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9: Vivirás tranquilo, porque hay esperanza; estarás protegido y vivirás confiado

Días después...

9 de octubre de 2023.

Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica.

Un nuevo día en la ciudad. Clima cálido, cielo despejado.

Salomón y Lukas están en la cafetería de la facultad, sentados en una mesa. Así visten:

Salomón: Camisa a cuadros azul de mangas largas, pantalón negro, zapatos tenis negros.

Lukas: Playera gris de mangas cortas, pantalón negro, zapatos tenis blancos.

Salomón: (Triste) No sé qué le pasó a Oliver. Un día estaba feliz, celebrando su cumpleaños. Y ahora, resulta que no quiere contestar ni un mensaje.

Lukas: (Enojado) Yo tampoco sé qué pasa, hermano. Oliver se veía tan feliz, y al día siguiente no quiere hablar con nosotros. A lo mejor Jezabel le hizo algo.

Salomón: (Enojado) ¿Tú crees? No es novedad que Jezabel se desquite con Oliver, cada vez que haga algo que según ella, no le parezca bien.

Lukas: (Enojado) Así es, Salomón. Apuesto a que lo habrá hecho, porque seguramente se habrá enterado de que Oliver festejó su cumpleaños con su familia.

Y hablando de Oliver, él aparece y se acerca a la mesa donde están Salomón y Lukas. Oliver usa una playera blanca de manhgas cortas, pantalón negro y zapatos tenis blancos.

Salomón: (Voltea a Oliver) ¡Miren quién apareció!

Lukas: (Voltea a Oliver) Sí, al fin llegas.

Oliver: (Se descuelga la mochila y se sienta en la mesa) Hola, chicos.

Salomón: (Enojado, a Oliver) ¿Se puede saber por qué no nos has contestado ni un mensaje desde el viernes?

Lukas: (Enojado, a Oliver) Sí, Oliver. No nos has dicho nada desde tu cumpleaños.

Oliver: (Triste) Chicos, es que he estado deprimido. Ustedes no lo entenderían.

Salomón: (Enojado, a Oliver) ¿Deprimido? Oliver, ¡has estado deprimido desde que te fusite a vivir a casa de Jezabel Salvatierra! ¡Esa mujer te lo ha quitado todo!

Oliver: (Triste) ¡Es que ustedes no lo entienden! ¡Jezabel hace lo que hace, porque me ama!

Salomón suelta una carcajada histérica.

Salomón: (Enojado, a Oliver) No me hagas reír, Oliver. esa mujer se la pasa golpeándote todos los días. ¿Y aún así te atreves a decir que te ama? Por favor, si así dices que te ama, no quiero ni imaginarme si te odiara.

Lukas: (Enojado, a Oliver) ¡Sabemos que esa mujer no te ama, Oliver! ¡Ya deja de estar romantizando todos sus abusos! ¿No te das cuenta de que un día de estos va a terminar matándote?

Oliver: (Triste) Lo sé, chicos. ¡Yo amo a Jezabel, pero ya no quiero que me siga golpeando!

Salomón: (Burlón, a Oliver) ¿Y piensas que con decirle: "Mi amor, por favor, ya no me pegues más", ya no te va a golpear? ¡Esa mujer no va a cambiar, Oliver! ¡Tú fuiste quien quiso mudarse a su casa, y ahí están las consecuencias!

Lukas: (Enojado, a Oliver) ¡Sí, Oliver! ¡Te dijimos chorrocientas veces que no te mudaras a esa casa! ¡Pero no, el señorito quiso mudarse a la casa de su novia!

Oliver: (Grita enojado) ¡Ya basta! ¡No quiero seguir soportando sus tonterías! ¡Es mi relación, y yo decido si terminarla o no! ¡No se metan en mi vida!

Oliver se levanta de la mesa y se va enojado hacia la puerta. Salomón y Lukas lo ven salir de la cafetería.

Salomón: (A Lukas) Es obvio que no la está pasando nada bien, viejo.

Lukas: (A Salomón) Lo mismo digo yo.

Oliver sale y se va hacia su salón de clases, pero no puede evitar sentirse triste. "Perdónenme, chicos. La verdad, ¡es que no puedo decirles lo último que me hizo esa mujer!"

***

Más tarde...

Presidencia Municipal San Pedro Garza García.

Jezabel está en su oficina, sentada en su escritorio y trabajando. Usa saco negro, minifalda gris y zapatos negros. No se siente culpable después de lo que le pasó a Oliver días atrás.

De repente, Ana Sofía llega enojada al lugar. Usa blusa blanca de tirantes, minifalda plisada negra y zapatos tenis azules. Se acerca a Jezabel para enfrentarla.

Ana Sofía: (Enojada) ¿Es en serio, Jezabel? ¿No te dio vergüenza golpear a Oliver el día de su cumpleaños?

Jezabel: (Sorprendida, se levanta de su escritorio) ¿De qué estás hablando, Ana Sofía? ¡Yo no le hice nada a Oliver! ¡Yo sólo lo hice festejar el día de su cumpleaños con su familia!

Ana Sofía: (Enojada) ¡A mí no me engañas, Jezabel! ¡Sé que lo golpeaste el día de su cumpleaños! ¡Intenté hablar con él acerca de lo que pasó, pero no me quiso decir nada! Eso quiere decir que le hiciste algo peor!

Jezabel: (Se ríe burlona) ¡Por favor, Ana Sofía! No me hagas reír, yo no le hice nada a tu querido amigo. Es cierto que he golpeado, pero yo no le hice nada el día de su cumpleaños.

Ana Sofía: (Enojada) ¿Lo ves? ¡Sé que le hiciste el día de su cumpleaños! ¿Por qué no puedes entender que obvio pero solo quería festejar su día con su familia?

Jezabel: (Enojada) ¡Porque Oliver debe saber que no tiene por qué regresar con ellos! ¡Yo soy su única familia!

Ana Sofía: (Enojada) ¿Estás bromeando? ¡Oliver tiene familia y amigos! ¡Y tiene derecho a visitarlos cuando quiera! ¡No puedes mantenerlo prisionero en tu casa! ¿No te das cuenta de que solo estás lastimando?

Jezabel: (Enojada) Por favor, no me digas más estupideces, que me vas a hacer vomitar. ¡Por si no lo sabes, yo no tengo la culpa de lo que le está pasando a Oliver! ¡Él fue quien decidió mudarse a nuestra casa! ¡Él tiene la culpa de todo lo que le está pasando!

Ana Sofía: (Enojada) ¿Acaso te has vuelto loca? ¿Y todavía te atreves a echarle la culpa de lo que le haces? ¡Él te ama, Jezabel! Pero con tus acciones, vas a hacer que te odie! O peor aún: tal vez el día de mañana te deje, y se consiga a otra chica que sí lo quiera y lo valore.

Jezabel: (Enojada) Mira, Ana Sofía. A mí no me importa si Oliver me odia. Prefiero que me odie. Pero si me deja por otra chica, lo mato yo mismo. ¡Que no se le ocurra ponerme a prueba, porque va a saber la clase de monstruo que soy!

Ana Sofía: (Enojada) ¿Sabes qué? Te voy a dejar ganar. Si quieres seguir golpeando a Oliver, hazlo.

Jezabel: (Burlona) ¡Vaya, hermanita! ¿Me estás dejando el camino libre con Oliver?

Ana Sofía: (Enojada) No te confíes, Jezabel. Quiero ver qué tan alto puedes volar, para ver qué tan fuerte será tu caída.

Harta de la discusión con Jezabel, Ana Sofía se va de la oficina. Jezabel está contenta después de lo que pasó. Quiere seguir atormentando a Oliver, cueste lo que cueste.

***

Más tarde...

Casa de Ramsés Alarcón.

Ramsés está en su casa, en su despacho, trabajando. Usa traje y zapatos negros.

De repente, Osmar entra al despacho para enfrentarlo. Usa una playera roja de mangas cortas, pantalón deportivo negro y zapatos tenis blancos.

Ramsés: (Voltea a Osmar, enojado) ¿Qué haces en mi casa, Osmar?

Osmar camina hacia Ramsés y le da un puñetazo en la cara, además de someterlo de su saco.

Osmar: (Grita enojado) ¡Eres un maldito imbécil! ¿Cómo te atreviste a golpear a Oliver el día de su cumpleaños?

Ramsés: (Burlón) ¿De qué estás hablando, Osmar? ¡Yo no le he hecho nada a tu querido amigo! Además, él quiso festejar su cumpleaños con su familia.

Osmar: (Grita enojado) ¡Sé que lo golpeaste ese día, Ramsés! ¡Ahora entiendo por qué tú y Jezabel se llevan tan bien! ¡Tal vez tú y ella sean amantes!

Ramsés se zafa de Osmar y lo empuja.

Ramsés: (Enojado) ¡Claro que no somos amantes, Osmar! ¡Ella y yo sólo somos amigos! Pero claro, siempre quieres dejarla mal parada a ella con tus mentiras. ¿No ves que estás ardido porque lo tuyo con ella ya se acabó?

Osmar: (Enojado) ¡A esa víbora no la puedo perdonar por todo lo que me hizo!

Ramsés: (Burlón) Dices que no la puedes perdonar, hermanito. Pero se ve que a pesar de todo lo que te hizo, ¡la sigues amando!

Osmar: (Grita enojado) ¡No, claro que no la amo! ¿Cómo se te ocurre pensar eso? ¡Mi amor por Jezabel Salvatierra se convirtió en odio! ¡Yo la amaba cuando éramos novios! ¡Pero con la misma fuerza con la que la amé, ahora la odio! ¡La odio tanto, que quisiera verla muerta!

Ramsés: (Burlón) ¿Y por qué no vas a su oficina y la matas? Digo, sirve que te libras de tu odio.

Osmar: (Enojado) ¿Matarla yo? No, no quiero matarla yo mismo. Digo, porque ella ya estará muerta en vida con todo lo que ha hecho. Me voy a dar por bien servido al ver cómo se va a quedar sola, sin nadie que la quiera. Porque tal vez, Oliver la ama, y está enamorado de ella. Pero el día de mañana, la va a odiar y la va a dejar por otra chica.

Ramsés: (Burlón) No lo creo. A Jezabel Salvatierra no la deja nadie. Y no puedo ni siquiera imaginar las represalias que va a tomar contra Oliver si se atreve a dejarla. Creo que tu querido amigo debe pensarlo dos veces. Meterse con Jezabel no va a ser nada fácil. Sólo está cavando su tumba.

Osmar: (Burlón) La única que está cavando su tumba, es la propia Jezabel. Ella es la que con cada golpe que le da a Oliver, se está destruyendo a sí misma. Para cuando menos lo espere, Oliver se va a cansar de todo, y la va a dejar. Él saldrá adelante de esta situación. En cambio, Jezabel es la que lo va a perder todo. Ojalá te acuerdes de mis palabras.

Ramsés: (Enojado) Puede que Oliver se haga el duro, pero míralo. Ni siquiera tiene el valor de enfrentar a Jezabel. Ya le tiene miedo con sólo verla, imbécil.

Osmar: (Enojado) Sí, es cierto. Oliver le tiene miedo a Jezabel. Pero tarde o temprano, va a perder ese miedo. Y para cuando menos lo esperes, Jezabel es la que va a sentir el verdadero terror. ¡De mí te acuerdas!

Cansado de la situación, Osmar se va de la casa de Ramsés. Éste se queda enojado, después de la pelea. Pero tiene miedo de que Oliver deje a Jezabel.

***

Más tarde...

Plaza Juárez.

Jezabel está en la Plaza Juárez, caminando para relajarse, después de haber peleado con Ana Sofía.

De repente, Salomón se le acerca para enfrentarla.

Salomón: (Grita enojado) ¡Siempre supe que golpeabas a Oliver, pero nunca me imaginé que fueras capaz de hacer esto el día de su cumpleaños!

Jezabel: (Enojada) ¿Qué es lo que quieres, Salomón? ¿Qué acaso no aprendiste la lección?

Salomón: (Enojado) ¡Claro que sí! ¡Querías matarme, pero no pudiste! ¡No pudiste matarme, y aquí me tienes!

Jezabel: (Enojada) ¡Ni tú ni nadie me va a separar de Oliver! No me importa que seas su mejor amigo, ¡nadie me alejará de él!

Salomón: (Enojado) ¿Cómo puedes ser tan repugnante con él? ¿No te das cuenta de que sólo lo estás lastimando más? ¡Oliver sólo quería festejar su cumpleaños con su familia! ¡No tenías derecho a golpearlo así!

Jezabel: (Enojada) ¡Claro que tengo todo el derecho de hacerlo! Por si no lo sabes, ¡esa es mi manera de demostrarle que lo amo! Tú sabes que amo a Oliver, lo amo más que a mi propia vida.

Salomón: (Enojado) ¡A otro perro con ese hueso! Sé que no amas a Oliver, Jezabel. Sé que sólo lo tienes como tu juguete. Los padres detectan amigos falsos, los niños detectan mentiras y los amigos detectan falsos amores. Sé que tu amor por Oliver es falso.

Jezabel: (Burlona) ¿Qué dipsarates estás diciendo? ¿Acaso te has vuelto loco?

Salomón: (Enojado) ¡No son disparates, y no me he vuelto loco! ¿Cómo puedes pensar esas cosas? ¡Yo sé que no sientes nada por Oliver! Y te aseguro que pase lo que pase, yo mismo me voy a encargar de separarlos!

Jezabel: (Enojada, somete a Salomón de su playera) ¡Conmigo no te metas, pendejo! ¡Porque soy capaz de hacerle daño a tu familia, a tus amigos y hasta a tu perro!

Salomón: (Enojado, se zafa de Jezabel) ¡Quítame tus sucias manos de encima! ¡Amenaźame todo lo que quieras, Jezabel! ¡Pero nada ni nadie me va a detener! Sé que mandaste a unos hombres para secuestrarme, pero eso no me detuvo. Al contrario, ¡eso me motivó más para seguir defendiendo a Oliver!

Jezabel: (Enojada) ¡Te aseguro que tú y tu familia se van a arrepentir por haberme retado, cabrón!

Salomón: (Enojado) De lo que tú te vas a arrepentir, es de todo lo que le has hecho a Oliver. ¡Ya sabes que es mi mejor amigo, y no voy a permitir que le hagas daño!

Jezabel: (Enojada) ¡Oliver es mi novio! ¡Y si tengo que tomar medidas drásticas para defender mi relación con él, así lo haré!

Salomón: (Enojado) Mira, Jezabel. No voy a tolerar que sigas lastimando a Oliver. Sé que por tu culpa, está deprimido. Incluso ha llegado al punto de que ya no quiere vivir más.

Jezabel: (Enojada) Si se quiere morir ese pocos huevos, está bien. Me haría un favor.

Salomón: (Enojado) ¡Lamentarás esas palabras, Jezabel! ¡Mientras más alto vueles, más fuerte será la caída! ¡Recuérdalo bien!

Salomón se va enojado del lugar. Jezabel se queda furiosa al ver que Salomón no le tuvo miedo.

***

Más tarde...

Parque La Pérgola.

Karime y Danna están en el Parque La Pérgola, platicando tranquilamente mientras caminan.

Danna: (Triste) ¡Es increíble que Oliver no me haya mandado ni un mensaje desde su cumpleaños! ¿Le habrá pasado algo?

Karime: (Triste) No lo sé, Danna. Pero no se ha comunicado con nadie desde su cumpleaños. Pero me dijo Osmar hace rato que Jezabel le volvió a hacer daño.

Danna: (Sorprendida) ¿Cómo?

Karime: (Preocupada) Mira, Danna. Debes saber que Jezabel siempre ha torturado y lastimado a tu hermano desde que se mudó a su casa. Y lo peor es que no lo deja comunicarse con nadie. Eso ya lo sabes, ¿no?

Danna: (Preocupada) Sí, Karime. Para empezar, yo nunca acepté la relación de mi hermano con esa mujer. Y no porque le lleve como diez años de diferencia, sino por su actitud, y lo que le hizo a tu hermano años atrás.

Karime: (Preocupada) Es obvio. Osmar me ha dicho que antes la amaba, ahora la odia. E incluso me ha comentado que ha tenido ganas de ir a su oficina para matarla. Así de grande es el rencor que siente por ella.

Danna: (Preocupada) ¡Dios mío!

Las dos chicas se sientan en una banca para descansar y seguir platicando.

Karime: (Preocupada) Yo sólo espero que mi hermano no se atreva a cometer una locura, Danna. Porque por como yo lo veo, es capaz de tomar justicia por su propia mano. Porque te platico que intentó denunciarla una vez por maltrato. ¿Y qué hicieron los oficiales? ¡Se burlaron de él! Le dijeron que estaba loco, e incluso le sugirieron ir con un psiquiatra.

Danna: (Sorprendida) ¡Dios mío!

Karime: (Preocupada) Y la cereza sobre el pastel, fue que Jezabel se enteró de ello, y quiso matarlo. ¡Le disparó en el brazo izquierdo un día!

Danna: (Sorprendida) ¡No puedo creer lo que me estás contando!

Karime: (Preocupada) Afortunadamente, Osmar salió adelante de ello. Pero Jezabel nos amenazó a todos, nos dijo que nos iba a desaparecer, que nos iba a matar si intentábamos algo contra ella. No cabe duda de que es un ser despiadado. ¡Alguien tiene que ponerle un alto, antes de que sea demasiado tarde!

Danna: (Enojada) Yo no sé, Karime. Pero un día de estos, me voy a enfrentar a Jezabel y a decirle hasta de lo que se va a morir. ¡Se va a arrepentir por haberse metido con nuestros hermanos!

Karime: (Sorprendida) ¡Ten cuidado, Danna! No se te ocurra querer ponértele al brinco, porque va a ser peor.

Danna: (Tranquila) Lo sé. Pero no me puedo quedar de brazos cruzados, sabiendo que mi hermano podría estar sufriendo más por culpa de esa mujer. ¡Tengo que buscarla un día y ponerle un alto, antes de que llegue a matar a mi hermano!

Danna está decidida a buscar a Jezabel para enfrentarla. No puede tolerar que Oliver esté sufriendo en casa de Jezabel Salvatierra.

***

Esa noche...

Casa de la familia de Salomón.

Ya es de noche. Salomón y Lukas están en la calle Antonio Machado, caminando tranquilamente hacia la casa de Salomón. Los dos están caminando tranquilamente.

Salomón: (Enojado) ¡Ojalá hubieras estado ahí, Lukitas! Fui a San Pedro para enfrentar a Jezabel y decirle hasta de lo que se iba a morir.

Lukas: (Sorprendido) ¿Cómo que volviste a enfrentar a Jezabel? ¿No te das cuenta de que es muy peligrosa? ¡Qué rápido se te olvidó que te quiso secuestrar!

Salomón: (Enojado) ¿Y qué querías que hiciera? ¿Que me quedara callado? ¡Por favor, no friegues! Tuve que enfrentarla, porque ya me harté de lo que le está pasando a Oliver. ¡Sé que ella se la pasa golpeándolo y humillándolo! Por eso hice lo que hice.

Lukas: (Sorprendido) Por favor, hermano. Sabemos que Oliver está encerrado en esa casa. ¡Pero no le metas más leña al fuego! ¿Sí sabes de lo que Jezabel es capaz?

Los dos chicos se detienen, y Salomón somete a Lukas de la playera.

Salomón: (Le grita enojado a Lukas) ¿Y crees que me voy a quedar callado? ¿Crees que me importa lo que Jezabel pueda llegar a hacer?

Lukas: (Asustado) ¡Tranquilo, no te pongas así!

Salomón: (Grita enojado) ¡No me pidas que me calme! ¡No me puedo calmar, sabiendo que Oliver sigue viviendo en la casa de Jezabel! (Respira profundamente y suelta a Lukas) Lo siento, Lukas. No debí ponerme así.

Lukas: (Respira profundamente) Está bien. Tranquilo. No pasa nada.

Salomón: (Tranquilo) Es que con todo lo que ha estado pasando, ya no sé ni siquiera que pensar. Ya no sé qué más hacer para defender a Oliver. Y te juro que si pudiera, iría a casa de Jezabel y lo sacaría de ahí, sin importarme las consecuencias.

Lukas: (Preocupado) ¿Aún si Jezabel te puede hasta matar? Ya te lo he dicho, Salomón. No pongas tu vida en riesgo.

Salomón: (Enojado) Haré lo que sea necesario, Lukitas. Oliver tiene que dejar esa casa, y volver con su familia. Él sabe que su tormento no va a durar para siempre. Él va a salir libre algún día, ya lo verás.

Los dos chicos desean que Oliver recupere su libertad algún día. Saben que por como van las cosas, ese día no parece ser próximo.

***

Esa noche...

Casa de Jezabel Salvatierra.

Oliver está en su habitación, mirando a través de la ventana. Porta una playera blanca de mangas cortas, pantalón deportivo negro y pantuflas azules. Ve que afuera ya está lloviendo.

Jezabel entra a la habitación y se acerca a Oliver para hablarle.

Jezabel: (Tranquila) ¿Ya lo ves, Oliver? Sí podemos llevar la fiesta en paz. Tú te portas bien, y no habrá problemas.

Oliver: (Asustado) Lo sé, Jezabel.

Jezabel: (Tranquila) Esta es tu casa, y lo será hasta el día que mueras. Pase lo que pase, nunca podrás irte de aquí.

Oliver: (Triste) Lo sé, Jezabel. Me olvidaré de mi familia y amigos.

Jezabel: (Burlona) No lo olvides, Oliver. Sigue retándome, y yo misma te sentenciaré y te arrojaré al lago de fuego.

Jezabel besa a Oliver en la mejilla izquierda, se aleja de él y se va de la habitación. Oliver camina hacia su cama y se sienta en ella.

Minutos después, Ana Sofía entra a la habitación y se acerca a Oliver para animarlo. Se sienta a su lado. Ella usa una blusa blanca de tirantes, short rosa y pantuflas rosas.

Ana Sofía: (Sonriendo) Tranquilo, Oliver. No vas a estar aquí para siempre. Tarde o temprano, vas a estar en tu casa, con tu familia, y con tus amigos.

Oliver: (Triste) ¿Cómo pude ser tan tonto al tomar semejante decisión? Ahora entiendo por qué debí haber escuchado a mi familia.

Ana Sofía: (Triste) Lo sé, Oliver. Sé que metiste la pata, y mira cómo estás ahora. (Sonríe) Cuando se mete la pata, siempre hay una forma de sacarla.

Oliver: (Triste) Ojalá hubiera una forma de sacar la pata en esta ocasión, Ana Sofía. Ojalá pudiera volver a estar con mi familia. (Llora triste) ¡No sabes cómo desearía volver a estar con ellos!

Ana Sofía seca las lágrimas de Oliver, él se tranquiliza.

Ana Sofía: (Tranquila) Ánimo, Oliver. Como dice la biblia: Vivirás tranquilo, porque hay esperanza; estarás protegido y vivirás confiado. Job 11:18. Ya verás que tarde o temprano, te voy a llevar con tu familia. Te lo prometo.

Oliver: (Triste) ¿Me lo prometes?

Ana Sofía: (Sonríe) Te lo prometo.

Oliver: (Sonríe) Muchas gracias, Ana Sofía.

Oliver sonríe, pero en un segundo, se entristece y vuelve a llorar. Ana Sofía lo abraza para consolarlo. Oliver ya no aguanta más. Sólo quiere recuperar su libertad, pero Ana Sofía le hace saber que algún día, será libre y podrá volver con su familia.

¿Recuperará Oliver su libertad? ¿Logrará librarse de la pesadilla en la que está atrapado?

¿Qué opinas del capítulo?

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