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7: Apocalipsis 20:15

Días después...

9 de septiembre de 2023.

Monterrey.

Panteón Municipal La Estanzuela.

Un día nuevo en la ciudad. Clima cálido, cielo nublado.

Mucha gente está en el Panteón Municipal La Estanzuela, vestidos de negro, en señal de luto. Están sepultando al padre de Jezabel. Ella se muestra triste, pero sólo en apariencia.

Todos los presentes están en el lugar. Oliver está con Jezabel, quien no se le despega de su lado. Ana Sofía no se acerca a Jezabel.

Lukas, Salomón, Osmar y Karime miran a Jezabel de reojo.

Salomón: (Enojado) Supe que el padre de Jezabel murió su padre hace días.

Lukas: (Enojada) Sí. Pero no se despega de Oliver. Está como chicle.

Karime: (Enojada) No puedo creer que ni en un funeral, Jezabel pueda comportarse.

Osmar: (Enojado) ¡Es una puta! Ni sus hermana la quiere.

Lukas: (Enojado, a Karime) ¡No puedo creer que haya llegado tan lejos como para quererte atacar, Karime!

Karime: (Triste, a Lukas) Sí, Lukitas. Jezabel mandó a uno de sus hombres para atacarme.

Osmar: (Enojado, a Lukas) Y no sé de qué más será capaz.

Está claro: los cuatro chicos no soportan a Jezabel.

Fabiola, Tristán y Ramsés también la miran de lejos.

Fabiola: (Preocupada) Sé que Jezabel es nuestra amiga. Pero, ¿no creen que deberíamos hacerle ver que lo que hace es inaceptable?

Ramsés: (Preocupado, a Fabiola) No, Fabiola. Está mal emocionalmente, no quiere que la cuestionen.

Tristán: (Preocupado) Yo tampoco le diría nada.

Fabiola: (Preocupada) Yo iré a hablar con ella.

Fabiola se acerca a Jezabel, quien decide soltar a Oliver. Éste se va con Ana Sofía.

Fabiola: (Preocupada) Jezabel, ¿podemos hablar un momento?

Jezabel: (Tranquila) Sí.

Oliver habla con Ana Sofía, mientras que Fabiola y Jezabel se alejan de todos y deciden hablar en privado.

Fabiola: (Preocupada) Quería hablar contigo acerca de tu relación con Oliver, amiga.

Jezabel: (Tranquila) Oliver y yo estamos felices, Fabiola.

Fabiola: (Preocupada, voltea a Oliver, y después a Jezabel) Jezabel, no quiero ser grosera. Pero no veo que Oliver esté tan feliz.

Jezabel: (Se enoja) ¿Por qué lo dices? ¿Por las marcas que tiene en el cuello?

Fabiola: (Preocupada) Mira. ¿No crees que te estás pasando un poco de la raya con él?

Jezabel: (Enojada) ¡No mientas, Fabiola! ¡Yo me esfuerzo mucho en complacer a Oliver en todo! (Mira a Fabiola de reojo) ¿Acaso estás insinuando que lo golpeo?

Fabiola: (Asustada) ¡Sí, es eso! Con todo respeto, no creo que debas tratar así a Oliver. Es que él perdió a su abuelita, y no ha tenido contacto con su familia. No está bien que lo trates así.

Jezabel: (Enojada, le da una cachetada a Fabiola en la mejilla izquierda) ¡Cállate! ¡No vuelvas a cuestionarme! ¡Y mucho menos vuelvas a insinuar que estoy golpeando a Oliver!

Fabiola: (Asustada, se soba la mejilla izquierda) ¿Por qué me golpeas, Jezabel? ¡Sabes que soy tu mejor amiga!

Jezabel: (Enojada) ¡A mí no me importa que seas mi mejor amiga, Fabiola! ¡Más te vale que lleves la fiesta en paz! Si le dices a alguien lo que le pasa a Oliver, ¡vas a sufrir las consecuencias! ¿Te quedó claro?

Fabiola: (Asustada) ¡Tienes que entender que Oliver no es un saco de box! ¡Él te ama, no le puedes pagar así!

Jezabel: (Enojada) A mí nadie me dice lo que tengo que hacer. Y no me importa si Oliver termina odiándome. Un día, entenderá que todo lo que hago es por su bien. ¿Entendido?

Fabiola asiente aterrada. Jezabel se aleja de ella y camina hacia otra parte. Tristán y Ramsés se le acercan a Fabiola para ayudarla.

Tristán: (Preocupado, a Fabiola) ¿Estás bien, Fabiola?

Ramsés: (Preocupado, a Fabiola) Jezabel sí que te dio duro.

Fabiola: (Asustada) Sí, chicos. ¡Jezabel se puso como loca! ¡Sólo porque le dije que no está bien cómo trata a Oliver!

Ramsés: (Preocupado, a Fabiola) Tranquila, Fabiola. Ya mero nos vamos de aquí.

Fabiola: (Asustada) Yo sé que es el funeral del padre de Jezabel. ¡Pero ya no quiero estar aquí ni un minuto más!

Los tres chicos se van del panteón, prefieren alejarse de Jezabel.

Por otro lado, Oliver y Danna se encuentran y se dan un abrazo.

Oliver: (Sonríe) ¡Danna, me alegra volver a verte!

Danna: (Sonríe) ¡A mí también, Oliver!

Los dos hermanos se sueltan.

Danna: (Asustada, mira las cicatrices de Oliver) ¿Qué te pasó, Oliver? ¡Estás todo golpeado!

Oliver: (Asustado) Es que, no sé cómo decírtelo.

Danna: (Preocupada) ¿Y esos golpes? ¿Quién te los dio?

Oliver: (Preocupado) No sé qué decirte. La verdad es que...

Danna: (Preocupada) ¿Cómo que no sabes, hermanito? ¡Tienes que decírmelo, no te quedes callado!

Ana Sofía: (Se acerca a Oliver y Danna) Te voy a decir la verdad, Danna. Jezabel golpea a tu hermano desde que se mudó a su casa.

Oliver: (Preocupado, a Ana Sofía) No, no es eso...

Danna: (Preocupada, a Ana Sofía) ¿Cómo?

Ana Sofía: (Preocupada, a Danna) Sí, Danna. Jezabel le reveló su verdadera cara a tu hermano semanas después de que se mudó a nuestra casa.

Danna: (Asustada, a Oliver) ¿Es cierto eso, Oliver? ¿Es verdad lo que Ana Sofi dice?

Oliver: (Nervioso, a Danna) Sí, Danna. Jezabel me golpea y me humilla. ¡Y lo hace desde que me mudé a su mansión!

Danna: (Asustada) ¡Dios mío, qué horror!

Ana Sofía: (Preocupada, a Danna) Sí, me imagino que has de estar impactada con la noticia, Danna. Yo trato de hacer lo mejor que puedo para evitar que Jezabel se le ponga al brinco.

Oliver: (Preocupado, a Danna) Así es, Danna. Y sea como sea, no debí haberme mudado a esa casa. (A Ana Sofía) Gracias, Ana Sofi. Ahora sé que no debí cometer ese error. (Sus ojos se llenan de lágrimas)

Ana Sofía: (Tranquila, a Oliver) Es normal cometer errores, Oliver. Cuando se mete la pata, siempre hay una forma de sacarla.

Oliver: (Triste, a Ana Sofía) Lo sé, Ana Sofía. Siento mucho lo de tu papá.

Ana Sofía: (Triste, a Oliver) Muchas gracias, Oliver. De verdad, que no la estamos pasando muy bien.

Oliver: (Triste) Ya lo sabes. Cuentas conmigo para lo que necesites.

Ana Sofía: (Triste) Tú también.

Oliver abraza a Ana Sofía para consolarla, sin saber que Jezabel los ve desde lejos, y los ve enojada.

Jezabel: (Enojada) ¿Qué le pasa a Oliver? ¿Acaso me está engañando?

Jezabel está muy enojada al ver que Oliver y Ana Sofía se consuelan el uno al otro. Ramsés regresa y se acerca a Jezabel para hablar con ella.

Ramsés: (Preocupado) ¿Está todo bien, Jezabel?

Jezabel: (Enojada) No, Ramsés. Mi propia hermana me quiere quitar a Oliver. ¿No ves cómo lo abraza?

Ramsés: (Voltea hacia Ana Sofía y Oliver. Después, voltea hacia Jezabel) Sí, amor. Parece ser que Oliver se está burlando de ti a tus espaldas.

Jezabel: (Enojada) ¿Quién se cree que es? ¡Yo le ofrecí techo y comida cuando más lo necesitaba. ¿Y así me paga?

Ramsés: Lo sé, linda. Por lo que veo, ese chico es un malagradecido. Y deberías ponerle un alto.

Jezabel: (Enojada) Así es, Ramsés. Pero cuando lleguemos a la casa, Oliver va a tener mucho qué decirme.

Ramsés: (Sonríe) Te entiendo, linda.

Jezabel: (Sonriendo, besa a Ramsés en los labios) Pero ahora, tú y yo tendremos tiempo para nosotros. ¿Qué te parece, mi amor?

Ramsés: (Sonriendo) Me gusta cómo piensas, amor.

Jezabel: (Sonriendo) Yo pienso lo que es obvio.

Jezabel y Ramsés se besan apasionadamente. Dan rienda suelta a su pasión, sin saber que Salomón les está tomando fotos, escondido detrás de una camioneta Jeep Compass blanca. Por otro lado, Oliver está con sus amigos, y se alegra de volver a verlos.

***

Más tarde...

Plaza Fiesta San Agustín.

Osmar está caminando tranquilamente por el centro comercial Plaza Fiesta San Agustín. Usa una playera blanca de mangas cortas, pantalón deportivo azul y zapatos tenis negros.

De repente, Ramsés llega al lugar para hablar con él. Usa un traje y zapatos negros.

Ramsés: (Burlón) Vaya, miren a quién me encuentro por aquí. Es el ex ardido de Jezabel Salvatierra, ¿no es así?

Osmar: (Enojado, mira de reojo a Ramsés) ¿Qué es lo que quieres, Ramsés?

Ramsés: (Burlón) Mira, Osmar. Parece ser que Jezabel no tiene ganas de ver a nadie, mucho menos pelear con nadie, así que a tu mejor esfuerzo y trata de no provocarla.

Osmar: (Enojado) Lo dices porque murió su padre, ¿verdad?

Ramsés: (Tranquilo) Así es, Osmar. Y como supongo que estás muy ardido después de todo lo que pasó, me imagino que estás muy contento, porque Jezabel perdió a su padre.

Osmar: (Tranquilo) No, Ramsés. Te equivocas. Sabes bien que odio a Jezabel por todo lo que me hizo cuando éramos novios, pero aún así, no estoy contento por lo que le pasó.

Ramsés: (Burlón) Tú sí que eres un hipócrita, Osmar. Digas lo que digas, sé que en el fondo te alegras de la desgracia de Jezabel. Me imagino que ahora mismo quieres ir a su casa para burlarte de ella en su cara, ¿no es así?

Osmar: (Enojado) No soy ninguna hipócrita, Ramsés. En estos momentos, Jezabel está pasando por un gran dolor, pero eso no significa que me alegre. No me alegro de su desgracia, no importa cuánto daño me haya hecho. Sé lo que es perder a un ser querido.

Ramsés: (Burlón) Bueno, si eso es lo que quieres, está bien. Ya quiero ver la cara que va a poner Jezabel cuando la veas a la cara y te atrevas a burlarte de ella por la muerte de su padre.

Osmar: (Enojado) Di lo que quieras, Ramsés. Pero te lo digo por millonésima vez, no me gusta burlarme de la desgracia ajena. Lo que sí te digo, es que tarde o temprano, Oliver se va a zafar de sus malditas garras.

Ramsés: (Se ríe burlón) ¡Por favor, Osmar! ¡Digas lo que digas, no servirá de nada! Sabes bien que Jezabel está dispuesta a retener a Oliver a su lado. Y si intentas hacer algo para liberarlo, sería capaz de matarte.

Osmar: (Enojado) ¡Pues dile a tu amante que la voy a estar esperando, para que acabe conmigo si quiere! (Sostiene a Ramsés del saco) ¡Pero tarde o temprano, voy a hacer que Oliver se libere de esa pesadilla en la que vive! ¡Recuerda mis palabras!

Osmar suelta a Ramsés y se va enojado del centro comercial. Ramsés no hace más que contemplarlo mientras se va, está decidido a ganarle la guerra.

***

Más tarde...

Casa de Jezabel Salvatierra.

Jezabel está en la sala de su casa, sentada en el sofá. No se ve triste por la muerte de su padre. Aún sigue vistiendo de luto.

Jezabel: (Susurra tranquila) A veces se tiene que recurrir a medidas drásticas para evitar que la verdad salga a la luz.

Oliver camina hacia la sala. Usa una playera roja de mangas cortas, pantalón deportivo negro y zapatos tenis blancos. Jezabel se levanta del sofá y camina enojada hacia él.

Jezabel: (Enojada) ¿Con qué cara vienes después de haber abrazado a mi hermana en el funeral, cabrón?

Oliver: (Asustado) No lo sé, Jezabel. No lo sé. Sé que no debí haber hecho eso. Lo siento.

Jezabel: (Enojada) ¡Se supone que deberías haberme consolado a mí, no a ella! ¿Ya se te olvidó que soy tu novia?

Oliver: (Preocupado) Sí, pero es que también quería consolar a Ana Sofía, ya sabes que ella está inconsolable desde que murió tu papá. De verdad, no sé qué decir.

Jezabel decide calmarse, pues no está pasando por un buen momento.

Jezabel: (Respira profundo) Está bien, Oliver. No pasa nada. (Camina hacia el sofá y se sienta en él) Tú preferiste consolar a mi hermana, y tendrás tus razones.

Oliver: (Preocupado, camina hacia el sofá y se sienta junto a Jezabel) Jezabel, mi amor. Yo sé que no estás pasando por un buen momento. Sé que no la estás pasando bien, ahora que perdiste a tu padre. Me gustaría saber qué puedo hacer por ti, para que te sientas mejor.

Jezabel: (Triste) No lo sé, Oliver. No lo sé. A veces desearía tirar la toalla y dejarlo todo. Pero no séde dónde rayos saco tantas fuerzas para seguir adelante. Recuerdo que tengo una ciudad que cuidar y un novio que debe verme fuerte.

Oliver: (Triste, pone su mano derecha en el hombro izquierdo de Jezabel) Amor, todos tenemos días difíciles. La vida no siempre es color de rosa.

Jezabel: (Triste) Lo sé, lindo. Lo sé. Sé que no he sido buena contigo en estos últimos días. Sé que te he fallado como novia. Pero déjame intentar mejorar mi actitud. Quiero ver en qué estoy mal, y ver en qué puedo mejorar como persona. Porque no soporto ver cómo estás sufriendo por mi culpa.

Oliver: (Sonríe) Está bien, amor. Todos metemos la pata alguna vez.

Jezabel: (Sonríe) Confía en mí, Oliver. Voy a tratar de mejorar como persona. Te lo aseguro.

Oliver: (Sonriendo) Confío en ti, amor. Sé que lo harás.

Oliver y Jezabel se levantan del sofá y se dan un fuerte abrazo. Jezabel no está muy bien emocionalmente, o al menos es lo que aparenta. En el fondo está feliz por la muerte de su padre.

***

Más tarde...

Starbucks Anáhuac.

Osmar está con dos chicos, sentados en una mesa y platicando.

Así lucen los jóvenes:

Chico 1
Edad: 19 años
Aspecto: Delgado, mediana estatura, piel clara, ojos cafés y cabello corto castaño.
Atuendo: Camisa a cuadros azul de mangas cortas, pantalón de mezclilla negro, zapatos tenis blancos.

Chico 2
Edad: 14 años
Aspecto: Delgado, estatura media-alta, piel clara, ojos color miel y cabello corto castaño claro.
Atuendo: Playera blanca de mangas cortas, pantalón deportivo negro, zapatos tenis blancos.

Osmar: (Preocupado) ¿Acaso ustedes no saben todo lo que Jezabel Salvatierra le hace a Oliver Bastidas?

Chico de azul: (Preocupado, a Osmar) Sí, Osmar. Y no lo ha hecho una, sino varias veces. (Voltea hacia el chico de blanco) ¿Qué opinas tú, Mauro?

Mauro, el chico de blanco: (Preocupado, al chico de azul) También digo lo mismo, Claudio. No cabe duda de que Jezabel Salvatierra es un monstruo. Y no solo ha golpeado al pobre Oliver, sino que además, no lo deja salir de su casa sin permiso.

Claudio, el chico de azul: (Asustado) Qué horror...

Osmar: (Asustado) Lo sé, chicos. Esto es horrible. (A Mauro) ¿Tus papás han hablado contigo acerca de lo que has investigado, Mauro?

Mauro: (Asustado, a Osmar) Sí, Osmar. Me dijeron que no le moviera a nada. Me han dicho muchos sermones y lo peligrosa que es Jezabel. Y también me han dicho que estoy arriesgando mi vida.

Osmar: (A Mauro) Es obvio. Encima de que eres menor de edad. Si Jezabel se entera de lo que estamos investigando, créanme que no tendrá compasión.

Claudio: (Enojado, a Osmar) ¡Hace tiempo que le perdí el miedo a esa mujer, Osmar! No puedo perdonarle todo lo que te hizo cuando eras su novio.

Mauro: (Enojado, a Osmar) Claudio tiene razón, Osmar. Sabes que somos tus amigos, y no me gusta la idea de que nuestras vidas estén en riesgo. Ya sabes lo que le hizo a tu novia.

Osmar: (Triste) Lo sé, chicos. Yo sé que ella mató a Fátima hace tiempo.

Claudio: (A Osmar) Pero ten por seguro que tarde o temprano, esa mujer va a caer.

Mauro: (A Osmar) Y tarde o temprano va a pagar por todo lo que te hizo, y por todo lo que está haciendo a Oliver. ¡Que Jezabel sepa que la vida es como un restaurante! ¡Nadie se va sin pagar la cuenta!

Osmar: (Enojado, a Mauro) Eso espero, Mauro. Porque esa mujer tiene muchas cuentas pendientes en esta vida.

Claudio: (A Osmar) Y vaya que muchas cuentas. Pero no se va a ir de esta vida sin pagarlas todas.

Mauro: (Enojado, a Osmar) Tarde o temprano, Jezabel tiene que pagar por la muerte de tu novia, Osmar.

Osmar: (Enojado, a Mauro) Eso espero, Mauro. Eso espero.

Lo que los chicos no sabían, es que Tristán los está observando desde otra mesa. Aún viste de luto.

Tristán: (Sorprendido, mira a Osmar y compañía) Así que Osmar está con Claudio Galarza y Mauro Esquivel, ¿no es así?

Tristán se levanta de la mesa y decide irse del lugar. Está claro que sabe con quién se está metiendo Osmar, y teme que quiera hundir a Jezabel.

***

Esa noche...

San Patricio, Cuarto Sector.

Jezabel está en la colonia San Patricio, Cuarto Sector. Está en una enorme casa marcada con el número 103, ubicada en la calle Berrendo. Está en el patio trasero de la casa, con un joven hombre. Ambos están sentados en una mesa blanca de plástico.

Así luce el hombre:

Edad: En sus veintes.
Aspecto: Baja estatura, piel clara, ojos cafés y cabello corto castaño.
Atuendo: Playera gris de mangas cortas, pantalón deportivo negro, zapatos tenis blancos.

Jezabel: (Preocupada) Se suponía que no le dirías a nadie acerca del dictamen médico. Ya sabes, el de mi padre.

Chico de gris: (Preocupado) Mira, Jezabel. Ya sé de lo que me hablas. Pero ya sabes que tengo el dictamen medico que comprueba que no mataste a tu padre. Puedes estar tranquila.

Jezabel: (Enojada) ¿Y dónde rayos está el dictamen médico de mi padre, Marcial? Ya sabes, el original.

Marcial, el chico de gris: (Preocupado) ¿El dictamen médico original? No lo sé. Creo que se me perdió.

Jezabel: (Enojada) ¿Cómo que se te perdió? (Se levanta de la mesa y mira a Marcial de reojo) ¿Se te perdió? ¿O se lo entregaste a alguien? ¡Dime la verdad!

Marcial: (Preocupado) ¡Es que se lo di a una amiga mía! Pero no recuerdo dónde vive. Sólo sé que se llama Cecilia Cardona. Así se llama. Creo que vive en la Del Valle.

Jezabel: (Enojada) ¿Es en serio que se lo entregaste a Cecilia Cardona? ¿O es una más de tus mentiras? ¡Dime la verdad, Marcial! ¡No me mientas! ¡Sabes que soy tu amiga, y me tienes que decir la verdad ahora mismo!

Marcial: (Preocupado) ¡Te estoy diciendo la verdad, Jezabel! ¡Le di el dictamen original a Cecilia, tal vez ella ya se haya enterado de que mataste a tu padre, y tal vez le hagas cosas horribles a Oliver.

Jezabel: (Sorprendida) ¿Cómo que le dijiste cosas acerca de Oliver? ¿Y encima le entregaste el dictamen original a Cecilia?

Marcial: (Respira profundamente) Sí, Jezabel. Lo siento mucho. Parece ser que yo le dije toda la verdad a Cecilia. Le entregué el dictamen, y le conté que maltratabas a Oliver y a Osmar. Sé que prometí quedarme callado.

Jezabel saca una pistola negra del bolsillo derecho de su bolso azul.

Jezabel: (Enojada) Y tú no cumpliste tu promesa, Marcial. Creí que eras mi amigo, confíe en ti. Y tú traicionaste mi confianza. Eso tiene un castigo.

Marcial: (Preocupado) Lo siento, Jezabel. De verdad. Lo siento.

Enfurecida, Jezabel le apunta a Marcial con la pistola y le dispara en la frente. Marcial cae al suelo y muere al instante.

Jezabel: (Guarda su pistola en su bolso) Lo siento, Marcial. Como dice la biblia: Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 20:15.

Después de acabar con Marcial, Jezabel se levanta de la mesa y se va de la casa, como si nada hubiera pasado.

***

Más tarde...

Parque La Pérgola.

Osmar está en el parque, caminando con un chico.

Así luce el chico:

Edad: 18 años
Aspecto: Piel clara, ojos cafés, cabello corto castaño claro.
Atuendo: Playera blanca de mangas cortas, pantalón de mezclilla azul, zapatos tenis blancos.

Chico de blanco: (Tranquilo) ¿Así que tú eres Osmar Arciniegas?

Osmar: (Tranquilo) Sí, soy yo. Osmar Arciniegas. Ex novio de Jezabel Salvatierra.

Gonzalo, el chico de blanco: (Tranquilo) Soy Gonzalo Rangel. El chico con el que te engañó. Perdóname, es que no sabía que Jezabel tenía novio.

Osmar: (Tranquilo) Tranquilo, no es nada. Yo tampoco...

Gonzalo: No sabes cómo lamento que Jezabel te haya tratado tan mal, y encima te haya engañado con otros hombres. Esa mujer nos destruyó la vida a los dos.

Osmar: (Preocupado) Yo salí peor.

Gonzalo: (Tranquilo) Lo sé. Sé que te golpeaba. A mí también me golpeaba, hasta que decidí enfrentarla. Esa mujer cree que nos puede intimidar así de fácil. Pero no puede.

Osmar: (Preocupado) Lo sé, Gonzalo. Jezabel es capaz de lo que sea para destruir a los hombres con los que está.

Gonzalo: (Tranquilo) Pero no le tengo miedo a esa mujer, y mucho menos a las represalias que pueda llegar a tomar contra nosotros.

Osmar: (Tranquilo) Yo tampoco. Ella me quitó tanto, que hasta me quitó el miedo.

Gonzalo: (Tranquilo) Tú lo has dicho, Osmar. Sé que yo fui el otro en tu relación con Jezabel. Y para remediar mi error, estoy dispuesto a ayudarte en lo que sea, para desenmascarar a esa mujer.

Osmar: (Respira profundamente) Mira, Gonzalo. No sé si puedas hacer mucho, porque Jezabel es una mujer muy poderosa. Pero te agradecería mucho que pudieras ayudarme.

Gonzalo: (Tranquilo) Yo te puedo ayudar, Osmar. Puedo ayudarles a ti y a tus amigos para que esa mujer caiga. Ya verás que muy pronto, se le va a caer la máscara de novia amorosa ante todos. Te lo aseguro.

Osmar: (Sonríe) Cuento contigo.

Osmar sigue furioso después de su relación con Jezabel. Y al parecer, quiere hacerla caer, sin importarle lo que tenga que hacer para conseguirlo.

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