Seven (feat. Latto) (Explicit Version)- Jungkook
El peso del mundo en tus hombros
Weight of the world on your shoulders
Desde la antigüedad hasta la actualidad, el imperio Kruptos ha estado en guerra con el imperio Valkorath, buscando expandir su dominio y ganar mayor territorio.
La tensión entre ambas monarquías estaba plasmada en la historia, siguiendo presente ante la abstinencia de no retroceder. Por ende, las batallas sangrientas y caóticas eran muy comunes de presenciar, causando terror y angustia entre sus habitantes. Sin embargo, aún con la perdida que sufrían ambos imperios, ninguno se veía capaz de dejar aquella rivalidad, pues aquello significaba pasar a la historia como el perdedor de este enfrentamiento importante.
Y ningún imperio quería ese puesto.
Kruptos era conocido como el mayor líder militar, teniendo otras virtudes como su extenso territorio y su buen comercio. Sus habitantes solían ser guerreros preparados desde pequeños, siendo fieles creyentes y alabadores de los lobos negros; animales que consideraban de buena suerte y que podían llegar a ser guías espirituales a causa de su majestuosidad y ferocidad. La avaricia era la mayor cualidad de este imperio, por lo que, queriendo expandir su influencia y poder, habían empezado a atacar a Valkorath, iniciando así una guerra que no se detendría a pesar de los años. Su dinastía era conformada por la familia Joo, quienes eran reconocidos como líderes y conquistadores natos.
Por otro lado, Valkorath era más conocido por su arte y arquitectura, teniendo piezas destacables entre todas las civilizaciones existentes. Los habitantes de este imperio solían ser promovedores de la paz, pues ante sus ojos era la mejor ofrenda que se le podía brindar a los dragones; criaturas mitológicas que se habían convertido en los animales que adoraban y alababan. Sin embargo, ante los ataques que le brindaba Kruptos, ellos dejaron aquella ideología a un lado, correspondiendo y atacando con la misma intensidad, e incluso de una manera peor. Su dinastía dependía de la familia Kim, quienes eran percibidos como seres protectores y defensores del imperio.
Pese al deseo de seguir luchando para llevar a cabo el deseo de sus antepasados, él sabía perfectamente que aquello sería perjudicial. Y es que, no solamente su rival salía afectado, sino que también sus tierras, habitantes y condiciones estaban en un muy mal estado, trayendo demasiadas perdidas a su imperio.
Aún así, sin querer retroceder, el emperador Joo Jaekyung —quien era conocido como el más frío, cruel, astuto e inteligente de su linaje— planificó una estrategia inesperada, pero que podría garantizar el fin y la victoria de aquella guerra.
Un día como cualquier otro de su vida, aquel malévolo hombre había mandado a secuestrar al príncipe y hermano del emperador Kim Taehyun, encerrandolo en una de las habitaciones de su palacio.
Su plan era simple, pues únicamente consistía en utilizar a aquel chico como rehén para amenazar y manipular al soberano rival, obligándolo a ser marcado como el perdedor de la guerra. Además, podría conseguir información vital tras torturar a su "invitado".
Pero esa orden se la daría después a sus soldados, pues en esos días no se encontraba de buen humor para atender al chico retenido.
Ni siquiera sabía cómo era él.
Te beso la cintura y te relajo la mente
I kiss your waist and ease your mind
Debo ser afortunado para conocerte
I must be favored to know ya
Tomo mis manos y trazo tus líneas
I take my hands and trace your lines
—Su majestad —dijo un soldado, quién se hincó en una sola rodilla ante su presencia, mirando al suelo con mucha atención—. Su majestad el emperador, estoy aquí para darle un comunicado de parte de uno de los guardias.
Su falta de respuesta los dejó en un silencio, provocando que los nervios crecieran en aquel joven. La fría mirada estaba postrada en los documentos que tenía en mano, y tras esperar unos minutos, finalmente le otorgó una respuesta.
—Habla rápido —dijo con indiferencia, aún sin prestarle mucha atención.
—Su majestad, el príncipe de Valkorath se rehúsa a comer —comentó con preocupación—. Ya lleva seis días en abstinencia, apenas y toma un vaso de agua al día —continuó—. Se teme que aquel muchacho no sobreviva por más tiempo.
Su mandíbula se tenso ante el comentario, provocando que apretará los puños y dejará los papeles sobre el escritorio.
—Retírate —ordenó con enfado, teniendo un tono de voz bastante atemorizante.
Al instante fue obedecido, quedándose solo en aquella habitación. Sin ninguna otra opción se levantó de su silla, dirigiéndose a la puerta y saliendo de la oficina.
Caminó por los pasillos del palacio, escuchando como sus propias pisadas resonaban y hacían eco por los rincones. En el transcurso se topó con varias personas, quienes bajaban la vista e incluso le brindaban reverencias, adoptando actitudes sumisas a causa del respeto y miedo que le tenían.
Al llegar hasta su destino, solo basto una simple mirada para que las puertas fueran abiertas, dejando observar el interior de aquel cuarto.
Las brillantes joyas resplandieron a causa de los rayos del sol que se habían filtrado, brindando así un poco de iluminación entre las penumbras que había en la recámara. Buscó con la mirada a la persona que tenía retenida, encontrandolo parado frente a un mueble mientras dejaba allí la comida que se le había dado, manteniéndola intacta.
Frunció el entrecejo ante esa acción, pensando en lo malagradecido que era el chico. En cierta forma entendía su comportamiento, después de todo se le había privado de su libertad. Sin embargo, debería de considerarse afortunado, pues usualmente sus prisioneros iban a calabozos y no le brindaban comida ni atenciones, convirtiéndolo en la primera persona que obtenía eso.
Vio como se daba la vuelta, pero no pudo observar su rostro a causa de la poca iluminación. Al simplemente mover su mano, rápidamente uno de los guardias encendió las luces, dejando así que pudiera apreciar la cara del principe.
Así es como hacemos las cosas
It's the way that you can ride
Así es como hacemos las cosas (oh-oh-oh-oh)
It's the way that you can ride (oh-oh-oh-oh)
Creo que te conocí en otra vida
Think I met you in another life
Así que rompamos en otro momento (oh-oh-oh-oh)
So break me off another time (oh-oh-oh-oh)
Con lo primero que se topó al tener una mejor iluminación fue con unos orbes avellanas, quienes esbozaban irritación y repugnancia ante su visita. Su postura se mantenía erguida, manteniendo la frente en alto e incluso mirándolo a los ojos, aún si sabía que aquello estaba prohibido.
Lo recorrió de pies a cabeza, apreciando cada rasgo de aquel muchacho.
Era atractivo.
—Me han informado sobre tu terquedad ante el tema de no comer —habló él, rompiendo con el silencio de la habitación.
El principe no respondió nada, manteniendo la misma postura del principio. Aquel comportamiento frío no le agrado ni un poco, por lo que apretó la mandíbula con disgusto.
—Te necesito vivo, así que no me sirve de nada está estupidez tuya.
—Prefiero morir antes de ser de tu ayuda —respondió aquel chico.
—Mira Kim Dan, que seas un príncipe no te hace superior a mí —dijo con furia, caminando y tomando aquel platillo de comida—. Te recuerdo que soy el emperador de esta nación, y al estar en ella debes de respetarme.
—¡Yo no pedí que me secuestraran!
—Pero ya lo hice, así que seguirás mis órdenes como cualquier persona de este imperio —dijo él, haciendo que sonará más como una orden.
—Me rehusó a obedecer tus estupideces —respondió Dan, soltando su comentario con mucha irritación.
—No juegues con tu suerte —dijo de forma amenazadora, acercándose y apretando sus mejillas—. Si deseas regresar a tus tierras en una sola pieza e ileso, te aconsejo dejar está actitud rebelde.
—¿Y que me harás? ¿Matarme? ¿Torturarme? Sabes que la guerra será peor si cometes algún atentado en mi contra —dijo con un tono burlón, sonriendo de manera cínica—. Mi hermano haría cualquier cosa por mí.
—Eso es perfecto, me alegra mucho que así sea —contestó con el mismo tono de burla, rompiendo la sonrisa que tenía el castaño—. Si tu hermano es capaz de hacer cualquier cosa por tí, entonces eso significa que está dispuesto a dejar la guerra y optar por el papel de perdedor ¿No es así?
—Eres un... —antes de decir su insulto, fue interrumpido por él.
—Ni siquiera te atrevas a insultarme.
El silencio se hizo presente en la habitación, dejándolos en un ambiente tenso y detonante, esperando cualquier indicio para desatar una pelea. No obstante, antes de poder hacer eso, él decidió que discutir contra aquel muchacho no tenía ningún sentido, por lo que simplemente dejó la comida en la cama y se dió media vuelta.
—Si me llegó a enterar de que sigues con tu huelga de no comer, entonces no esperes que tu imperio siga de pie cuando tú salgas —murmuró en forma de amenaza, retirándose del sitio.
Te envuelves alrededor de mí y me das vida
You wrap around me and you give me life
Y, por eso, noche tras noche
And that's why night after night
Te voy a coger duro
I'll be fuckin' you right
Los días siguieron su curso, diluyendo el recuerdo de su encuentro. Desde ese acontecimiento, él no había vuelto a visitarlo, pero se aseguraba de preguntar todos los días sobre su estado.
El plazo de dos semanas había expirado, por lo que era momento de llevar a cabo el segundo paso de su plan: Informarle al imperio Valkorath que ellos tenían retenido a su príncipe, amenazando con matarlo si no se daban por vencidos.
Por ende, queriendo alguna prueba para que el emperador Kim lo reconociera, él mando a llamar a Dan, esperándolo tranquilamente en su recámara.
Su llegada fue casi inmediata, pues en solo en un par de minutos el muchacho ya se encontraba frente suyo. Aquel chico caminó hasta donde se encontraba, irradiando elegancia y poder, aún si era un simple prisionero en el imperio.
—Veo que a pesar de tu terquedad decidiste obedecer mis órdenes —habló con arrogancia, soltando aquel comentario como una burla y ofensa.
Vio como una sonrisa forzada aparecía en los labios del castaño, aumentando su egocentrismo. Sus miradas se mantuvieron entrelazadas por un par de segundos, desencadenando una extraña diversión dentro de su cabeza.
Cómo la ley establecía, en cualquier lugar estaba prohibido ver los ojos del emperador, aún si eras de una jerarquía similar. Los únicos con aquel derecho solían ser sus familiares y emperadores de otras naciones, pero de allí en fuera todos debían de bajar la vista ante su presencia; a menos de que él ordenará lo contrario. Sin embargo, Dan parecía ignorar esa regla, pues no solo lo miraba directamente a los ojos, sino también actuaba de una manera rebelde y descortés.
Y contrario a lo esperado, aquella actitud le era interesante, pues era algo muy contrario a lo que había experimentando en toda su vida.
—¿Para que me necesitas? —preguntó el castaño.
—Necesito de tu sangre para una carta —respondió con tranquilidad.
Notó como los ojos contrarios se abrían extensamente, dejando apreciar su notoria sorpresa.
—¿Qué? —fue lo único que dijo—. ¿Qué clase de maníaco escribe cartas con la sangre de sus rehenes?
—No escribiré nada con ella, solo la pondré en un frasco —aclaró—. Necesito informarle a tu hermano sobre tu estadía aquí.
—Si con 'estadía' te refieres a mi secuestro, entonces estoy seguro de que esto únicamente traerá más destrucción.
—Me encargaré de que eso no pase, de mientras —se acercó lentamente hasta donde estaba, tomándolo del mentón—. Necesito un poco de tu sangre.
Sin esperar respuesta, delicadamente tomo el dedo de Dan, sacando una pequeña daga y haciendo un ligero corte.
—¡Auch! —exclamó el castaño.
Presionó aquella cortadura para exprimir la sangre, apreciando como las gotas caían lentamente dentro del frasco. Tras tener una cantidad suficiente, simplemente se alejó del castaño, tomando la carta y dirigiéndose al mensajero que estaba esperando en un rincón.
—Lleva esto al emperador Taehyng —ordenó.
Rápidamente fue obedecido, dejándolos solos a ambos. Notó como Dan intentaba ir hasta la puerta, así que lo tomó del antebrazo antes de que pudiera llegar.
—¿A dónde crees que vas?
—A la habitación dónde me tienes encerrado —respondió indiferente, empezando a luchar para ser liberado.
Lo sostuvo con más fuerza, atrayendolo hasta su cuerpo. Su proximidad se había vuelto estrecha, percibiendo así el aliento cálido del otro. Sus ojos se cruzaron, revelando la ira del castaño y un destello enigmático en los suyos.
—¿Quién te brindo el permiso para retirarte? —susurró con la mirada perdida en los labios contrarios.
Aquellos eran grandes y llamativos, además de verse suaves y demasiado tentadores al estar entreabiertos por la impresión.
—No creo que usted me quiera aquí —murmuró, pareciendo perdido en algún punto fijo de él.
La tensión creció entre ellos, pero no era aquella detonante de la vez pasada, sino que ahora era más... Hipnótica.
La situación hablaba por si misma y, sin decir alguna otra palabra, él se acercó hasta los labios contrarios. Al inicio sintió la resistencia de Dan, pero tras unos segundos, aquel príncipe intentaba seguirle el ritmo del beso.
Sus lenguas se entrelazaban en un baile apasionado, mientras que él envolvía la cintura del muchacho con sus manos. A la par de su acción sintió como los brazos contrarios eran puestos por encima de sus hombros, uniendo sus manos detrás de su nuca.
Entre tropiezos caminaron hasta la cama, dónde se dejaron caer de una manera brusca. Al estar encima suyo, él tenía mejor control sobre Dan; quién tras separarse lo miraba de una manera avergonzada, como si apenas estuviera asimilando lo sucedido.
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo (una semana)
Monday, Tuesday, Wednesday, Thursday, Friday, Saturday, Sunday (a week)
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, los siete días de la semana
Monday, Tuesday, Wednesday, Thursday, Friday, seven days a week
Cada hora, cada minuto, cada segundo, sabes que, noche tras noche
Every hour, every minute, every second, you know night after night
Te voy a coger duro los siete días de la semana
I'll be fuckin' you right seven days a week
Empezó a recorrer el cuerpo del chico, delineando su figura con lentitud. Observó con fijación como un sonrojo brotaba en las mejillas de Dan, quien parecía incapaz de mirarlo.
—¿Qué pasa? —susurró cerca de su oído—. ¿Por qué ya no eres capaz de verme?
Sintió como temblaba ante sus palabras, jadeando ante la excitación que sentía en aquel momento. Buscando molestarlo, él beso una parte su cuello, sacándole así un sonoro sonido de satisfacción.
—¿Cómo es que acabamos así? —dijo Dan en un intento de mantener la cordura—. Hace unos minutos estábamos discutiendo.
—Bueno, eres lindo —contestó como si fuera la mejor explicación—. Además, tiene tiempo que no me divierto.
Su boca se volvió a concentrar en el cuello del joven, dónde depósito besos y mordiscos que de seguro dejarían marcas rojizas.
—¡Espera! —exclamó Dan entre jadeos.
Se detuvo ante eso, pues el castaño lo había empujado en señal de que realmente necesitaba una pausa. Al levantarse un poco, los ojos nublados y con pequeñas lágrimas le veían atento, pareciendo aún en shock.
—¿Qué? —preguntó frustrado— ¿Deseas que pare? Porque si es eso, entonces dilo.
Se separó un poco más del cuerpo, dejando a Dan más impresionado.
—¿Enserio no te molesta eso?
—Soy malvado, pero no un mounstro —respondió—. Entonces si es eso lo quieres ¿Verdad?
—Yo... —el chico parecía nervioso, mirando a todas partes en busca de evitar sus ojos—. Es que yo nunca lo he hecho antes.
Una leve, pero varonil risa resonó por el lugar, poniendo aún más nervioso al pobre castaño.
—Así que solo es eso —dijo con una sonrisa juguetona—. No debes de preocuparte, si ese es tu caso, entonces podré hacer una excepción contigo.
Lentamente empezó a quitarle la ropa, tocando y apreciando aquella suave y aperlada piel. Frunció un poco el entrecejo al pensar que debería de tomarse aquello con calma, pues estaba acostumbrado a únicamente poner en cuatro a cualquier chico de su harem y follarselo hasta quedar conforme. Sumando a eso, el hecho de tener a un chico tan lindo no le era de gran ayuda.
—¿Qué clase de suerte tienes tú? —preguntó sobre el pecho de Dan, depositando un suave beso en este—. No solamente eres al único prisionero al que le doy una habitación propia, sino también eres al primer chico con el cual tomaré las cosas con calma.
No obtuvo respuesta respecto a su comentario, pues el chico se encontraba con los ojos cerrados y soltando ligeros jadeos a causa de sus acciones.
Era jodidamente erótico.
Te encanta cuando me meto de lleno
You love when I jump right in
Te ofrezco todo de mí
All of me I'm offering
Te mostraré qué es la devoción
Show you what devotion is
Más profunda que el océano
Deeper than the ocean is
Rebobínalo, lo tomaré con calma
Wind it back, I'll take it slow
Voy a dejarte extasiada
Leave you with that afterglow
T
e mostraré qué es la devoción
Show you what devotion is
Más profunda que el océano
Deeper than the ocean is
—¿Sabes cuántos han rogado para estar en mi cama? —preguntó en un tono seductor—. He visto varias humillaciones para tan solo recibir mi mirada, en cambio tú, con tan solo esa rebeldía tuya has logrado lo que muchos otros no.
Volvió a besar sus labios, dejándose llevar por la pasión del momento. Sin previo aviso, él empezó a preparar al chico con los dedos, sintiendo como arqueaba la espalda ante su acción.
—¡Esto es mucho! —exclamaba entre jadeos.
—Mis dedos ni siquiera se comparan con lo que tengo aquí abajo.
Los exhalaciones placenteras se escuchaban por toda su habitación, haciendo que el ambiente se volviera aún más ardiente y erótico.
—Es muy raro —decía por lo bajo.
—Tranquilizate, solo haces que el trabajo se alargue —respondía él.
Le brindaba caricias por todo el cuerpo, esperando que eso funcionará para poder relajarlo. En busca de distraer la mente de Dan, Jaekyung le dejaba besos por todas partes, haciendo una que otra marca roja.
—Creo que ya es momento de la verdadera acción —dijo tras dejar de hacer su "trabajo".
El castaño asintió mientras apretaba los ojos, preparándose para lo que venía a continuación. Y es que, claro que deseaba eso; sin embargo, tenía miedo de sentir dolor ante tal acción.
Y no se equivocó, pues una vez que lo sintió dentro fue levemente doloroso. No obstante, una vez que se acostumbró al tamaño, —añadiendo el hecho de que realmente lo estaba haciendo de una manera tranquila—, sintió una sensación que le era indescriptiblemente satisfactoria.
—¿Se siente bien?
—¡Muy bien! —exclamó perdido en el placer.
Así es como hacemos las cosas
It's the way that you can ride
Así es como hacemos las cosas (oh-oh-oh-oh)
It's the way that you can ride (oh-oh-oh-oh)
Creo que te conocí en otra vida
Think I met you in another life
Así que rompamos en otro momento (oh-oh-oh-oh)
So break me off another time (oh-oh-oh-oh)
Te envuelves alrededor de mí y me das vida
You wrap around me and you give me life
Y, por eso, noche tras noche
And that's why night after night
Te voy a coger duro
I'll be fuckin' you right
Los tonos anaranjados y azulados se dejaban apreciar en el cielo, brindando cálidos rayos de sol al imperio.
Pestañeo aún adormilado, maldiciendo por lo bajó ante el dolor que sentía. Se sentó en la cama con mucho cuidado, frotando sus ojos para despejar mejor su vista.
—¡Ah! —se quejo por lo bajó.
Al sentir un extraño calor en su cintura, él decidió mirar a su costado, notando a Jaekyung allí.
Y ante eso, la desesperación no tardó en llegar.
—¡Qué hice! —exclamó en su mente, tapando su pecho con las sábanas y apretando fuertemente sus puños—. ¿¡Por qué lo hice!? O sea, si está guapo y todo ¡Pero es el enemigo de mi nación! ¿¡Qué me pasó por la mente!?
Intentó levantarse e irse de allí, pero sus piernas le fallaron en el último instante, provocando que cayera de manera abrupta y ruidosa al suelo.
—¿Qué haces allí? —habló una voz ronca.
Al instante vio el rostro de Jaekyung, quien parecía frustrado ante el ruido que él había provocado. Rápidamente se tapó con las sábanas más cercanas, estando avergonzado ante la mirada fija del emperador.
—Ayer ví cada rincón de tu cuerpo, no sé porque te avergüenzas ahora —dijo desconcertado, levantándose de la cama con mucha pereza.
Se sonrojo de pies a cabeza a la hora de observar el cuerpo desnudo del azabache, quien caminaba sin vergüenza alguna.
—¿No puedes levantarte?
Negó ante ese comentario, pensando sobre lo obvio que era su estado y lo estúpido que había sido esa pregunta. Sin embargo, antes de poder seguir con aquellos pensamientos, la repentina acción de ser cargado por aquel hombre le sorprendió bastante.
—¿¡Qué haces!? —preguntó alterado, sintiendo como se le ponían los nervios de punta.
—Ayudando a un inválido.
Sonrío amargamente ante esa mala broma, rodando los ojos ante su mal sentido de humor. Suavemente fue depositado en la cama, siendo tapado con las suaves sábanas de seda doradas.
—Descansa, llamaré a unos sirvientes para que te ayuden.
La actitud atenta de Jaekyung le desconcertó bastante, pues no concordaba con las descripciones que tenía de él.
—¿Por qué haces esto?
—¿Hacer qué? —preguntó el azabache extrañado, buscando algunas prendas de ropa para poder ducharse.
—Ayudarme —respondió—. ¿Por qué eres tan... Atento?
Una media sonrisa apareció en los labios del emperador, quien se acercó de manera peligrosa hasta su rostro.
—Hay dos buenas razones —contestó—. La primera es porque eres un príncipe, y te debo tratar bien a pesar de que eres un rehén —explicó—. La segunda es porque... —se acercó aún más, quedando sobre su oído—. Necesito mantener en buen estado a mi nuevo acompañante.
Su cuerpo tembló ante ese comentario, sintiendo como su oreja quedaba caliente ante el aliento contrario. Su respiración se agitó un poco, todo a causa de la mezcla del temor y excitación que sentía en ese momento.
—¿Tu qué?
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Sus palabras lo hicieron sentir confundido, pues temía el haber escuchado mal. ¿Él la nueva pareja sexual de Jaekyung? ¡Era ilógico! ¿Cómo siquiera podía pensar tal cosa?
—Debes de estar bromeando —dijo con una leve risa, sintiendo aún más nervios ante la expresión fría de Jaekyung.
—¿Te parece esto una broma?
Parpadeó nervioso, sintiendo como esas palabras lo tomaban por sorpresa.
—Eso es imposible —respondió—. Sabes muy bien que lo es.
—¿Por qué?
¿Por qué?
¿¡Por qué!?
¡Era sentido común! ¿Cómo podía tener la decencia de preguntar tal cosa? ¡Qué viera sus posiciones y luego hablará!
—Quiero decir —continuó el azabache ante su perplejidad—. Te sentiste bien anoche ¿Verdad? —por instinto asintió, haciendo que Jaekyung prosiguiera—. Y yo también lo hice, así que las siguientes veces serán igual o mejor de placenteras.
Eso... Era lógico en cierta forma.
Y lo hubiera llegado a convencer si es que no hubiera recordado su situación y jerarquía.
—Haber —dijo en un tono claro, esperando verse firme—. Primero que todo ¿Siquiera recuerdas el puesto que lleva cada uno? —preguntó—. Yo soy el príncipe de Valkorath, tú el emperador de Kruptos ¿¡Te parece lógica la idea de tener una relación!? ¡Somos rivales!
—Nuestros imperios son rivales —corrigió—. No nosotros.
—Bueno, si pero...
—Con el único que podría llegar a tener una rivalidad es con tu hermano, quien es el emperador de tu nación —continuó justificandose—. Y a pesar de que tú seas parte de la familia imperial de Valkorath, creo que no es una razón suficiente para tener una enemistad.
—Pero....
—Además, lo que te estoy proponiendo es únicamente una relación carnal —prosiguió—. Deseo por deseo, satisfacción garantizada y un poco de adrenalina al pensar que esto es prohibido ¿No te parece? —dijo con picardía—. Romperemos con esto una vez que te rescaten.
Y esas palabras lo hicieron considerar la oferta, pues no siempre se tenía la oportunidad de liarse con el hombre de tus sueños.
—Si Taehyng no se entera... — pensó—. Entonces no veo ningún inconveniente con esto.
—Bien —respondió—. Pero solo hasta que me rescaten.
—Perfecto.
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Pensó que su conversación había acabado en ese momento, por lo que se acostó en la cama en busca de dormir un rato más. Sin embargo, su sorpresa fue inmensa al sentir como un cuerpo se ponía sobre el suyo.
—¿¡Qué haces!?
—Sellemos el trato —respondió Jaekyung.
Un montón de besos fueron repartidos por su cuerpo, siguiendo la ruta marcada por los acciones de la noche anterior.
—¡Espera! Lo acabamos de hacer anoche.
—Una ronda más no te hará daño.
Fue hasta sus labios, brindándole un beso cargado de deseo. Sus manos sujetaron al chico por la cintura, aprisionandolo debajo suyo.
—Siquiera déjame besarte —dijo al notar como Dan se intentaba alejar.
Mordió ligeramente su labio, sacándole una ligera queja al castaño. Sin poder evitarlo más, Dan finalmente le correspondió el beso, jugando e intentando seguir el ritmo de Jaekyung.
Unos cuantos toques bastaron para revivir la excitación, provocando que ambos se unieran nuevamente de una manera carnal.
(Sí, Latto)
(Big Latto)
Tomo el control con fuerza, tomo su alma con fuerza
Tightly take control, tightly take his soul
Toma tu celular y ponlo en el carrete
Take your phone and put it in the camera roll (uh)
Deja la ropa en la puerta
Leave them clothes at the door
¿Qué estás esperando? Mejor ven y alcanza tus metas
What you waiting for? Better come and hit ya goals
Los días habían pasado rápidamente, finalizando una nueva semana. Los acontecimientos respecto al intercambio de cartas con el otro imperio no habían avanzado mucho, pues los extensos territorios provocaban viajes de al menos tres días como mínimo.
Sin embargo, ese tema había pasado a segundo plano en su perspectiva; pues su mente se encontraba más concentrada en el joven príncipe que lo visitaba cada noche.
Aquella tarde se encontraba trabajando, sintiéndose abrumado ante la pila de papeles que no parecía disminuir; todo lo contrario, pues únicamente parecía aumentar cada vez más.
Sin poder soportar más aquella sobrecarga de trabajo, pero sin poder irse tampoco, decidió llamar a alguien que podría relajarlo un poco.
—Tráeme al príncipe de Valkorath —ordenó él, teniendo la vista en sus documentos.
Aquel guardia se retiró en silencio, dejándolo concentrado en sus asuntos. La presencia del joven no se hizo de esperar, dejándose ver tras un par de minutos.
Su postura era aquella que parecía caracterizarlo, manteniéndose erguido y con la vista en alto.
—¿Me necesitas? —preguntó el castaño, teniendo un tono sarcástico, pero a la vez respetuoso.
—Siéntate —ordenó aún con la vista en los papeles, dándole pequeñas palmadas a su regazo.
De reojo lo observo, notando como Dan dudaba en seguir su orden o quedarse parado allí enmedio de su oficina.
—Kim Dan —dijo en forma amenazadora.
El castaño no dudo en seguir su orden tras escuchar el tono ejecutado, sentándose a horcajadas en sus piernas. Al estar en esa posición, él pudo notar el intenso sonrojo que invadía toda la cara y cuello de Dan, quien desviaba la vista a causa de la vergüenza.
—Esto es humillante —murmuro el castaño.
—Creeme que soy capaz de obligarte a hacer cosas aún más vergonzosas —respondió él—. Así que intenta seguir mis órdenes.
Dan se quedó callado ante ese comentario, pareciendo atemorizado ante la idea de que cualquier movimiento o comentario suyo pudiera desatar aquella amenaza.
Sus manos se filtraron bajo la ropa del principe, sintiendo como el tacto frío que tenían estas se volvía cálido tras tocar la piel suave del castaño.
Pequeños sonidos salían de la boca de Dan, quien parecía resistirse para no soltar jadeos escandalosos.
De su boca solo salió una sonrisa pícara, pareciendo disfrutar aquel juego en el que se había metido.
Definitivamente se sentía mucho mejor.
Uh, él se lanza de cabeza
Uh, he jump in it both feet
Hasta al amanecer, no vamos a dormir
Going to the Sun-up, we ain't gettin' no sleep
Siete días a la semana, siete sábanas diferentes
Seven days a week, seven different sheets
Siete ángulos diferentes, puedo ser tu fantasía
Seven different angles, I can be your fantasy
Abre, di: Ah
Open up, say: Ah
Ven aquí, cariño, déjame tragarme tu orgullo
Come here, baby, let me swallow your pride
Un beso apasionado empezó entre ellos, mientras que sus manos indagaban con lujuria todo el cuerpo ajeno. Jugaba y presionaba partes que sabía que provocaban más al castaño, quien soltaba jadeos ante tales tactos.
Al separarse un poco, un ligero hilo de saliva los unía, mientras que ellos intentaban regular sus respiraciones. Para ese punto el ambiente ya se había convertido en uno ardiente, provocando que su excitación creciera considerablemente.
Recostó a Dan sobre su escritorio, poniéndose sobre él para empezar a esparcir besos en su cuello, dejando aquellas marcas rojizas por encima de las anteriores.
—Estamos en tu oficina —dijo Dan entre jadeos.
—Creo que tengo una nueva fantasía —murmuró él— ¿Qué tal un poco de acción y adrenalina?
El castaño se negó al instante, sabiendo perfectamente a lo que se refería el azabache.
—¿Por qué no? —preguntó con burla— ¿No te excita la idea de saber que en cualquier momento podemos ser descubiertos?
Antes de que pudiera responder, rápidamente fue callado por el emperador, quien lo besaba con lujuria.
Siguieron así por varios minutos, dejando que sus instintos sexuales predominaran en sus mentes.
¿En qué estás? Puedo igualar tu vibra
What you on? I can match your vibe
Llámame y haré el Cha Cha Slide
Hit me up and I'ma Cha Cha Slide
Haces que los lunes se sientan como fines de semana
You make Mondays feel like weekends
Hago que él nunca piense en engañarme
I make him never think about cheatin'
Te hago faltar al trabajo y a las reuniones
Got you skippin' work and meetings
Que se joda, durmamos más, sí (siete días a la semana, ooh)
Fuck it, let's sleep in, yeah (seven days a week, ooh)
—Vayamos a la habitación —dijo él, sintiéndose desesperado por proseguir.
—¿Qué hay de tu trabajo? —cuestionó nervioso.
—¿Crees que eso importa ahora? —respondió—. Arréglate la ropa y vayamos a mi recámara.
Con velocidad arreglaron sus prendas, saliendo con prontitud hacia el pasillo y empezando a caminar con dirección a su destino.
—¡Su majestad! ¿A dónde va? —preguntó un ministro.
—El trabajo se pospone hasta mañana por la tarde —ordeno—. Y que nadie vaya a interrumpirme en mi habitación.
El hombre de mayor edad quiso refutar, pero al notar la mirada asesina y la presencia del principe de Valkorath; él entendió en la situación que se encontraban ambos.
—Como ordene.
Sin más preámbulos se retiraron, apresurando el paso para llegar lo más pronto posible.
Cuando por fin llegaron, la acción no tardó en empezar; dejándose caer en la cama con agresividad mientras que un besuqueo intenso se daba entre ellos.
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Monday, Tuesday, Wednesday, Thursday, Friday, Saturday, Sunday (a week)
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, los siete días de la semana
Monday, Tuesday, Wednesday, Thursday, Friday, seven days a week
Cada hora, cada minuto, cada segundo, sabes que, noche tras noche
Every hour, every minute, every second, you know night after night
Te voy a coger duro los siete días de la semana
I'll be fuckin' you right seven days a week
Llevaban ya varias horas encerrados en la habitación, siguiendo con lo suyo sin descanso alguno. Sus cuerpos se encontraban empapados de sudor, mientras que sus respiraciones estaban agitadas y su proximidad no disminuía.
—Es gracioso ver esto —dijo repentinamente él, tomando el cabello contrario y jalando para atrás, dejando su cuello expuesto—. Saber que tu hermano debe de estar preocupado por ti, creyendo que estás sufriendo.
Los ojos llorosos por el placer únicamente se cerraron, escuchando con atención sus palabras mientras cerraba los puños en un intento de soportar todo el éxtasis.
—Pero mientras él cree todo eso, tú estás revolcandote en mi cama —continuó—. ¿Cómo reaccionaria él al verte?
No obtuvo respuesta, pues Dan estaba demasiado concentrado en las sensaciones que le provocaban sus acciones.
—Tu hermano me amenazó con venir hasta aquí y matarme con sus propias manos si es que te hago algo —dijo sobre su oído—. ¿Qué pensaría él si supiera que todo lo que te he hecho es gracias a tu consentimiento?
—No digas idioteces —respondió con dificultad, pues estaba siendo tocado por el emperador.
Una sonrisa ladina apareció en su rostro, para después acercarse a besarlo en los labios.
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo (una semana)
Monday, Tuesday, Wednesday, Thursday, Friday, Saturday, Sunday (a week)
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, los siete días de la semana
Monday, Tuesday, Wednesday, Thursday, Friday, seven days a week
Cada hora, cada minuto, cada segundo, sabes que, noche tras noche
Every hour, every minute, every second, you know night after night
Te voy a coger duro los siete días de la semana
I'll be fuckin' you right seven days a week
Tras una apasionada noche de un intenso placer carnal; finalmente había llegado la hora del amanecer. Los rayos del sol se filtraron por las cortinas, dándole señal a que un nuevo día había iniciado.
Sin embargo, esa no fue la razón del porque se despertó, pues un gran escándalo fuera de la habitación imperial se escuchaba.
Por ende, él se sentó en la cama aún adormilado; frotándose los ojos mientras bostezaba y miraba de reojo a su costado, encontrándose así la silueta de Jaekyung.
No fue de esperar mucho tiempo para que el azabache también se sentará en la cama, teniendo su característico ceño fruncido ante la interrupción de su sueño.
—¿Quién carajos se atreve a hacer desorden en mi palacio? —murmuró Jaekyung, escuchandose realmente cansado.
Las voces combinadas hacían inentendible la conversación, por lo que no tenían ni la menor idea de lo que sucedía.
Sin embargo, al observar como las puertas se habrían sorpresivamente; él se cubrió con las sábanas en un intento de esconder su desnudez, mientras que Jaekyung solo observaba con indiferencia.
—¡Maldito hijo de perra! —grito el intruso.
La figura de un hombre alto y semi fornido estaba frente suyo, mirando al azabache con bastante odio. Los rasgos definidos, el cabello castaño oscuro y los ojos avellanas; estaba frente suyo el emperador de Valkorath.
Su hermano.
La vista del joven no tardó en recaer sobre él, provocando que sus ojos se abrieron de sobremanera al observarlo allí.
—¿Pero que mierda?
*****
Acabe.
Tarde mucho en actualizar pq estuve muy ocupado en esta semana, regresaba muy cansada a mi casa 😭😭
Cómo sea, el pedido está hecho.
Voten, disfruten, pidan y si pueden recomienden ✨
Pedido de:MariposaMonarcaLila
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