Quiso evadir a Jungkook.

Desde ese viernes, en el que Jungkook y él quedaron enredados entre las suaves sábanas, Jimin intentó darse su espacio para analizar lo sucedido.

Después de aquello, Jimin durmió como hacía meses no lograba hacerlo, y justo por la mañana se había marchado luego de desayunar, negándose al pedido de la madre del alfa para quedarse para el almuerzo, con la excusa de que tenía proyectos por terminar.

Era absurdo porque justo el viernes terminó semana de exámenes, pudo haberse esforzado en inventarse algo mejor, sin embargo, se encontraba muy nervioso, y aunque Jungkook era consciente de su mentira, él no insistió ni reclamó, lo cual agradecía.

El día sábado llegó a su fin, y ninguno tuvo intención de comunicarse con el otro. Por un lado, Jimin se castigaba y auto reprendía por meterse con su amigo de toda la vida, peor aun, con un alfa con pareja; creía que esa seria razón suficiente para su pronta separación. Y, por el otro lado, estaba Jungkook, quien se encontraba en un muy confundido estado, sus pensamientos iban y venían mientras debatía consigo mismo sobre lo que en realidad era Jimin para su vida. 

¿Qué era Jimin realmente? Era lo que Jungkook preguntaba y preguntaba sin obtener una respuesta concisa. A ver, que era simple: todo. Lo es todo para su vida y aunque siempre fue consciente de eso, quizá ese hecho de "ser todo", sigue siendo todo solo que ha cambiado el rumbo a uno mas... ¿Romántico?

Romántico... Sí, podía ser eso... Pero, ¿y si solo era algo carnal? ¿Cómo averiguarlo?

Y Jungkook se acostó con aquello en mente hasta que el sol que anunciaba el domingo iluminó su rostro con esmero, sus cortinas habían quedado abiertas debido a su falta de mente para ese fin de semana, porque en su cabeza solo danzaba Jimin, haciendo un alboroto con sus pensamientos y emociones.

Cuando el reloj marcó las diez de la mañana, Jungkook finalmente pudo cerrar sus ojos, y aunque intentó dormir, Jimin seguía allí; recordándole de la nieva piel del omega entre sus brazos, de los suaves jadeos que le pertenecían, de su bonito rostro desfigurándose debido al placer que él con sus manos le provocó. 

¡Por una mierda, tenía que ser una broma!

Aun con sus ojos cerrados, metió sus manos en sus ropa interior. Mordió sus labios cuando un ronco jadeó se escapó de sus labios, su glande goteaba y el masaje en su polla aumentó de pronto, buscando rápidamente soltar la tensión.

―¡Jungkook! ―interrumpió Hoseok, su hermano, golpeando su puerta.

―Me cago en la pu-

―¡Jimin est-

La puerta se abrió y Jungkook chilló. ―¡Pero, Jimin! ¿Qué te he dicho de entrar sin tocar?

―Desde la entrada pude oler tus feromonas ―avisó el omega con mal gesto, cerrando la puerta a su detrás a pesar de ser maleducado con el hermano de su mejor amigo. Cerró la ventana con molestia evidente. ―Cualquier otro omega pudo olerlo, ¿eso es lo que querías?

―¿Estás celoso? ―sonrió orgulloso el alfa, inflando su pecho.

El rostro antes molesto de Jimin cambió a uno de asombro por pocos segundos, recomponiéndose a uno neutro antes de que, según él, Jungkook pudiera notarlo. ―En tus mejores sueños. Vine porque... Quiero un helado, sí, eso.

Mentira.

Jungkook lo supo de inmediato, eran años de conocerle y sabía que cuando aquel puchero se levantaba en sus labios mientras, al mismo tiempo, evitaba su mirada. Y a pesar de ser conocedor de sus mentiras, Jungkook aceptó encantado.

...

Estaban allí, uno frente al otro, acompañados de la ruidosas calles de Seúl y el bullicio de las  bocas que parecían no querer parar. La verdad, la heladería era ruidosa, personas iban y venían debido a la cercanía de la universidad.

―¡Ahí están los novios! ―saludó Namjoon, un alfa de grandes proporciones y lindos hoyuelos adornando sus mejillas.

Estaban acostumbrados a aquello, así que Jungkook sonrió y levantó su mano para despedirse de su amigo y compañero de equipo.

Con tranquilidad, el alfa frente a él, dirige una cucharada cargada en helado a su boca. Jimin siente su corazón latir con fuerza, ¿qué le está pasando? ¿Por qué de repente se siente apenado ante el hecho de que las personas que les rodeen les consideren novios?

Jungkook y Jimin han tenido ese "problema" desde niños, que ante su apegada amistad los demás les consideren pareja, nunca había prestado mucha atención a aquello, porque Jimin estaba seguro de que era broma, pero después de tocar de más a su mejor amigo, no puede evitar que un furioso tono rojizo posea el color piel de sus mejillas.

Una suave sonrisa escapa de los delgados labios de Jungkook y Jimin levanta la mirada para pucherar en queja.

―¿Por qué actúas más lindo de lo usual, omega?

"No estoy más lindo, solo que soy tímido", quiso responder, mas no lo hizo. En cambio, levantó su pequeño dedo de corazón, dedicado especialmente a su mejor amigo; quien sonrió nuevamente y negó con la cabeza gacha.

―Jimin-shi, deja de provocarme ―pidió Jungkook mientras pellizcaba su mejilla.

―¿Olvidas que soy mayor? ¡Soy hyung para ti, irrespetuoso! ―le regaña con una gran sonrisa pintando sus labios.

...

La beta de rojiza melena, frunció el ceño, molesta por lo que sus azulados ojos captaban, y el agarre en su celular se autentificó al ser conocedora del hecho de que, nuevamente, Jungkook canceló sus planes, todo por ese omega que se mostraba reacio al aceptar sus demandas.

―Tu novio está ignorando tus llamadas ―comentó Inna, con un evidente tono burlón que hervía su sangre.

―Parece que Park Jimin necesita que le recuerde su lugar.