tu risa resonó por la habitación, llenando el corazón de tu novia con tanto amor y alegría que se preguntó si estallaría directamente desde su pecho.

sus dedos se movieron a través de tu estómago y costados, moviéndose ocasionalmente a lo largo de tu caja torácica y las plantas de tus pies. Te retorciste debajo de ella, tratando de apartarla, pero ella te sujetaba las manos con la que tenía libre, mientras que la otra te hacía cosquillas sin piedad.

"¡Jihyo!" te reíste, aunque ciertamente no querías. "¡Déjame!"

"No." ella sonrió, mirándote a los ojos con sus ojos grandes y brillantes. ella no pudo evitar recordar la tristeza que antes había nublado la tuya y el ceño fruncido que parecía no salir de tus labios. tu tristeza parecía surgir de la nada y no estabas dispuesta a sincerarte con ella al respecto, por lo que ella estaba decidida a cambiar tu estado de ánimo de otras maneras si no querías hablar de eso. Y, hasta ahora, parecía estar funcionando.

" ¿Estas feliz ahora?" se preguntó con una risita, deteniéndose solo un momento para ver cuál era tu respuesta.

"Quizás." Te encogiste de hombros, sonriendo mientras intentabas salir de sus brazos.

Tal vez no era la respuesta que quería escuchar. Entonces, sus dedos continuaron moviéndose a lo largo de tu piel, haciéndote cosquillas en los pies y los costados.

"¡Está bien, sí! Ahora estoy feliz", gritaste entre tus ataques de risa. eso era cierto. la sonrisa en tu rostro era irrompible. incluso si ella se detuviera ahora, lo cual esperabas que hiciera, tu sonrisa aún no desaparecería. ella siempre sabe cómo hacerte sonreír de nuevo y cuando más lo necesitas.

"Eso es bueno" sonrió, inclinándose para rozar sus labios en tu frente mientras continuaba haciéndote cosquillas. "¿Quieres que me detenga?"

asentiste rápidamente, la risa seguía saliendo de tus labios.

"¡Entonces dime que me amas primero!"

tu risa pareció volverse más fuerte y fuerte mientras ella también miraba para besarte en la cara.

"¡Está bien! Te amo".

tus palabras eran música para sus oídos. sus manos se movieron de tus pies para descansar a lado de tu cabeza. dejó caer su frente contra la tuya, mirándote con una mirada de amor en sus ojos. tu corazón latía un poco más rápido y ella podía sentirlo contra el suyo, haciendo que mariposas volaran por su pecho y la llenaran de alegría.

"¿Ahora fue eso tan difícil?"

te ríes y juguetonamente empujas su hombro antes de pasar tus brazos alrededor de su cuello y besar su mejilla.

"Di tus ultimas palabras antes de que te dé la vuelta y me vengue". le advertiste, sonriendo mientras sus ojos se agrandaban.

ella mira su cabeza con una risa. "te amo un montón." ella habló suavemente.

asentiste y suspiraste mientras ella besaba tu frente, los labios demorándose sobre tu piel. tu felicidad había regresado y con jihyo allí contigo, sabías que la tristeza que una vez sentiste no regresaría pronto.