Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2. Noterral.

Miramos el edificio sin dar crédito a lo que nuestros ojos ven. En un ataque de impulsividad, Jane atina a volver al edificio, pero Lucca la detiene.

—No puedes entrar, Jane. Pondrías en riesgo tu vida.

—¿Vamos a dejar que todos ahí dentro mueran?

—No, vamos a ir a la salida de emergencias, por donde salieron los demás. Ahí seremos más útiles.

—Mi primo tiene razón —digo para calmar un poco a Jane —. No actúes por impulso y yo no actuaré como siempre hoy, ¿de acuerdo? Debemos mantener la calma.

—Está bien...

Que la guerra llegara a nosotros, a nuestro pequeño pueblo, no estaba en mi panorama de lo que sería la Tercera Guerra Mundial. La explosión que sentimos no debió ser más que una bomba, y eso sólo significa que tendremos problemas. Escuchamos un helicóptero volar sobre nosotros y lo siguiente que vemos son balas disparadas desde lo alto, directo a nuestros compañeros. La masacre ha comenzado y nosotros estamos paralizados.

—¡Síganme! —Grita Ray y Lucca es el primero en correr tras él, agarrándonos a Jane y a mí en el camino. Me zafo de su agarre y lo enfrento.

—¿Estás loco? No voy a irme sin luchar. Si he de morir, lo haré peleando.

—Ni que fueras samurái y debas respetar tu honor, prima querida. Ahora, vas a mover tu culo y nos iremos de aquí. Debemos irnos si queremos sobrevivir, al menos unos días más.

—A veces te odio demasiado, pero tienes razón.

Corremos tras Ray, quien se escabulle entre los árboles y llegamos a una calle atrás del colegio, y de ahí corremos rumbo a las afueras de la ciudad. Me sorprende su habilidad de escapar, el sigilo y cuidado que tiene a la hora de no ser visto. Me pregunto qué lo llevó a ser así, porque es muy joven como para haber estado en un ejército y en combate.

Pasamos por la calle que está atrás de mi casa justo en el momento en que un grupo de soldados con pistolas aparece por la calle perpendicular. Empujo a mis compañeros a una casa y nos metemos por el patio trasero y así seguimos hasta llegar a mi casa: pasando por todos los patios. Una vez en mi hogar, entramos por la puerta de atrás, que da a la cocina.

—¿Piensas que podemos estar a salvo aquí? —Jane está agitada, pero habla recuperando el aliento.

—No hay lugar donde estar seguros, ya no. Yo sé de un lugar donde lo estaremos, al menos por unos días.

Ray, que hasta el momento había estado callado, nos explica cómo llegar hasta ese refugio. Sacamos comida de la alacena y llenamos varias botellas de agua. Lucca prende las noticias, para ver si había algo del atentado.

Un grupo terrorista, llamados a sí mismos Noterral, ha tomado el pueblo Jidrá. La bomba cayó sobre el municipio y todo a su alrededor quedó destruido. El poder que está tomando este grupo es inmenso y ahora el gobierno nacional deberá lidiar con dos problemas: una posible Tercera Guerra Mundial y un grupo terrorista que ataca a su propia nación.

Las lágrimas amenazan con salir de mis ojos al escuchar eso. Mi corazón se estruja poco a poco y siento unas incontrolables ganas de gritar de la ira que siento. Mi madre está en ese radio, o mejor dicho, estaba. Lucca se da cuenta de mi cambio de ánimo y comprendió todo. Ahora él es la única familia que me queda con vida. Mi primo se acerca a mí y me abraza mientras dejo escapar un sollozo. Peleare por ti, mamá. Tu muerte no será en vano. Tomo una fotografía de ella y la meto en mi mochila, será mi motivo para seguir cuando me falten fuerzas.

—¿Dónde está el refugio, Ray? Nos tomaremos unos días para que las cosas se calmen, pero tenemos una misión de ahora en adelante —me miran expectantes, Jane sabe perfectamente que lo que haremos no será nada fácil.

—El refugio está lejos, en el valle. Si salimos ahora, llegaremos antes del anochecer. Solo por curiosidad, ¿qué quieres hacer?

—Te enterarás cuando estemos en ese lugar, ahora debemos irnos antes de que...

No logro terminar de hablar, unos disparos cercanos me hacen callar. Miro a todos sin estar muy segura de qué hacer, pero Ray parece saberlo a la perfección. Sale a la calle con cuidado, observa el panorama y nos hace salir a paso rápido, pero seguro. Nos adentramos en las casas de la cuadra de enfrente, para poder ir saliendo por los patios hasta quedar lo suficientemente lejos del grupo y así poder caminar tranquilos. Jane me aprieta el hombro en señal de apoyo. Le sonrío con agradecimiento y la abrazo, se que ella también lo necesita. Si bien sus padres no trabajan en la zona afectada, es muy probable que no vuelva a verlos, al igual que ninguno de nosotros.

Ray nos dirige con sumo cuidado hasta llegar al valle. La tranquilidad empieza a hacerse presente y aspiro profundo. El aire fresco de la naturaleza me renueva, tengo más fuerzas para luchar. Nos adentramos más al valle y empezamos a adentrarnos en un círculo de árboles, cuyas copas forman una especie de techo, ya que apenas se puede ver el cielo. Tal como dijo Ray, llegamos antes del anochecer. Entre los árboles, hay una cabaña con aspecto viejo y abandonado.

—¿Éste es el refugio del que hablabas? —Pregunto a Ray, esperando una obvia respuesta.

—Sí, es aquí. Encontré este lugar hace unos meses, cuando... —hace una pausa antes de continuar, claramente disgustado por el recuerdo —. Lo importante es que no puede verse desde el cielo, los árboles lo tapan, o al menos eso espero que hagan; por lo que es un buen lugar para esconderse. A demás, dudo mucho que vengan por este lado los de Noterral. Siéntanse como en su casa, pasaremos aquí los próximos días.

Ray abre la puerta y entramos tras él. El lugar parece que fue abandonado hace años, no hay rastros de vida humana aquí por lo menos hace una década. El polvo lo cubre todo, deberíamos limpiar un poco para, por lo menos, comer algo de manera digna. Miro a mi alrededor y encuentro un viejo trozo de tela, ideal para pasarle a la mesa de madera que tenemos delante de nosotros. Mojo un poco la tela y dejo la mesa como si nunca hubiera estado abandonada. Jane saca la comida que trajimos de casa. Una melodía con golpes en la puerta empieza a sonar y nos ponemos alertas. Ray, con toda la naturalidad del mundo, abre y un chico de unos quince años entra con nosotros.

—No se alarmen, él es mi hermano, Edwin. Es la clave que le dije que me debería dar en una situación como esta.

—¿Sabías que esto iba a pasar y no hiciste nada para evitarlo? —Estallo en un grito que denotaba mi ira.

—No exactamente, pero todo era posible en la situación actual. Tu no conoces mi historia, Anna. Es una clave que con mi hermano tenemos hace tiempo y nos ha servido bastante.

—Podré no saber tu historia, pero por alguna extraña razón confié en ti desde el momento uno y ahora estamos juntos en esto, deberás aguantar mi carácter.

Ray rueda los ojos antes de mirar a su hermano y sonreírle con ternura. Se apartan un poco, para hablar tranquilos mientras nosotros preparamos las cosas para comer. Una vez organizados, intentamos probar bocado, pero todos estamos conmocionados por lo vivido. En mi mente pasa cada detalle de lo que haremos, no sé si funcione pero debe hacerlo.

—Y bien, prima, ¿cuál es el plan que tienes en mente?

Noterral, puede ser una abreviatura, ¿no creen? No Tercera Guerra Mundial. Esta organización probablemente empezará a bombardear el país para evitar que entre en la Gran Guerra. Teniendo batallas internas, el presidente no entrará en una lucha internacional, ¿me entienden?

—Tu lado revolucionario está hablando, ¿verdad Anna? Aunque lo que dices tiene sentido —Jane, en frente de mi, habla con total seguridad y con certeza sobre lo que planeo hacer.

—Así es, amiga mía. Lo que haremos es muy sencillo, esperaremos a que Noterral logre su objetivo.

—¿Nada más? Me sorprende, Anna.

—Me parece un buen plan —interviene Ray, acercándose a la mesa con su hermano —. Después de todo, sólo somos un grupo de adolescentes y debemos sobrevivir a esto.

—Pero mientras esperamos, entrenaremos.

—¿Entrenar? Prima, te volviste loca. ¿En qué entrenaré yo?

—En esto —sonrío mientras saco una computadora de mi mochila —. Eres excelente en computación e informática. Probablemente necesitemos alguien especializado en ese campo. Los demás entrenaremos defensa personal.

—¿Y cómo haremos eso, genia? ¿Con imaginación? —Jane tiene razón, no se mucho de ataques.

—Yo me encargaré de eso —Ray se ofrece y lo miro curiosa —. Empezaremos al amanecer, ahora debemos descansar. Las habitaciones están arriba y están amuebladas.

Dicho eso, se pone a comer algo de lo que hay en la mesa. ¿Qué es lo que escondes, Raymond Giesler?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro