Extra II
Wenas :'3
Por favor lean la nota al final del extra xfis.
(...)
Katsuki se encontraba sentado en el suelo, un montón de pergaminos y documentos se hallaban apilados a su alrededor. Se concentró en los tratados que estaban en sus manos, admiraba el buen trabajo que había hecho su emperatriz en la economía de su pueblo, ahora que los omegas eran más independientes y gracias a las nuevas mercancías que llegaban de Europa, el mercado de expandió como nunca en los últimos quince años.
Sin decir mentira, el imperio Bakugou de hallaba en la cúspide de su grandeza, militar y económica, en lo social aún faltaban unas cosas por cambiar, hubieron muchas mejoras, pero los conservadores extremos siempre le daban dolores de cabeza a su perfecto omega. Izuku, tan bello y frágil como él solo, incluso se había enfrentado a calurosas discusiones en el consejo cuando presentaba alguna reforma de ley o proyecto.
El rubio no quería quitarle los méritos a su cónyuge, por lo que no se entrometía en esos asuntos a menos de que el mismo pecoso se lo pidiera, tampoco bajaba la cabeza de quienes se oponían de alguna forma a él, bueno, no a los más relevantes, ya que podría ser bastante sospechoso. Él mismo se encargaba de que todo fuer perfectamente cubierto así que de eso no había problemas, pero Izuku también sospechaba, demasiado observador para su propio bien. Aunque, sus conclusiones no llegaban a nada al no haber pruebas.
Katsuki no podía evitar estar orgulloso de sí mismo, y de Izuku a pesar de todo, nadie era tan perfecto como él y nadie podría estar a su lado como su igual más que ese pecoso de ojos grandes.
Los pensamientos del emperador fueron interrumpidos cuando sintió la presencia de una de sus sombras, solo venían a él cuando reunían la información que Katsuki les pedía. Supo que era Tokoyami, quien cuidaba de Izuku como su misión de vida, lo extraño era que no le había pedido nada en los últimos días, así que llegase de repente era que algo estaba pasando.
—Habla de una vez. —Murmuró el rubio dejando de lado el documento que leía, Tokoyami se materializó, saliendo de entre las sombras como si saliera de un estanque de agua, su cara era cubierta por una máscara de cuervo y sus ojos rojos eran lo único visible de ella.
—Majestad —se arrodilló el beta—, el emperatriz, acaba de entrar en su calor, mi señor.
Katsuki se levantó de su lugar, era muy pronto para que eso ocurriese. Hace un par de semanas fue el cumpleaños del peliverde y desde entonces ha dejado de darle la planta medicinal en sus té, puede que eso haya desencadenado su celo, su omega interno al saber que ya no habría impedimentos para quedar en cinta de nuevo ha hecho que su calor llegará antes.
Sin decir nada el rubio salió de la habitación, para ese momento Tokoyami ya había desparecido sin dejar ningún rastro. Katsuki iba a mitad de camino hacia su habitación compartida con el emperatriz cuando una sirvienta casi choca con él en un pasillo. La joven de cabellos naranjas y ojos azules tomó su distancia para dar una reverencia.
—¡Majestad, lo iba a buscar! ¡El emperatriz lo necesita! —La joven exclamó algo temerosa sin levantar el rostro, Katsuki agradeció internamente la velocidad de su sombra en darle la noticia, mientras más rápido, menos dolor sufriría su pecoso esposo.
—Regresa a tus labores. —dijo el rubio con calma antes de continuar, su pasos eran rápidos y no tardó mucho tiempo en llegar a su destino.
El aroma dulce y empalagoso de su omega en celo se hizo fuerte una vez estuvo al frente de la puerta corrediza. Sin embargo, este aroma tenía un ligero tinte de tristeza, algo no andaba bien del todo. Sin perder más tiempo, Katsuki entró a la habitación, ya se había preparado mentalmente para el golpe en su nariz, pero aún así tuvo que morderse la lengua para mantener la cordura.
—Izuku… —El rubio llamó una vez cerró la puerta tras de sí, en la cama había un bulto bajo las mantas, un leve sollozo lo hizo angustiarse, su omega estaba llorando—. Deku, mi amor, ¿qué pasó, duele mucho?
No sabía si el celo había llegado con demasiada fuerza y los dolores musculares se habrían intensificado, normalmente Katsuki sabía exactamente qué día iba a comenzar y preparaba todo con un día de antelación e incluso desde antes de que comenzarán los síntomas por completo el rubio ya lo estaba atendiendo, así que Izuku no sufría nada más que el placer durante sus calores.
El enigma fue hasta la cama y subió con cuidado a ella, Izuku le daba la espalda, pero no impidió que le sacara las manta de encima, solo así volteó con cuidado en su dirección, su cara estaba llena de lágrimas y el kimono que se había puesto esa mañana esta medio suelto y arrugado, abierto sobre los hombros.
—Cachorro, quiero otro cachorro… —dijo, como si se tratase de su sueño más anhelado sin cumplir, Katsuki no sabía qué hacer en esa situación, el peliverde era demasiado lindo para su propio bien.
—¿No tienes ocho bellos enigmas? —Katsuki se sacó la ropa, su erección completamente erguida entre sus piernas invitaba al omega a sentarse sobre ella de una vez, pero no era el momento, debía de aprovechar para sacarse sus dudas sobre la razón por la cual Izuku quería tanto otro terror nocturno en sus vidas.
El enigma tomó al pecoso y lo sentó con cuidado en su regazo, tuvo que alzar el kimono del pecoso por encima de sus muslos para que este pudiera abrir sus piernas. El rostro lloroso y sonrojado del pecoso le dio ganas de morderlo, se contuvo y en cambio le acarició una mejilla con suavidad, Izuku comenzó a frotarse en su erección por instinto, sus caderas se movían en un lento vaivén satisfactorio.
—Omega, quiero un bebé omega… Todos son como Katsuki —volvió a llorar, Izuku seguía moviéndose a pesar de tener los ojos acuosos y miraba al enigma con el corazón rotó o eso le hacía parecer.
—Por los dioses, ¿sabes lo difícil que será eso? —Katsuki entendía bien, era un enigma de sangre fuerte e Izuku un omega, podría ser de alta cuna, sin embargo no podría competir con sus genes, por eso no estaba sorprendido en lo más mínimo de que todos sus hijos fueran rubios y enigmas como él.
—Pero yo… —El llanto aumentó, sinceramente el emperador no podía creer que siempre se haya tratado de eso y ahora tenía que lidiar con un berrinche, no solo era Izuku, también su omega interno quien deseaba tener aquello que le pedía.
"Cualquier dios que me escuche en este momento, que el siguiente nacimiento sea un cachorro omega o este imperio arderá en llamas con toda la descendencia que habrá de ahora en adelante…"
Porque sí, Katsuki iba a cumplir los deseos de su omega, si quería seguir teniendo cachorros hasta dar con el pequeño omega que tanto deseaba, que así sea, no importaba si se llegaba a arrepentir después cuando éste creciera tan hermoso como su madre y llegasen bastardos a querer tomar la mano de su criatura.
"Todos arderán en llamas de cualquier modo", pensó con ironía, dejó de lado sus pensamientos, se concentró en el cuerpo sudoroso y jadeante qué estaba encima suyo, que anhelaba por él y por su semen como si su vida dependiera de ello.
(...)
Katsuo entró al comedor, le pareció curioso que todo estuviera silencioso, iba un poco tarde así que esperaba el regaño de su padre por hacerlos esperar en la mesa, pero no estaban en ninguna parte, solo sus hermanos que ya habían empezado a comer sin él, el rubio se acercó lentamente y tomó su lugar.
—A nuestra madre le llegó su calor hoy, él y padre estarán ausentes por los siguientes tres días. —dijo Hitomi suavemente, dejó el punto final ahí, no les gustaba a ninguno hablar más de ese tema, tanto por respeto como por asco, ¿a quien le gustaba imaginarse a sus padres en situaciones indecorosas?
—Ya veo, me haré cargo de todo hasta que él vuelva. —Katsuo sintió sus mejillas sonrojarse levemente por la vergüenza, también acababa de pasar por su mente el nombre de Daisuke, se imaginaba cuando ellos estuvieran en esa posición.
Aunque, primero debía de hablarlo bien con sus padres, quería saber si podía incluso comprometerse desde ahora con ese hermoso omega de cabellos rojos y ojos miel que lo volvían loco. No podía pensar en el hecho de que otro alfa se le adelantara, bueno, Daisuke ya le había prometido su amor a él, pero no confiaba que otros buitres pudieran quedarse quieto, pero antes muerto que dejárselos.
—¡Hermano, estás apestando la mesa! —Hazuka chilló tapándose la nariz, era quien se sentaba al lado izquierdo de su hermano mayor y no soportaba ese aroma amargo qué comenzó a soltar.
Todos habían notado el aroma de Katsuo, pero este era leve, ya que siempre lo mantenía casi perfectamente bajo control, que Hazuka pudiera olfatearlo con tanta sensibilidad solo significaba una cosa. En ese momento, y como si algún dios la hubiera enviado, la doncella Eri entró en el lugar, quería asegurarse de que los cachorros más jóvenes estuvieran satisfechos con todo.
Era su trabajo cuidar de ellos hasta que mostrarán una independencia completa, aún se siente culpable de no darse cuenta de la travesura de los gemelos la última vez, su esposo incluso sufrió las consecuencias. En cuanto entró al lugar notó al príncipe más joven tapando su nariz y el rostro de sorpresa y confusión de sus hermanos mayores.
—¿Qué ha pasado? —Se acercó rápidamente y tomó al menor en sus brazos, pesaba un poco, creció muy rápido para su gusto, tocó su frente y notó de inmediato el calor que desprendía de ella—, oh pequeño, es tu presentación.
—Madre no podrá estar con él —Tomeo se levantó de la mesa, algo preocupado—. Tampoco nosotros, nos rechazará por instinto.
—Iré a la lavandería. —Hitomi siguió el ejemplo de su hermano mayor y también se levantó—. Las doncellas apenas habían tomado las prendas de la habitación de nuestros padres, seguramente habrá alguna que aún no esté lavada.
Los kimonos de Izuku eran lavados uno por uno y con sumo cuidado, tardaban un poco en hacerlo. Katsuki siempre les tenía un ojo encima ya que el pecoso los adoraba. Así que estaba la posibilidad de que hubiera un kimono con el aroma del emperatriz aún intacto, Hazuka lo iba a necesitar bastante. Cada quien se fue por una dirección diferente, Eri al ala de enfermería y Hitomi junto con Tomeo a buscar una prenda de su madre.
—Apenas cumplió los cinco años hace tres meses —Taro rompió el silencio que se había creado en el comedor—, es muy pronto, todos nos presentamos al cumplir los seis años.
—Puede que no sea un enigma, o que es una excepción, no estaremos seguros hasta que la anciana Chiyo nos lo diga. —Katsuo suspiró, su madre se iba a llevar una sorpresa y puede que no le guste mucho.
Izuku siempre estuvo ahí al pendiente de sus cachorros cuando estos se presentaron, el aroma del pecoso era un relajante bastante efectivo y sus conocimientos de medicina hacía que él supiera bien qué hacer en todo momento. Pero, ahora Hazuka se iba a perder de ese acompañamiento y eso lo ponía un poco triste, su pequeño hermano sufriría su primer rut solo.
—¿A dónde se fueron los gemelos? —Tetsuo interrumpió los pensamientos de los otros, quienes voltearon hacia el puesto de los terrores andante, vacíos igual que los platos—. Oh no.
Se lamentó el enigma, entendían perfectamente porqué se le escapaban a Eri, ellos podrían ser muy ágiles y silenciosos cuando se lo proponían, a pesar de dejar un destrozo a su paso. Katsuo esperaba y rogaba a los dioses que ellos no estuvieran tramando algo ahora que todos estaban prestando atención a otra parte.
—Encuéntralos y pongan una docena de guardias a seguir sus huellas. —Katsuo dijo en una orden básicamente y esta vez Tetsuo no discutió con él como de costumbre por hacer tal cosa, no era momento de pelear, puede que Yoshio y Kiyoshi suelten una manada de toros en la capital y eso no lo permitiría en su presencia.
(...)
Perdonen pero este año va a ser bastante ajetreado, bueno, ya lo es, pasan demasiadas cosas y me he refugiado en los juegos últimamente.
Tomaré una pausa, lo he pensado bien, quiero avisarles para que no se preocupen si no llego a aparecer mucho por acá, daré señales de vida de vez en cuando.
Muchas gracias a todos aquellos por los que me han apoyado en el concurso, sus comentarios de ánimos son hermosos ┐( ̄ヮ ̄)┌ (para los que no sepan y quieren saber de que hablo he publicado un link en anuncios, es de un concurso para ganarme una skin del juego llamado Sky, lo recomiendo, es bello y relajante), me animé a escribir este corto extra, cuando vuelva continuaré en donde lo he dejado.
Tengo algunas ideas pero no tengo en orden la cabeza, gracias por todo el apoyo que me han dado Todos estos años, espero sigan aquí una vez regrese y continuemos esta aventura.
Los amo a todos, muchas gracias otra vez, leer sus bellos comentarios y recibir el apoyo de ustedes hizo mi vida muy feliz, lo hace aún, pero me duele no corresponder de la misma manera. Nos seguiremos leyendo en un futuro.
Los quiero mucho. ❤️❤️❤️
Zaorycast. ✨✨
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