La fiesta fue enorme al igual que la felicidad de los recién casados los cuales bailan felices mientras se repartían cortos besos y rozaban sus narices llenas de felicidad.

—Luces hermoso señor Jeon. —habló Jungkook acariciándole la mejilla—. Estás hermoso esta noche.

—¿Solo está noche? —bromeó Jimin.

—Esta y todas las noches mi dulce omega. —susurró Jungkook para acercarse y reclamar los labios de su esposo.

Jimin no se opuso y le siguió el beso feliz, al terminar la fiesta los padres de la nueva pareja de esposos les regalaron un viaje a París para que disfrutaran de su Luna de miel.

Jungkook y Jimin se despedían de su pequeño cachorro el cual no iba a poder ir con ellos, luego de darle muchos besos ambos se subieron al taxi que los llevaría al aeropuerto. Jimin se movía nervioso pues nunca se había separado de su bebé.

—Tranquilo amor, mi papá dijo que haremos videollamada para que lo veamos. —lo tomó de la mano y le dio un beso.

—Lo sé, pero es mi bebé. —lo vio.

—Tranquilo, cuando volvamos estaremos todo el día con él. —habló Jungkook tomando una revista para distraerse.

Jimin asintió y se recostó en el hombro de su esposo. Al llegar al aeropuerto ambos bajaron y se dirigieron para hacer los papeles para ir a su viaje.

—Mi papá dijo que nos reservaron una suite. —dijo Jimin—. La cual está en el centro de la ciudad.

—Sí. —sonrió Jungkook—. Veremos todos los lugares que tú quieras.

—Prefiero quedarme en la suite.

—Como digas. —contestó Jungkook dándole un beso.

Al llegar a su vuelo, los dos subieron felices pues cada vez se acercaban más al momento más importante de sus vidas, ese momento donde Jungkook lo marcaría como suyo y así su lazo iba a crecer aún más.

Ya en el hotel, ellos dieron el papel donde estaba la reservación, con nervios la pareja subía por el ascensor hasta llegar a la habitación donde se quedarían dos semanas disfrutando de su amor.

Al entrar al lugar, los dos vieron que estaba adornado con pétalos de rosas las cuales hacían un camino hacia la cama en la cual había una pequeña mesa que tenía una botella de champaña.

—Lo tenían todo planeado. —sonrió Jimin.

—Así parece. —dijo Jungkook abrazando a su esposo.

Al alejarse ambos se vieron a los ojos y se besaron con pasión y con amor, disfrutando del dulce sabor de sus bocas. Se alejaron con una sonrisa para disfrutar de la champaña y de unas uvas para volver a besarse y estar listos para unirse en uno solo.