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"¿Ji-hyo?"

Sus ojos se iluminaron tan pronto como escuchó tu voz desde el sofá al otro lado de la habitación. Terminó de colgar los zapatos antes de correr hacia ti y caer sobre el cojín a tu lado.

Felizmente te estrechó entre sus brazos y soltó un suspiro en tu oído; uno que te decía que ella estaba tan feliz de estar en casa contigo como tú lo estabas de tenerla en casa.

Se fue temprano esta mañana; como lo ha estado haciendo durante los últimos días. ella ha estado llegando tarde a casa, trabajando duro y poniendo todo su corazón y alma en todo lo que ella y las chicas han estado haciendo últimamente.

Pero hoy fue diferente. ella llegó a casa un poco antes, con un par de horas de sobra antes de que llegara la noche y el cansancio realmente golpeara y te fueras a la cama.

"¡Te extrañé!" dijiste mientras besabas su mejilla, viendo sus ojos iluminarse de nuevo.

"Yo también te extrañé". ella dijo.

Ibas a preguntarle si estaba dispuesta a hacer algo esta noche cuando se recostó contra el respaldo del sofá y buscó en su bolsillo trasero para sacar su teléfono en su código de acceso y luego miró para desplazarse por sus redes sociales.

No te importó ella trabaja duro y se merece tiempo para hacer lo que le plazca como todos los demás.

Pero tu tiempo con ella ha sido limitado últimamente y anhelas mucha atención y amor de ella. solo quieres abrazarla y ser sostenido por ella. extrañas el sabor de sus labios y el tacto de sus manos. extrañas sentir los latidos de su corazón contra tu pecho y escuchar su risa mientras se reproducen sus programas y películas favoritas.

"¿Ji-hyo?" llamaste su nombre; con voz suave y dulce.

Pero ella no parecía escucharte. su atención estaba en su teléfono y las publicaciones con las que se topó y los mensajes que las chicas le envían, haciéndola reír felizmente.

Te encantó el sonido. era como música para tus oídos. tu corazón se llenó de alegría.

Pasaste los dedos por su cabello y tiraste del dobladillo de su camisa, desesperado por llamar su atención y pasar tiempo con ella.

"Jihyo", te quejaste y le golpeaste el hombro, tirando del dobladillo de la camisa otra vez y hurgando en sus costados juguetonamente, haciendo que ella echara la cabeza hacia atrás con una carcajada.

"Jihyo", lloriqueaste de nuevo, esta vez mientras intentabas no reírte mientras continuabas tocándole los costados y ella se retorcía y reía alegremente.

"¿si?" ella se rió entre dientes mientras ponía su teléfono en su regazo y apartaba tus manos.

"Te he extrañado muchísimo últimamente. Me preguntaba si querrías pasar algún tiempo juntas esta noche, ya que llegaste a casa antes de lo que has estado en los últimos días".

"¿No eres la más tierna?" ella susurró mientras te envolvía en sus brazos y te sentaba en su regazo. "Simplemente me has estado extrañando" bromeó con ojos brillantes. asentiste y ella te acarició la mejilla. "Bien. Porque yo también te he estado extrañando. Me encantaría pasar un tiempo contigo, cariño. Extraño eso. ¿Algo especial que quieras hacer?"

sacudiste la cabeza y luego la pusiste sobre su pecho. "no, solo quiero estar contigo"

nterró sus labios en tu cabello y plantó un beso persistente allí. "Está bien. ¡Noche de cine!" ella vitoreó emocionada y tú asentiste con la cabeza, levantando la cabeza para darle un beso antes de volver a acostarla y cerrar los ojos para apreciar el sonido de los latidos de su corazón y la emoción que ambas sienten por pasar un tiempo muy necesario juntas.