentes.
Los vampiros lograron destacar gracias a su frialdad, racionalidad y estrategia, siendo denominados como las criaturas más calmadas y organizadas entre todas. En cambio, los hombres lobo, suelen ser reconocidos como almas libres y desorganizadas, quienes son deficientes del control y suelen ser más instintivos.
Sin embargo, a veces la ironía surge sin previo aviso, siendo ellos dos un claro ejemplo de esta.
Él, un descendiente y heredero de la familia más poderosa que existía entre los vampiros y de igual forma siendo el próximo líder, no era para nada parecido a lo que se esperaba.
Su falta de frialdad, organización y compromiso era algo que lo distinguía entre todos, pues no era habitual en su raza actuar así.
Siempre se le exigía comportarse de una manera fría, distante y arrogante, además de mantener una vida organizada y seguir una rutina. No obstante, él era incapaz de cumplir con estos requisitos, pues casi todo el tiempo se la pasaba paseando y actuando de una manera energética; buscando cercanía con cualquier persona que se le cruzará. Sumando a eso, él solía ser desorganizado y rebelde desde su niñez, por lo que se escapaba constantemente de sus obligaciones e iba hasta al bosque en busca de esconderse.
Bosque donde encontraría a un azabache, quien también era considerado diferente como él.
Cariño, nunca puedo entender
Baby, I can never tell
Cómo puedes dormir tan bien
How do you sleep so well
Los hombres lobo no suelen tener la mejor reputación, pues —ante los ojos de otras criaturas— ellos viven en desorden, siendo feroces y desobligados.
¿Y saben que era lo peor de esos rumores?
Que todo era cierto.
Su manada solía cumplir con todas esas cualidades, siendo presos del instinto y actuando de manera impulsiva.
Y él, hijo del alfa líder y sucesor al puesto, no era para nada como las demás "bestias" que tenía de manada.
Al igual que los vampiros, ellos tenían sus "reglas" —por así llamarlas— y cualidades que se esperaban en uno de ellos. En su caso, la gente esperaba que tuviera una actitud energética, cercana y amigable, agregando a esto que fuera alguien desorganizado y viviera improvisando. Pero, contrariamente a lo que se esperaba, él solía tener una actitud fría, distante y arrogante, evitando así a cualquier persona que se le intentará acercar y humillandolos en caso de que no se alejarán al instante. Además, él solía ser organizado y obediente desde su niñez, cosa que siempre sorprendía a los mayores.
Sin embargo, seguía teniendo un alma curiosa, por lo que de vez en cuando iba a explorar el bosque.
Y, para desgracia o fortuna, siempre que iba se encontraba a un castaño allí.
Sigues diciéndome que viva correctamente
You keep tellin' me to live right
Que me vaya a acostar antes del amanecer
To go to bed before the daylight
—¡Buenos días! —exclamó con alegría mientras se acercaba.
Nuevamente se había escapado de su casa, llegando al punto donde siempre se encontraba con Jaekyung.
—Ah, tú otra vez —dijo el azabache con indiferencia.
Sonrío ampliamente mientras se sentaba a su lado, mirando con curiosidad el libro que tenía el hombre lobo.
—¿Qué lees? —preguntó curioso.
—Que te importa.
Contrario a lo que se esperaría, el castaño sonrío aún más ante ese comentario. Así eran ambos, diferentes a los de su raza y diferentes entre ellos.
Jaekyung era alguien que odiaba la cercanía y todo lo relacionado con lo social, mientras que él amaba todo eso. En cambio, él odiaba la organización y la soledad, siendo así que Jaekyung amaba esas cualidades.
Algo que claramente estaba mal, pues así no deberían de actuar.
—¿Por qué leer cosas aburridas cuando podrías estar haciendo cosas cool? —preguntó—. ¡Tu manada es genial!
—Mi manada se deja llevar por los instintos y la improvisación, yo soy más de la coherencia y estrategia —respondió—. Deberías de aprovechar a tu gente, ellos saben darle prioridad a eso.
Rodó los ojos ante ese comentario, pues siempre que Jaekyung podía, él mencionaba sobre el "privilegio" que tenía al vivir con gente más civilizada.
Y nunca podría entender la afición que tenía con su raza, pues ante sus ojos ellos no eran más que personas aburridas y estúpidas, quienes se perdían sobre las cosas maravillosas de la vida. En cambio, él admiraba el espíritu libre que poseían los hombres lobo, quienes si sabían darle prioridad a los buenos momentos y aspectos que había en su día a día.
—Si no tuviéramos las cualidades físicas de nuestras especies, creeme que pensaría que tú y yo fuimos cambiados al nacer —dijo con una risa.
Un silencio los envolvió después de aquel comentario, pues no obtuvo respuesta a causa de que Jaekyung había regresado su atención a aquellos escritos, buscando leer el extenso y tedioso libro que llevaba.
—Ah, estás leyendo sobre las bases de la economía —dijo tras leer la portada, rodando los ojos ante el dichoso tema—. No sé cómo puedes estar tan concentrado, es demasiado aburrido.
—¿Has leído sobre esto? —preguntó Jaekyung, ahora sí con toda su atención en él.
—Seh, mis padres me obligan a estudiar esos conceptos —respondió con total indiferencia, buscando con la vista algo que lo pudiera entretener ese día.
—¿¡Estudias esto!? —exclamó aún más interesado.
—Desafortunadamente —contestó irritado, recordando como su tiempo se vió desperdiciado en aquellos días donde no había logrado escapar.
—¡Qué suerte tienes!
Después de eso, una larga plática dió inicio entre los dos, donde Jaekyung le decía a Dan que debería de aprovechar esa cualidad de su gente; además de debatir como ese libro se le había hecho interesante a Jaekyung, pero aburrido a Dan.
Porque así era su relación, ambos polos opuestos pero con una unión indescriptible.
Pero luego te despiertas antes de que salga el Sol
But then you wake up for the sunrise
Sabes que no necesitas fingir
You know you don't gotta pretend
Cariño, de vez en cuando
Baby, now and then
Su naturaleza era indudable, y a pesar de que ellos no seguían completamente las reglas establecidas por esta; de vez en cuando había momentos en dónde salían a relucir tales actitudes y características.
En su caso, cada que alguien hablaba o hacía cosas que le molestaban demasiado, él actuaba de una manera bastante arrogante y fría, tal cual se acostumbraba en los vampiros.
Asimismo, podía llegar a ser bastante organizado si lo deseaba y se lo proponía, pero le gustaba evitar aquella cualidad suya.
Por otro lado, Jaekyung podía actuar de una manera energética y cercana si se tocaba un tema de su interés, aunque para ello primero se debía de soportar su actitud principal. Del mismo modo, él podía ser bastante desorganizado si se olvidaba de las cosas o se salía de su rutina.
Pero esto no pasaba muy seguido, pues ellos gustaban de seguir con sus verdaderas personalidades, aún si eso provocaba confusión o disgusto en los demás.
¿No tienes ganas de despertar tarde, en un día oscuro como un lago
Don't you just wanna wake up, dark as a lake
Oler a humo de fogata, perdida en la neblina?
Smellin' like a bonfire, lost in a haze?
Si estás ebria con la vida, cariño, supongo que está bien
If you're drunk on life, babe, I think it's great
Pero mientras estés en este mundo
But while in this world
En uno de sus días libres, —en los cuáles si tenía permitido salir a donde él quisiera—, había optado por seguir a Jaekyung, llegando hasta las tierras de su manada.
Claramente lo había hecho a escondidas, pues a pesar de que los vampiros y hombres lobo tenían una relación estable, dudaba mucho en que el azabache deseará guiarlo hasta su territorio.
Dejando esos pensamientos de lado, recorrió el lugar con mucha curiosidad, siguiendo su propio rumbo y perdiendo de vista a Jaekyung.
Notó como algunas miradas curiosas se posaban en él, por lo que supuso que su apariencia era la razón de esto. Y es que, no es como si hubiera mucha diferencia física entre ellos, después de todo ambas razas tenían la típica figura humana, agregándole únicamente colmillos y tal vez unos tonos de piel mas pálido. Sin embargo, algo que si los diferenciaba mucho era su tono de cabello, pues los colores que predominaban en los hombres lobo eran únicamente tonos oscuros, como el negro o un café bastante obscuro y apagado, una tonalidad muy distinta a su castaño claro.
Además, otra razón podría ser su distintivo atractivo, el cual era una de las cualidades físicas más llamativas e importantes en un vampiro.
Sin prestar mucha atención a eso, se adentro al mercado de la ciudad, encontrándose distintos puestos con cosas llamativas. En uno de esos pudo observar un bonito y sencillo gorro de color negro, el cual estaba hecho de una suave lana.
—¿Te gusta? —preguntó la chica que tenía frente suyo.
—¡Sí! —respondió con entusiasmo—. Es muy bonito.
—¿Eso crees? Quiero decir, es bastante simple a comparación de otros gorros que hay.
—A veces lo simple es mejor que lo extravagante ¿No te parece?
La chica sonrío ante su comentario, haciendo que él le correspondiera de la misma manera.
—Si te gusta puedes llevarlo.
—Ah, claro ¿Cuánto sería?
—Es gratis, un regalo de parte de la casa.
—¿Qué? Pero... —dijo confundido, pues en dónde vivía cosas así no pasaban—. ¿No perderás ganancias?
—Este gorro lleva más de un mes aquí, es obvio que nadie de los de mi raza quiere comprarlo —respondió la chica con una sonrisa, tomando delicadamente el dichoso objeto—. Además, me caiste bien y se que esto podrá despistar las miradas que te dan las personas.
Con mucho cuidado la chica le coloco el gorro, escondiendo bien cada mechón de su cabello. Al terminar de hacer eso, ambos se sonrieron de manera cómplice, platicando un poco más antes de que partiera a otro rumbo.
Nuevamente indagó por el sitio, teniendo de diferencia que ahora pasaba como desapercibido. Y pensó que podía seguir así todo el día, pero para su mala suerte se encontró con alguien que conocía perfectamente que no pertenecía ahí.
La analítica mirada se posó en él, irradiando confusión al estar desconcertado por su presencia. A pasos lentos, imponentes y dominantes, Jaekyung se acercó hasta donde se encontraba, evitando que él pudiera escapar o siquiera esconderse.
—Jaekyung —dijo nervioso, esperando que aquel no le reclamará nada.
—¿Tú qué haces aquí? —preguntó a la defensiva, utilizando un tono amenazador.
Cómo había mencionado, los hombres lobo y los vampiros suelen estar en una constante paz, además de no tener ningún inconveniente con la otra especie. No obstante, ninguno de ellos sabía donde se ubicaban con exactitud los otros, pues se creía que era algo privado y secreto.
Así que, técnicamente, el hecho de que estuviera en esa zona era romper una regla —no regla— muy importante entre todos las razas.
—Ah ¿Me perdí? —dijo en un mal intento de excusa.
Creo que beberé mi whisky puro
I think I'll take my whiskey neat
Mi café negro y me acostaré a las tres
My coffee black and my bed at three
Eres demasiado dulce para mí
You're too sweet for me
Eres demasiado dulce para mí
You're too sweet for me
Bebo mi whisky puro
I take my whiskey neat
Mi café negro y me acuesto a las tres
My coffee black and my bed at three
Eres demasiado dulce para mí
You're too sweet for me
Eres demasiado dulce para mí
You're too sweet for me
Al ser descubierto por Jaekyung, rápidamente fue llevado ante el alfa líder, quien se encargaría de él y sus consecuencias.
Su cuerpo temblaba del miedo, mientras que su corazón se aceleraba de una manera incontrolable a causa del temor. Su garganta se secaba, creando un nudo en esta a causa de la inquietud.
Al llegar, la figura imponente y fornida que lo recibió le hizo temblar de una manera más brusca, provocando que por poco se cayera. Sin embargo, con la frente en alto avanzó por el salón, quedando justo delante de él.
—¡Es impresionante! Un vampiro en nuestras tierras —dijo el mayor.
Parpadeó rápidamente ante el tono ejecutado, pues no parecía ser uno lleno de desprecio o seriedad, sino más bien uno lleno de curiosidad y entusiasmo.
—Dime ¿Qué haces por aquí, pequeño vampiro? —preguntó con el mismo tono.
Sonrío al notar como aquella apariencia ruda solo era una fachada, pues aquel sujeto era bastante agradable. De reojo observó a Jaekyung, quien se ponía justo al lado del alfa líder.
Es verdad, ambos eran padre e hijo.
No pudo disimular su asombro, pues las personalidades de ambos eran demasiado diferentes.
—Me dió curiosidad saber cómo son las cosas por aquí —confesó—. Si soy sincero, me considero un gran fan de su alma libre.
—¿Un vampiro admirando esa cualidad nuestra? ¡Que rareza! —exclamó aún más entusiasmado—. Aunque era de esperarse, después de todo, un vampiro cuerdo no hubiera venido hasta aquí a escondidas.
—Pido perdón por mi atrevimiento, pero desde pequeño me ha interesado aprender cosas que únicamente ustedes podrían enseñarme.
—¿Qué clase de cosas podríamos enseñarle a una especie mucho más avanzada que nosotros?
—Quiero aprender a cazar, a improvisar y poder conectarme con la naturaleza —dijo con una notoria emoción, esperando que aquel hombre lo brindará de su ayuda.
Un silencio los rodeó ante eso, pues repentinamente el líder había empezado a analizarlo.
—Podría ayudarte a saciar tu curiosidad, pero necesito que respondas dos dudas.
—Dígame, soy todo oídos señor.
—Bien, si es así, entonces ¿No se supone que los vampiros saben cazar? Después de todo, su alimentación es a base de sangre ¿No? —dijo con aquel tono desconcertado—. Y la segunda, ¿por qué no actúas igual que los demás? Es decir, me agrada tu espíritu, pero nunca antes había visto actuar a ningún otro de tu especie de la misma manera.
Suspiro aliviado ante tales preguntas, pues ambas cosas eran bastante fáciles de responder.
¡Que emoción! En poco tiempo podría aprender cosas geniales.
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
—Respondiendo su primera pregunta, no todos los vampiros sabemos cazar —dijo con un leve disgusto—. Según las cualidades que se demuestren es el puesto que se da en nuestra sociedad, y para ello se realizan unas encuestas que muestran los mejores resultados.
—¿Tú qué puesto llevas muchacho?
—Ah, yo no realicé esas encuestas —dijo nervioso, sintiéndose un poco incómodo ante la idea de mencionar su estatus—. Y respondiendo su segunda pregunta —se apresuró a decir, interrumpiendo cualquier oportunidad para preguntar el porque de su respuesta anterior—. Actuó así desde pequeño, no hay un motivo en general, por lo que simplemente es mi personalidad.
Notó como volvía a ser analizado por el mayor, quien lo veía de manera atenta y fija. Al final solo se limitó a sonreír, tranquilizando todos sus nervios.
—Puedes aprender primero a cazar, creo que te iría bien —dijo con una sonrisa—. Mi hijo Jaekyung te acompañará.
Asintió energéticamente ante esa respuesta, sintiéndose feliz al saber que estaría junto a su amigo. Y sorpresivamente Jaekyung no pareció protestar, poniéndose justamente a su lado.
—Se que mi manada no te haría nada malo, pero si llamas la atención entre todos nosotros —dijo el padre de Jaekyung—. Así que evita quitarte el gorro ¿Bien?
—¡Bien!
Tras unas pocas palabras de despedida y ligeras órdenes, ambos salieron de aquel sitio, yendo hasta el bosque en busca de una presa.
—Tú padre es increíble —dijo mientras caminaba, mostrando una de sus sonrisas más radiantes.
—Si, pero esperaba que te dijera algo más hostil —respondió Jaekyung.
—Malo.
Mis objetivos son modestos
I aim low
Mis expectativas son reales y el suelo es hacia donde voy
I aim true and the ground is where I go
—Aprecio mucho a mi especie, pero me gustaría que fuera mas como la tuya —habló Dan una vez que llegaron, buscando a un animal que cazar.
—Y a mi me gustaría que la mía fuera mas como la tuya —respondió—. Con un objetivo claro, más civilizada y con expectativas grandes.
—Tener expectativas apesta, solo es una cuestión que te presiona hasta más no poder.
—Eso lo dices porque odias todo lo relacionado con el orden, pero en realidad tener una expectativa es de gran ayuda para lograr cosas grandes.
—Al diablo las cosas grandes, yo solo quiero aprender cosas simples —contestó Dan.
Rodó los ojos ante tal comentario, sintiendo que la indiferencia de Dan le era irritante.
Es que de verdad ¿Cómo podía estar desperdiciando tal privilegio? ¡Él estaría encantado!
A veces uno no sabe apreciar las buenas cosas de la vida.
Trabajo hasta tarde en un lugar lejos del teléfono
I work late where I'm free from the phone
Y el trabajo está hecho
And the job gets done
Pero te preocupas un poco, lo sé
But you worry some, I know
Pero ¿quién quiere vivir para siempre, cariño?
But who wants to live forever, babe?
Le enseño las cosas más básicas de la cacería, y tras una demostración, dejó que Dan deambulara por el bosque, por lo que ahora se encontraba solo debajo de un árbol.
Miró a su alrededor con indiferencia, esperando el regreso de su "aprendiz". Aquel trabajo que se le había otorgado no era nada difícil, pues él era un gran maestro y Dan un "estudiante" eficaz, por lo que esperaba volver a su hogar en poco tiempo.
Las ramas rompiéndose y los pasos apresurados se oyeron tras esperar 10 minutos, dejando ver cómo Dan regresaba con un ciervo en brazos.
—¡He atrapado a uno! —decía con felicidad, sonriendo de una manera increíblemente radiante— ¡He conseguido cazar a un animal!
Sonrío levemente ante su comportamiento, siendo contagiado por aquella actitud entusiasta. Notó como Dan dejaba al animal en el suelo, avanzando rápidamente hasta donde estaba él y abalanzandose encima suyo.
—¡Gracias por enseñarme! —dijo contra su pecho, aferrándose a sus hombros.
Anonadado le correspondió el abrazo, sintiendo la calidez que irradiaba el cuerpo contrario.
—¿De nada? —respondió aún embobado.
Tratas tu boca como si fuera la puerta del cielo
You treat your mouth as if it's heaven's gate
El resto parece ser parte de la Transportation Security Administration
The rest of you like you're the TSA
Quisiera ser así también
I wish I could go along
Cariño, no me malinterpretes
Babe, don't get me wrong
Tras separarse, ambos observaron al animal tumbado en el suelo, quien al seguir vivo y herido parecía rogarles por ayuda.
—Creo que ya no quiero quitarle su sangre —dijo Dan con lastima, mirando piadoso a aquel animal.
—Ya no hay vuelta atrás —respondió él.
—¡Es que míralo! Es tan bonito e inofensivo —exclamó aún más lamentero.
—Kim Dan —dijo en forma de advertencia.
—Bien, bien —respondió—. Lo siento pequeñín, pero eras tú o yo.
Observó como se ponía de cuclillas, tomando suavemente al pobre animal asustado, acercando sus colmillos hasta su cuello.
—Ey, date la vuelta —pidió una vez que notó su mirada fija—. Me da vergüenza que me veas haciendo esto.
Rodó los ojos ante tal petición, dándole la espalda en forma de brindarle privacidad. A pesar de eso, escuchó claramente como le absorbía la sangre, haciendo el típico sonido de satisfacción que se producía tras tomar algo realmente delicioso.
Típico de vampiros.
Sabes que eres brillante como la mañana, suave como la lluvia
You know you're bright as the morning, as soft as the rain
Bonita como una vid, dulce como una uva
Pretty as a vine, as sweet as a grape
Si puedes fermentar, tal vez espere
If you can sit in a barrel, maybe I'll wait
Pero hasta ese día
Until that day
—Ya está —dijo Dan una vez que acabo.
Se dió la vuelta con irritación, pensando en lo estúpido que sonó Dan al pedirle que hiciera eso. Sin embargo, todo sentimiento negativo se quedó en el olvido tras verlo.
El castaño seguía en cuclillas, tal cuál se había quedado antes de que se diera la vuelta, actuando como si no hubiera pasado nada inusual. No obstante, algo en él había cambiado de manera considerable.
Su piel, tan pálida como la leche, había optado un resplandor peculiar, haciéndolo parecer un muñequito de porcelana. Su cabello, claro y revoltoso, se había acomodado de una manera que definía mejor los rasgos contrarios. Y sus ojos, grandes y expresivos, habían adoptado un brillo cautivador, seductor y atrayente, logrando así que no pudiera apartar la vista de ellos.
Vio como lentamente se levantaba, actuando de una forma inconscientemente sensual; sosteniendole la mirada en el proceso. Se quedaron viendo fijos por unos minutos, siendo así que él se encontraba perdido en Dan, pareciendo hipnotizado por aquel vampiro.
Es decir, siempre había sido muy atractivo, pero ahora.... Era difícil de explicar.
Una media sonrisa se pintó en el rostro contrario, expresando el orgullo que sentía a causa de haber cazado un animal por su propia cuenta.
—¿Tengo algo en la cara o porque me miras de esa manera? —preguntó Dan confundido.
Incluso su voz había cambiado, pues ahora salía de una manera más embriagante y seductora.
¿Qué mierda había pasado en ese par de minutos?
Prefiero beber mi whisky puro
I'd rather take my whiskey neat
Mi café negro y acostarme a las tres
My coffee black and my bed at three
Eres demasiado dulce para mí
You're too sweet for me
Eres demasiado dulce para mí
You're too sweet for me
Bebo mi whisky puro
I take my whiskey neat
Mi café negro y acostarme a las tres
My coffee black and my bed at three
Eres demasiado dulce para mí
You're too sweet for me
Eres demasiado dulce para mí
You're too sweet for me
—Te ves diferente —dijo él enmedio de su trance.
La confusión se hizo presente en el rostro de Dan, quién intentaba comprender a que se refería Jaekyung.
—¿Diferente? —repitió.
—Si, te ves... —se quedó callado ante eso, pues ni siquiera él sabía como describir su cambio—. No lo sé, pero hay algo en ti que cambió.
Tras unos segundos más, Dan finalmente pareció captar a lo que se refería, brindándole una sonrisa sutil.
—Oh, es algo normal entre los vampiros —respondió—. Nuestra belleza se acentúa cuando tomamos sangre, esto es en busca de parecer inofensivos y engañar a nuestras presas.
—¿No sé supone que tú no sabes cazar?
—En efecto, pero es algo hereditario —contestó—. Se solía utilizar cuando éramos más primitivos y todos hacíamos la labor de caza.
El silencio envolvió esa parte del bosque, dejándolos a ellos en un extraño, pero tranquilo ambiente. Sin necesidad de decir palabras, ambos habían emprendido camino hasta el punto donde se solían encontrar siempre, pues de allí Dan iría hasta su casa solo.
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
Oh-oh-oh-oh-oh, oh-oh-oh-oh-oh-oh
Al llegar el momento de separarse, sus miradas se cruzaron, reflejando una ligera pizca de desilusión ante la idea de marcharse en ese instante.
—Aquí nos separamos —dijo Dan tras el prolongado silencio.
—Si, creo que sí —respondió—. Para la otra dime que deseas venir hasta mi manada, con gusto te traeré nuevamente.
Una tenue sonrisa se formó en los labios de Dan, quien lo observaba de manera atenta. Su mirada le hacía sentir nervioso, pues reflejaba tantas cosas que le eran indescifrables.
Y es que, a pesar de que seguía siendo el mismo vampiro que lo molestaba e irritaba en todos sus encuentros en el bosque; ahora se veía de una manera tentadora, provocando que pensamientos extraños e irreconocibles llegarán hasta su mente.
¿Era acaso un hechizo?
Sabía que eso era improbable, pues las únicas criaturas que podían encantar de esa manera eran las sirenas y tritones, aunque de vez en cuando también las brujas.
Y Dan no provenía de ninguna de esas dos especies, ni mucho menos tenía genes de estás. Por lo que, todo lo que experimentaba era a causa de la belleza natural del vampiro.
Cuando el castaño ya había empezado a caminar, repentinamente se detuvo a una distancia considerable, dándose media vuelta y regresando su vista hasta él.
—Ey, gracias por todo nuevamente —dijo con un ligero sonrojo—. Y, en muestra de este agradecimiento que tengo, yo deseaba invitarte a pasar un día con mi gente.
Abrió grandemente los ojos ante esas palabras, sintiendo como una repentina emoción empezaba a recorrer por sus venas.
—¿De verdad? —preguntó de manera serena, pero sintiendo como su interior explotaba.
—Solo si deseas hacerlo.
—¡Claro! —exclamó—. Sabes que me encanta esa idea.
—Bien, ¿te parece que en dos o tres días vengas conmigo?
—¡Por supuesto! —era inevitable, su emoción ya había salido a todo su resplandor—. No puedo creerlo, siento que mi corazón va a explotar.
—Bien, entonces yo te aviso —dijo con una leve risa.
Cuando creyó que finalmente se iría, el repentino beso que fue depositado en su mejilla lo sorprendió, dejándolo petrificado en su lugar.
—¡Nos vemos! —gritó Dan mientras corría, ocultando su cara con mucha vergüenza.
Se tocó aquella zona, sintiendo como su piel ardía ante el tacto anterior.
Eso... ¿Cómo debería de reaccionar?
Bebo mi whisky puro
I take my whiskey neat
Mi café negro y me acuesto a las tres
My coffee black and my bed at three
Eres demasiado dulce para mí
You're too sweet for me
Eres demasiado dulce para mí
You're too sweet for me
Tras ese acontecimiento, finalmente había llegado el día de la expedición. Cuando se encontraron en aquel punto tan familiar, ambos decidieron dejar en el olvido aquel beso, actuando de la misma manera que solían adoptar siempre.
Y con eso se refería a que Dan lo molestará la mayor parte del tiempo.
Cuando llegaron hasta el territorio de los vampiros, su impresión fue enorme, pues la ciudad era mucho mejor a lo que se describía en los libros.
—¡Esto es genial! —exclamó con entusiasmo—. ¿¡Cómo puedes odiarlo!?
—No lo odio, simplemente prefiero cosas más sencillas —respondió Dan.
Recorrieron todos los rincones posibles, encontrando diversos detalles o artefactos que no se encontraban en su manada. Por lo que, cada que se cruzaban con estos, Dan tenía que explicarle en que consistía cada uno.
—¡Mi padre! —dijo de repente Dan, arrastrándolo hasta un callejón oculto.
—¿Qué tiene tu padre? —cuestionó sin entenderlo, pero con un par de segundos comprendió su preocupación—. Espera ¿¡Él no sabe que yo iba a venir a la ciudad!?
—¡Si le decía era un no rotundo! —contestó—. Era que tú vinieras a escondidas o que perdieras la oportunidad de conocer estos rumbos.
Ante esas palabras, las ganas de ahorcarlo se hicieron presentes en su cabeza, idea a la cual se tuvo que abstener con mucha resistencia.
—¡Eres un... —ni siquiera estaba de humor para insultarlo.
Unos pesados pasos se escucharon desde la distancia, dejando ver poco a poco una silueta alta y delgada. El eco que producían aquellas pisadas resonaba en sus oídos, haciendo que un inexplicable temor lo invadiera.
Los vampiros eran fríos y despiadados.
—Dan, ¿quién es él?
****
Acabe.
Vengo a quejarme sobre los trabajadores de mi internet, porque me lo cortaron sin ningún motivo (nunca he faltado con ningún pago) y siguen sin conectarme, por lo que tuve a ponerme una recarga.
Cómo sea, les dejo esto en caso de que mi situación siga así.
Voten, disfruten, pidan y si pueden recomienden ✨
Pedido de: JenniRebBlink
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