Al día siguiente...

10 de abril de 2024.

Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica.

Nuevo día en la ciudad, clima cálido, cielo nublado.

Oliver y Salomón están en su salón de clases, platicando. Están sentados en sus asientos. Oliver sigue con varias marcas en su rostro, producto de los golpes que Jezabel le ha propinado.

Estos son sus atuendos:

Oliver: Playera guinda de mangas cortas, pantalón negro, zapatos tenis negros.

Salomón: Playera azul de mangas cortas, pantalón negro, zapatos tenis blancos.

Salomón: (Triste) Oliver, sé que no te había dicho esto antes, pero quiero disculparme contigo por mi actitud. No me he portado bien contigo en estos últimos días.

Oliver: (Triste) Está bien, Salomón. No pasa nada.

Salomón: (Preocupado) Claro que pasa, hermano. Porque me he portado muy mal contigo, incluso te he echado la culpa de lo que te está pasando últimamente. Pero ahora me doy cuenta de que no es tu culpa de lo que te pasa.

Oliver: (Triste) Lo sé, Salomón. A veces me siento culpable de lo que Jezabel me hace. Si me golpea o me dice cosas humillantes, siento que yo la provoqué. Y la verdad ya no sé que hacer. Ya han pasado meses, pero siento que lo estoy perdiendo todo.

Salomón: (Preocupado) A ver, Oliver. Como ya te lo he dicho antes, tú no tienes la culpa de lo que te está pasando. Es Jezabel la que te golpea y te maltrata. Ella tiene la culpa de todo. ¡Mira cómo te deja todos los días!

Salomón está muy preocupado al ver las heridas que Jezabel le ha dejado a Oliver.

Oliver: (Triste) Así es. Y la verdad, no sé cómo se vaya a poner al saber que no quise usar el traje que me regaló. Ayer me golpeó y me dijo cosas humillantes, sólo porque no usé el traje que me compró.

Salomón: (Preocupado) Mira, tú sólo le hiciste saber que no eres un hombre interesado como ella podía creer. Y tú decidiste usar ropa favorita.

Oliver: (Preocupado) Yo sé que Jezabel quiere llenarme de regalos costosos y esas cosas, pero no sé cómo hacerle saber que no me siento a gusto.

Salomón: (Preocupado) Pues tienes que hacerle saber que debe cambiar su actitud, hermano. Y lamento decirte que no puedo hacer nada al respecto, pues ya sabes lo que me pasó ayer.

Oliver: (Preocupado) ¿Qué te pasó?

Salomón: (Respira profundamente) Mira, cuando me enteré de que de Jezabel te golpeó, fui molesto a reclamarle a la presidencia municipal de San Pedro Garza García. Y como consecuencia, mandó a unos hombres a mi casa para amenazarme. Me dijeron que si seguía defendiéndote, me iban a matar. ¿Y sabes qué es lo peor? ¡Un tipo vino a atacarnos y quiso matarnos con un cuchillo! ¡A mí y a Allison!

Oliver: (Sorprendido) ¡Dios mío!

Salomón: (Preocupado) Sí. Anoche en Plaza Fiesta Anáhuac, un tipo de gris vino y nos atacó con un cuchillo a mí y a Allison. Quería matarnos, pero sólo me dio una puñalada en el brazo. Mira. (Le muestra a Oliver su herida en el brazo derecho)

Oliver: (Asustado, mira la herida de Salomón) ¡Dios! ¡Qué horror!

Salomón: (Preocupado) Lo peor es que Karime me dijo que también fue a reclamarle molesta. Y Jezabel mandó a un tipo para amenazarla. Siento decírtelo, pero Jezabel va a amedrentar a quien intente defenderte.

Oliver: (Sorprendido) No lo puedo creer... Ahora me estoy dando cuenta de la clase de persona que es Jezabel...

Salomón: (Preocupado) De verdad no sabes cómo lamento que hayas tenido que enterarte de esta forma. Pero cómo decirte que ahora estás conociendo su verdadera cara. Tanto se te advirtió, y al final no quisiste escuchar nada. Pero ahora me doy cuenta de que no es tu culpa lo que te está pasando, hermano.

Oliver: (Preocupado) ¿Y hay algo maś que deba saber?

Salomón: (Triste) Pues, tal vez Jezabel podría tener algo que ver con lo que le pasó a Osmar. No lo sé.

Oliver se siente perturbado después de haber escuchado varias cosas sobre Jezabel.

***

Más tarde...

Plaza Fiesta Anáhuac.

Karime, Danna y Lukas están en el centro comercial Plaza Fiesta Anáhuac, en el área de restaurantes y sentados en una mesa.

Estos son sus atuendos:

Karime: Blusa celeste de mangas cortas, pantalón de mezclilla azul, zapatos tenis blancos.

Danna: Blusa blanca de mangas cortas, pantalón de mezclilla azul, zapatos tenis blancos.

Lukas: Playera guinda de mangas cortas, pantalón deportivo negro, zapatos tenis blancos.

Karime: (Triste) Los médicos me dijeron que lograron salvar a Osmar anoche. ¡Pero es que no se me quita el miedo que tuve anoche al saber que alguien le disparó!

Danna: (Triste, a Karime) Lo sé, Karime. Qué bueno que Osmar salió bien librado de la operación.

Karime: (Triste, a Danna) Gracias, Danna. Pero como ya te lo dije, aún no logro quitarme esa angustia de saber que alguien quería matarlo anoche.

Lukas: (Preocupado, a Karime) Qué horrible fue lo que le pasó a tu hermano, pero qué bueno que lograron salvarlo. ¿No sabes quién le hizo eso?

Karime: (Preocupada, a Lukas) No, Lukitas. Pero creo saber quién lo ordenó.

Danna: (Preocupada, a Karime) ¿Jezabel?

Lukas: (Preocupado, a Danna) ¿Y quién más pudo ser?

Karime: (Enojada, a Danna) ¡Claro que fue ella! (A Lukas) ¿Y cómo que quién más pudo ser? ¡No sé quién le disparó a Osmar, pero sí sé quién fue quien lo ordenó todo!

Danna: (Asustada, a Karime) Así que fue Jezabel...

Karime: (Enojada, a Danna) Sí, Danna. Fue ella la novia de tu hermano. No me cabe la menor duda.

Lukas: (Asustado, a Karime) Vaya, nunca pensé que esa mujer llegara tan lejos.

Karime: (Triste, a Lukas) Sí, Lukas. Jezabel es mucho peor de lo que imaginamos. ¿Cómo puede hacer tanto daño y seguir como si nada?

Danna: (Enojada, a Karime) Es que es la Alcaldesa de San Pedro Garza García. Y además, tiene fuero. No hay forma de detenerla.

Lukas: (Triste, a Danna) ¡Tiene que haber alguna forma! ¡Ese demonio de mujer no puede ser invencible!

Karime: (Tranquila, a Lukas) ¡Claro que no es invencible! ¡Jezabel no puede hacer lo que quiera y salirse con la suya! ¡Tarde o temprano, esa mujer tiene que pagar por todo lo que ha hecho!

Danna: (Triste, a Karime) Sí, Karime. Esa mujer ya le hizo mucho daño a tu hermano, a tal punto de intentar matarlo. Incluso ha lastimado al mío. Que no olvide que tarde o temprano, vamos a salvar a Oliver.

Lukas: (Preocupado, a Danna) Y si hay un momento para salvar a Oliver, ¡es ahora! ¡Jezabel lo va a seguir lastimando, mientras nos quedemos sin hacer nada!

Karime: (Preocupada, a Lukas) Tienes razón, Lukitas. Ahora es cuando Oliver nos necesita. Tenemos que pensar en un plan para sacarlo de esa casa. Y Ana Sofía, la hermana de Jezabel, podría ayudarnos.

Los tres chicos están decididos a ayudar a Oliver, sabiendo que Osmar ya salió adelante de la cirugía que se le hizo la noche anterior.

***

Más tarde...

Casa de Jezabel Salvatierra.

Oliver visita a Jezabel en su despacho para hablar con ella. Jezabel está sentada en su escirtorio y trabajando. Usa un saco negro, minifalda blanca y zapatos negros. Ella voltea hacia él.

Jezabel: (Sonriendo) Hola, Oliver. ¿Cómo estás? (Deja de sonreír) Oye, te veo muy preocupado. ¿Te sientes bien?

Oliver: (Preocupado) Jezabel, es que tengo que hablar contigo, de algo serio.

Jezabel: (Preocupada) ¿De qué se trata, lindo? Puedes decírmelo.

Oliver: (Respira profundamente) Mira, es que me están comentando cosas muy serias. No sé si estés de acuerdo con que te las diga.

Jezabel: (Tranquila) Tranquilo, Oliver. Puedes hablarlo conmigo. Te prometo que no me voy a enojar.

Oliver está perdiendo la confianza en Jezabel, pero decide hablar con ella igualmente.

Oliver: (Preocupado) Mira, es que no sé... Mira, me están diciendo que ordenaste atacar a mis amigos, A Karime y a Salomón. Y lo que es peor, dicen que tuviste algo que ver con el accidente de Osmar. ¿Es cierto lo que dicen?

Jezabel: (Enojada, se levanta del escritorio) ¡Cállate! ¡Lo que te estén diciendo por allá, son puras mentiras! ¡Yo no tuve nada que ver con lo que le pasó a tus amigos! ¿Cómo te atreves a insinuar algo así?

Oliver: (Preocupado) ¡Me lo dijeron, Jezabel! ¡Dicen que querías atentar contra mis amigos! ¿No te das cuenta de lo que pasa? ¿Te das cuenta de que enviaste a una persona que tenía un cuchillo...?

Jezabel: (Enojada, se acerca a Oliver) ¡Yo no tuve nada que ver con lo que le pasó a Salomón, ni a los hermanos Arciniegas!

Oliver: (Enojado) No sé, Jezabel. No lo sé. No te creo nada, tal vez sí hayas sido capaz de eso y más.

Jezabel: (Le da una cachetada a Oliver en la mejilla izquierda, mientras grita enojada) ¡Ya cállate de una vez, cabrón! ¡No vuelvas a difamarme!

Oliver: (Solloza, se soba la mejilla izquierda) ¡Ya basta, Jezabel! ¿Por qué no aceptas tus errores?

Jezabel: (Enojada) Ya vas a llorar, ¿verdad? Muy machito cuando querías acusarme de criminal, pero ya te hciiste chiquito ahora mismo?

Oliver: (Solloza triste) ¿Qué te pasa? ¿Por qué me dices esas cosas?

Jezabel: (Enojada) De verdad, cómo lamento haberte traído a mi casa. Si desde el primer día ya te estabas comportando como un niño de mamá. No sé por qué acepté ser tu novia, si sólo te pones como niño de mamá y me haces hacer corajes, ¡maldición!

Oliver: (Llora triste) Amor mío...

Jezabel: (Le grita enojada a Oliver) ¿Sabes qué? Yo ya no tengo porque aguantar tus lloriqueos, ¡así que lárgate de mi oficina ahora! ¡Fuera, o llamo a seguridad para que te saquen! ¡Lárgate!

Oliver empieza a llorar desconsoladamente y se va de la oficina de Jezabel sin decir una sola palabra. Jezabel se sienta en su escritorio.

Ramsés entra a la oficina portando un traje de zapatos negros.

Ramsés: (Preocupado) ¿Te encuentras bien, Jezabel? Oí todos esos gritos hasta allá.

Jezabel: (Enojada) ¡No, Ramsés! El maldito Oliver ya está sospechando de lo que pasó con Salomón Osorio y Karime Arciniegas. ¡Incluso me estaba culpando por lo que pasó!

Ramsés: (Sorprendido) Me imagino. No puedo creer que ya te esté empezando a enfrentar. Y tienes razón. Parece que ya está empezando a sospechar de lo que le pasó a esos chicos, y también está sospechando de lo que le pasó a Osmar.

Jezabel: (Enojada) ¡Y hasta ahora me doy cuenta de que Osmar no murió en ese accidente de anoche! (Se levanta del escritorio y se acerca lentamente a Ramsés) ¡Me mentiste! ¿Cómo es posible que Osmar haya sobrevivido?

Ramsés: (Tranquilo) Sé que te vas a enojar, Jezabel. Tal vez cortarle los frenos de la motocicleta de ese chico no fue una buena idea. Deberíamos pensar en otro plan.

Jezabel: (Enojada) Tal vez yo debería pensar en otro plan. Sé qué Osmar está internado en el Hospital Clínica Nova, ubicado en la colonia Cuauhtémoc. Voy a dar una vuelta.

Ramsés: (Tranquilo) Adelante.

Jezabel: (Tranquila) Y para que te entretengas un rato, quiero que mandes a secuestrar a esos dos chicos, a Salomón Osorio y a Lukas Rivera.

Ramsés: (Tranquilo) Así será.

Jezabel decide salir de su oficina y salir a dar una vuelta. Ramsés tiene trabajo que hacer.

***

Más tarde...

Calle Antonio Machado.

Salomón y Lukas caminan por la calle Antonio Machado, después de haber tenido un largo día de clases.

Salomón: (Enojado) ¡Es increíble que Jezabel no cambie su actitud con Oliver!

Lukas: (Enojado) Sí, hermano. Me dijo Oliver que lo golpeó, sólo porque no quiso usar el costoso traje que ella le regaló.

Salomón: (Enojado) Sí, me dijo que no se sentía cómodo usándolo, y mucho menos quería vestir de gala aquella noche.

Lukas: (Enojado) ¿Y sabes qué me dijo? Que sintió que Jezabel quería tener intimidad con él, pero prefirió alejarse. No sé qué le pasa.

Salomón: (Preocupado) Eso no lo sé. A mí no me ha querido decir nada.

Lukas: (Preocupado) Sí, Salomón. A Oliver lo he visto totalmente retraído desde que se mudó con esa mujer.

Salomón: (Preocupado) Es obvio que ha estado sufriendo desde que Jezabel empezó a golpearlo. Pero algo me dice que le hizo algo peor.

Lukas: (Enojado) Pues sea lo que sea mejor que nos pongamos a investigar.

Salomón: (Preocupado) Así es. Tenemos que buscar respuestas. Tenemos que saber qué más le habrá pasado a Oliver. Porque esa mujer podría haberle hecho algo peor.

Mientras los dos chicos caminan hacia la casa de Salomón, una camioneta Chevrolet Suburban negra llega a toda velocidad hacia el lugar, y cuatro encapuchados bajan de ella. Corren hacia Salomón y Lukas para someterlos.

Lukas: (Grita asustado) ¡Suéltenme, qué les pasa...!

Salomón: (Grita asustado) ¡Auxilio, me quieren secuestrar!

Lukas: (Grita asustado) ¡Que alguien nos ayude, por favor!

Salomón y Lukas gritan tan fuerte como pueden, pero no sirve de nada. Los encapuchados se los llevan a la camioneta y entran. La camioneta se va a toda velocidad del lugar.

***

Más tarde...

Casa de Tristán y Fabiola.

Jezabel y Fabiola están en la sala de la casa de los de la Torre. Fabiola usa una blusa negra de tirantes, minishort azul y zapatos tenis blancos.

Fabiola: (Enojada) ¿No crees que te estás pasando de la raya con Oliver? ¡Date cuenta de que lo estás lastimando!

Jezabel: (Enojada, le da una cachetada a Fabiola en la mejilla izquierda) ¡Cállate, Fabiola! Yo no le estoy haciendo daño a Oliver, simplemente lo estoy metiendo en cintura! ¡Me doy cuenta de que tiene una amistad con mi hermana!

Fabiola: (Enojada) ¡No me callo, porque sé que estás lastimando a ese pobre chico! ¡Y ya me cansé de quedarme callada respecto a esto! Si tanto lo odias, ¿por qué no terminas con él?

Jezabel: (Enojada) ¡Porque me gusta tenerlo en cautiverio en mi casa! ¡Además, no tengo por qué dejarlo ir! ¡Fue él quien quiso irse a vivir a mi casa! ¡Ahora, que sea hombrecito y se atenga a las consecuencias!

Fabiola: (Enojada) ¡En secreto, Oliver me ha confesado que lo golpeas y maltratas! ¡Me ha confesado que le has hecho cosas horribles, incluso aislarlo de su familia! ¡Y perdóname, pero tengo que hacer algo al respecto!

Jezabel: (Le da una cachetada a Fabiola en la mejilla derecha, le grita enojada) ¡Tú intentas ayudar a Oliver, y juro que te mato! ¡No me importa que seas mi mejor amiga!

Fabiola: (Enojada) Te haces llamar mi mejor amiga, ¿y te atreves a amenazarme de muerte? ¿Qué clase de persona eres, Jezabel?

Jezabel se acerca a Fabiola y la somete contra el sofá.

Jezabel: (Enojada) ¡Soy un monstruo disfrazado de mujer, y te aseguro que soy capaz de lo que sea! Y no solo tú, sino que también será tu hermano Tristán, el que sufra las consecuencias, ¡en caso de que tú o él se atrevan a ayudar a Oliver!

Fabiola: (Enojada) A este paso, ahora me estoy dando cuenta de la clase de persona que eres en realidad, Jezabel. Y aunque me duela en el alma te aseguro que voy a hacer lo que sea para ayudar a Oliver.

Finalmente, Jezabel decide soltar a Fabiola.

Jezabel: (Enojada) Está bien. Haz lo que quieras. Si quieres ayudar a Oliver, hazlo. Pero desde este momento te has convertido en mi enemiga. Y haré hasta lo imposible por destruirte. (Camina hacia la puerta principal de la casa)

Fabiola: (Enojada) Está bien, Jezabel. Te aseguro que desde este momento, ya te perdí el respeto que te tenía. No te dije nada por lo de Osmar cuando ustedes dos eran novios. Pero ahora, que sé todo lo que le has hecho a Oliver, me doy cuenta de que eres un asco de persona.

Jezabel: (Enojada) Te vas a arrepentir por haberme retado, Fabiola. Te lo aseguro.

Jezabel abre la puerta y se va de la casa. Fabiola está consternada después de la pelea que tuvo con ella, Quiere ayudar a Oliver, pero tiene mucho miedo de las represalias hoy pueda tomar contra ella y su hermano Tristán. Y tarde o temprano debe vencer ese miedo, antes de que sea demasiado tarde.

***

Más tarde...

Plaza Fiesta San Agustín.

Oliver y Ana Sofía están en Plaza Fiesta San Agustín, caminando tranquilamente mientras ven algunas tiendas.

Ana Sofía usa una minifalda tableada azul, blusa blanca de tirantes y un par de zapatos tenis blancos.

Ana Sofía: (Preocupada) Oliver, hoy te noto un poco raro. ¿Estás bien?

Oliver: (Preocupado) Es que no sé qué pensar, Ana Sofi. Tú sabes que hace rato, le reclamé a Jezabel por lo que le hizo a mis amigos. Le dije que podría haber sido la culpable de lo que le pasó a Salomón y a los Arciniegas.

Ana Sofía: (Sorprendida) ¿En serio? ¿Mi hermana fue capaz de hacer algo así?

Oliver: (Triste) Sí, Ana Sofía. Pero ya sabrás lo que pasó. No sólo lo negó todo, sino que además, me golpeó como ya es costumbre, y me dijo cosas muy horribles. ¡Me dijo cosas horribles!

Oliver empieza a llorar, mientras que Ana Sofía le seca sus lágrimas y le levanta los ánimos.

Ana Sofía: (Preocupada) Ánimo, Oliver. Tú ya sabes que aquí estoy para lo que necesites. No hagas caso a lo que te digan los demás.

Oliver: (Triste) Gracias, Ana Sofi, Lo sé. Sé que no debería dejar que me afecte, pero es que a veces me dan ganas de tirar la toalla. Quisiera rendirme, pero me doy cuenta de que empiezo a tener amigos que de verdad me aprecian y me quieren.

Ana Sofía: (Tranquila) Así es, Oliver. Por más fuerte que sea una tormenta, ésta pasará. Ya verás que esta tormenta va a pasar tarde o temprano.

Oliver: (Sonríe) Muchas gracias, Ana Sofi. De verdad.

Ana Sofía se acerca lentamente a Oliver, y sin dudarlo, le da un beso en los labios. Él queda sorprendido, pero no hace más que corresponder el beso.

Ana Sofía: (Nerviosa, se aleja de Oliver) Lo siento, Oliver. No debí hacer eso. Lo siento.

Oliver: (Nervioso) No pasa nada, tranquila.

Ana Sofía: (Nerviosa) Es que me dejé llevar, y no sé en qué momento... No sé qué decir.

Oliver: (Asustado) Ojalá nadie se entere de esto.

Ana Sofía y Oliver están muy nerviosos por el beso que se dieron. Pero no saben que alguien les tomó fotos conm su celular desde lejos, y ese alguien es Ramsés.

Ramsés: (Burlón) Lo siento, Oliver. Hay secretos que no se pueden ocultar.

Ramsés se va del lugar, dispuesto a contarle esto a Jezabel.

***

Más tarde...

Presidencia Municipal San Pedro Garza García.

Jezabel está en su oficina, después de haber peleado con Fabiola. De repente, Danna entra a la oficina y se acerca a Jezabel. Danna usa una sudadera blanca, falda negra y zapatos tenis blancos.

Jezabel: (Enojada, se levanta del escritorio y se acerca a Danna) ¿Qué carajos haces en mi oficina, maldita?

Danna: (Enojada, cachetea a Jezabel en la mejilla izquierda) ¡Aquí la maldita eres tú, Jezabel! ¡Estoy enterada de todo lo que le haces a mi hermano!

Jezabel: (Enojada, cachetea a Danna en la mejilla izquierda) ¡A mí no me vas a venir a poner una mano encima, pendeja! ¡No sé cómo te enteraste de todo lo que está pasando!

Danna: (Enojada) ¡Porque muchos de mis amigos, y los amigos de Oliver, saben todo lo que está pasando en tu casa! ¡Es obvio que has estado golpeando a mi hermano desde hace varios días!

Jezabel: (Burlona) ¿De dónde sacas eso? ¡Es obvio que son mentiras, tú no sabes lo que está pasando! ¡No hagas como si tuvieras la verdad absoluta!

Danna: (Enojada) ¡Claro que es la verdad! ¡Ahora entiendo por qué lo aislaste de su familia y amigos! ¿No te das cuenta del dolor que le estás provocando?

Jezabel: (Burlona) ¿De qué puto dolor hablas? ¡Yo no estoy causándole ningún dolor a tu preciado hermano!

Danna: (Enojada) ¡Admite de una vez que no amas a mi hermano! ¡Admite que nunca lo quisiste!

Jezabel: (Grita enojada) ¡Claro que no amo a tu hermano, maldita perra!

Danna: (Enojada) ¡Qué fácil es admitir que no amas a mi hermano, y que nunca lo quisiste! ¡Ahora te exijo que lo dejes ir, y lo dejes regresar con su familia!

Jezabel: (Enojada) ¡Eso nunca, perra! ¡Si tu precioso hermano va a salir de mi casa, sólo va a salir muerto! ¿Me oyes? ¡Muerto!

Danna: (Enojada) ¡Pues vamos a ver de qué cuero salen más correas! ¡Te aseguro que vamos a sacar a Oliver de esa casa, y vas a pagar por todo el mal que has hecho!

Jezabel: (Enojada) Te aseguro que si intentas hacer algo para ayudar a Oliver, ¡tus padres serán quienes sufran las consecuencias!

Danna: (Enojada) Con cada cosa que pasa, Oliver te está perdiendo el amor que te tiene. Y ya verás que tarde o temprano, te va a dejar. Y tú te vas a quedar completamente sola.

Danna se va de la oficina de Jezabel, está muy enojada al saber todo el mal que Jezabel le ha hecho a Oliver. Jezabel empieza a enloquecer con cada momento que pasa.

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