20: Y como último acto de amor
Más tarde...
Casa de los Arciniegas.
Karime y Lukas están en la casa de los Arciniegas, en el patio trasero de la casa, sentados en una mesa.
Los dos están platicando.
Karime: (Preocupada) Salomón no me ha contestado, Lukitas. Y tampoco los hermanos Esquivel. ¿Qué habrá pasado?
Lukas: (Preocupado) No lo sé, Karime. Pero sólo puedo decir que Jezabel perdió la cabeza al enterarse del video que Oliver grabó en la escuela.
Karime: (Preocupada) ¿En serio?
Lukas: (Preocupado) Sí. Parece ser que Jezabel se volvió loca, y ya desató una carnicería contra todos nosotros.
Karime: (Asustada) ¿Cómo?
Lukas: (Preocupado) Sí, Karime. Hace unos momentos se enteró de que alguien masacró a los de la Torre en su casa, y parece ser que fue Jezabel.
Karime: (Asustada) ¿Cómo? ¿Cómo que Jezabel mató a Tristán y a Fabiola?
Lukas: (Preocupado) Sí. Parece ser que los mató en su propia casa. Primero mató a Tristán, y luego a Fabiola. No le importó que fuera su mejor amiga.
Karime: (Asustada) ¡Qué horrible! No puedo creer que Jezabel haya sido capaz de algo así.
Lukas: (Preocupado) Jezabel ha perdido la cabeza por completo. Si fue capaz de matar a su mejor amiga, no sé qué más podría hacer.
De repente, alguien entra a la casa. Es Salomón, quien corre llorando hacia Karime y Lukas.
Salomón: (Grita llorando) ¡Lukas, Karime!
Karime: (Asustada, se levanta de la mesa y se dirige a Salomón) ¡Salomón! ¿Estás bien?
Lukas: (Asustado, se levanta de la mesa y se dirige a Salomón) ¿Qué tienes, hermano?
Salomón: (Grita llorando) ¡Me enteré de que mataron a los Esquivel!
Karime: (Asustada) ¿Qué?
Lukas: (Asustada) ¿Cómo?
Salomón: (Grita llorando) ¡Sí, chicos! ¡Primero a los de la Torre! ¡Y luego a los Esquivel!
Karime: (Asustada, a Salomón) ¡Dios mío!
Lukas: (Asustado, a Salomón) ¿Mataron a los Esquivel?
Salomón: (Grita llorando) ¡A mi novia y a mi cuñado! ¡Supe que a Mauro le metieron un palo de escoba por el recto antes de matarlo!
Karime: (Asustada, a Salomón) ¿Un palo por el recto? ¡Dios mío!
Salomón: (Llorando) Sí, chicos. Estoy seguro de que Jezabel sodomizó a Mauro con un palo antes de matarlo. Y luego, mató a Allison. ¡Fue Jezabel, estoy seguro!
Karime: (Asustada) ¡Dios, qué ser tan abominable es Jezabel!
Lukas: (Asustado) Esa mujer ya perdió la cabeza...
Salomón: (Asustado) Sí, chicos. Y por como están las cosas, debemos estar preparados para enfrentarla si es necesario.
Los chicos están muy tristes por la muerte de los hermanos Esquivel. Salomón es quien está maś triste, pues Allison era su novia. Y teme lo peor.
***
Más tarde...
Casa de Ramsés.
Jezabel y Ramsés están en la sala de la casa, discutiendo acerca de su próximo plan.
Jezabel: (Tranquila) Tenemos que movernos rápidamente, Ramsés. Ya nos deshicimos de unas cuantas personas, y ahora es momento de movernos al siguiente plan.
Ramsés: (Tranquilo) Lo sé, lo sé. Ya no tienes fuero, y ya tienen una orden de aprehensión en tu contra.
Jezabel: (Preocupada) ¿Estás bien?
Ramsés: (Tranquilo) No, nada. Estoy bien.
Jezabel: (Enojada) No, Ramsés. A mí no me engañas. Sé que algo te pasa, puedo verlo en tu semblante.
Ramsés: (Grita enojado) ¡Ya te dije que estoy bien, Jezabel! ¿Qué no lo ves?
Jezabel: (Enojada, cachetea en la mejilla izquierda a Ramsés) ¡A mí no me vuelvas a gritar así, cabrón! Ni mi papá me gritaba, ¿qué me vas a gritar tú? Deja de quejarte y sigamos con esto. ¿O qué tienes? ¿Ya te quieres echar para atrás?
Ramsés: (Enojado) ¡Nada, no tengo nada! Lo que pasa es que no pienso continuar con esto.
Jezabel: (Se ríe burlona) ¿Cómo? ¿Por qué ya no quieres seguir?
Ramsés: (Enojado) ¿Y todavía me lo preguntas? ¡No quiero seguir con esta locura, después de lo que le hiciste a los Esquivel!
Jezabel: (Burlona) Vamos, Ramsés. Sólo hice lo que hice, no es para tanto.
Ramsés: (Grita enojado) ¿Que no es para tanto? ¡Sólo tenías que matar a esos chicos rápidamente! ¡No tenías por qué sodomizar a Mauro! ¡Era menor de edad!
Jezabel: (Ríe burlona) ¡Por favor, no seas tan pendejo, Ramsés! ¿Ya se te olvidó que abusaste de Oliver?
Ramsés: (Enojado) Lo sé. Pero yo no llegaría a semejantes extremos contra menores de edad. ¡Y tampoco le pegaría a un animalito! ¿No te das cuenta de que ese perrito era un ser indefenso?
Jezabel: (Rueda los ojos) Me lo dice el tipejo que abusó de Oliver...
Ramsés: (Enojado) ¡Oliver ya tenía 19 años cuando lo violé! ¡Yo reconozco que abusé sexualmente de Oliver, pero tú también tienes que aceptar que tú lo golpeabas y humillabas durante todo el tiempo que estuvo viviendo contigo!
Jezabel: (Enojada) ¡Sólo tú y yo sabemos lo que en realidad pasó! Hay que dejar que los demás crean otra cosa.
Ramsés: (Enojado) Cómo se nota que no quieres aceptar tus errores, Jezabel. Se ve que siempre has odiado a Oliver.
Jezabel: (Burlona) Claro que siempre lo he odiado, Ramsés. Nunca amé a ese pendejo, sólo lo quería para pasar el rato y destruirlo emocionalmente.
Ramsés: (Enojado) Lo siento, Jezabel. Pero tengo que hacerlo.
Jezabel: (Sorprendida) ¿Qué vas a hacer?
Ramsés: (Enojado) ¿Qué no lo entiendes? ¡Quiero entregarme a las autoridades por lo que hice a Oliver! ¡Abusé de él, y también intenté abusar de tu hermana! Y lo siento mucho, Jezabel. Pero también tengo que hablar sobre todo lo que vi en tu casa. Todos tienen que saber lo mal que tratabas a Oliver.
Jezabel: (Enojada) ¡No, no te atreverías!
Ramsés: (Enojado) No, Jezabel. Lo siento mucho. De verdad. Perdóname.
Jezabel: (Enojada) ¡No, Ramsés! ¡No me puedes traicionar, tú no me vas a traicionar! ¡Eres mi mejor amigo desde la primaria! ¡No puedes destruir más de veinte años de amistad!
Ramsés: (Enojado) Lo sé. Pero después de lo que le hiciste a Mauro Esquivel, ya no puedo seguir con esto. Lo siento. De verdad.
Ramsés besa a Jezabel en la mejilla izquierda y se aleja de ella. Al ver que Ramsés camina hacia la puerta, Jezabel saca una pistola negra de su bolso, le apunta a Ramsés en la espalda y le dispara cinco veces. Ramsés cae muerto al suelo.
Jezabel: (Enojada, mira el cadáver de Ramsés) ¡Eres un pendejo, Ramsés! ¿Para qué me traicionas si sabías lo que iba a pasar, maldito cabrón? (Patea el cadáver de Ramsés) Ahora debo cobrar una deuda pendiente.
Después de matar a Ramsés, Jezabel se va de la casa, y se dirige hacia la casa de los Bastidas. Su misión: destruir a Oliver.
***
Más tarde...
Casa de Aquiles.
Aquiles, Ana Sofía y Oliver están en la casa de Aquiles, en el comedor de la casa. Aquiles usa traje y zapatos negros.
Aquiles: (Preocupado) Temo que no va a ser nada fácil decirlo, pero Jezabel ya está empezando su ataque contra nosotros.
Oliver: (Preocupado, a Aquiles) ¿En serio, Aquiles?
Ana Sofía: (Preocupada, a Oliver) Temo que sí, Oliver. Mi hermana ya está lista para darnos con todo.
Aquiles: (Preocupado) Por eso es que necesitamos poner seguridad en todas partes. Esa mujer ya está lista para lanzarnos todo lo que tiene. Así que debemos estar preparados.
Oliver: (Asustado) Caray, me acabo de enterar de que Jezabel fue más lejos que lo que creía.
Aquiles: (Preocupado, a Oliver) Cierto, Oliver. Ha hecho cosas mucho peores de las que crees, se atrevió a matar a su mejor amiga y a su hermano.
Oliver: (Asustado) ¿Cómo?
Ana Sofía: (Asustada) ¿A poco mató a Fabiola y a Tristán?
Aquiles: (Preocupado) Sí, chicos. No solo los mató a sangre fría, sino que además, los mató en su propia casa. No cabe duda de que Jezabel tiene la sangre muy fría, y si fue capaz de matar a su mejor amiga, también lo es de matar a todo el mundo.
Oliver: (Asustado) Dios mío, ¿con qué clase de monstruo me relacioné?
Ana Sofía: (Tranquila, a Oliver) Tranquilo, Oliver. Mi hermana no se va a salir con la suya. Te lo prometo.
Aquiles: (Preocupado) Temo que nada está escrito, chicos. A pesar de que se acaba de renunciar como alcaldesa de San Pedro Garza García, Jezabel sigue teniendo mucho poder. Y no duden que lo va a usar para aplastar todo hotel que se interponga en su camino.
Oliver: (Asustado, a Aquiles) Lo sé, Aquiles. Pensé que nunca se me iba a caer la venda de los ojos, pero el tiempo me hizo darme cuenta que sí.
Ana Sofía: (Preocupada, a Oliver) Tarde o temprano se te iba a caer, Oliver. Ahora ya sabes la clase de persona que es mi hermana.
Oliver: (Asustado, a Ana Sofía) Lo sé, Ana Sofi. ¡Pero no quiero que me haga daño! ¡Tengo miedo de que Jezabel aparezca y me haga daño!
Ana Sofía: (Tranquila, toma las manos de Oliver) Tranquilo, lindo. Mi hermana no te va a hacer daño. Ya encontraremos la forma de detenerla.
Aquiles: (Preoocupado) Pase lo que pase, debemos evitar que Jezabel se acerque a Oliver. Porque como están las cosas, es capaz de cualquier cosa. (A Oliver) Oliver, pase lo que pase, no debes salir de tu casa. Te vamos a escoltar en tu camino a casa.
Oliver: (A Aquiles) Sí, Aquiles.
Ana Sofía: (A Oliver) Tranquilo, Oliver. Todo va a estar bien.
Los tres jóvenes se levantan de la mesa. Ana Sofía abraza a Oliver para calmarlo.
Oliver: (Asustado, a Ana Sofía) Tengo miedo, Ana Sofi. Tengo miedo...
Ana Sofía: (Tranquila, a Oliver) No, Oliver. Aquí estoy. Y no te voy a dejar ni un minuto. Te lo prometo.
Aquiles: (Tranquilo) Entonces ya está. Los dos van a ir a casa de los Bastidas. (A Ana Sofía) Ana Sofi, no dejes a Oliver solo ni un momento. Si Jezabel aparece, no dudes en enfrentarla.
Ana Sofía: (A Aquiles) Sí, Aquiles.
Oliver y Ana Sofía están determinados a defenderse de Jezabel en cuanto llegue el momento. Oliver poco a poco está perdiendo el miedo, sabe que Jezabel está lista para atacar en cualquier momento.
***
Esa noche...
Casa de los Bastidas.
Ya es de noche. Oliver y su familia están en la sala de la casa; Ana Sofía los acompaña. Todos están sentados en la mesa Danna usa una blusa blanca de mangas cortas, minishort negro y zapatos tenis blancos.
Oliver: (Preocupado, a su mamá) Mamá, no sé lo que vaya a pasar. Pero estoy dispuesto a enfrentar a Jezabel.
Mamá: (Preocupada, a Oliver) Hijo, ¿no te das cuenta de que esa mujer es demasiado peligrosa? ¡Date cuenta de lo que es capaz!
Danna: (Preocupada, a su mamá) Mamá, ya sabemos que esa mujer es demasiado peligrosa. ¡Pero ya no podemos quedarnos callados ante todo lo que ha hecho!
Mamá: (Preocupada, a Danna) Lo sé, hija. Pero, ¿cómo quieres que hagamos algo al respecto, si sabes de lo que es capaz esa mujer?
Ana Sofía: (Preocupada, a la mamá) Señora, no sé cómo decírselo. Pero yo también estoy decidida a enfrentar a mi hermana. Estamos decididos a todo.
Mamá: (Asustada a Ana Sofía) ¿Estás loca, hija? ¡Tu hermana es muy peligrosa! ¡Me da mucho miedo de lo que te pueda llegar a hacer!
Danna: (Preocupada, a Ana Sofía) ¡Sí, Ana Sofi!
Ana Sofía: (Triste, a la mamá) Lo sé, señora. Pero quiero enfrentarla, porque me siento culpable por todo lo que le pasó a Oliver. (Se levanta de la mesa) Me siento muy mal por no haber ayudado a Oliver desde el primer momento.
Mamá: (Se levanta de la mesa y se dirige a Ana Sofía) Hija, tú no te sientas culpable por lo que le pasó a mi hijo. Tú no tuviste la culpa de nada. Aquí, la única culpable de todo, es tu hermana. Ella tuvo la culpa de todo.
Ana Sofía: (Triste, a la mamá) Lo sé, señora. Pero ojalá que esta pesadilla termine pronto. No me voy a cansar de pedirle perdón por todo el daño que ha sufrido su hijo.
Oliver se levanta de la mesa y se dirige a Ana Sofía, quien toma de la mano al chico.
Oliver: (Tranquilo, a Ana Sofía) Pase lo que pase, vamos a enfrentarlo.
Ana Sofía: (Tranquila, a Oliver) Así es. Pase lo que pase.
De repente, varios disparos se escucharon. Todos se asustaron, Danna se levanta de la mesa y corre hacia su mamá
Mamá: (Grita asustada) ¡Cuidado, familia! ¡Tengan cuidado!
Danna: (Le grita asustada a su mamá) ¿Qué está pasando, mamá?
Ana Sofía: (Asustada, a Oliver) ¡Dios mío!
Oliver: (Asustado, a Ana Sofía) ¡No tengas miedo, Ana Sofi!
Seis encapuchados con rifles AK-47 entran a la casa y le apuntan a toda la familia. Todos gritan asustados. Otros tres encapuchados se acercan a Danna, a Ana Sofía y a su mamá. Ellas gritan y tratan de escapar, pero los encpauchados logran someterlas sin esfuerzo.
Mamá: (Le grita asustada al encapuchado) ¡Suélteme, por favor! ¡Suélteme!
Danna: (Le grita asustada al encapuchado) ¡No me haga daño, por favor! ¡Suélteme!
Ana Sofía: (Le grita asustada al encapuchado) ¡Quíteme las manos de encima! ¡No me haga daño!
Otros dos encapuchados entran y someten a Oliver, quien trata de huir asustado. Jezabel entra a la casa con una pistola en manos. Ana Sofía, Danna y su mamá la miran con terror. Oliver no puede evitar sentir miedo ante la presencia de Jezabel.
Oliver: (Mira a Jezabel, asustado) ¿Jezabel?
Jezabel: (Ríe burlona, a Oliver) ¡Sorpresa, cabrón ¿Creíste que no te iba a encontrar, pendejo de mierda? ¿Creíste que iba a dejar que te salieras con la tuya?
Danna: (Le grita enojada a Jezabel) ¡Deja a mi hermano, maldita!
Ana Sofía: (Le grita enojada a Jezabel) ¡Deja en paz a Oliver, no te atrevas a hacerle daño!
Mamá: (Le grita enojada a Jezabel) ¡No te metas con mi hijo, maldita perra!
Oliver: (Le grita enojado a Jezabel) ¡Ya basta, Jezabel! ¡Me quitaste tanto, que hasta me quitaste el miedo! ¡Ahora sí vas a caer, te juro que vas a caer!
Jezabel: (Golpea a Oliver en la cara, rompiéndole la nariz) ¡Ya cállate, maldito pendejo! ¡Nunca te amé! ¡No sabes cuánto te odio! ¡Te he odiado siempre, incluso desde que éramos novios! ¡Y hoy mismo voy a desatar todo ese maldito odio que siento contra ti! (A los encapuchados) Señores, llévense a esta familia de cagada ahora mismo!
Los encapuchados se llevan a Oliver y a todos sus seres queridos a una camioneta Suburban negra. Oliver y sus seres queridos están gritando de miedo. Oliver está muy aterrado, mientras que Jezabel está determinada a terminar con él.
***
Más tarde...
Casa de Jezabel Salvatierra.
10 policías están en la casa de Jezabel, buscándola por todas partes. Caminan por toda la casa con pistolas en manos, pero no encuentran a Jezabel.
Otros dos, un policía de cabello rubio y otro castaño están en la sala. Están tratando de buscar a Jezabel.
Policía de cabello rubio: (Grita enojado) ¡Jezabel Salvatierra Majul! ¡Sal de donde quiera que estés! ¡Tenemos una orden de aprehensión en tu contra!
Policía de cabello castaño: (Grita enojado) ¡No puedes escapar, Jezabel! ¡Vamos a buscarte donde quiera que estés!
Varios policías están buscando a Jezabel por todas partes, sin encontrarla.
Policía de cabello rubio: (Enojado) ¡Es obvio que esta puta se escapó!
Policía de cabello castaño: (Enojado) ¡Tenemos que encontrarla! Esa puta no se va a escapar de la justicia.
Varios policías siguen buscando a Jezabel.
Mientras tanto, afuera de la casa, Aquiles, Salomón, Karime y Lukas están muy preocupados. Están cerca de un auto Nissan Versa rojo, esperando a Jezabel.
Aquiles: (Enojado) ¡Es obvio que Jezabel no va a querer dar la cara! Se me hace que se está escondiendo.
Salomón: (Enojado, a Aquiles) ¡Así es, Aquiles! Ella lastimó mucho a Oliver, y ahora parece que está escondida.
Karime: (Enojada, a Salomón) ¿No es obvio? Jezabel no quiere dar la cara por la violencia que ejerció contra Oliver y mi hermano Osmar. ¡Y tampoco quiere dar la cara por la muerte de mi hermano!
Lukas: (Enojado, a Karime) Sí, Karime. Pero tarde o temprano, tiene que dar la cara y pagar por todos sus errores.
Aquiles: (Saca su celular del bolsillo derecho de su pantalón y lo revisa) ¡Chicos, ya sé dónde está Oliver!
El celular de Aquiles tiene un mensaje de WhatsApp, de parte de Jezabel. El mensaje dice:
"Quiero que vengas a El Carmen, tengo a Oliver ahí. No vengas con la policía, o mataré al pendejo de Oliver"
Salomón y Karime: (Asombrados, a Aquiles) ¿Qué?
Lukas: (Asombrado, a Aquiles) ¿Cómo?
Aquiles: (Tranquilo, mira su celular) Oliver está en El Carmen. Jezabel me dice que lo tiene en sus manos. ¡Lo secuestró!
Salomón: (Sorprendido) ¡Dios!
Karime: (Sorprendida) ¡Cómo...!
Aquiles: (Preocupado) Y pase lo que pase, tenemos que ir ahí.
Salomón: (Asustado) ¡Es ahora o nunca!
Karime: (Asustada) ¡Tenemos que irnos ya!
Los cuatro jóvenes entran al auto rojo, con Aquiles como conductor. Todos se ponen sus cinturones de seguridad. Aquiles enciende el auto y empieza a manejar a toda velocidad, para llegar a El Carmen. El objetivo: salvar a Oliver de las garras de Jezabel.
***
Más tarde...
El Carmen, Nuevo León.
Iglesia abandonada.
Danna, su mamá y Ana Sofía y Oliver están amordazadas y amarradas a unas sillas, mientras que Oliver está arrodillado en el altar, frente a Jesús crucificado. Jezabel está cerca de él, apuntándole con una pistola negra.
Jezabel: (Burlona, a Oliver) Pobrecito pendejo, no sabes cuánto tiempo he esperado este momento. ¡Siempre he querido tenerte de rodillas, así! ¡Ahora mismo te voy a matar frente a Dios! ¡Quiero que él vea cómo te voy a matar con mis propias manos!
Oliver: (Llora asustado) ¡No lo hagas, por favor! ¡No hagas esto, por favor!
Jezabel: (Grita enojada) ¡Cállate, pendejo! ¡Cállate, o te mato!
Oliver trata de calmarse, pero no lo consigue, lo que empeora la ira de Jezabel.
De repente, Aquiles, Salomón, Lukas y Karime llegan a la iglesia abandonada, entran y enfrentan a Jezabel. Danna, su mamá y Ana Sofía siguen aterrorizadas.
Aquiles: (Le grita a Jezabel) ¡Alto, suelta a Oliver, Jezabel! ¡Déjalo ir!
Jezabel: (Le grita enojada a Aquiles, sin dejar de apuntarle a Oliver con la pistola) ¡No te acerques, cabrón! ¡No te acerques, o mataré a Oliver!
Aquiles: (Le grita enojado a Jezabel) ¡No hagas esto, Jezabel! ¡No te atrevas a hacerle daño a Oliver!
Salomón: (Le grita a Jezabel) ¡Tú mataste a mi novia y a su hermanito, maldita perra!
Karime: (Le grita a Jezabel) ¡Tú mataste a mi hermano Osmar, Jezabel!
Lukas: (Le grita a Jezabel) ¡Deja a Oliver! ¡No le hagas más daño del que ya le hiciste!
Jezabel: (Les grita a Aquiles y a su grupo) ¡Atrás, cabrones! ¡Atrás, si no quieren que mate a Oliver! ¡No se atrevan a hacer algo al respecto, u Oliver se muere!
Oliver: (Voltea a Aquiles y al grupo, asustado) ¡No, chicos! ¡No lo hagan!
Jezabel: (Voltea a Oliver y le grita enojada) ¡Tú cállate, pinche maricón! ¡O te mato!
Aquiles: (Le grita a Jezabel) ¡Hagamos un intercambio, Jezabel! ¡Mi vida por la de Oliver!
Jezabel: (Burlona, a Aquiles) Nunca te he querido, Aquiles. ¿Crees que me va a importar tu vida?
Salomón: (Se acerca a Jezabel) ¡Hazlo, Jezabel! ¡Si quieres matar a Oliver, vas a tener que matarme a mí!
Karime: (Se acerca a Salomón, le habla a Jezabel) ¡Y a mí!
Lukas: (Se acerca a Salomón y Karime, le habla a Jezabel) ¡Y a mí también!
Jezabel se queda atónita al ver que los amigos de Oliver la están enfrentando. De repente, se oyen sirenas de la policía, lo que aterroriza a Jezabel aún más.
Jezabel: (Les grita enojada a Aqiules y compañía) ¡Les dije que no vinieran con la maldita policía, hijos de puta! (Corre hacia Oliver, lo somete y le apunta con la pistola) ¡Ahora mismo te vas a morir, maldito Oliver!
Oliver: (Grita asustado) ¡No me hagas daño, Jezabel!
Doce policías entran a la iglesia con pistolas y le apuntan a Jezabel.
Policía: (Grita) ¡Jezabel Salvatierra! ¡Suelte al chico y entréguese pacíficamente!
Jezabel: (Le grita enojada al policía) ¡No, nunca! ¡No lo haré!
Oliver: (Llorando, a Jezabel) ¡No hagas esto más difícil, Jezabel!
Jezabel: (Le grita histérica a Oliver) ¡Cállate, cabrón! ¡Cálllate de una vez!
Policía: (Le grita a Jezabel) ¡No empeores más las cosas, Jezabel! ¡Estás perdida!
Salomón: (Grita enojado) ¡Ya basta, no aguanto más!
Salomón corre hacia Jezabel para detenerla.
Aquiles, Karime y Lukas: (Gritan asustados) ¡Salomón!
Salomón corre hacia Jezabel y empieza a forcejear con ella por el arma. Oliver se cae al suelo, mientras que todos los presentes miran con horror.
Jezabel: (Grita enojada) ¡Suéltame, maldito! ¡Quítame las manos de encima!
Salomón: (Grita enojado) ¡Basta! ¡No dejaré que sigas haciendo más daño!
El forcejeo continúa por varios segundos, hasta que se escucha una detonación de la pistola. Salomón cae al suelo lentamente, pues recibió el disparo en el pecho.
Aquiles y compañía: (Gritan asustados) ¡Salomón!
Oliver: (Grita asustado) ¡Salomón, no!
Jezabel: (Le grita enojada a Oliver) ¡Y último acto de amor, mataré a tu mejor amigo, Oliver Bastidas! ¡Para que recuerdes toda tu vida cuánto te odio! ¡Maldito seas, mil veces maldito!
Salomón yace tirado en el suelo, mientras que todos corren hacia él. Jezabel corre hacia una salida alternativa, mientras varios policías la persiguen.
Policía: (Grita) ¡Persigan a Jezabel, que no escape!
Tres policías salen de la iglesia y persiguen a Jezabel, quien escapa en un Audi R8 blanco. Otros dos policías desamarran a Danna, a su mamá y a Ana Sofía. Todos corren hacia Oliver, quien está abrazando a Salomón, él esta desangrándose y muriendo.
Ana Sofía: (Grita asustada) ¡Salomón! ¡Hay que llamar a una ambulancia! ¡Salomón necesita ayuda! (Saca su celular del bolsillo derecho de su pantalón para llamar a una ambulancia)
Oliver: (Llora) ¡Por favor, Salomón! ¡No te vayas, por favor!
Salomón: (Agonizando) Oliver... Muchas... gracias... por tu... amistad...
Oliver: (Grita llorando) ¡No te vayas, hermano! ¡No te vayas, por favor!
Salomón: (Agonizando) Oliver... eres el... mejor amigo... (Tose y escupe sangre) Que haya... Tenido...
Oliver: (Grita llorando) ¡Tú también lo eres, Salomón! ¡No tarda la ambulancia!
Salomón: (Agonizando) Ya es... muy tarde... Por favor... Sé feliz... Por favor...
Después de varios segundos de agonía, Salomón suelta su último suspiro y muere rodeado de sus amigos.
Oliver: (Grita llorando) ¡Salomón! ¡Salomón, no te mueras! ¡Salomoń! (Sacude a Salomón) ¡Salomón, despierta! ¡Despierta, por favor! ¡Salomon! ¡Salomón!
Oliver rompe a llorar. Sigue sacudiendo a Salomón con la esperanza de ayudarlo, pero es en vano, él ya ha muerto. Todos se ponen tristes y lloran la muerte de Salomón, mientras la policía trata de ayudar.
Oliver llora desconsoladamente la muerte de su mejor amigo Salomón, mientras que Jezabel logró escapar con total impunidad de las autoridades. Danna, su mamá y Ana Sofía abrazan a Oliver para tratar de consolarlo, pero quizás un abrazo no sea suficiente para consolarlo, pues él tiene el corazón roto por la muerte de Salomón.
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