Día tres: Épocas pasadas
Tercer día:
→Épocas pasadas:
"-La persecución de brujas había comenzado hace un par de años, y nadie que fuese lo suficiente sospechoso se salvaba de arden en las llamas de "purificación" como la iglesia lo llamaba. YoonGi ya había perdido a una tía muy cercana por lo mismo, aun cuando la acusación era totalmente errada, para aquellas personas no existía mayor prueba que las medicinas a base de plantas que ella gustaba de aplicar y que para su dicha/desgracia, funcionaban. Tampoco les tembló la mano para señalar a YoonGi como un sirviente del diablo cuando le escucharon hablar "solo" y lo encontraron sonriendo a la nada, ignorando completamente la esquizofrenia del pobre chico embarazado que había perdido a su esposo hace tan solo unos meses."
ADVERTENCIA: Si bien esto esta "basado" en la época de la caza de brujas, no todos los datos son cien por ciento verídicos, muchas cosas son inventadas pero contienen un poco de verdad sobre los hechos.
—Debe ser un error...— Oyó a su madre exclamar con voz ahogada, mientras dos hombres fornidos vistiendo túnicas totalmente negras tomaban como si fuese cualquier cosa a su tía de un lado a otro. Los ojos del niño amenazaron con aguarse a medida todo se hacia un poco mas claro para su mente y las palabras de aquel tercer señor que vestía mas pulcro que los otros dos, no ayudaran en nada.
—Esta mujer ha hecho brebajes con hiervas extrañas, y su comportamiento es delatador, hemos visto como sale durante las noches de luna llena para recogerlas de una cueva ¿de que otra manera las personas se ven tan ansiosas por probar de esas hiervas malditas? — Mientras su tía era lazada al suelo, uno de esos hombres se encargaba de amarrarle las manos y el otro de atarle los pies con una cuerda, dolorosamente apretadas.
Esa misma tarde, YoonGi de diez años había observado a su tía mas cercana arder en las llamas de "purificación" mientras gritaba por el insoportable dolor, su cuerpo ya estaba totalmente destruido cuando fue amarrada sin posibilidades de desatarse de aquel poste de madera, fue torturada de diferentes maneras, solo para que al final fuese abucheada por la multitud de personas, a su alrededor estaba cubierto por paja y otras cuantas cosas, para que el fuego solo incrementase.
Lloro como nunca espero hacerlo, y es que... su tía no hacia nada malo... entonces, ¿por que? Ella siempre buscaba ayudar a las personas con medicina... con medicina hecha por sus propias manos, era curativo... y la razón por la que iba tan tarde a recoger estas plantas, era porque durante el día, ella se la pasaba horneando pan.
—Las personas solo señalan y no esperan averiguar, no se cuestionan en lo tan cierto que pueden ser las palabras que otros digan sobre una persona, y menos se detienen por un momento a pensar mas allá de sus tontas creencias — Eso le había dicho ella solo hace unos días. Ella no sabia cuanto peso traían sus palabras.
A medida pasaban los años, la caza de brujas no parecía tener un final, por lo que las personas comenzaron a ser mas retraídas con su comportamiento, realmente no hacían demasiado y siempre trataban de ser lo mas poco interesantes que se podía, pues cualquier extrañeza que fuese vista, serian un blanco perfecto para los ejecutores.
—Hoy en la mañana, el señor Byul fue llevado — La voz de YoonGi fue suave y melancólica, mientras a su frente, JiMin le miraba apaciblemente. El hombre de apellido Byul, era un agradable vendedor de zapatos que no hacia mas daño que elevar los costos de estos.
—¿Estas triste? Puede que su inocencia sea probada... — El otro le intento tranquilizar. No era como si YoonGi se sintiese demasiado mal por aquel hombre, solo que... era difícil ver como cada vez eran mas las personas acusadas de manera errónea.
—Si...—Apretujo los labios, mientras JiMin se acercaba mas a el y le daba un cálido abrazo. Las ramas de los arboles se movían con calma, mientras el suelo era cubierto por colores rojizos, amarillos y naranjas producto de las hojas cayendo a cada momento. Soltó un suspiro sintiéndose de repente mas relajado, su esposo siempre le daba tanta seguridad.
JiMin se retiro un poco, solo un poco, mientras YoonGi continuaba sentando en el suelo y el estaba de rodillas, observo su bonito rostro y no pudo evitar dar un pequeño beso en la nariz contraria, estaba comenzado a hacer frió y era inevitable que la nariz de YoonGi no se pusiese roja.
En medio de un suspiro sus manos fueron debajo de la camisa del otro, sintiéndole temblequear un poco por el tacto frío de sus dígitos a la pequeña y algo sobresaliente barriga de YoonGi.
—¿Como esta el, hoy? — Susurro pegando su frente con la contraria por segundo, para seguidamente darle un pequeño beso en la mejilla. YoonGi sonrió sin poderlo evitar mientras ambas manos iban a directo hacia donde la de JiMin estaba.
—Esta bien — dijo — Sigue pequeño... es una pansa muy pequeña... —Se relamió los labios por mera inercia. — ¿Parece que estuviese por parir? — Cuestiono en un involuntario puchero, mientras JiMin lejos de quitar sus manos de aquel lugar, simplemente negó con la cabeza.
—Solo...solo es pequeña — Se encogió de hombros — No es nada de que preocuparse, se que nuestro bebé estará bien. — YoonGi asintió sin pensarlo demasiado, el creía a ojos cerrados en todo lo que JiMin le dijese.
Un rato después, las manos ahora tibias de JiMin se alejaron de el y un suspiro abandono los labios de este cuando se puso de pie, YoonGi viéndole con detenimiento. — ¿Ya te vas? — Cuestiono el pálido chico.
El otro hizo un sonido desde el fondo de su garganta, confirmando. — Debo buscar algo de madera... — Menciono vago, para así después mirar por unos segundos a su tierno esposo aun sentando en el manto de hojas. — Y tu, vas a casa a descansar, ¿bien? — YoonGi frunció el ceño, ya sabiéndose de memoria aquellas palabras.
—Pero... hay leña en casa, ¿te acompaño? — JiMin negó ayudandole a ponerse de pie y sacudiendo la abrigada vestimenta de su adorado esposo.
—No cariño, claro que no, además... si voy por mas leña hoy, mañana podría estar mas tiempo contigo — Sonrió apartando un par de mechones del cabello oscuro del otro de su rostro — ¿Te agrada la idea? — YoonGi apretujo los labios y simplemente asintió, oh, a el le encantaba estar con JiMin.
Sin demasiado que decir, acaricio el rostro contrario con suma suavidad y con lentitud sus labios se vieron encajados a los pequeño de su esposo en un beso lento y pausado, como si estuviese tocando lo mas puro que alguna vez sintió, estaba completamente seguro de eso. Las manos de YoonGi se apretujaron a su capote. Fue entonces JiMin quien con lentitud retiro sus labios, no sin antes dar un par de piquitos mas, como si no fuese suficiente.
—Ve directo a casa, ¿si? — Le dijo, con su voz tan suave y dulce — Yo no tardare demasiado. — Le sonrió dando un ultimo beso, del cual YoonGi no pudo evitar reírse, porque le gustaba demasiado besarle. — Y si ves a las personas hacer un alboroto de nuevo, tu solo no prestes tanta atención y cierra bien la puerta, ¿de acuerdo mi amor?
—De acuerdo — Sonrió antes de abrazarle de lleno y ser correspondido por los cálidos brazos de JiMin. — Por favor, no tardes... —JiMin se había reído de la inocencia con la que su esposo hablaba y de lo atento que era cuidándolo.
—Voy a estar pronto de regreso. — Sonrió de nuevo — Ahora ve, te veré de aquí un momento — YoonGi asintió comenzando a caminar, dando miraditas hacia atrás donde su esposo continuaba de pie observándole, hasta que se alejo los suficiente de el y la pequeña silueta de JiMin se dio la vuelta comenzando a alejarse en sentido contrario.
....
La desconfianza era casi palpante entre todos, nadie se tenia verdadera confianza, y aunque pareciese raro, no tanto, tenían miedo de que de verdad una bruja u hechicero estuviese a su alrededor. Tanto era la paranoia y la presión de los que hacían cumplir los castigos de los sospechosos, que no tardaron en levantarse personas que se proclamaban brujas o hechiceros, con el fin de huir del miedo constante, era irónico que deseasen eso. Aunque también hubieron otros, que acusaban de manera publica y sin casi ninguna prueba a otros como los llamados sirvientes de satanás....
YoonGi fue uno de aquellos acusados.
Una mañana de otoño, con tan solo veintitrés años, varios de sus vecinos le habían señalado como uno de aquellos tan mencionados sirvientes del diablo.
—He visto como habla durante horas al aire — Habia dicho una mujer de unos cuarenta años durante el juicio. YoonGi estaba confundido y mas que todo... aterrado.
El no hablaba solo, todo el tiempo había estado conversando con JiMin, su esposo.
— A demás, esta embarazado — Dijo otro de los presentes — Y ninguno de los lugareños somos responsables de eso, el se la pasa vagando.
¿Que tenia que ver su bebé en todo esto?
—¿Que tiene que este embarazado? — Cuestiono cubriendo su vientre por mera inercia.
Fue otra señora la que respondió a su interrogante, parecía cansada y mas que todo furiosa.
—Ese niño debe ser algún producto de adulterio, o de satanás, sino, ¿de que otra manera estarías embarazado en primer lugar?
—Pero... JiMin y yo.. — Su voz fue alta y por alguna razón, sus nervios comenzaban a bullir con mas intensidad.
—¿Park JiMin? — Dijo ella de nuevo —¿Tu esposo? ¿El te embarazo? —YoonGi asintió con efusividad. — Ese marido tuyo lleva casi siete meses muerto, ¿como podrías tu confirmar que estas embarazado de el con esa barriga que a lo mucho tiene tres meses? — Jadeo con los ojos aterrador, ¿a que se refería esta señora?
Su barriga solo era pequeña... no había nada mas que eso, cuanto deseo que JiMin le fuese a salvar de aquella sofocante situación. —Pero, el esta vivo... el probablemente venga... —Las demás personas ajenas al conflicto, solo pudieron observar como el pobre chico se arrodillaba no pudiendo sostener sus piernas. Nadie abogo por el... nadie nunca hacia nada por defender a otro de los ejecutores.
—Creo que es evidente tu demencia y trato con hechicería, ese monstruo que llevas en el vientre debe ser parte de una de tus maldiciones. — Las voces eran vagas y carentes de verdadero sentido, el se sentía terriblemente mal justo en ese momento.
Después del quinto golpe a su estomago, YoonGi no recuerda mucho mas que verse a si mismo en medio de la multitud de personas con diferentes expresiones en el rostro, unas de lastima pura y otras de satisfacción total, mientras las llamas comenzaban a arder a su alrededor.
El pudo sentir justo el momento donde la pequeña criatura que llevaba en su vientre se convertía en solo un peso muerto.
"Las personas suelen ser tan ignorantes, y eso mismo las lleva a cometer cosas horribles"
Recordó las palabras de su tía, justo en el momento donde el fuego alcanzaba sus pies.
Observo una vez mas a la multitud de personas a su frente y en medio del llanto, noto a JiMin, oh, su JiMin, quien con lagrimas en los ojos se acercaba hacia el.
De pronto todo había acabado, no había dolor y los brazos de su amado eran una suave manta que le cubrían, el no tenia miedo, ya no.
—¿por que tardaste tanto? ¿y la leña? — Aquellos dulces brazos lo apretujaron mas a el.
—Perdóname, olvide la leña en algún lugar — Se rió — Pero estoy aquí, contigo, eso te gusta ¿verdad? — YoonGi solo pudo sonreír y pasear sus manos por su vientre abultadito, mientras cerraba los ojos un momento y suspiraba.
El se sentía mucho mejor. Ya no había frió y el lugar hacia donde JiMin le llevaba cargado era tan lleno de luz cálida que sus descalzos pies sintieron escalofríos.
Aun cuando en la realidad, su cuerpo fue totalmente calcinado por las llamas de "purificación", aun cuando las personas no lograron entender el estado mental del pequeño chico y no respetaron la pequeña vida en su vientre, que solo era extrañamente pequeña para abultarle la barriga a su madre y que pasase como una normal.
Buenas ;3 .... ¿que les pareció?
Respecto al día dos, lo subiré en estos días sino que más tarde, lo siento!
Nos leemos
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