✘9
—Quédate quieto —masculló HyunWoo forcejeando con el pequeño diseñador que no cesaba de friccionarse los brazos con una esponja vegetal que dejaba su piel roja.
—Necesito quitarme esta mugre —dijo Kihyun sin prestarle mucha atención a su guardián que ya no sabía qué hacer para contener su ganas de matar al muchacho de pelo rosado. —¿Y si mejor dejas de quejarte y te unes a mí? —ofreció pícaramente batiendo sus largas pestañas.
HyunWoo rodó los ojos.
—Si no te callas te ahogaré. Ya no me importa lo que pase conmigo después de esto. Agotaste mis ganas de vivir.
Kihyun soltó una carcajada y terminó de enjabonarse. Hacía días que no tomaba un baño y estaba casi en las nubes aunque ese pequeño cubículo al que sus captores insistían en llamar baño distaba mucho de estar a la altura de lo que él estaba acostumbrado.
—Te quejas mucho, grandote. ¿Qué harás cuándo ya no esté?
—¿Festejar? ¿Tomarme vacaciones? —dijo agarrando un toallón y cubriéndolo como un burrito. No era difícil para HyunWoo ya que le sacaba al menos cabeza y media de altura y medio cuerpo de ancho al diseñador.
Kihyun suspiró satisfecho y recostó la cabeza en el amplio pecho moreno.
—¿Qué diablos haces? —preguntó HyunWoo apartándolo para girarlo y empujarlo suavemente hacia adelante para salir del baño.
—Vas a extrañarme —dijo contento.
—De veras te crees el centro del universo, ¿no? Y lo de extrañarte, te recuerdo que no soy masoquista.
—Pues es una lástima, podríamos divertirnos mucho tú y yo. Si nos hubiéramos conocido en otras circunstancias te habría invitado a salir.
—No hubiera aceptado de todas formas —dijo HyunWoo pasándole un pantalón rústico de jogging gris y una sudadera blanca con una inscripción en rojo—. Soy heterosexual.
—Pfff —Kihyun movió la mano y tomó la sudadera con un dedo—. Todos lo son hasta que dejan de serlo. Ahora dime, ¿de veras piensas que usaré esto?
HyunWoo se cruzó de brazos con una mueca hastiada en la cara. Los labios arriñonados abultados.
—Es eso o irás a ver al jefe desnudo. Tú eliges.
Kihyun dejó caer el toallón y se puso los pantalones.
—Eso te gustaría, ¿no es así? —le guiñó un ojo y se rió a carcajadas de la cara que ponía el moreno a su lado.
—Deja de hablar y termina de vestirte. Tengo que bañar al otro chico.
—¿A él vas a bañarlo? A mí no me bañaste, eso es favoritismo.
—Cierra la boca y apúrate.
HyunWoo salió de la salita que usaba como habitación y se acercó a MinHyuk que yacía adormilado sobre dos sillas. El chico lucía apesadumbrado, con los ojos apenas entreabiertos y la mirada perdida.
—Hey —dijo sacudiéndolo por los hombros— es hora de tu baño...
No hubo respuestas así que optó por levantarlo y sentarlo derecho.
—¿Qué te sucede? —le preguntó algo preocupado ya que el chico había decaído en los últimos días.
—Déjalo en paz —dijo Kihyun saliendo de la habitación y agarrando a MinHyuk por el brazo—. Yo me encargo, tú... no sé. Busca algo de comer.
HyunWoo estaba a punto de protestar diciendo que sólo recibía órdenes por parte de su jefe, pero no tenía ganas de armar una pelea con el enano ruidoso de afuera así que se levantó y salió.
Kihyun se agachó para quedar a la altura de la silla y le acarició la cabeza.
—Saldremos de aquí, te lo prometo —le dijo—. Estoy haciendo mi trabajo con el oso ese de ahí, parece intimidante, pero es un buen hombre. Sólo tomó malas decisiones. Sé que estás cubriendo a Chae y también sé por qué lo haces, él siempre me habló de ti. Pero Xiao Jun no se atreverá a hacernos daño.
Min movió los ojos y asintió.
—De todas formas si me mataran estaría agradecido —dijo parpadeando para alejar las lágrimas de sus ojos— estoy cansado de todo y ahora que HyungWon no está, ya no me queda motivos para seguir viviendo.
—No digas eso —le reprochó Kihyun ayudándolo a levantarse para empezar a caminar para el bañito— siempre hay motivos. Aparte piensa que si salimos de esta podrás ir a reunirte con él donde quiera que esté ahora.
HyunWoo entró y encontró a los dos chicos fundidos en un abrazo y suspiró. Estaba cansado de retenerlos ya que ninguno de los dos parecían saber nada del marido de Xiao y no le veía el punto a tenerlos retenidos sin motivo. También estaba cansado de estar en ese lugar. Quería irse a su casa, descansar en su cama y tener sexo sin sentido con algunas de sus conquistas.
—¿Listo para el baño?—preguntó acercándose a los muchachos.
Kihyun asintió y se quedó apoyado contra el marco de la puerta.
—Sé gentil con él —le dijo en voz baja a HyunWoo cuando pasó a su lado—. Sabes que ninguno de los dos sabemos nada sobre Chae, así que... —Kihyun frunció el ceño y su mirada cayó al piso lo que tomó al moreno desprevenido ya que Kihyun siempre estaba dando pelea con todo— sólo sé gentil.
HyunWoo asintió y le pidió a MinHyuk que se desvistiera y encendió la ducha.
Un rato después, ambos muchachos estaban listos para partir.
HyungWoo les ató las manos a la espalda y los sentó a esperar a Jooheon.
El otro hombre llegó un rato después, trayendo comida china.
—Desátalos —dijo parándose frente a los muchachos—, primero tienen que comer.
La comida pasó en silencio, HyunWoo preocupado, echaba miradas a los dos chicos. Kihyun alimentaba al rubio en la boca como si fuera una madre alimentando a su hijo y eso casi le arranca una sonrisa.
—¿Qué es lo que tanto miras? —preguntó Jooheon mirando hacia atrás—. ¿Estás preocupado por esos dos?
—Sabes que ellos no serán de ayuda. No saben nada, Joo.
JooHeon suspiró y dejó los palillos a un lado.
—Lo sé, pero Xiao está seguro de que ambos saben dónde está HyungWon. No estará en paz hasta interrogarlos —dijo encongiéndose de hombros.
—¿Les harán daño? —preguntó echándose hacia atrás en su silla.
—¿Por qué? ¿Te encariñaste con ellos? Si mal no recuerdo hace unos días querías despellejar al enano aquel.
—Sólo digo que no está bien esto...
Las cejas de Jooheon se elavaron hasta casi perderse entre su pelo.
—¿Escuché bien? Emm, Nunu te recuerdo que trabajamos para XiaoJun y bueno, te tengo una noticia que quizás te sorprenda pero ¡somos matones!
HyunWoo chasqueó la lengua y se metió otro poco de fideos a la boca.
—Lo sé, pero las personas de las que nos encargamos son estafadores, asesinos, ladrones... Estos dos... Joo, ¡uno hace ropa, por dios!
JooHeon miró una vez más hacia los dos muchachos.
—Bien, hablaré con él.
—¿Crees que te escuche?
—Soy su mejor amigo, intentaré convencerlo de que busque por otro lado.
—Bien —HyunWoo se levantó y tiró la caja vacía de comida—. Solo quiero terminar todo esto de una vez.
JooHeon asintió. Él también quería acabar con todo. Estaba harto de la actitud de Xiao.
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