Parte 1

Solo entonces el niño reaccionó. Los círculos rojos bajo los ojos de Yue Siming pasaron por su mente e inmediatamente se golpeó la cabeza con molestia.

También saltó y siguió al joven maestro al interior de la casa, observando a Yue Siming cargándolo sobre su espalda y sentándose a la mesa, jugando con la taza de té.

El niño sentado a su lado al ver su expresión triste se sintió un poco culpable. Lo miró impotente y finalmente estiró sus patitas sucias para tocar su cabeza. — No estés triste.

Yue Siming abrió la mano y dijo: — Idiota.

— Extraño a mi madre a pesar de que no puedo verla... a pesar de que mi madre es muy feroz... de todos modos... no estés triste de todos modos. Jugaré contigo y te apoyaré de ahora en adelante.

Yue Siming hizo un puchero y lo miró. — Solo tú.

Al niño no le importó y dijo con mucha rectitud: — De verdad, si odias a esa persona, yo lo odiaré contigo.

Yue Siming se volvió para mirarlo. — ¿En serio?

— ¡De verdad! Lo odiaré a muerte. ¡De ahora en adelante, odiaré a quien tú odies!

— Entonces tienes que escuchar todo lo que digo.

— Está bien... pero no tienes permitido pegarme ni matarme de hambre.

Yue Siming se rió y lo regañó: — Eres un cerdo, solo sabes comer.

— ¿Qué te pasa? Prueba no comer. Tendrás mucha hambre.

Yue Siming le puso los ojos en blanco y dijo: — Tu madre fue muy previsora ​​al nombrarte, inteligente y feroz como un tigre.

El niño quedó atónito: — ¿Me estás regañando? ¿Por qué te ofendí?

Yue Siming tiró de él y le dijo: — Ven aquí y déjame alimentarte.

Los ojos del niño se iluminaron cuando escuchó que irían a comer y siguió al joven maestro Yue a toda prisa.

El joven maestro lo llevó al comedor y, efectivamente, la mesa estaba llena de almuerzo.

El niño nunca había visto una mesa de comida tan magnífica. Era tan suntuosa (*). Incluso cuando el jefe de la aldea se casó con su esposa, ni siquiera tenía un estilo tan grandioso.

(*majestuosa, esplendida, lujosa.)

Yue Siming quiso reír cuando vio su mirada de mono codicioso y señaló la silla. — Siéntate.

El niño estaba esperando estas palabras y casi saltó, sentándose obedientemente en la silla, mirando ansiosamente los muslos de pollo frente a él.

La criada a su lado contuvo la risa y le sirvió un plato de arroz. — Xiao Hu, ¿este arroz es suficiente?

— Suficiente, suficiente.

Yue Siming también se sentó en la silla, tomó los palillos, tomó un trozo de pollo y lo puso en el cuenco. Luego miró al niño tigre que estaba babeando por el suelo y dijo: — Cómelo.

El niño tenía tanta hambre que empezó a comer con palillos y su boca no podía parar. Después de un rato, había un montón de huesos tan alto como una colina frente a sus ojos.

La gente a su alrededor estaba estupefacta. No esperaban que un niño flaco de cinco años pudiera comer tanto y miraba la carne como si nunca hubiera visto carne en su vida.

Yue Siming lo vio comer tanto que incluso se olvidó de usar sus palillos. Quedó impactado por la energía del niño tigre.

Mientras el niño comía, todavía tuvo tiempo de hablarle a Yue Siming: — Maestro, usted coma está delicioso.

Yue Siming vaciló y recogió algunos trozos de carne.

Nunca le había gustado comer carne porque era demasiado grasosa, pero al ver al malvado cachorro de lobo frente a él comiéndola tan felizmente, sintió más que curiosidad: ¿era realmente tan deliciosa?

Después de darle algunos bocados, se sintió un poco lleno y no pudo continuar.

Wang Erhu casi se había comido todo y su barriga estaba llena y redonda, luciendo muy satisfecho.

Miró a Yue Siming. El joven maestro apenas se movió. Dejó los palillos y dijo: — ¿Por qué comes tan poco? Come más.

— Estoy lleno.

— ¿Estás lleno? — Wang Erhu miró al monstruo. — Mis gallinas pueden comer mejor que tú.

El joven maestro arrojó sus palillos y dijo: — ¿Estás buscando una paliza?

— De verdad, come más. Esta comida es tan deliciosa, ¿por qué no puedes estar satisfecho? Quiero comer comida tan buena todos los días. Definitivamente comeré mucho todos los días.

Yue Siming resopló. — ¿A quién le importa, campesino?

Wang Erhu no estaba contento: — Mi madre dijo, tienes la comida más grande del mundo. Mírate, eres tan bajo y delgado. Mi hermana tiene solo tres años y eres aproximadamente del mismo tamaño que ella. Pareces un viejo que come poco. Come esta comida como si fuera para gatos.

El joven maestro estaba irritado. — ¡Tú eres el que come comida para gatos, tú eres el que come comida para gatos!

Wang Erhu vio que era una lástima que la comida en la mesa se desperdiciara, por lo que hizo todo lo posible para animarlo a comer: — Entonces come, come más.

Con el estímulo del niño, el joven maestro comió varios trozos de carne y mucha comida, lo que hizo extremadamente felices a los sirvientes que estaban a su lado.

No importa cuánto convenzan al joven maestro, él se niega a comer un bocado más de comida. El maestro (padre de Yue) está preocupado por este asunto. Le dijo que ya estaba tan delgado y que era tan exigente con la comida y logró hacerlo comer más.

No esperaba que comer con un niño me llevara naturalmente a comer más. ¿Por qué no pensé en eso antes?

La consecuencia de comer tanto por primera vez fue que no aguantaba.

El joven maestro Yue estaba acostado erguido en la cama, su vientre estaba tan estirado que le daba pereza moverse.

Wang Erhu se acostó a su lado y le preguntó con cuidado: — ¿Te sientes incómodo?

— Tonterías, duele, estoy muy nervioso.

— Ve y llama a ese... ese... doctor.

— No, si vienen, tendrán que gritar y trabajar durante mucho tiempo. Será muy molesto.

El niño pensó por un momento: — ¿Qué tal si te lo froto? — Después de decir eso, se sentó, puso su manita sobre el vientre del joven maestro Yue y comenzó a frotarlo suavemente: — Mi madre dijo que si te duele el estómago.... solo hay que frotarlo.

Yue Siming le puso los ojos en blanco. — ¿Te has lavado las manos?

— Oh, lo he lavado. Es verdad, te molestan tantas cosas.

— Dilo de nuevo.

— Simplemente acuéstate tranquilamente, será aún más incómodo si te mueves de nuevo.

El joven maestro dejó de hablar y se quedó quieto, con manos cálidas presionando su estómago de un lado a otro. Parecía que ya no se sentía tan incómodo...

Después de comer, se sintió un poco somnoliento. El joven maestro Yue se acostó y simplemente respiró.

— ¿Somnoliento?

— Bueno, un poquito.

— Tomemos una siesta, hoy nos levantamos muy temprano.

— Bien.

— Maestro, déjame dormir contigo. — El niño parecía emocionado.

Yue Siming lo fulminó con la mirada. — No te esfuerces demasiado.

— Aiya, durmamos juntos. Tu cama es muy cómoda. Es grande y suave. También puedes tomar el sol. Es muy cómoda.

— Sal de aquí, no quiero acostarme con nadie más.

— Dormiremos juntos. No estoy sucio. Solo me lavé las manos. Dormimos juntos. — Después de decir esto, se acostó junto a él sin esperar el consentimiento de Yue Siming y se metió debajo de la colcha con una sonrisa.

Siempre duerme en la misma colcha con su hermano y su hermana en casa. Piensa que si son buenos, deberían dormir juntos.

Aunque el joven maestro Yue tiene muchos problemas y mal genio, es una buena persona. Al menos hay comida deliciosa con él y los dos pueden jugar juntos, así que debo ser amable con él.

El niño tomó una decisión y descaradamente quiso acercarse al joven maestro, así que empezó por dormir en la misma cama.

Yue Siming estaba enojado, pero no podía moverlo, por lo que tuvo que dejarlo permanecer cerca de él.

El niño acarició el vientre del joven maestro y murmuró en voz baja: — Vete a dormir, duerme, no te sentirás incómodo después de dormir.

Yue Siming hizo un puchero, apartó su mano, le dio la espalda y lo ignoró.

Sonrió inexplicablemente, luego cerró los ojos suavemente, disfrutando del tiempo tranquilo y cálido de la tarde.

Storm: el borrador se me borro dos veces :(. Así que recién termino de corregir, lo hice a las apuradas si hay algo mal no dude en decirlo y lo arreglaré.