✘20
Xiao estrelló el puño contra el escritorio y el cristal que recubría la madera se astilló. Los dos hombres que estaban con él cruzaron miradas preocupadas. Que su jefe estuviera de tan mal humor no beneficiaba a nadie. Ni siquiera a ellos, pero por supuesto ninguno de los dos se atrevió a pronunciar palabra y mantuvieron su postura de estatua.
Jooheon entró en ese momento con unos papeles en la mano y se los puso a Xiao enfrente. Este levantó la mirada y esperó a que este hablara.
-Está en Adare, un pueblito de Limerick
-dijo Jooheon señalando uno de los papeles- se estuvo quedando en una posada.
Pero Jooheon se calló de golpe y entonces Xiao se reclinó hacia atrás en su asiento.
-Habla de una vez que no tengo todo el día. ¿Qué hizo mi hermoso esposo todo este tiempo?
Jooheon miró a los dos hombres y les hizo una señal con la cabeza. Ambos hombres salieron apresuradamente de la oficina.
-Oye, necesitas calmarte. Esto va a terminar matándote. ¿Te has visto en un espejo estos últimos días?
-No juegues con mi paciencia. Te aprecio, pero no te pases de la raya. Dime de una vez que hizo ese maldito desagradecido.
Jooheon se rascó la nuca con nerviosismo. No iba a gustarle lo que tenía para decirle.
-HyungWon está con alguien.
Xiao asintió despacio y cruzó las piernas.
-Dame un nombre.
-Shin Hoseok -respondió Jooheon agarrando uno de los papeles y rebuscando el que necesitaba. Cuando lo encontró, lo giró y se lo pasó a Xiao.
Este leyó con cuidado y su rostro no denotaba cambios.
-Tiene cara de imbécil -comentó- casa, un perro, vacas... House of Wenee. Así que mi perfecto esposo quedó prendado de un idiota que hace café. ¿Quién lo diría? Le di todo, puse el mundo a sus pies y así es como me paga. Revolcándose con un pastelero. Increíble -dijo con tranquilidad. Jooheon apenas si se atrevió a mirarlo.
-¿Qué quieres hacer? -le preguntó aunque ya sabía la respuesta.
-Creo que es hora de hacerle una visita a mi esposo.
HyungWon parecía haber encontrado la felicidad completa. Tenía a Hoseok, un hombre increíble que se desvivía por hacerlo feliz, tenía a Min de nuevo a su lado, a KiHyun y ahora a HyunWoo también. La presencia del alto, al principio lo había asustado, pero con el correr de los días pudo apreciar un nuevo lado del que había sido uno de los matones de su marido. Su marido. Aún se estremecía del asco al pronunciar esa palabra y asociarla a ese hombre cruel y cínico. A veces se encontraba pensando en lo diferente que hubiera su vida si se hubiera casado con Hoseok. Definitivamente se hubiera ahorrado muchas lágrimas y sufrimientos.
Miró hacia su costado y sonrió a ver a la persona que era el motivo de sus alegría. Hoseok dormía plácidamente con una mano sobre su cabeza y la otra sobre su abdomen. Le encantaba contemplarlo dormir. Era tan hermoso que podía quedarse horas mirándolo. Un rasguño en la puerta y esta se abrió para dar paso a Goonie que de un salto se subió a la cama y se coló en el medio de los dos. En el acto comenzó a lamerle la cara a HyungWon. Este se echó a reír por las cosquillas y Hoseok se despertó.
-Buen día, mis amores -dijo con la voz ronca. Se frotó los ojos y acarició a su mascota en el lomo. Miró a HyungWon y este se inclinó para besarlo.
-Buen día -dijo intentando acurrucarse a su lado, pero Goonie era demasiado grande y ocupaba gran parte de la cama.
-¿Qué quieres desayunar? -preguntó Hoseok resignado a compartir a su chico con su mascota. Se incorporó en la cama y se frotó los ojos.
-Quiero quedarme aquí un ratito más -dijo HyungWon abrazando a la almohada- saca a Goonie y ven aquí conmigo.
A Hoseok le pareció el mejor plan del mundo así que de un salto salió de la habitación con Goonie trotando alegremente a su lado y volvió al cabo de unos segundos para seguir retozando con su hermoso amante.
-Podríamos tomarnos el día -ronroneó sobre el oído de HyungWon que se estremeció de gusto.
-Sabes que no podemos hacer eso. Tendríamos a Gyu y a la señora Fergus a medio día aporreando la puerta.
Hoseok hizo un puchero.
-Pero ahora tienen a Kihyun. Y déjame decirte que el muchacho tiene talento. No le costó demasiado aprender mis recetas. Incluso agregó algunas de su invención y a los clientes pareció gustarle.
HyungWon se echó a reír. Kihyun siempre había disfrutado de la cocina y apenas obtuvo el permiso de Hoseok y la señora Fergus para husmear en la cocina, aprovechó para aprender algunas cositas y se lo podía encontrar casi a todas horas con el delantal puesto y riendo con los clientes.
-Bien, pero no hoy. Quiero ir a buscar algunas cosas a la posada y de paso hacer algunas compras.
Hoseok asintió al tiempo que besaba su cuello. HyungWon cerró los ojos y suspiró satisfecho. Nunca se había sentido tan completo en todos los sentidos. Se sentía amado, seguro y feliz en los brazos de Hoseok. La felicidad le había dado la espalda por mucho tiempo y ahora la vida le estaba regalando una nueva oportunidad de ser feliz. Hicieron el amor un par de veces antes de levantarse para empezar con las actividades del día.
-Voy a ducharme -anunció HyungWon agarrando su bata para entrar al baño.
Hoseok se quedó un segundo acostado hasta que decidió que podía seguir con la sesión de arrumacos bajo la ducha y salió corriendo hacia el baño.
Gyu agarró un pedazo de pastel que Kiki había dejado sobre la mesa de la cocina y le dio un mordisco.
-¿Otra vez comiendo? -preguntó Kiki entrando a la cocina. Gyu se encogió de hombros. Tenía la boca llena de crema y Kihyun se acercó para limpiarlo-. Te di una fuente llena de pasteles, ¿todavía tienes hambre?
Gyu negó con la cabeza.
-Tu novio se los comió.
Kihyun alzó las cejas.
-¿Mi novio? Te refieres a... Ven conmigo.
Agarró de la mano a Gyu que estiró un brazo al vuelo para robar otro pastel y caminó atrás del diseñador devenido en pastelero. En el salón había pocos clientes y Kihyun se dirigió al jardín remolcando a Gyu que seguía atragantándose con comida y señaló a HyunWoo con el dedo.
-Hey, ¿por qué le quitaste la comida al nene?
Gyu tragó y frunció los labios.
-No soy un nene, tengo dieciocho.
HyunWoo rodó los ojos y se cruzó de brazos.
-Tenía hambre y tú no me querías dar de comer.
-¿Qué soy? ¿Tu madre? Si querías algo debías habérmelo pedido, no sacárselos al chico.
-Tampoco exageres que no es para tanto. Y tú -miró a Gyu que se escondió detrás de Kihyun aunque le sacaba media cabeza de altura-, eres un soplón.
-Ojo con lo que le dices o puedes empezar a despedirte de la cafetería. Siempre haces lo mismo, ¿no tienes nada mejor que hacer que estar todo el día rondando por aquí? Puedes ir a hacer un poco de turismo o no sé, salir con MinHyuk por ahí.
-Min se fue de compras con HyungWon.
Kihyun suspiró cansado.
-Bien, quédate, pero no te comas la comida de Gyu. Él tiene que crecer y tú ya tienes panza.
HyunWoo se levantó indignado y Gyu se escabulló dentro del local.
-¿Me estás llamando gordo, enano de jardín?
Kihyun se cruzó de brazos y se acercó a él.
-¿Y si es así, qué? ¿Vas a golpearme?
HyunWoo se acercó un paso más y quedaron tan cerca que podían sentir el aliento contrario.
-Eres un dolor de trasero -dijo mirándolo fijamente. Sus ojos involuntariamente se dirigieron hacia los labios contrarios, más precisamente hacia ese pequeño lunar que Kiki tenía sobre el labio superior. Era extraño, había visto su cara de cerca muchas veces las últimas semanas, sobre todo porque seguían compartiendo habitación en la posada, pero nunca se había fijado en ese lunar. Y debía admitir que ese pequeño detalle le resultaba de lo más bonito. Sin pensarlo siquiera acercó la cara unos centímetros más y Kiki abrió los ojos, espantado.
-¿Q... qué haces? -balbuceó.
HyunWoo pareció despertar de golpe y se echó hacia atrás, sorprendido y desorientado.
-Yo... yo...
-Hola muchachos -Hoseok se asomó para saludarlos y ambos se alejaron abochornados por lo que acababa de pasar.
-Eh... voy a hacer la mezcla para... los pasteles -dijo KiHyun retrocediendo hacia el salón.
-Si, yo iré a... a ayudar a Gyu con los pedidos...
Hoseok abrazó a HyungWon por la espalda y apoyó la barbilla en su hombro.
-¿Listo para irnos? -le preguntó dejando un beso sobre su hombro.
-Si, ¿podemos pasar por la posada primero? Quiero recoger algunas cosas y Min dijo que pasáramos por él.
-Por supuesto...
-Adiós muchachos -la señora Fergus saludó a ambos antes de subirse a su auto seguida de Gyu que agitó la mano por la ventanilla-. Kihyun dijo que él cerraría, que ustedes vayan tranquilos y que luego irá para tu casa.
Hoseok asintió y sacó las llaves de la camioneta.
-Bien, vamos así preparamos todo para la cena.
Habían decidido cenar los cinco en la casa de Hoseok. Lo hacían dos veces por semana ya que Min, Kiki y Nunu no conocían a mucha gente y Adare no era un lugar muy grande para hacer turismo. Y la pasaban muy bien juntos.
Llegaron a la posada y encontraron a la señora Smith tomando el té con Min y HyunWoo.
-Buenas noches, queridos -saludó la mujer.
-¿Dónde está Kiki? -preguntó HyunWoo estirando el cuello hacia la puerta.
-Irá para casa en un rato, se quedó terminando unas cosas en la cocina...
HyunWoo frunció el ceño. No le gustaba perderlo de vista por mucho tiempo. Era desconfiado por naturaleza y Kihyun era demasiado osado. Se levantó y agarró su chaqueta.
-Iré a buscarlo -anunció en tono cortante.
Min frunció los labios para no echarse a reír y miró a HyungWon que se encogió de hombros.
-¿Estás seguro? Dijo que iría para casa en un rato.
HyunWoo sacudió la cabeza.
-De todas maneras iré, es muy oscuro el camino.
Sin esperar respuestas salió de la posada.
-Vaya, ya parecen un matrimonio esos dos
-dijo Min terminando su taza de té.
Una musiquita de videojuegos sonó y HyungWon sacó su teléfono del morral. Era un número desconocido.
-Hola...
-Hola, cariño -HyungWon se congeló en su sitio. Conocía esa voz demasiado bien. Era la voz de sus pesadillas-. Veo que has estado divirtiéndote sin mí. ¿Me extrañaste, mi amor? ¿O estás demasiado ocupado con tu nuevo amante?
Su mente se puso en blanco y no pudo responder nada.
-Así que me engañas con un campesino que hace pasteles. Eres increíble... Espero que te hayas divertido lo suficiente porque ya es hora de que vuelvas a casa -el tono amenazante hizo que le empezaran a temblar las manos-. Nos vemos pronto, cariño. Disfruta del café caliente.
Y la comunicación se cortó.
-¡No, no! -gritó al teléfono. Todos se giraron a mirarlo. Min fue el primero que reaccionó y corrió a su lado.
-¿Qué pasa? ¿Quién era? ¿Era él?
HyungWon tenía la mirada desenfocada y entonces el alma se le fue al piso.
'Disfruta del café caliente'
El café. El local. Kihyun.
-Debemos ir al local. Algo va a pasar...
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