ੈ✩▰▰▰▰ CAPÍTULO CERO
❛ episodio piloto ❜

La rutina no era ningún problema para Nekane, estaba tan acostumbrado a ella, que ni siquiera le importaba tanto no ser el centro de atención, pero por algún motivo que se mantenía oculto, él no podía pasar desapercibido. Teniendo a tantas otras personas en Elmore, en especial en la escuela, tenían que pasarle cosas estúpidas relacionadas con los hermanos Watterson casi solo a él, y no es que a los demás estudiantes no les ocurriera, era que sin importar quién más estuviera involucrado, Nekane se veía envuelto en sus travesuras de todas formas.

── ¿Por qué te vistes como vagabundo? ── fue lo primero que escuchó cuando se acercó a su casillero. Era una pena que estuviera justo al lado del de Masami.

No la detestaba, pero al igual que Tobías, era una persona bastante criticona y clasista. Ese comentario era una de muchas pruebas que tenía para afirmar eso, ni siquiera era la primera vez.

── Es mi ropa de siempre, Yoshida ── murmuró el pelirrojo. Siempre se les hizo raro su color de cabello cuando tenían a Tobías con esa cabeza multicolor que parecía vómito de unicornio tras comerse un arcoíris.

Pero el raro era él, y eso que Rocky también era pelirrojo y el vello le abundaba en la cara y quizás, en otras zonas del cuerpo, incluso cuando los señores Robinson parecían ser lampiños.

── ¿Y de dónde la sacas? ¿Del vertedero donde vive Tina? ── si Tina Rex la hubiese escuchado, la habría enviado a las nubes con una sola patada, pero no estaba cerca y Nekane no iba a decírselo.

── La encontré en tu basurero ── dijo Nekane, cerrando el casillero de manera brusca, asustando a un chico con ojeras que se veían azuladas ──. Lo siento Rob.

── N-no pasada nada ── fue como un tartamudeo, pero él lo pasó por alto y siguió su camino, siendo seguido por Masami ──. Al menos alguien recuerda mi nombre.

Tal vez no lo parecía, pero Masami Yoshida y Nekane Alexander eran amigos, unos que nunca eran vinculados, pero que siempre estaban detrás del otro como si no pudieran vivir sin estar siendo una constante o una molestia para el contrario.

── La gente siempre se olvida de ese chico, no es tan interesante... ── Masami era así, siempre con palabras poco amables. Nekane ya estaba acostumbrado, demasiado.

Era una rutina a la que se había amoldado desde que ingresó a la secundaria de Elmore.

── Eso no tiene sentido, a ti también te olvidan y te dejan de lado. En especial Gumball y Darwin, o lo que es peor, Alan.

La relación entre Alan y Masami era complicada, demasiado, de hecho, ni siquiera tenían una amistad más allá de lo académico, y eso irritaba en demasía a Nekane porque estaba cansado de escuchar a su amiga hablar siempre de lo perfecto que era Alan, incluso si él ya estaba con Carmen, otra de sus compañeras.

── ¡Oye! Por lo menos no me he sentido atraída hacía Gumball.

── ¡Cierra la boca, Masami! Eso quedó en el pasado, él ni siquiera sabe sobre eso.

── Está bien, está bien ── la chica miró hacía uno de los pasillos, encontrándose justo a los Watterson hablando entre ellos ──. Ah, mira, ahí está tu enamorado.

── Dios, ya ni siquiera me gusta.

── ¿No me digas que ahora estás interesado en el chico invisible ese? ¿Rich? ¿Ricardo?

── Rob, se llama Rob ── corrigió el pelirrojo ──. Y no, no me siento atraído por él ni por nadie en esto momentos, deja de pensar que todo en la vida es romance, hay cosas más importantes que eso.

── ¿Sabes? Tienes todo el potencial para ser popular aquí, creo que deberíamos redirigir tu vida en esa dirección.

── ¿De qué mierda estás hablando?

── ¡Eh! Cuidadito, no uses palabras tan vulgares, así no es como se conquista a la gente ── le regañó la muchacha ── ¿Alguna vez me has escuchado a mí o a Tobías hablar de esa forma?

── Sí, todo el tiempo ── respondió ──. Ya, vámonos a clases, no quiero perder el tiempo o verme involucrado en una de las estupideces de ese par.

── Bien, como quieras.

Los dos avanzaron en silencio, bueno, Nekane permaneció así, pues Masami solo hablaba y hablaba de ella y de... ella. Tenían clases con la señorita Simian, definitivamente sería la peor hora de sus vidas.

── Ya están casi todos dentro... ── susurró Nekane, más para sí mismo que para Masami o alguien más.

── ¡Watterson! ── escucharon a lo lejos, claro, eso estaban tramando.

Escaparse de la escuela.