Capítulo III
Lunes, 6 de mayo de 2019, 9:16
Era lunes otra vez, ¿y tienen una idea de lo que pasó en toda la semana anterior?
"Jimin hyung va a ir a recoger algo a dirección. ¿No vienes? ¡Nos vemos en el siguiente receso!".
"A Jimin hyung no le gusta mucho la cafetería, así que iremos a la biblioteca por unos libros de clase. ¡Disfruta tu desayuno y nos vemos el siguiente descanso!".
"Jimin hyung ha hecho este baile. ¿No es genial?".
"Jimin hyung me dijo que deberíamos empezar con el proyecto, ¿podríamos vernos el siguiente receso?".
"¡Jimin hyung llegó!".
"¡Jimin hyung!".
"¡Jimin hyung!".
Agh, ya empezaba a tener hasta pesadillas con ese nombre.
No se quejaba mucho, Jeongguk sabía lo social que era Taehyung, pero Jimin era otro nivel.
Taehyung nunca dejó a Jeongguk en sus desayunos porque el menor era capaz de saltárselos y eso le daba miedo debido el hecho de que Jeongguk ya estaba muy delgado.
Pero bueno, nunca digas nunca.
Desde la llegada del pelirrosa, Jeongguk se ha saltado sus desayunos. Taehyung y el mayor siempre encontraban una razón para irse y dejarle solo. Cuando llegaba un momento en que los tres comían juntos, se sentía tan lejano a lo que sea que ellos hablaran. Todas las risas que compartían, todas aquellas... sentía que no era invitado a ninguna de ellas. Y bueno, era tanta su incomodidad de comer solitario que simplemente no lo hacía y se conformaba con algo más.
Eso no era lo peor. Lo peor de todo es que Taehyung siempre le decía que le vería el próximo receso, y si no es con Jimin (en donde se la pasan hablando entre ellos porque Jeon es muy tímido), toman otra responsabilidad y le vuelven a dejar.
Y por ello Jeongguk ahora mismo estaba en las canchas de deporte, detrás de una portería de fútbol, leyendo un libro de misterio.
Trataba de leerlo y poder resolver quién era el asesino de mujeres, no obstante esa pesadez de vacío estaba en su pecho y no era fácil de ignorar.
Taehyung y Jimin se fueron a buscar al primo del segundo nombrado que acaba de transferirse e iban a mostrarle la escuela.
Genial, otro nuevo por el que me van a cambiar.
Y ese pensamiento llenó de aún más tristeza a Jeongguk.
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