capítulo 2
Ya había pasado un año desde aquél encuentro, y también cuando se enteraron que eran vecinos, pues el omega se había mudado a la par de él.
Aunque vivía con sus hermanas gemelas no le molestaba en absoluto, después de todo los tres casi tenían la misma edad.
Jimin pasaba la mayor parte de su tiempo con aquél alfa el cual no tenía ningún problema en tenerlo en su casa, por alguna razón se sentía tranquilo y feliz de tenerlo con él, tal vez era por el suave aroma que el omega emanaba.
—Jungkook. —llamó Jimin mientras se sentaba en la cama del mayor.
—¿Qué ocurre minnie? —se giró para verlo.
—Creo que ya encontré a mi pareja destinada. —le contó casual.
Al decir eso el lobo dentro del alfa se puso un poco inquieto, algo que él trató de ignorar.
—Me alegro por ti Jimin. —dijo. Aunque seguía sintiéndose raro.
—Ahora saldré con él. Por eso quería que me ayudaras a escoger que ponerme.
—¿Yo? —tragó saliva.
—Somos amigos, además la ayuda de un alfa me ayudará. —se levantó para acercarse al alfa—. Vamos kookie. —susurró.
El alfa tragó saliva nuevamente al ver la mirada que el omega le daba, con un poco de dificultad lo alejó y se dirigieron rumbo a la casa del menor, Jimin lo tomó de la mano y lo llevó a su habitación.
—No creo que sea seguro. —habló Jungkook al ver como Jimin se quitaba la camisa.
—Jungkook no tengas miedo, yo confío en tí. —dijo mientras se daba vuelta y se quitaba los pantalones.
Jungkook se giró al ver que el omega había quedado desnudo, bueno, en ropa interior. Él maldijo internamente por tener un amigo omega y dejarse manipular por él.
Luego de elegir unos atuendos, Jimin se fue feliz por su cita. Jungkook lo vio irse y algo dentro de el nuevamente se revolvió ya llevaba semanas con ese mismo ¿Ardor?
(...)
La tarde llegó y con ella una fuerte tormenta. El alfa estaba preocupado al ver que el omega todavía no regresaba, pero tal vez estaba con su destinado y debía aceptarlo.
—Creo que me siento solo. —susurró mirando a la ventana.
A lo lejos vió al omega caminar bajo la lluvia mientras se abrazaba a sí mismo, se sorprendió al verlo. Rápidamente salió y corrió en busca del omega que al verlo lo abrazo a la vez que lloraba.
—Minnie. —musitó Jungkook confundido.
—Ya no quiero ser un juguete de nadie. —lloró—. Por favor.
Jungkook solo lo abrazaba aún más, su lobo interior estaba molesto. Nadie tenia el derecho de jugar con aquel lindo omega, ni siquiera su destinado, lo que si sabía era que le iba a ir a partir la cara a aquel alfa que se ocurrió hacer llorar a su Jimin.
—Tranquilo minnie, Jungkook está aquí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro