Dos: Un actuar propio de parejas.
—¿No tienes algo que hacer hoy?... Es viernes por la noche —dijo Jungkook a su madre en cuanto la vio sentada en el sofá, mirando algún drama en la televisión.
—¡Jimin! —chilló emocionada la omega madre de Jungkook, levantándose del sofá para acercarse— Te extrañé tanto, todos los días le preguntaba por ti a mi Jungkookie.
Jungkook gruñó suave a su madre como una queja por exponerlo a su mejor amigo, Jimin sonrió con cariño y se dejó abrazar por la mujer.
—Yo también te extrañé tanto, madre —el pecho de Jungkook se calentó ante la vista de Jimin siendo abrazado por su progenitora.
Sonrió y les dejó hablar mientras él subía a su habitación. Rápidamente cambio su ropa, esta vez siendo cuidadoso con su elección, por alguna extraña razón se encontraba nervioso por tener a Jimin nuevamente en su habitación, cuando muchas veces lo había estado ya. Eligió una camisa negra, una que a Jimin le gustaba usar, junto a un short suave a juego.
Una vez terminó de subir su short, Jimin abrió la puerta con más fuerza de la necesaria, y sin siquiera mirarle corrió en dirección a su cama, abalanzándose en ella, cayendo boca abajo. Jimin aspiró las cobijas de su cama, abrazo las almohadas y se restregó por toda la cama. Jungkook se preguntó si estaba marcándola con su olor, un actuar propio de parejas que hasta ahora él nota, después de tantas veces en las que Jimin lo había hecho ya.
Sonrió con sus mejillas sonrojadas por el actuar del omega y se acostó junto a él, atrayendolo de la cintura a su cuerpo. Aspiró del cuerpo de Jimin, encontrándose satisfecho por la mezcla del aroma de Jimin junto al suyo.
—Extrañe mucho tenerte conmigo, omega —susurró con sus ojos cerrados.
Y aquello se escuchó tan intimo, Jungkook muy pocas veces le llamaba de aquella forma. El corazón de Jimin palpitó con fuerza por lo que su respiración se agitó.
Es una amistad muy unida, Jimin era consciente de quizá a veces eran mas cercanos de lo que los amigos lo son en realidad, pero nunca le encontró otra intención a su cercanía; por lo que se auto regañó cuando, —También te extrañe, alfa —aquellas palabras salieron en un suave tono más coqueto de lo que le hubiera gustado.
Jungkook apretó el agarre en la cintura de Jimin, gruñendo al ser llamado como alfa, y pegó más su cuerpo, sin poder evitar dejarle saber de su polla semierecta por lo delicioso que aquello se escuchó para él.
Un suave gemido se escapó sin querer de los labios de Jimin, sin poder evitar morderse los labios al sentirle tan cerca. El aroma de las feromonas por la excitación de ambos comenzó a esparcirse sin compasión, Jimin aspiró y gimió sin intención de ocultarlo.
—Omega —soltó en tono ronco, hundiendo su nariz en el cuello de Jimin, colando sus manos por debajo de la camisa de este, acariciando su espalda y cintura al mismo tiempo que empujaba sus caderas, golpeando su polla en la pelvis de Jimin.
—No deberíamos, alfa —razonó Jimin con voz agitada, negándose con sus palabras pero sin oponerse realmente a las caricias en su espalda, dejándose golpear e incluso moviendo sus caderas también.
—Voy a masturbarme —Jimin abrió sus ojos, siendo consiente de la situación. Debería haber hecho algo, pero cuando Jungkook sacó su gran pene de alfa, él boqueó anonado por el tamaño. — Estás duro, Jimin, hazlo tú también.
Mantenían la misma posición, uno frente al otro, apoyados sobre uno de sus hombros, Jungkook aspiraba el aroma de su cuello mientras se masturbaba y Jimin no podía despegar los ojos de la gran mano de Jungkook sobre su propio pene.
Jimin mordió sus labios. —Voy a hacerlo —avisó con voz suave, avergonzado—, pero ya sabes, yo no me masturbo como tú.
Gruñó como respuesta, satisfecho de ver a Jimin voltearse. Jungkook mantuvo su posición de medio lado mientras se masturbaba y gruñó de nuevo cuando Jimin bajó un poco sus propios pantalones e ingresó uno de sus dedos en su culo.
El omega gimió con fuerza cuando Jungkook se subió sobre él a horcajadas. Y continuo follándose con sus dedos cuando fue consiente de que Jungkook seguía masturbándose, aun si estaba sobre él.
Eran un mar de gemidos, Jimin levantó un poco su trasero para tener mejor acceso, le miró sobre su hombro y Jungkook aumentó el vaivén sobre su propio pene, sin perderse de vista los pequeños dedos que eran tragados por aquel estrecho canal.
Jungkook se inclinó hacia adelante, apoyó el codo a la par del hombro de Jimin y pasó la mano por debajo hasta tomar su otro hombro mientras con la otra mano continuaba masturbándose, pero esta vez Jimin levantó más su trasero, curveando su espalda y sintiendo el glande de Jungkook golpear en una de sus nalgas.
Jungkook se vino primero, expulsó una gran cantidad de semen que empapó los gordos glúteos de Jimin, quien continuó por pocos segundos más hasta eyacular él también.
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