—¿Quieren explicarme qué demonios estaban pensando cuando hicieron eso?—la voz sería de Naruto hizo que a todos los presentes se les pusieran los cabellos de punta.

—Bueno, verás viejo... Es una historia divertida dattebasa—el rubio menor sonreía y todos los demás seguían en silencio.

«2 horas antes

Satomi, junto a los hijos de sus amigos corrían por toda la aldea seguidos por un oso panda gigante.
¿Cómo terminaron así? La chica no tenía ni idea, sin embargo se divertía corriendo por su vida.

La lista de travesuras que habían logrado hasta ese momento era... Increíble. Aunque en este momento solo se encontraban ella y el nuevo equipo 7.

Los demás los habían abandonado con diferentes excusas.

Rayaron los rostros Hokage, la chica creyó que sería un homenaje digno para Naruto, por los viejos tiempos.
Sarada y Mitsuki se habían mantenido lejos de aquel suceso.

Ralló y dejó escrituras en su propia tumba y fueron a saludar al Iruka y Kakashi... Estos dos... Bueno terminaron desmayados y persiguiéndola por la aldea.

Boruto aportó ideas a la mayoría de lo que hicieron. Sobre todo a los rostros Hokage, vendría en la sangre creyó Satomi...»

—Y bueno... Eso fue lo que pasó 'ttebasa.—el pequeño rubio sonreía nervioso y Satomi a su lado solo veía a la nada.

—¡Estoy harto de esto Bolt!—el fuerte grito de Naruto la saco de su distracción haciendo que lo viera de mala forma—. ¡Siempre estas metiéndote en problemas!

—¡Y tú nunca estás en casa!—grito y la chica se estremeció.

—¡No eres un niño pequeño, deja de portarte como tal y madura!—grito enojado haciendo que a Boruto se le llenaran de lágrimas los ojos.

—¡Ya basta Naruto!—grito enojada Satomi—¡¿Cuál es tu maldito problema?! ¡Es tu hijo!

—No te metas en esto, Satomi.

Su voz fría, algo que parecía casi imposible para ella hizo que su sangre hirviera.

—¡Me meto porque se me da la gana!–grito la chica—. ¡Este no es el Naruto que yo conozco!

—¡Eso es porque estás muerta!

Silencio... Nada más que silencio.
Boruto miró con sorpresa a su padre y a la chica que había comenzado a llorar.

—Fue mi culpa, yo le di la idea a Boruto. Limpiaré el desastre causado y perdón por las molestias, Lord Hokage.—sonrío aún llorando y salió corriendo del lugar.

—¡Satomi-chan!—intento correr detrás de ella pero el cuerpo de Shikamaru lo impidió.

—Naruto, ahora si pasaste la línea. Déjala sola viejo, debe pensar.

El rubio dejó salir un gruñido de frustración.

—Has superado tus propios limites haciendo llorar a una chica, viejo.

Su hijo salió corriendo detrás de la chica que lo tenía enamorado en sus tiempos de adolescente y a la cual, a su pesar y gran dolor, vio morir ante sus ojos.

—Soy un imbécil.

(...)

Satomi

—Satomi-san, ¿estás bien?—la pequeña Sarada me veía con preocupación sentada sobre la cabeza del tercer Hokage.

—Si, Sarada.—digo y continuó tallando la pintura del rostro de Naruto, la tarde cayó en un abrir y cerrar de ojos.

Tarde medio día en limpiar el desastre causado. Esto era lo ultimo. Inclusive Boruto había ayudado un poco en ello mientras se aseguraba de que dejara de llorar.

—Sarada, ve a casa. Debo hablar con Satomi.—la voz de Sakura resuena y ella asiente para salir de ahí.

—Sakura... ¿Por qué es así?

—No fue fácil, ¿sabes? Para ninguno lo fue, esa guerra nos quitó a personas que amábamos.

—Lo sé, eso pasa cada guerra. Pero Naruto... Él nunca fue alguien así, nunca se dejó vencer. Por algo estoy enamorada de él.—admito y ella sonríe.

—Lo sé, Satomi-chan.

Nos quedamos en silencio y comenzamos a caminar hacia el bosque hasta toparnos con aquel lago que tanto me gusta para pasar el rato en mi tiempo.

—Creo que... En parte es mi culpa.—se sincera—. Naruto estuvo algo afectado después de tu muerte y bueno... El tiempo pasó, ya teníamos 19 años. Casi 20, tú sabes lo que Hinata siente por el. De echo tus últimas palabras a ella fueron "Hazlo feliz"... Yo intenté ayudarla con Naruto pero bueno el es lento, o tal vez aún no quería dejar ir tú recuerdo. Sin embargo una misión los acerco, no sé exactamente cómo pero al final terminaron como novios y se casaron al poco tiempo.

Suspiro y le miro, ella sonríe de lado.

—Aún eran jóvenes y tenían poco juntos. Tal vez fue algo precipitado pero Hinata quedó embarazada de Boruto. Meses después yo me enteraría de Sarada, pero eso te lo diré después.—sonríe y yo también lo hago, estoy feliz por ellas—. Cuando el pequeño nació Naruto estaba feliz, por fin tenía la familia que soñó, aunque no exactamente igual, recordó aquella tarde en la que comíamos todos juntos, ¿recuerdas?

«—¿Verdad o reto Satomi?
—Verdad, Tenten.
—¿Quiere hijos, que nombre tendría?
—¡Por supuesto que sí! Quiero un niño, le llamaría Boruto y le apodaría Bolt. Es un nombre poco común.
—¿Y si es niña?
—Tu elegirías el nombre Neji, después de todo Tenten y tú serían los padrinos»

—Claro que si.— sería extraño no recordarlo, en mi tiempo eso fue hace dos meses.

—Bueno el recordó el nombre, Hinata se molestó en un principio pero decidió que era una forma de honrar la memoria de quién dio su vida por amor; quien dejó en sus manos a Naruto. Las cosas iban relativamente bien, pero se complicó todo. Ellos no son la pareja perfecta que todos creen.—dice y yo asiento

—Solo dime... ¿Él es feliz?—murmuró bajito.

—Ni yo lo sé, Satomi-chan...—su cabeza se agacha y yo solo miro el atardecer—. Hay algo muy delicado de lo que quiero hablarte.

—¿Qué es eso, Sakura?—pregunto y ella suspira.

—Algo cambio en el pasado y es probable que tengas otra oportunidad, Satomi.—dice de golpe.– Puede que sea arriesgado decirlo pero tú y Neji no fueron a aquella misión juntos. Fue una misión del equipo Gai, eso me hizo pensar que tal vez tenemos una nueva oportunidad...

—No estarás sugiriendo que...

—Eso mismo hago. Es arriesgado, lo sé, pero debes intentarlo.

—Yo...—cierro mis ojos por un momento.—Lo haré, cambiare la historia. ¡Lo juro!