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࿐♡ 03

Chris corrió por casi todo el parque de diversiones buscando a aquel adolescente peliblanco, pero por más que lo buscara, aún no lo encontraba.

Corrió tanto que se cansó, así que empezó a caminar, 3 minutos después, lo vio hablando amenamente con la chica que se suponía antes era su cita.

Estaba por ir con ellos, pero vio una escena nada agradable a su vista, Jeongin nuevamente con su adorable sonrisa, nada malo en esa parte, pero la chica se le acercó y sin siquiera un pequeño aviso besó cortamente a Jeongin.

Chris de alguna manera sintió su pecho punzar y corrió otra vez hasta dar con ellos.

Los separó sin ningún aviso sin jalar a ninguno hasta él.

—Lo siento... tenemos que irnos —Chris estaba confundido, si la chica no era especial para él y Jeongin tampoco, ¿por qué los había separado?

—¡Chris! ¡Espera! —la chica los siguió—. ¡No es lo que crees! Él me besó a mí, por favor, salgamos otro día para poder expl...

—Piérdete —Chris tomó la muñeca de Jeongin llevándolo hasta la salida con pasos algo furiosos.

Jaló al peliblanco tal cual muñeco de trapo, este corría en su detrás, aunque Chris solo daba pasos grandes.

Cuando llegaron al estacionamiento Jeongin por fin pudo preguntar.

—¿Pasa algo?

—No, entra al auto.

—Sólo quiero saber si algo te molesta o...

—¡Entra al auto!

Y el menor tuvo que obedecer sintiéndose regañado.

Ni siquiera condujeron, Chris estaba callado mirando al frente sin prender el automóvil, Jeongin se sentía culpable de alguna forma. ¿Acaso Chris estaba enojado con él?

—¿Hice algo malo?

—No... tú no —suspiró, estaba desahogándose con la persona equivocada y ni siquiera sabía el porqué de su enojo.

—Yo amo a Chris —Jeongin sonrió—. Te amo.

Chris se quedó confundido, ¿cómo podía decir eso? ¿Lo conoce bien como para amarlo?

—Jeongin, amar no es ta... —sus palabras se cortaron, algo raro estaba pasando frente a sus ojos, Jeongin parecía derretirse, literalmente, era como si sudara, pero en mucha cantidad.

—Oh...

—¿Qué está pasando? —no sabía qué hacer, cómo volverlo a su forma humana otra vez.

—No... no lo sé —se sentía cansado y no podía respirar.

De un momento a otro, volvió a convertirse en la pequeña medusa que era en un principio.

—Oh... Dios, ¿qué hago? —Chris sabía que Jeongin iba a morir en pocos minutos si no volvía a su tanque o volvía a su forma humana.

Ahí recordó lo que pasó en su sueño... bueno, si lo intentaba no había nada que perder.

Tomó a la pequeña medusa en sus manos y besó la umbrela e instantáneamente Jeongin volvió a ser un humano.

—¡Me salvaste! —Jeongin se abrazó a Chris sentándose en sus piernas a pesar que estaban en el automóvil y de no ser por su delgada figura no habría espacio entre el asiento y el manubrio.

—Tenía que hacerlo... —simplemente sintió la necesidad de no dejarlo ir.

—Te amo —y volvió a besar sus labios en la posición en la que estaban—. Me gustas mucho, Chris.

¿Cómo estás tan seguro?

(...)

—Bien, como no hay otra habitación con cama y me da mucha flojera ir a comprar un catre, dormirás en mi cama y yo en el sofá, ¿sí?

—Sipi —Jeongin ya estaba con su pijama puesta.

Chris hizo cálculos, hace como 20 minutos que Jeongin volvió a derretirse y según sus pensamientos, un beso lo mantendría en su forma humana por alrededor de 8 horas, o sea, que cada 7 a 8 horas tenía que besarlo.

—Buenas noches, Chris —Jeongin se paró de la cama caminando hasta Chris quien ni siquiera lo miraba, pues estaba en su celular—. Te amo —y besó su mejilla para volver a su cama asignada por el mayor.

—Sí... duerme bien —tocó su mejilla sintiéndose... algo raro.

Apagó la luz caminando hasta el sofá acostándose ahí, cerró los ojos y cayó dormido no tan rápidamente, su sueño fue raro.

Se trataba de él y una persona que no lograba reconocer caminando por la playa, sentía una felicidad inexplicable cuando esa persona tomaba su mano, pero no podía reconocerlo, siquiera ver su rostro, estaba borroso.

Y cuando por fin pudo ver un poco que aquella persona, despertó de su sueño.

Estaba en ¿su cama? Pero si durmió en el sofá... sentía un calorcito rodeándolo, miró hacia abajo y Jeongin estaba abrazándolo.

—Pero qué...

—Buen día~ —era tan adorable que calmó todo el impulso de Chris por empujarlo fuera de su espacio personal.

—¿Por qué estoy aquí?

—Anoche te levantaste, destapaste una parte de la cama y te acostaste a mi lado —sonrió adorablemente.

—Ah... —hace mucho tiempo que no era sonámbulo.

—No te preocupes, me gusta estar a tu lado —se aferró al pecho contrario y Chris no podía alejarlo, era muy adorable.

—¿Sabes? Tengo que ir a practicar tenis con unos amigos, ¿te quedarás o quieres ir conmigo? —si quería ir, terminaría llevándolo quiera o no, así que era mejor preguntar.

—¡Quiero ir contigo! —levantó sus manos como un niño pequeño.

—Qué bien que te compré ropa adecuada —le había comprado deportivos.

(...)

—Lindo, espérame en el auto, tengo que traer algunas cosas.

—Sipi —y esperó pacientemente unos 5 minutos a que Chris regresara.

Ya estaba todo listo, solo faltaba llegar al lugar donde solía practicar, tendría que contarles a Changbin y Minho en algún momento, así que ¿por qué no ahora?

—Bájate del auto, yo me ocuparé de las cosas que traje —las raquetas y pelotas.

El menor hizo caso saliendo del auto, se encontraban en un estacionamiento completamente diferente de los que conocía, el suelo tenía pasto bien cortado, los árboles alrededor estaban podados de una manera igual y había arbustos que parecían tener figuras de animales.

—Jeongin, ven, es por aquí —Chris lo llamó y Jeongin simplemente lo siguió por detrás—. Bien, te presentaré a dos de mis amigos... bueno, mis únicos amigos —y entraron a donde se encontraban las canchas de juego.

—¡Chris! —un chico alto de cabello castaño y rostro muy simpático apareció saludando al nombrado.

—Changbin, no viniste el viernes, ¿pasó algo?

—Nah, solo no quise venir, además, estaba lloviendo... ¿Quién es él? —se refería a Jeongin.

—Ah... te explicaré más tarde cuando Minho llegue, por el momento los voy a presentar —colocó a Jeongin en frente de Changbin—. Jeongin, él es Changbin y Changbin, él es Jeongin.

—Un gusto —Changbin extendió su mano saludando a Jeongin.

—Igualmente... —aceptó el saludo.

—Los dejo un momento, Minho me está llamando, dice que necesita ayuda para encontrar estacionamiento.

—Tú tranquilo, yo me quedaré con Jeongin —Changbin habló abrazando al nombrado por los hombros.

—No le hagas nada raro —y salió en busca de Minho.

Changbin era muy coqueto con quien le parecía lindo, lo era y sin pena. Y en ese momento, Jeongin estaba en su mira, era pequeño, con bonita figura, ojos bonitos y claros, mejillas rosas, labios abultados y rosados, pelo blanco muy sedoso y una piel lechosa y aperlada muy hermosa.

—Y Jeongin, ¿cuántos años tienes?

—18 años, ¿y tú?

—Oh, eres un bebé, yo tengo 24 —ahora se le hacía aún más adorable.

—¿Te puedo llamar Hyung?

—Claro, si me dices Sunbae será incómodo para mí —sí que era adorable.

—Changbin hyung tiene una linda sonrisa —simplemente era honesto.

—Y tú tienes lindos ojos y mejillas adorables —se sentaron en una banca a la sombra de un árbol—. ¿Sabes jugar tenis?

—Nop.

—¿Quieres que te enseñe? —esperaba que le dijera que sí, sería una oportunidad para acercarse a ese lindo chico.

—Sí, por favor, se ve divertido.

—Conozco algo más divertido que esto, patinar sobre hielo —habló recordando sus días como patinador—. Solía competir contra mucha gente y gané varias veces como primer lugar... pero se me hacía muy monótono ir y competir, así que dejé las competencias y ahora solo patino por diversión.

—Me gustaría ir a patinar algún día contigo —le sonrió apoyando su rostro en su mano.

—Me gustaría enseñarte algún día... ¿tienes número de teléfono? Podríamos agendar alguna cita uno de estos días y podría enseñarte algunas cosas.

—Sería muy divertido —le sonrió, sacando su teléfono celular, dejando que Changbin se registre en él y registre su número en su propio celular.

Y desde algo lejos los miraba un Chris algo... ¿celoso? No, sino confundido. ¿Por qué hablan con tanta confianza y se sonríen tanto? No es como si le importase... pero algo había ahí que no le gustaba.

Algo... que nunca había sentido y carcomía lentamente su interior cada vez que Jeongin le sonreía a Changbin.

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