Mingyu observa la espalda de Wonwoo mientras ambos están recostados. Es de noche y hace frio, así que abraza al chico y hunde su rostro en su cuello. ¿Cómo una persona podía oler tan bien? Wonwoo es perfecto en muchos ámbitos, tan hermoso y agradable que Mingyu no puede evitar querer estar a su lado todo el tiempo. Puede ser asfixiante, él sabe que de vez en cuando lo es, pero ¿Cómo no serlo con alguien como Wonwoo?

Siente a Wonwoo intentando escapar de sus brazos y lo suelta, su chico se aleja sin dar una excusa y se mantiene justo al borde la cama. Mingyu siente frio, y probablemente Wonwoo se esté congelando con lo delgado que es. Lo observa sin saber qué hacer.

No se va a preguntar si Wonwoo lo ama o no, porque lo más probable es que Wonwoo no sienta nada por él. Es triste, sin embargo Mingyu tiene un promesa que debe cumplir.

Wonwoo se sienta sobre la cama para despues ponerse de pie, Mingyu se sienta de inmediato.

—¿A dónde vas?— Pregunta.

—Tengo que ir al baño.

—¿justo ahora?

—Si.

Mingyu suspira dejándose caer en la cama.

—No tardes.

Wonwoo no dice nada, tan solo camina hacia el oscuro pasillo, Mingyu observa sus pasos para despues mirar al techo. Uno. Extiende ambos brazos notando lo grande que es la cama. Dos. Él quizás deba comprar una más pequeña para que Wonwoo no se aleje tanto en las noches. Tres. Eso podría ayudarlos. Cuatro. No necesitan tanto espacio en la cama, así que se escucha razonable.

Cinco. Cierra los ojos y espera.

Seis.

Siete.

Ocho.

Nueve.

Salta de la cama y camina hasta la puerta de la habitación, apenas da un par de pasos hacía el pasillo cuando se topa con Wonwoo.

—Diez.— Pronuncia Mingyu a tan solo centímetros de Wonwoo.

—Necesito quince, la próxima vez.

—Diez son suficientes.