TaeHyung quiere sentir miedo porque ha sido secuestrado por una loca que ni siquiera conoce, de verdad que quiere sentir miedo, pero vamos, ha visto muchas películas y series, y ChaeYeon ha elegido un almacén abandonado y seguramente está a punto de explicarle su perverso plan malvado. ¿Terminará con una risa malvada? TaeHyung apuesta a que sí. 

— Tengo sed — Dice por cuarta vez, ya que nadie responde — Tengo sed. Tengo sed. Tengo sed. Tengo sed. ¡Tengo sed! 

— Cállate — Grita uno de los hombres de ChaeYeon que lo están vigilando, a punto de tirarse de los pelos porque TaeHyung no se ha callado desde que lo han llevado al almacén — Cállate aunque sean unos segundos, te lo suplico.

TaeHyung enarca una ceja divertido y comienza a moverse en la silla para que haga ruidos molestos contra el suelo. 

— He decidido que te voy a llamar Jun. Tienes cara de Jun.

El hombre apunta su arma contra la cabeza de TaeHyung y la carga dispuesto a dispararle, una mano para al hombre y Kim se queda quieto al ver a ChaeYeon sonriendo como una loca. 

— Aún no, primero tiene que aparecer JungKook para verlo morir en directo, luego podrás matar al Jeon que quieras — Dice ChaeYeon, y TaeHyung se queda quieto pensando en un plan para salir de ahí, porque pese a parecer confiando, está muerto de miedo.

Confía en JungKook y SeeGhyu para que lo salven, de verdad que sí, pero si no lo hubieran dejado atado y desprotegido, él podría haber obtenido una oportunidad que ahora no tiene. 

— No vas a salirte con la tuya — Dice para ganar tiempo, rezando para que sus lobos, su manada, su familia, lleguen a tiempo para salvarlo y acabar de una vez por todas con Han ChaeYeon.

ChaeYeon se ríe a carcajadas y se limpia una lágrima imaginaria antes de cargar su arma con unas balas amarillas que TaeHyung no ha visto nunca, pero por lo que le contó SeeGhyu, está seguro que es un tipo de acónito, ya que es una de las pocas cosas que afectan y hacen daño a los hombres lobo. 

TaeHyung abre la boca para responder algo ingenioso a la cazadora, pero un rugido ensordecedor resuena en el almacén abandonado y el castaño grita avisando a quien sea del peligro que corre, pero uno de los cazadores golpea su cabeza con la culata de un arma, dejándolo atontado y medio inconsciente, viendo como JungKook entra al espacio donde esta siendo retenido y recibe un balazo en medio del pecho.

— JungKook... — Murmura, luchando por no cerrar los ojos, desesperado por su compañero.