17: A los animales hay que hacerlos entender
Días después...
15 de abril de 2024.
Panteón Municipal de San Nicolás de los Garza.
Un día nuevo en la ciudad. Clima fresco, cielo nublado.
Mucha gente está en el panteón, reunida alrededor de la tumba de Osmar Arciniegas. Karime y su familia estaban llorando desconsolados, al darle el último adiós a Osmar. Varios amigos de Karime están en el lugar, vistiendo de luto.
Un sacerdote está oficiando la despedida de Osmar, con biblia en manos.
Sacerdote: Concédele, Señor, el descanso eterno a Osmar Arciniegas Martín del Campo. Y brille para él la luz perpetua. Descansen en paz su alma, y las de todos los fieles difuntos.
El ataúd de Osmar está descendiendo, y varios trabajadores usan sus palas para enterrarlo. Karime y su familia están llorando al ver el momento.
Jezabel llega al lugar y se acerca a la gente. Muchos la voltean a ver con rabia, en especial Karime y su familia. Éstos se le acercan a Jezabel, y la mamá la cachetea en la mejilla izquierda.
Mamá: (Enojada, a Jezabel) ¡Eres una maldita, Jezabel! ¿Cómo te atreves a presentarte aquí, después de todo lo que le has hecho a mi hijo?
Jezabel: (Sorprendida, a la mamá de Osmar y Karime) ¿Por qué se porta así conmigo, señora? ¡Yo no le hice nada a su hijo!
Mamá: (Le grita enojada a Jezabel) ¡Cállate, Jezabel! ¿No crees que ya fue suficiente dolor el que le has causado? ¡Tú nunca lo quisiste!
Jezabel: (Triste, a la mamá de Osmar y Karime) ¡Osmar fue mi novio, y yo tengo derecho a despedirlo! ¡Yo sólo quiero decirle lo mucho que lo amaba!
Karime: (Llora enojada, a Jezabel) ¡Deja de hacerte la víctima, Jezabel! ¡Tú nunca quisiste a mi hermano Osmar! ¿Sí sabes que por tu culpa, lo estamos enterrando? ¡Él no debería estar aquí! ¡Debería estar en su casa, jugando básquetbol, jugando videojuegos, o estar con sus amigos! ¡No en una caja muerto, esperando a que le echen chorrocientas paladas de tierra encima!
Jezabel: (Triste, a la mamá de Karime) ¡Yo quería a su hijo, señora! ¡Yo lo quería mucho, no me pueden hacer esto!
Karime: (Le grita enojada a Jezabel) ¡Vete de aquí, Jezabel! ¡No sirves para nada, más que para causar dolor! ¡Si nunca quisiste a mi hermano, al menos déjalo descansar en paz! ¡Vete de aquí!
Lukas y los demás se le acercan a Karime para apoyarla y enfrentar a Jezabel.
Danna: (Enojada, a Jezabel) ¡Vete de aquí, Jezabel! ¡Deja en paz a Osmar!
Lukas: (Le grita enojado a Jezabel) ¡Sí, aquí no eres bienvenida!
Salomón: (Le grita enojado a Jezabel) ¡Lárgate de aquí, escoria!
Allison: (Enojada, a Jezabel, tomando la mano derecha de Salomón) ¡No queremos verte por aquí!
Tristán: (Enojado, a Jezabel) ¡Vete de aquí, Jezabel!
Fabiola: (Enojada, a Jezabel) ¡No queremos saber nada de ti! ¡Deja a Osmar descansar en paz!
Jezabel se queda abrumada ante los gritos de los amigos de Oliver y Osmar. Pero lo que más la impresiona, es la presencia de Oliver, quien tiene el brazo izquierdo enyesado, y está tomado de la mano de Ana Sofía. Esos dos chicos se acercan y enfrentan a Jezabel.
Oliver: (Enojado, a Jezabel) ¿No te bastó con todo el daño que le hiciste a Osmar? ¡Y ahora te atreves a presentarte en su funeral!
Ana Sofía: (Enojada, a Jezabel) ¡Me da vergüenza que seas mi hermana, maldita escoria! ¡Vete de aquí, y deja en paz a la familia de Osmar!
Oliver: (Enojado, a Jezabel) ¡Vete, Jezabel! ¡No queremos saber nada de ti! ¡Estoy harto de tus golpes y de tus maltratos!
Jezabel: (Enojada) ¡Les juro que se van a arrepentir ¡Lo juro! ¡Sobre todo tú, Oliver Bastidas!
Todos los demás: (Le gritan enojados a Jezabel) ¡Fuera, fuera, fuera, fuera, fuera!
Todos le gritan: "¡Fuera, fuera, fuera!" a Jezabel. Ella se enoja mucho y se va del panteón. Karime sólo quiere despedirse de su hermano Osmar.
***
Una semana después...
22 de abril de 2024.
Presidencia Municipal de San Pedro Garza García.
Un nuevo día. Clima cálido, cielo despejado. Ya pasó una semana después del funeral de Osmar Arciniegas.
Jezabel está en su oficina, trabajando y sentada en su escritorio. Usa un saco beige, minifalda negra y zapatos negros. Se le ve despreocupada.
Jezabel: (Tranquila) Vaya, todo es tan apacible desde que Osmar murió.
Ramsés entra a la oficina de Jezabel. Usa traje y zapatos negros.
Ramsés: (Sonriendo) Hola, Jezabel (Se sienta en el escritorio)
Jezabel: (A Ramsés, triste) Hola, Ramsés.
Ramsés: (Tranquilo) ¿Cómo te sientes con lo de la muerte de Osmar?
Jezabel: (Triste) Pues, me siento tranquila y serena. No sabes cómo me alegro de que ya no esté.
Ramsés: (Sonriendo) ¿Y por qué estás tan triste? ¡Deberías estar feliz! ¡Al menos sabes que ese tipo ya no te va a volver a molestar nunca más!
Jezabel: (Triste) Gracias, Ramsés.
Ramsés: (Tranquilo) Sé que no te va a gustar que te diga esto, Jezabel. Pero no es fácil perder a un ser querido. Sé cómo te sientes.
Jezabel: (Triste) Lo sé, Ramsés. No es nada fácil perder a un amigo. Y aunque me cueste aceptarlo, no se me hace fácil vivir después de la pérdida de mi padre. Pero tengo que permanecer fuerte, no sólo por mi ciudad, sino por mí.
Ramsés: (Tranquilo) Claro que no va a ser fácil, Jezabel. Pero piensa en Oliver. Él también quiere verte tranquila.
Jezabel: (Triste) Así es, quiero que todos me vean fuerte. En especial él. No me gusta que me vea débil.
Ramsés: (Tranquilo) Y hablando de Oliver, ¿crees que se va a recuperar de la golpiza que se merecía?
Jezabel: (Tranquila) No lo sé. Me dijo el doctor que tardará algo de tiempo en recuperarse por completo.
Ramsés: (Tranquilo) Sí, pero creo que deberías hacerlo, antes de que te reelijas como alcaldesa muy pronto. Sabes que la gente te apoya mucho.
Jezabel: (Sonríe) Lo sé, Ramsés. Mucha gente quiere que yo sea alcaldesa otra vez. Ya lo verás.
Jezabel se ve contenta después de lo que pasó. No parece tener ningún remordimiento después de la muerte de Osmar.
***
Más tarde...
Casa de Jezabel Salvatierra.
Oliver está en su habitación, aún con varias marcas de golpes en su cuerpo. Su maleta ya está lista. Ana Sofía llega a la habitación para hablar con él. Ella usa una blusa blanca de tirantes, minifalda a cuadros azul, y zapatos tenis blancos.
Ana Sofía: (Tranquila) Me alegra mucho que éstés bien, Oliver. ¿Quién diría que hoy vas a regresar con tu familia?
Oliver: (Preocupado) ¡Es que ya no aguanto vivir un día más aquí, Ana Sofía!
Ana Sofía: (Preocupada) Oliver, sé cómo te sientes. Pero, ¿estás seguro de lo que vas a hacer?
Oliver: (Preocupado) Sí, Ana Sofía. Sé que me voy a meter en un gran problema por lo que estoy haciendo. ¡Pero ya no aguanto más los maltratos de Jezabel!
Ana Sofía: (Preocupada) Sé cómo te sientes, y créeme que estoy de acuerdo con lo que vas a hacer. Es bueno saber que vas a regresar con tu familia y tus seres queridos.
Oliver: (Preocupado, se sienta en la cama) Sé que lo que estoy haciendo no es correcto, pero es necesario. Tú sabes lo mucho que extraño a mi familia. ¡Y te juro que con cada día que pasa, mi dolor aumenta!
Ana Sofía: (Preocupada, se sienta en la cama, al lado de Oliver) Siento mucho por lo que estás pasando, Oliver. Y si quieres irte de esta casa, no te voy a detener. Pero por favor, ten mucho cuidado con mi hermana. Y dile a tu familia lo mucho que los quieres. Valora a tu familia, porque el día de mañana, puede ser demasiado tarde.
Oliver: (Triste) Muchas gracias por entenderme, Ana Sofía. Ya tomé la decisión de regresar con mi familia. Los extraño mucho.
Ana Sofía: (Preocupada, pone su mano derecha en el hombro izquierdo de Oliver) Ánimo, Oliver. Sé que hoy mismo vas a regresar con tu familia, aprovechando que mi hermana no está.
Un hombre de negro llega a la habitación y se reúne con Oliver y Ana Sofía. Él luce en sus treintas, es delgado, de piel morena, cabello corto castaño y ojos cafés.
Hombre de negro: (A Oliver) Ya estamos listos, Oliver.
Oliver: (Al hombre de negro) Muchas gracias, Conrado.
Oliver y Ana Sofía se levantan de la cama y se dan un fuerte abrazo.
Oliver: (Triste) Ya es hora de irme, Ana Sofía.
Ana Sofía: (Triste) Ya es hora. Regresa a casa con tu familia, Oliver. Prométeme que seguiremos siendo amigos.
Oliver: (Triste) Lo seguiremos siendo. Muchas gracias por lo que hiciste por mí.
Los dos chicos dejan de abrazarse. Oliver toma la maleta de su cama y se dirige a Conrado. Ambos se van de la habitación, mientras Ana Sofía lo observa con lágrimas en los ojos.
Oliver ya está listo para dejar la mansión de Jezabel y regresar con su familia.
***
Más tarde...
Plaza Fiesta Anáhuac.
Fabiola, Tristán, Karime y Lukas están en el centro comercial Plaza Fiesta Anáhuac, caminando tranquilamente.
Estos son sus atuendos:
Fabiola: Playera blanca de tirantes, short deportivo negro, zapatos tenis blancos.
Karime: Blusa celeste de mangas cortas, pantalón de mezclilla azul, zapatos tenis blancos.
Lukas: Playera blanca de mangas cortas, pantalón de mezclilla azul, zapatos tenis negros.
Tristán: Camisa a cuadros gris de mangas cortas, pantalón de vestir y zapatos negros.
Karime: (Triste) Quién iba a pensar que Osmar ya no está con nosotros, chicos...
Fabiola: (Triste, a Karime) Lo sé, Karime. Y de verdad, no sabes cómo lamento la pérdida de tu hermano.
Lukas: (Triste, a Karime) Sí, yo conocí a tu hermano, y la verdad, no sabes cómo lamento su pérdida.
Tristán: (Triste, a Karime) Sé que no hay palabras que puedan consolarte, Karime. Pero lo que sí sé, es que tienes un ángel que te va a estar cuidando desde el cielo.
Karime: (Triste) Gracias, chicos. Pero la verdad, no sé qué pensar. No sólo me siento muy mal por lo de mi hermano, sino que también, me siento mal por Oliver. ¿Ustedes sí vieron que tenía el brazo izquierdo enyesado?
Lukas: (Enojado, a Lukas) Sí, Karime. Sabemos perfectamente que fue Jezabel quien lo golpeó hace días.
Tristán: (Enojado, a Lukas) Lo sé, Lukitas. Ahora me estoy dando cuenta de la clase de escoria que es Jezabel Salvatierra.
Karime: (Triste, a Tristán) Lo siento mucho, Tristán. Pero tarde o temprano, se te iba a caer la venda de los ojos. Ahora tú y Fabiola ya saben cómo es Jezabel en realidad.
Fabiola: (Triste, a Fabiola) Yo todavía no me recupero de la impresión. Sabía que ella trataba muy mal a Osmar, pero nunca me imaginé que repitiera la historia con Oliver.
Lukas: (Enojado, a Fabiola) Pues tienes que denunciarla, Fabiola. Sé que Jezabel es tu mejor amiga, pero no puedes dejar que esto quede impune.
Tristán: (Enojado, a Lukas) No es tan fácil como parece, Lukitas. Tenemos que conseguir pruebas, y tampoco será nada fácil.
Karime: (Triste) Lo sé, chicos. Lo único que quiero, es que Jezabel pague por todo lo que ha hecho. Y al fin, mi hermano pueda descansar en paz.
Los chicos no pierden la esperanza de que Jezabel pague por todo el daño que hizo. Karime sólo quiere que Osmar descanse en paz.
***
Más tarde...
Casa de Jezabel Salvatierra.
Jezabel está en la sala de la casa, furiosa, gritando y arrojando todo lo que encuentra. Dos hombres de negro, uno de cabello corto castaño claro, y uno calvo, la miran tranquilamente.
Jezabel: (Grita enojada) ¡Maldito Oliver! ¿Cómo se le ocurre largarse de la casa? ¡Ya se las verá conmigo el muy cobarde! (Se dirige a sus dos hombres) ¿Cómo es posible que se haya ido?
Hombre de cabello castaño: (Tranquilo) Es que no nos dimos cuenta, señorita Jezabel.
Hombre calvo: (Tranquilo) Al parecer, uno de nosotros lo dejó escapar. Y ni se imagina quién es.
Jezabel: (Enojada, al hombre calvo) ¿De quién se trata, Lucio? ¿Quién dejó a Oliver escapar de esta casa? ¡Dímelo!
Lucio, el hombre calvo: (Tranquilo) Fue Conrado. Fue él quien dejó escapar a Oliver.
Hombre de cabello castaño: (Tranquilo) Sí, señorita. Conrado hizo que Oliver se fuera de la casa.
Jezabel: (Enojada, al hombre de cabello castaño) ¿En serio, Francisco? ¿Conrado dejó escapar a Oliver?
Conrado, el hombre de cabello castaño: (Tranquilo) Sí, señorita.
Lucio: (Tranquilo) Lo sentimos mucho, señorita.
Jezabel: (Enojada) Ya, ustedes no tienen la culpa de nada. Conrado es el único culpable. ¡Así que tráiganmelo para acá de inmediato! ¡Tiene mucho qué decirme!
Los dos hombres de negro se alejan de Jezabel y salen de la casa. Por otro lado, Ramsés llega a la casa y se acerca a Jezabel. Él usa traje y zapatos negros. Los dos se miran de frente y platican.
Ramsés: (Tranquilo) Vaya, parece que sí estás muy enojada, ¿no?
Jezabel: (Enojada) ¿Y cómo carajos quieres que esté, Ramsés? ¿Cómo quieres que esté?
Ramsés: (Asustado) Sí, sí estás muy enojada. ¿Y por qué?
Jezabel: (Enojada) ¿Y todavía me lo preguntas? ¡Me acabo de enterar de que Oliver se escapó de esta casa! ¡Ese maldito ni siquiera me dijo nada! ¡Y Conrado fue quien lo dejó escapar!
Ramsés: (Sorprendido) Vaya, hasta ahora descubro que Oliver se te escapó.
Jezabel: (Burlona) Sí, ya sé que te acabas de enterar. ¿Contento?
Ramsés: (Tranquilo) Bueno, yo puedo buscarlo. Sé exactamente dónde vive. Tú sólo pídemelo y lo haré.
Jezabel: (Enojada) Sí, lo que tú digas. (Toma a Ramsés de su saco y lo mira a los ojos) No me importa lo que tengas que hacer. Ve por todo Monterrey y su área metropolitana. Tómate el tiempo que necesites, ¡pero no regreses a este lugar sin Oliver Bastidas! (Suelta a Ramsés)
Ramsés: (Tranquilo) Bueno, lo sé.
Jezabel: (Enojada) ¿Necesitas ayuda? ¿O quieres que te repita la orden que te acabo de dar?
Ramsés: (Tranquilo) Está bien. (Mira a Jezabel a los ojos) Voy a regresar con Oliver aquí. Te lo aseguro.
Ramsés se aleja de Jezabel y se va de la casa para buscar a Oliver.
***
Más tarde...
Monterrey. Alameda Mariano Escobedo.
Oliver está en el parque Alameda Mariano Escobedo, en Monterrey, con su maleta en manos. Está sentado en una banca, y no sabe qué más hacer.
Oliver: (Triste, mira al cielo) Por favor, Jezabel. Perdóname. Pero tengo que regresar con mi familia.
De repente, una camioneta Tahoe negra llega al lugar a toda velocidad. Se estaciona cerca del lugar donde está Oliver. Éste se levanta y se lleva su maleta para tratar de huir, pero dos hombres encapuchados salen de la camioneta. Corren hacia Oliver para forcejear con él. Oliver grita asustado.
Oliver: (Grita mientras los dos encapuchados lo agaran) ¡Suéltenme, por favor! ¡Suéltenme! ¡Déjenme, por favor!
Los encapuchados se llevan a Oliver a la camioneta por la fuerza y entran. La camioneta se va a toda velocidad del lugar.
***
Más tarde...
Parque La Pérgola.
Danna y Lukas están en el Parque La Pérgola, sentados en una banca y platicando tranquilamente. Danna usa una blusa celeste de mangas cortas, minishort azul, y zapatos tenis blancos.
Danna: (Triste) No sabes cuánto extraño a mi hermano, Lukitas. Ojalá que un milagro le abra los ojos.
Lukas: (Triste) Yo también, Danna. Yo también. Desde que se mudó a casa de Jezabel, lo he visto lleno de moretones y heridas. Sé que ella lo ha estado golpeando desde que se mudó a esa casa.
Danna: (Triste) Yo también estoy segura de lo que Jezabel le hace a mi hermano. De verdad que esa mujer es una demente. Pero no tenemos cómo demostrarlo. No tenemos cómo probar todas las atrocidades que esa mujer le hace a mi hermano.
Lukas: (Triste) Y ni hablar de todo lo que le hace a quienes la enfrentan. Ya Salomón me comentó que Jezabel mandó a unos hombres para intentar secuestrarlo. Parece que ni la pérdida de su padre, ha podido ablandar el corazón de Jezabel.
Danna: (Enojada) A esa mujer no se le va a ablandar el corazón con nada. No tiene corazón, ni sentimientos. Ella hace lo que quiere, cuando quiere. Y nadie se atreve a cuestionarla.
Lukas: (Triste) Sí. Danna. No entiendo cómo es que Jezabel puede hacer lo que quiera, y nadie haga nada al respecto. Y Oliver me ha comentado que tiene mucho miedo de hacer algo al respecto, por temor a represalias.
Danna: (Triste) Pero hay un Dios que todo lo ve, Lukitas. Que Jezabel disfrute de hacer lo que se le dé la gana sin remordimientos. Pero cuando llegue el día, ella pagará por todo el daño que les ha hecho a mi hermano y a Osmar. Y al final, Osmar pueda encontrar la paz que le ha sido negada durante tanto tiempo.
Lukas: (Respira profundamente) Llegará el día en que Jezabel se va a arrodillar ante Oliver, y le va a suplicar perdón por todo lo que le ha hecho. Pero conociéndola, va a querer destruirlo. No hay forma de hacerlo entrar en razón.
Danna: (Triste) Lo sé, Lukitas. No hay que perder la esperanza. Sé que Oliver va a recuperar su libertas, y va a volver con nosotros, su familia.
Lukas: (Tranquilo) Dios te oiga, Danna. El sol vuelve a salir al final de la tormenta. Como sea, ¿nos vamos?
Danna: (Tranquila) Está bien.
Danna y Lukas se levantan de la banca y se van del parque. Están muy tristes por todo lo que está pasando con Oliver, pero no pierden la esperanza de que vuelva con su familia. Pero lo que no saben, es que Oliver escapó de la casa de Jezabel, y fue capturado por órdenes de ella.
***
Más tarde...
Casa de Jezabel Salvatierra.
Jezabel está en la sala de su casa, Ramsés y un encapuchado tienen a Oliver arrodillado ante ella. Dos hombres de negro tienen a Conrado atado a una silla.
Jezabel: (Le grita enojada a Oliver) ¿Es cierto que intentaste escaparte de mi casa? ¡Contesta!
Oliver: (Le grita asustado a Jezabel) ¡Yo no quise hacerlo, Jezabel! ¡Te lo juro! ¡No quise escaparme!
Jezabel cachetea a Oliver en la mejilla izquierda.
Oliver: (Le grita asustado a Jezabel) ¡Yo no quise hacerlo! ¡Sólo quería irme a mi casa, extraño a mi familia! ¡Sabes que no quise hacer esto!
Jezabel: (Le grita enojada a Oliver) ¡No mientas! ¡Me dijo Ramsés que te fusite con todo y maletas! ¡Muchos te vieron salirte y escapar!
Oliver: (Se levanta del suelo y le grita asustado a Jezabel) ¡Tú sabes que extraño mucho a mi familia, Jezabel! ¡Sólo quería ver a mi familia y amigos, aunque sea unos momentos!
Jezabel golpea a Oliver en la cara, tirándolo al suelo. Él se retuerce de dolor, pues su brazo izquierdo está enyesado.
Oliver: (Llora asustado, sin levantarse del suelo) ¡No te estoy mintiendo!
Jezabel: (Le grita enojada a Oliver) ¡Ya te he dicho mil veces que no te vas a ir de esta casa, más que para la escuela! ¡Te he dicho que ya no tienes familia! ¡Soy tu única familia!
Oliver: (Llora asustado, se levanta del suelo) ¡Yo tengo familia, Jezabel! ¡Tengo derecho a ver a mi familia y a mis amigos!
Jezabel: (Le grita enojada a Oliver) ¡A lo único que tienes derecho, es a que te den una paliza, pendejo! ¡A los animales hay que hacerlos entender!
Oliver: (Le grita asustado a Jezabel) ¡No, Jezabel! ¡No, por favor! ¡Mira cómo tengo mi brazo!
Jezabel le da un puñetazo a Oliver en la cara, tirándolo al suelo. Acto seguido, empieza a patearlo varias veces en el estómago, haciéndolo gritar. Ramsés ve todo con indiferencia. En medio de tantas patadas que Jezabel le da a Oliver, éste sigue gritando de dolor. Oliver queda malherido y grita de dolor, después de haber recibido tamaña golpiza.
Después de golpear a Oliver, Jezabel se dirige a Conrado para enfrentarlo.
Jezabel: (Enojada, a Conrado) Y tú, me vas a decir cómo es posible que hayas dejado escapar a Oliver. ¡No te atrevas a mentir!
Conrado: (Asustado, a Jezabel) ¡Acepto que lo dejé escapar, señorita Jezabel! ¡Es que este chico quería ir con su familia! ¡Y yo no pude negarme a cumplir sus deseos!
Jezabel: (Le grita enojada a Conrado) ¿Sin mi consentimiento? ¿Dejaste que Oliver se largara de esta casa sin mi consentimiento?
Conrado: (Asustado, a Jezabel) ¡Es que Oliver tiene derecho a ver a su familia, los extraña mucho! ¡No pude evitar cumplirle ese deseo!
Jezabel: (Enojada, a Conrado) Cómo serás pendejo, Conrado. ¡Aquí, la única que cumple los deseos, soy yo! ¡Le cumplsite su deseo a Oliver sin consultarme primero! Y eso te costará muy caro.
Conrado: (Asustado, a Jezabel) ¡No, no lo haga, señorita!
Ramsés se acerca a Jezabel y le da una pistola negra. Ella la toma, le apunta a Conrado en la cabeza y le dispara, exactamente en la frente. Conrado muere al instante. Oliver está malherido y paralizado por la golpiza, no puede levantarse del suelo.
Jezabel: (Enojada, a Oliver) La próxima vez que intentes escaparte, te mataré yo misma, cabrón.
Ramsés: (Sorprendido, a Oliver) Y agradece que Jezabel fue tranquila contigo.
Jezabel: (Sonriendo, a Ramsés) ¿Nos vamos, lindo?
Ramsés: (Sonriendo, a Jezabel) Sí, linda.
Jezabel y Ramsés se dan un beso en la labios, se toman de la mano y se van de la sala. Oliver sigue llorando, y sigue en el suelo, sin poder levantarse por el dolor.
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