Capítulo 20.
Muevo mis pies observando a ambas chicas jugar en el agua, corren y la chica de cabellos negros da un salto cayendo en cuatro patas, su pelaje marron se alza de dicha, la otra de cabellos rubios da un salto aullando cayendo en cuatro patas, su pelaje negro se ondea con la tenue brisa.
Corre por toda la orilla del lago, aullando y mordiéndosen de forma juguetona, me levantó en la piedra lanzandome el lago.
Contengo la respiración, liberando un poco de aire nado hasta salir a la superficie donde ambas lobas me observan.
—Creimos que ya te habías cansado de tu miserable existencia .—La loba de pelaje negro dice divertida.
—Ya estábamos colocandonos de acuerdo para ver quién se lanzaba por tí .—La de pelaje marron labe su pata para luego pasarla por su oreja.
—¡Vaya! Ambas son tan consideradas.—Me río irónicamente.
—¿Cierto? Deberías valorarnos más, ya que pues…. Somos lo único que te queda, ya alejaste a tu mate, bloqueaste el lazo que los une y al parecer ahora te es difícil volver a sentir del todo ¿Ya no sabes cómo desbloquearlo? Y no solo a tu mate, también bloqueaste al alfa, el alfa de tu manada, tu alfa ¿Sabes? Un alfa sin su beta está perdido .—La loba negra me da una mirada con superioridad, malditas lobas —Y ahora no puedes convertirte en loba, das pena Janelle Hale, la diosa debe estar decepcionada de tí a tal punto para no permitirte ser una con la vida, con la naturaleza, ser tu verdadera forma, aunque comprendo a la diosa, ¿No aceptar a tu Omega? ¿No aceptar el regalo de ser mestizo? —Niega, maldita loba, la odio.
—¿Nunca se callan? Malditas lobas .—Me sumerjo lejos de sus voces, lejos de sus miradas de superioridad, lejos de sus comentarios hirientes, lejos de ellas.
Cierro mis ojos flotando en el inmenso lago, dejando que la oscuridad me consuma.
¿Qué estará haciendo ahora Eros? ¿Me extrañará tanto como lo hago yo? ¿Estará con alguien más? ¿Aun me querrá? ¿Aun me amará con lo hago yo?
Muevo mi cabeza negando, de nada sirve pensar en todo eso, de nada sirve matarme la cabeza con todas esas preguntas sin respuestas.
Mi cuerpo se sacude con fuerza ¿Qué sucede ahora? Muevo mi mano intentando que me dejen tranquila lo que sea que me está moviendo, ¿No ven que estoy en paz? Estoy en paz, me siento bien ahora mismo, siento mi cuerpo flotar libremente. No siento dolor, no siento angustia, no siento nada, solo paz.
Abro lentamente mis ojos observando una tenue luz que poco a poco se va formando en Eros, elevó mi mano queriendo alcanzarlo, cuando nuestras manos están cerca soy jalada por una fuerza, expulsando lejos de él.
Empiezo a toser, sintiendo mi vista ardiendo, respiro profundo y abro mis ojos observando a ambas chicas con él cabello blanco.
Cuando ambas vuelven a ser humanas su cabello queda así por unas horas.
—¿Te quieres morir maldita y estúpida humana?—¿Por qué cuando alguna de las dos me insulta lo dice tan bien?— ¿Ser consciente que si mueres muchos sufrirán por ti? ¿Acaso en maldita cabeza tuya entiende que si mueres cosas dejarán de existir? —Me gruñe la omega—Ser persona tan egoísta —Se aleja de mí gruñendo.
La beta me observa negando.
—¿Saber? Tú mueres, Eros muere, tú mueres, todo deja de existir nosotras.—Me ayuda a levantar.
—Si ambas hablaran bien las tomaría en serio—
—Oh, disculpa, ser perfecto —
Siento mi pecho arder, como si el fuego estuviera quemando mi cuerpo por dentro.
Bajo mi cabeza con remordimiento, abro mi boca para decir algo, pero de ella no sale una palabra, casi como si no supiera hablar, muerdo mis labios. Yo no intentaba morirme, no intentaba matarme.
Niego, creo que ninguna de las dos me escucharan y más la omega. Creo que ella ahora mismo me odia. La beta me ayuda a subir como puede, la omega nos da una mirada, observo como suspira, se detiene y regresa.
Con ayuda de ambas sube hasta llegar a la cueva, me dejan con cuidado dejando que repose mi cuerpo en la dura piedra, recuesto mi cabeza suspirando. Mi cuerpo se siente pesado, lo siento como si cargara pesadas rocas en mis hombros. Abro mis ojos, cayendo en cuenta que estoy siendo observada.
—¿Qué? —Me acomodo mejor mirandolas—Por si no se han dado cuenta. Estoy cansada, no puedo ni mover mi cuerpo, si desean comida vayan ustedes mismas—
—Si comieras mejor —
—No tengo mucha hambre estos días, así que por hoy vaya una de ustedes a buscar alimento, porque no seré yo .—Cierro mis ojos escuchando el gruñido y luego las pisadas, abro un poco mi ojo derecho sonriendo sutilmente al no ver a la beta.
—Ser tan estúpida .—Abro mis ojos rodandolos.
—Y tú tan criticona .—Ella bufa.
—No ofenderte mucho, me estaría ofendido misma—Junto mis cejas confundida.
—¿De qué hablas? —
—De nada .—Traga saliva —No hablar de nada.—La miró por unos segundos suspirando.
No tengo cabeza para intentar persuadirla, ahora solo quiero descansar.
—No cerrar ojos.—Hago una mueca cuando me golpea el rostro con fuerza.
—Eso duele loba estúpida, no me voy a morir solo deseo descansar un poco. Eso es todo—
—¿No morir? —
—No, además si deseara morir y lo quisiera hacer tu rostro tapado por una mata de cabello sería lo último que quisiera ver. Así que gracias por tu preocupación, pero por favor déjame descansar en paz .—Ella me mira o siento creo yo, se aleja sentándose en la roca frente a mí manteniendo su rostro girando hacia mí.
Ruedo mis ojos acomodandome, los cierro controlando mi respiración, siendo como poco a poco el sueño me llama.
—Dividanse, ella tiene que estar por aquí, aunque en tenue siento su olor, siento nuestro lazo—
Mi corazón salta al escuchar esa voz, esa voz que hace estragos en mi cuerpo, esa voz que tanto he deseado escuchar este mes que pasado.
Abro mis ojos de golpe escuchando los susurros de ambas lobas y sus sonrisas.
—¿De qué se ríen? Para reírme también.—Ambas giran sus cuerpos.
—De nada, solo estamos emocionadas —
—¿Y por qué lo están?—
Ejerciendo fuerza me levanto para luego acercarme a ellas.
—No sabemos, sentimos la emoción, felicidad, sentir como humanas—Asiento débilmente.
Tomó un pescado mordiendolo, respiro profundo controlando mis ganas de vomitar.
Escupo la sangre que sale de mi boca, me levanto tomando dos ramas grandes en mis manos. Caminó manteniéndome alerta, ellas son dos, dos contra una.
Debo mantenerme alerta, por qué un mínimo descuido y alguna de las dos me matan.
Todo pasó tan rápido, todo pasó en un abrir y cerrar de ojos.
Flashback.
No me importa que hora es, ahora mismo solo deseo nadar y nadar, alejarme de esas lobas. Ellas no me quieren, ¿Y yo? Menos, he estado con ellas solo porque ambas me salvaron.
Nada hasta la superficie, mirando el cielo, bajo la mirada observando cómo ambas lobas se acercan.
Estos últimos dos días sólo dormimos en el mismo lugar, yo lo más lejos posible de ellas, si antes compartimos y hablamos por cortesía, eso ahora no existe.
Ambas se miran gruñendo, ambas solo tienen un objetivo y soy yo, es lo único en común que poseen y lo se, solo por la forma en que me miran.
Una larga herida se encuentra en la pierna de la omega, sangre cae de su rostro y su abdomen se encuentra ligeramente lastimado.
El brazo derecho de la beta rueda sangre desde el inicio del hombro hasta el final de la mano, de su cabeza sale sangre.
Los cuerpos de ambas están gravemente lastimados, pero eso no les importa. Vienen por mí
Terminó de salir del agua pasando por sus lados.
—¿Qué sucede? —
—Tu ser loba estúpida, loba no entender el significado de omega, significado de beta, de mestiza—
Ruedo mis ojos, ambas son tan intensas.
—¿Qué no se que es ser una beta? Soy una beta, toda mi familia por generaciones han sido betas—
—¿Qué es ser beta? —
—Pues, beta es la mano derecha del alfa, la estabilidad emocional de la manada.—Me alejo cuando escuchó el fuerte gruñido de la beta.
—Beta, ser más que eso.—Sus ojos se tornan amarillos, solo observo poco lo que su cabello me deja ver.
Esquivó el golpe de la beta, sin embargo el de la omega me toma desprevenida dándome completamente en el rostro.
—Humana testaruda, si para lograr entender tener que estar al borde de la muerte, debe ser así —
—¡Qué mierda dices! —Doy un salto alejándome de ellas, sosteniendo mi pecho que duele al exaltarme.
Siento la intensa mirada de ambas lobas, en sus ojos ahora no hay nada bueno, en su mirada hay puro odió hacia mí.
Se que poco nos soportamos las tres, ¿Pero que ahora me quieran atacar? ¿Qué cambió? Corro sintiendo mis piernas temblar alejándome lo más que puedo de esas estúpidas lobas, no deseo morir así, menos por dos lobas que no se controlan.
Tapo mi rostro con mis manos al enredarme y caer al suelo.
Hago una mueca adolorida al sentir un fuerte dolor en mi tobillo, me apoyó con un árbol levantándome, bajo mi vista mordiendo mis labios mirando el hueso de mi tobillo salido.
Con mi respiración echa un asco y mi corazón latiendo como loco, camino sin apoyar mi pie en el suelo, siento tranquilidad al ver a lo lejos la cueva.
Si llego y trepó hasta la cima, ellas no me alcanzaran, ambas temen subirse en sus formas de loba.
Quedó quieta sudando frío al escuchar dos aullandos con fuerza cerca de mí, exigiendo mi rendición, exigiendo mi sangre.
Fin del flashback.
Tragó saliva con mis manos temblorosas, aprieta mi ropa, cuando caigo en cuenta que caí en su trampa.
Desde que llegué aquí ambas me estuvieron analizando, me estuvieron estudiando, buscando el mejor momento para atacarme ¿Y qué mejor momento cuando volvía del lago? Débil y sin fuerzas.
—Humana—
Muevo rápidamente mi cuerpo conteniendo mi gritó, respiro profundo sintiendo un intenso dolor.
Solo controlate, puedes salir de esta, solo debes encontrar el punto débil de ambas. Maldición si tan solo tuviera más energía.
Si tan solo yo.
—No importa cuánto lo intentes, no lograrás estar en tu forma de animal —
Miró a la loba negra sonriendo.
—Gracias por el dato —
Si tan solo pudiera volver a ser loba, correría lejos o me enfrentaría a ellas sin miedo, estaría sanando como se debe.
—¿Qué les hice? —
—¿Qué nos hiciste? —
Con mi corazón golpeando con fuerza mi pecho, me quedo inmóvil al verlas acercarse a mí. Sus auras se tiñen de ira, se tiñen de deseo.
—No aceptar la bendición.—Su voz retumba en mi mente como eco.
Abro mis ojos al sentir como una mano atraviesa mi pecho.
Miró sus ojos azules, solo un poco y varias cosas pasan por mi mente como si fuera películas.
Mi pecho se oprime de dolor.
Creí que ser omega era signo de ser débil, pero al ver sus ojos, ver esas vidas, me doy cuenta que no es así. Ser omega no es ser débil, es ser un milagro.
—Una manada sin omega, manada sin estabilidad.—Escupo sangre levantando la vista.
Las copas de los árboles se mecen con fuerza.
—Beta, ser ancla, beta ser conexión, beta ser unión de lobos, omega ser estabilidad, armonía, alfa ser liderazgo, ser guía, protector, padre, amigo, cuidador, luna ser ancla del alfa, ser luz de beta, ser paz de manada. Todo eso junto ser armonía. Omega ser importante —
Toso con fuerza, la sangre poco a poco impide que logre respirar, mis ojos me empiezan a arder.
La mano que está dentro de mi se retuerce, para luego ser retirada.
—Tu debes entender, debes entender que ser mestizo, ser bendición, debes aceptarnos, sin ti nosotras no existimos —
Miró a la beta, caigo de rodillas sosteniendo mi abdomen.
—¿Qué? —El viento hace volar su cabellos revelandome sus rostros, me río como desquiciada.
Ellas son yo, siempre fueron mis partes animales, mi yo animal. La omega se acerca arrodillándose frente a mí, la beta toma lugar a su lado.
—Nosotras ser tú, nosotras ser bendición y ya es hora de despertar —
Llevan sus manos hacia mis hombros.
—¿Despertar? —
—¿Nos aceptas? ¿Aceptas la bendición?—
—No es que ahora tenga muchas opciones.—Mi cuerpo poco a poco se deja vencer, mis párpados pesan, mi respiración se torna débil y mi corazón se late cada vez más débil.
—Es hora de despertar, es hora de volver, aquí no nos podemos quedar más tiempo—
Mi cuerpo poco a poco cae al suelo, intentó sostenerme, sin embargo es en vano. La muerte me llama.
Ellas o yo me alejo y poco a poco el cuerpo se vuelve transparente.
Esto es tan raro, me estoy viendo volver transparente mientras yo me desangró en la tierra.
Ambas se vuelven unas esferas de luz, estiró mi mano intentando tocarlas.
—No aguanto más —
—Vamos, despierta no debes morir aquí, no me puedes dejar, si tú te vas, yo me voy contigo .—Esa voz, quiero volver a escuchar esa voz.
Diosa por favor.
Las dos esferas de luz vuelan hacia mí, sonrió débilmente cuando ambas bailan entre ellas, se aceptan, se aceptan como mestizas.
Mi corazón empieza a doler, liberó un grito que resuena por todo el lugar cuando entran en mí, abro mi boca buscando aire.
Todo empieza a dar vueltas y puntos negros tiñen mi vista.
Aprieto debajo de mí la tierra mientras que todo el lugar se tiñe de mis gritos.
—¡DUELEEE! —Libero un grito que se transforma en un feroz gruñido.
Cierro mis ojos dejando que la oscuridad me consuma.
Abro mi boca buscando aire, abro mis ojos de par en par, me muevo buscando aire.
—Respira con tranquilidad, aquí estoy junto a ti y no pienso dejarte nunca más—
Mis ojos se nublan.
—Eros .—Susurro cuando mis vista logra enfocarlo, elevó mi mano, quiero tocarlo.
Quiero sentirlo, pero esto jamás llega, la oscuridad me atrapa en su brazos, todo se oscurece y los sonidos, las voces, los olores desaparecen.
Solo hay oscuridad, oscuridad espesa e infinita y la conciencia poco a poco me deja.
Después de tanto vuelvo, no había escrito ya que estoy afectado de salud, no tenía mente para escribir, pero ahora sí...
Espero y les guste.
¿Se esperaban que las lobas fueran la misma Janelle?
¿Teoría?
Dejen sus votos y comentarios.
En el capítulo anterior hay un error que ya corregí, cuando narra Eros y dice que estás dos semanas, no son dos semanas en cinco días, en el siguiente capítulo lo entenderan.
Déjenme saber si les gusta la historia.
Nos leemos pronto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro