Eros D'Angelo.

Sonrió enormemente al despertarme y tenerla en mis brazos, en la madrugada el doctor decidió dejarla ir, dijo que lo mejor para ella era estar en la casa tratándola no allá, ella necesita paz y sentirse en casa, claro él doctor vendrá cada dos días para chequearla, no obstante me advirtió que no debo alejarme de ella, mi presencia es lo que mejor le hace bien.

Con cuidado de no despertarla me levanto de la cama.

—No te vayas .—Me volteo terminando de colocarme la camisa.

—Voy a buscar el desayuno ya vuelvo .—Me acerco dejando un beso en su frente, mi mate cierra sus ojos ronroneando.

Me aparto caminando hacia el baño, me lavo la cara y cepillo los dientes, al salir nuevamente al cuarto mi Janelle se encuentra acurrucada abrazando mi almohada.

Por la diosa tengo la mate más hermosa del mundo.

Sin hacer ruido salgo del cuarto caminando por los pasillos, la casa se encuentra en un alboroto, el regreso de Janelle los lleno de energía, al bajar las escaleras sigo mi camino hacia la cocina intentando no chocar con algunos miembros que corren de un lado a otro con flores. Llegó a la casa encontrando a Atenea tosiendo y moviendo su mano debido al humo.

—Buenos días .—Miro a todo el mundo sin alguna idea de lo que está pasando.

—¡Eros! —Chilla Arena llegando a mi lado tomando mi mano, bajó la vista observándola, verdaderamente es pequeña, aunque no más que mi Janelle—¿Ya despertó Janelle? ¿Cómo está ella? ¿Le duele algo?—Empieza a decir con rapidez teniendo un vómito verbal de palabras.

—Atena amor deja respirar a mi hermano.—Ares se acerca alejando a su mate de mí.

Lo miró agradecidoenle con la mirada.

—Ya despertó y si está bien .—Miró con desconfianza la cocina, hago una mueca ¿Que se supone que es ese olor?

—¡En serio! —Chilla y una enorme sonrisa ilumina su rostro —Estoy haciendo su desayuno.—Ay no.

Miró con terror a Ares, él solo me mira negando y articulando con su boca.

No le des de comer esto a Janelle.

—Luna yo le haré algo a ella, no se cocinar mucho, pero deseo atender a mi mate .—Le doy una sonrisa.

—Pero…. —Sus ojos se llenan de lágrimas y su mentón tiembla —Lo entiendo, tal vez luego.—Asiente.

—Gracias luna por entender. —Paso por su lado acercándome, disimuladamente tapo mi nariz —Mierda esto huele horrible, ni loco le doy de esto a Jan, se puede hasta morir por intoxicación.—Susurro para mí.

Ya listo el desayuno camino con cuidado, abro la puerta llenándome de su olor, de su elixir que me vuelve adictivo y loco por su ser.

Controlate Eros, Janelle está convaleciente.

Me adentro al cuarto apretando la bandeja en mis manos al percibir en tenue olor a excitación.

Mi mestiza abre sus hermanos ojos y contengo el jadeo.

Su cabello blanco esparcido por la cama, sus labios entreabiertos rosadas por estarlos mordiendo, su piel ligeramente roja, sus mejillas sonrojadas con fuerza y sus ojos brillan con intensidad.

—Maldición que hermosa —

—Me alagas alfa .—Janelle se sienta en la cama dejándome ver su hermoso cuerpo solo tapado por mi camisa blanca.

Tragó saliva al ver sus pezones a través de la tela negra.

Diosa estoy celoso de esa camisa.

Ella me mira, sus ojos brillan, muerdo mis labios y tose intentado contrarrestar el olor de la excitación de mi mestiza.

Camino hasta la cama sentándome, Janelle se acerca y se sienta en mi regazo cuando dejó la comida en la mesa de noche.

—Janelle .—Susurro mi voz sale ronca.

—Mmm .—Ella me mira con una pequeña sonrisa tierna.

¿Cómo puede ser tan malditamente tierna y sexy a la vez?

Llevo mis manos hacia su cintura detenido sus movimientos.

—Yo…. Este quiero decir .—Sin saber qué hacer mientras siento mi cara arder.

Ella me da un beso en el cuello, muerde ligeramente la manzana de Adán provocando que trague saliva nervioso.

Suspiro cuando se sienta en mi polla erguida y me tenso cuando se mueve.

—Si tengo hambre, aunque en estos momentos es hambre de otra cosa .—Susurra pasando sus manos por mi cuerpo, las metas debajo de mí camisa gimiendo.

—Janelle estás débil, no podemos —

Ella no está en celo ¿Entonces?

—Eros quiero ser tuya, quiero completar el lazo ya, no quiero más juegos largos, más interrupciones, más peleas, solo me gustarán las peleas si nos reconciliamos con una buena sesión de sexo .—Murmura lamiendo el lóbulo de mi oreja —Aun no estoy en celo, solo quiero ser tuya .—

A la mierda el autocontrol.

La atraigo a mi besando sus labios con furor, muerdo y estiró el inferior para luego introducir mi lengua. La aprieto más a mí buscando más contacto de su cuerpo con el mío, meto mis manos por debajo de su camisa hasta llegar a sus senos donde los pellizco.

—Oh .—Gime en mi boca.

Bajo mis besos por su cuello hasta llegar a sus senos cubiertos, los chupe mirando su rostro, gime moviendo sus caderas.

—Eros por favor, no puedo esperar más.—Me besa cuando vuelvo a su boca—Te necesito ahora mismo, por favor .—Súplica.

Bajo mis manos, ella abre más sus piernas dejando expuesto y libre su coño, paso mis dedos por su raja al no tener nada que me impida tocarla directamenta.

Gimo al sentir lo húmeda que está solo para mí.

—Siempre lista para ti .—Susurra gimiendo cuando presionó su clítoris.

Retiro mi mano llevándola a mi boca, lamiendo su exquisitez, la muevo solo un poco bajando la bermuda y bóxers, mi mestiza se mueve y mira hacia abajo mirando mi polla apuntando a su paraíso.

—Tan grande, tan carnoso, tan mío.—Se acomoda bajando lentamente.

Jadeó apretando su cintura, Janelle gime colocando sus ojos en blanco.

Mi pene se abre paso por todo su interior hasta dejarme enterrado por completo dentro de ella.

Cálido.

Apretado.

Lleno de fuego.

Me tenso cuando estoy a punto de correrme, he estado esperando esto tanto tiempo que no aguanto más.

Mi mate se mueve lentamente pasando sus piernas por detrás de mí, encajandonos más.

—Estoy llena, estoy completa .—Jadea cuando me muevo dentro de ella.

Gime.

No creo que ambos aguantemos mucho, hemos aguantado mucho.

Se siente tan bien, estar dentro de ella es correcto, mi nuevo pasatiempo favorito es su coño.

Nos levantó, la acuesto en la cama sacando su camisa y en el proceso la mía sin salir dentro de mi mate.

Me muevo duro gruñendo al sentirle apretarme aún más.

—Eros .—Chilla elevando sus caderas encontrándose conmigo.

La cama suena al chocar con la puerta, gruño de satisfacción al escuchar el sonido morboso de nuestros cuerpos al chocar.

Lamo su cuello, saliendo y entrando en ella sin detenerme, aprieto sus senos.

Janelle me aprieta más gimiendo mi nombre, chupo su cuello dejando una marca.

Me levantó paso mi mano hacia su cuello ahorcándola sin lastimarla, mientras me adentro con fuerza dentro de ella.

—¡Eros!—

Un deseo crecer dentro de mí, controlando mi juicio, me acelerado las embestidas sin dejar de darle duro.

Janelle gime y jadea, gruño al sentirla tensarse debajo de mí cuerpo.

—¡Si! —

Mi juicio se esfuma, me acerco con fuerza encajando mis caninos cuando ambos alcanzamos la cúspide.

Lamo la herida con benevolencia, su sangre se mezcla con la mía y ahí es cuando caigo en cuenta, al sentir el calor subir por todo nuestro cuerpo hasta llegar a nuestros sexos dejándonos unidos.

Abro mis ojos asustado.

—Jan, mi mestiza lo lamento, yo…. Me deje llevar lo sien….—No terminó de hablar cuando siento como entierra sus caninos con fuerza en mi cuello.

Llevo mis manos encima de su cabeza para no caerme, jadeo cerrando mis ojos.

—Estamos unidos para siempre .—Trago saliva con satisfacción al sentir como lame la herida hecha por ella misma.

—Te prometo hacerlo lento la próxima vez.—Susurro enterrando mi rostro en su cuello inhalando su delicioso olor.

—Siempre estaré lista para cuando mi alfa me quiera joder, cuando me quiera hacer el amor.—Me levanto mirándola.

Su rostro rojo, sus ojos brillantes, sus labios hinchados por los besos, las mejillas empapadas de lágrimas.

La jodida obra de arte.

—Te amo .—Mi ego crece al escucharla, mi pecho se infla con soberbia.

Soy un puto afortunado.

—Te amo .—Beso sus labios despacio—Como es nuestra primera vez, estaremos unidos por un largo rato .—Me muevo con delicadeza al verla sollozar.

—De acuerdo .—Se estremece, mi cuerpo se tensa al sentir otro orgasmo envolvernos.

—Shh, amada mía, pasará pronto .—Murmuró besando su cabeza al encontrar una pose favorable para ambos.

Mi mate se estremece bajo mi toque.

Me tenso y gruño al sentir otro orgasmo llevarnos a la cima.

Apartó el cabello que cubre el rostro de mi mate, suspiro besando sus labios.

Sin querer despertarla me aparto de su cuerpo, la arropó besando su mejilla derecha. Me muevo desnudo por mi habitación hasta llegar al baño. Ambos estuvimos unidos por unas horas, al final mi hermosa mestiza se quedó dormida en mis brazos cuando la intensidad de los orgasmos bajó.

Como fue el primer nudo que hago y nuestra primera vez por eso duramos mucho tiempo juntos hasta que él nudo se desinfló y logré salir dentro de ella.

Dejó que el agua cubra mi cuerpo, pasó mis manos por la marca de propiedad de mi mate y sonrió mientras que mi cuerpo se estremece. Oficialmente soy de Janelle.

Salgo tomó una toalla y la envuelvo en mi cintura, tomó otra secando mi cabello. Al salí busco algo de ropa, agarró unos boxers negros, un pantalón de chandal de cuadros y una camisa negra. Terminó de secar mi cabello, vuelvo al baño buscando una toalla limpia, tomó una taza con agua y me dirijo hacia mi mate para limpiarla.

Quien me viera ahora no creería, si me ven los chicos primero se burlan de mí y luego yo los mato.

Me río negando, ellos tuvieron razón después de todo. Todo este tiempo siempre estuve amarrado a mi mate sin darme cuenta.

La limpio, observó su cuerpo lleno de mis marcas y mi pecho se infla lleno de orgullo, yo le hice eso. Paso mi mano con delicadeza por la marca sintiendo como se estremece bajo mi tacto.

—Mmm .—Gime.

Me separó cuando terminó de limpiarla y beso sus labios con delicadeza para no despertarla.

Dejo todo en su lugar, tiendo las toallas que usé, mientras la otra en mi mano para lavarla. Al salir del cuarto y dejar la toalla limpia, camino hacia el despacho de mi hermano sintiendo una atmósfera tensa.

Tocó y al escuchar el pase me adentro.

—¿Qué sucede? —Ares levanta la vista de los papeles y suspira.

—Necesito a Jan, estoy que me vuelvo loco.—Entierra sus manos en su cabello.

—No es para tanto .—Me burló al ver un montón de hojas por todo el despacho—Cuando vea todo el desorden  te matará—

—Mira como me río .—Rueda los ojos suspirando.

—Algo más paso ¿Que te tiene tan tenso Ares?—Él suspira y me ve.

—Te lo voy a decir, pero por favor no hagas una locura.—Lo tenso —El alfa Jhon se enteró de lo que es Jan y la exige como suya —

¿El alfa? ¿Exige?

Mi ira crece con potencia dentro mi.

—¿Ese es el maldito alfa del sur? —

—Si .—Asiente serio —Como sabes su luna “murió” bajo un ataque de vampiros y desde que vio a Janelle se obsesionó con ella y ahora que sabe lo que es ella, la desea para él—

—Porque los mestizos son especiales.—Susurro apretando mis manos.

Por estás razones los pocos mestizos que quedan están ocultos.

Ellos han sido: violados, asesinato, torturados, masacrados. Al no aguantar terminaron con sus propias vidas.

Ya lo entiendo, ellos son especiales, al igual que un híbrido, su ser está compuesto por dos partes, una menos dominante que la otra, al contrario de un híbrido, sin embargo lo que lo hacen especial es su don de control.

No sé mucho sobre eso, solo poco.

Cada mestizo tiene ese don que desaparece luego de ser usados tres veces.

¿Cómo se esto? Cuando mi hermosa mate desapareció los mismos mestizos que vinieron antes volvieron, se encontraron solo conmigo y me lo dijeron.

Mierda.

—No, ella es mía, mi mate por derecho además ya está marcada no la dejaré ir.—Gruño—Si tengo que traer la guerra a la tierra nuevamente sólo para que no me arrebaten a mi mate lo haré .—Respiró con fuerza.

—Asi se habla hermano, jamás le daremos a Jan, sobre nuestro cadáver primero .—Su respuesta me deja más tranquilo —Él fue el de aquella nota —

—¿Cómo lo supo? ¿Cómo supo lo que es Janelle? —

Ares hace una mueca, su rostro se vuelve lleno de culpa.

—Fue mi culpa, debí estar completamente seguro le borraron la mente a Antonella, además tu amiga ella mató al guardia antes de borrarle la memoria, fueron ellas dos, los espías tenemos en su manada me informaron que ambas están allá .—Hace una mueca —Al parecer formaron una “alianza” —

—Eso no es todo ¿Cierto? —Ares niega.

—Hemos tenido avistamientos de sadhas, no logre ocultar a Atenea a tiempo y ya se fueron cuenta que está esperando a mi primogénito/a—

—Estamos de mal en peor.—Recuesto mi cuerpo en el espaldar del mueble.

Llevo mi mano a mi cuello con enojo.

Mierda cuando pensé que las cosas estaban yendo por un buen curso, nos pasa esto.

Maldición.

Un aullido fuerte se escucha.

Me levantó de golpe sin importar si la puerta es rota o no, la abro de un portazo.

Corro lejos, Ares salta por encima de mí en su forma de lobo, la ira se incrementa dentro de mí, al escuchar las voces de los guerreros en mi mente.

Intrusa.

Chupasangre.

Mala, mala.

Trae muerte.

Mala para beta.

Intrusa debe morir.

Llegamos a los límites de nuestra manada en el lado norte, saco mis garras observándola.

—¿Así es como le dan la bienvenida a la princesa de los vampiros? ¿A la luna de esta manada?—

—Luna mis bolas chupasangre.—Uno de los guerreros dice gruñendole.

Ella muestra sus colmillos, intenta dar un paso más no puede, la barrera no la deja.

Mi corazón se acelera cuando el viento trae ese embriagador olor.

Una flecha de plata y acónito vuela hasta quedar clavada en un árbol detrás de la chupasangre.

Antonella parpadea varias veces llevado la mano derecha a su mejilla izquierda dónde poco a poco empieza a brotar un hilo de sangre.

—Si no te vas la próxima irá a tu cabeza y la diosa sabe que jamás fallo .—Su voz como melodía para mis oídos calienta mi corazón.

Me volteó lentamente quedando embobado por su belleza.

Su cabello se ondea por el viento mientras apunta a la vampira con una flecha, su rostro serio, su cuerpo libre de tensión preparado para cualquier cosa. Su cuerpo tensionado en la posición exacta para disparar el arco negro en sus manos y la flecha que brilla cond rseo de ser enterrada.

—Creeme que si das otro paso más o antes esa maldita boca no dudaré y haré lo que he estado esperando por años maldito chupasangre —

Su enojo es palpable, sin embargo su rostro es sereno.

Ah, mi mate es tan hermosa.

¿Cómo están?

Cómo ya saben no soy buena escribiendo escenas picantes, aún así hice mi mejor esfuerzo.. creo que quedó bien y se notó la urgencia en ambos, pero no sé dejó de lado su amor y su deseo.

Espero y les haya gustado, me encanto escribir este capítulo.

Tomen agua por si se secaron.

*Inserte risa malvada*

Janelle es una diosa 🛐

Eros mi amor 🛐

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Dejen sus votos y comentarios.

Me ayudan mucho y ayudan a la historia a crecer y que más personas la conozcan.

Nos leemos pronto ❤️.