Un beso... Un beso de mi tierno tigre en mis labios... Eran, tan dulces, podías perderte en ellos, le correspondí, por fin, abrazándolo por el cuello, el bajo lentamente a mi cintura, la pelea de lenguas comenzó, yo perdí, la verdad me gusta ser dominado.

Varios gemidos salían de mi boca, el me acariciaba lentamente mi cabeza, me acostó en mi sofá y siguió besándome, los chasquidos de nuestro beso abundaban mis oídos, nos separamos lentamente.

- Yo... Perdona si... Eh...

- Jefe... No pasa nada... - acaricié su mejilla, la cual tomó, me miró y me sonrió.

- Ya no pude ocultarlo más... Emanuel, me gustas... Me gustas demasiado, tanto que no puedo dejar de pensar en ti... - decía con un nudo del estómago - No había sentido jamás esto en mi vida... Estoy locamente enamorado de ti, quiero estar contigo, por favor... -.

- ¿A qué se refiere? - ya sabía a qué se refería, pero me gustaba la idea de que me lo digan de manera tradicional.

- ¿Quieres... Ser mi novio...? - dijo feliz.

Cabe recalcar que nos hablamos susurrando, por lo que le dí otro beso, pero está vez más corto.

- Si... Si quiero ser tu novio... - reí un poco, y procedió a darme otro beso, quería llorar, no podía resistirlo, tenía el nudo el estómago, solté algunas lágrimas.

- Hey... ¿Te paso algo? - no le dejé decir ni una palabra para darle un beso. Esta vez más corto.

-Estoy realmente feliz de tenerlo conmigo finalmente... -.

Me dio un profundo beso, dereepente...

Desperté en mi cama.

- No... N... No puede ser... - comenze a sollozar y a cubrirme la cara con mis manos.

- ¿Amor...? ¿Estás bien? ¿Qué te pasó, mi lindo dragón? - preguntó mi jefecito...

Lo mire emocionado, no había sido un sueño...