Capítulo IX
Jueves, 9 de mayo de 2019, 9:23
-Cla-claro que vino -sonrió-. ¿Por?
Jeongguk le miró con un deje de desconfianza. Detrás de Taehyung, en la puerta se podía observar una silueta y el cabello rosado que se pudo ver por milisegundos le permitió saber quién era.
-Entonces... -murmuró, regresando su vista a Taehyung-, ¿necesitas algo?
Taehyung quiso patalear en su lugar. ¿Tan mal se ha comportado?
-Yo... no -con pasos lentos y suaves se acercó al menor y se sentó delante de él-. ¿Te pasa algo, Jeonggukie?
El pelinegro estuvo a punto de formar una mueca triste, pero no la dejó ver.
-Uhmm, no, nada -sonríe. Tan rígido-. ¿Por qué?
-Yo... vi el directo en Instagram que hizo Yoongi hyung -habló Taehyung, viendo sus manos con vergüenza-. Enserio perdón por no asistir... No fue mi intención que... se me olvidara -mordió su labio de una forma un poco brusca.
Jeongguk tomó el mentón del mayor y lo deslizó, sacando al labio inferior de Taehyung de entre sus dientes. No le gustaba cuando hacia eso, a veces terminaba haciéndose daño.
-No te preocupes, habrá más cumpleaños -Jeongguk volvió a su postura original con una sonrisa que no llegó a sus ojos.
-¡Pero yo debía ir a todos! -espetó Taehyung con enojo... Enojo a sí mismo.
Jeongguk se quedó callado, en parte eso era verdad.
Los segundos pasan volando, llenan la habitación, y Taehyung quiere sacudirlos con las manos; quiere atraparlos y esconderlos en sus bolsillos para detener el tiempo, porque le era extrañamente difícil pedirle perdón a Jeongguk por un error tan bobo y doloroso como era el dejarlo de lado.
Cuando abrió la boca para eso, la puerta se abrió.
Ambos voltearon a ver hacia allá, encontrándose con Yoongi y Jimin parados ahí. Yoongi llevaba en su mano una bolsa con varios trastes.
-Tú, tonto descuidado -escupió el pálido viendo a su hermano menor-, por esta vez te hice desayuno, así que hubiera agradecido que te lo comieras -dice al mismo tiempo en que caminó hacia Jeongguk, dejándole la bolsa en su cara-. Es bibim guksu, hotteok y un poco de jjanjangmyeon. ¿Sí? De nada -se cruza de lados, viendo al pelinegro con recelo-. Sé que no has estado comiendo bien, así que quiero verte comer ahora.
Taehyung abre los ojos cuales platos.
Pues claro, él acompañaba a Jeongguk a desayunar.
Quiso golpearse, ¿será muy raro hacerlo en ese momento?
Su corazón se derritió de ternura cuando Jeongguk abrió la bolsa y de ésta sacó recipientes de plástico y unos palillos.
-Tae-Taehyung... -el llamado débil de su nuevo mejor amigo sacó al rubio de sus pensamientos-, ¿podrías venir un se-segundo?
;;♡;;
¿actualizo dos veces a la semana o con una está bien?
porque creo que duro mucho actualizando y como
es una historia corta peor jsjs
♡
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