Capitulo 1
Capítulo I
Los rayos de luz atravesaban las ramas de aquel árbol, el canto de las aves era el único sonido que se lograba escuchar a la distancia junto al sonido de mi respiración.
Oh cuánto adoraba ver el atardecer, siendo testigo de los últimos rayos de luz, despidiéndome de aquel resplandor y rogando que el día de mañana regresará para iluminar mi camino.
Suspiré viendo el sol ocultarse, era momento de regresar a casa.
Camine lentamente regresando a aquel lugar que podría llamar hogar.
Los rayos de la luna iluminaban con tenue luz a aquella pequeña cabaña.
Un delicioso aroma llegó a mí, tarta recién horneada...
– ¡Valla! Vanessa, no me sorprende que hayas regresado tan rápido después de olfatear el delicioso aroma de mi nueva receta de tartas. Adelante prueba un poco. –
– ¡Está delicioso! ¿Este sabor no es de manzanillas?–
– Así es, son del manzanillo del señor Delot, hoy por la mañana he decidido preguntarle si podía tomar unas. Con las semillas intentaré sembrar nuevos.–
– Hablando de él ¿Dónde está? –
Ha salido por la mañana a uno de sus viajes junto a Sebastian y Lucette. Dentro de un rato partiré, quería dejarte algo de comer antes de irme.
– ¿A dónde van todo el tiempo? – Deisy no respondió, solo se limitó a servir un trozo de tarta para ambas. Era completamente extraño como todos entraban y salían de este mundo sin que yo me diera cuenta.
Los días, semanas y meses pasaban casi en soledad, aunque Lucette, Sebastian, Deisy y Delot me acompañan de vez en cuando, en el momento en que misteriosamente desaparecen, me quedo a la deriva en este lugar. He olvidado cuántas veces he rodeado el mundo... Un pequeño mundo que podía ser recorrido en unas cuantas horas por completo.
– Hey, hey ¡Vanessa! deberías descansar, mañana te espera un largo dia. –
– Claro... Un día en que haré exactamente lo del día anterior... ¿irás con ellos no es así? No debes contestar, se que lo harás. No tengo idea hacia donde van... Pero algo me dice que es peligroso, ten cuidado. – Sabía perfectamente que nadie respondería mis preguntas de qué es lo que pasaba, oh a donde rayos iban. Me había rendido hace tiempo en buscar una respuesta.
– Tu sexto sentido jamás falla... Si tan solo pudiera... Es mejor que me vaya, debe ser confuso para ti, pero es lo mejor. Vanessa hay una gran nube negra acechando, ten cuidado de las sombras. –
– Lo sé... –
– No Vanessa no lo sabes... Esta vez va más allá de eso, todo esto es mucho más de lo que podrías imaginar... –Sus ojos reflejaban terror y desesperación, aquella bella sonrisa que siempre adornaba su rostro se desvaneció por completo, era algo indescriptible descifrar todas esas emociones que sus ojos reflejaban. Por un segundo acercó su mano a su boca soplando levemente y luego la extendió hacia mí-
–¿Qué es esto? –
– Si llegas a sentir algo realmente extraño, hazle caso a tus instintos, sopla hacia aquí es un hechizo de salvación, te llevará hacia un lugar seguro, por ningún motivo debes moverte de ahí hasta que lleguemos nosotros ¿Haz entendido? - Asentí, eso calmó un poco su rostro, me dio un abrazo y una sonrisa para luego salir de la casa.
¿Que había sido aquello? ¿Realmente había algo tan peligroso?
Me pasaba las noches preguntándome qué era aquel secreto que ocultaban con tanto esmero. No era como si yo fuera una persona curiosa, jamas me atrevi a preguntar tanto sobre aquellos viajes y los susurros mientras fingía que dormía.
Deje de darle vueltas al asunto por un segundo, era tarde y debería dormir antes de que llegue la segunda fase lunar.
Caminé por la casa hacia mi habitación y me recosté sobre mi cama.
Trate de conciliar el sueño, aunque realmente no funcionó, era difícil dormir con tantas preguntas y con tan pocas respuestas.
¿A donde iban realmente? ¿Porque rayos era un secreto? ¿Cual era el peligro que nos acechaba? Y la más importante de todas... ¿Por qué esto tenía que ver conmigo?
Tenía cinco o seis años cuando llegué aquí, recuerdo pensar que era un lugar hermoso, un lugar sin oscuridad, aunque no logro recordar porque tenía tanto miedo. Delot me decía que era por mi seguridad, yo tan solo pensaba en que quería ver a mis padres.
No recordaba sus rostros, ni sus voces... Solo recordaba sus nombres oh es lo que quería creer Gea era el nombre de mi madre, Kemal el de mi padre. A veces creía recordar a un bebe siendo arrullado en los brazos de Gea, en una habitación muy grande y realmente hermosa.
Un bebe el cual no recordaba su nombre pero me gustaría creer que era mi hermano y una habitación la que me encantaría decir era de mi hogar...
(...)
Olía a cebollino y tomate frito, Olía a comida... Olía delicioso... oh rayos pero estaba demasiado cómoda, no quiero levantarme. De pronto el olor a chocolate caliente inundó mis sentidos y me levanté inmediatamente.
El sol se colaba por las ventanas, Lucette estaba en la cocina junto a Deisy. ¿Que no estarían en un viaje por muchos días?
– Oh Vanessa, has despertado, valla que dormiste mucho, son casi la una de la tarde. Ayer la cena estuvo tan deliciosa que pensé en cocinar algo yo misma. – Lucette no estaba aquí anoche... – Oh claro que si estaba, comimos junto a Sebastián Y Delot una deliciosa tarta de queso ¿Como podrías olvidarlo? – ¿Como rayos sabia en que pensaba? Una sonrisa macabra salió de sus labios...
– Lucette tu no sabes cocinar...– Todo se volvió oscuro, la luz se desvaneció y el dulce aroma del chocolate se transformó en algo nauseabundo. Lucette se desvaneció ante mis ojos y quien se suponía era Deisy se transformó en una mujer...
– Vaya, querida haz crecido mucho – su rostro... no tenía rostro.
(...)
Se me hacía dificultoso respirar, todo era un sueño... Que pesadilla tan horrible, no quiero moverme de aqui, no habia olor a chocolate, ningun ruido se escuchaba, estaba totalmente sola... eso era aún más aterrador. Si algo malo me sucedía, probablemente no habría nadie que pudiera ayudarme. Tardaría días en llegar y cuando eso sucediera solo encontraron las cenizas de mi cuerpo.
Debía tranquilizarme, no había nada que pudiera hacerme daño aquí, era un lugar demasiado pequeño como para que algo realmente me acechara.
Tengo que dejar de ser tan cobarde, esas pesadillas no son reales. No tenía una pesadilla así hace años. Al salir de mi cama, me encontré que verdaderamente estaba sola.
Una caminata no vendría nada mal, eso calmaba mis nervios, saque un pedazo de tarta de la noche anterior y camine al exterior sin rumbo fijo.
Delot se había encargado de llenar ese lugar de plantas, habían árboles de Manzanillo, Hongos, Hierbas medicinales, flores enormes y pequeñas, las azules eran mis favoritas, jamás sabía pronunciar aquel nombre tan raro ¿ousstera?¿putrefa? "- Haz crecido mucho-" Esa voz volvió a mi cabeza, las náuseas incontrolables llegaron a mi, era una sensación indescriptible, la vista se nubló mientras caí al suelo y expulse lo poco que había comido sobre mi. Ese olor... Era el mismo que había sentido antes.
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