✘17
Gyu se apresuró a dejar las cajas sobre el mostrador y se sacudió el pantalón con las manos para luego acercarse hacia donde estaba la señora Smith con tres hombres.
—Ven, querido, te quiero presentar a estos tres encantadores jóvenes que están de paseo por el pueblo. Christian Lee, Dennis Han y Darren Choi —dijo la mujer sonriendo. Gyu los saludó con un apretón de manos y una pequeña reverencia.
—¿Son coreanos? —preguntó el chico con un entusiasmo que encantó a Kihyun.
—Mitad —dijo el diseñador. —Coreanos americanos.
—Oh, igual yo. Soy coreano por parte de madre. Mi madre es de Busan y mi padre de aquí. ¿Planean quedarse mucho tiempo?
Los tres intercambiaron miradas y Min tomó la palabra.
—Solo estamos de paso...
Gyu asintió y rebuscó en el bolsillo de su delantal. Sacó unas tarjetitas color lavanda y se las entregó.
—No pueden irse sin pasar por la cafetería donde trabajo. Tenemos los mejores pasteles del mundo —dijo alegremente.
La señora Smith volvió a acercárseles con una bandejita con algunos pasteles que Gyu le había traído.
—Eso es verdad —dijo la mujer. —Pruébenlos y verán que no mentimos. Hoseok es el mejor pastelero de Irlanda.
HyunWoo agarró un muffin de limón y le dio un mordisco. Cerró los ojos y gimió de placer.
—¡Wow! —exclamó. —Increíbles...
—Les dije —acogó Gyu orgulloso de los pasteles de su jefe.
—¿Hoseok? — preguntó Min. —¿También coreano?
Gyu asintió.
—Así es. Pero hace muchos años que vive acá. Así que podría decirse que es más irlandés de los leprechauns...
Todos rieron por la broma y un tiempo después se despidieron del chico que debía volver a su trabajo.
—Entonces, muchachos... —dijo la señora Smith hojeando el libro de admisiones. —Me temo que solo quedan libres dos habitaciones.
Los tres se miraron y empezaron a hablar al mismo tiempo.
—Yo dormiré solo —dijo MinHyuk negándose rotundamente a compartir habitación con cualquiera de los otros dos.
—Oh, no. Si alguien va a dormir solo ese voy a ser yo —dijo HyunWoo desesperado. La sola idea de compartir habitación con alguno de esos dos lo hacía querer tomarse el primer vuelo de vuelta a Corea y suplicarle perdón a Xiao de rodillas.
—Por supuesto que la habitación individual la tomaré yo —dijo Kiki resoplando molesto. —Estoy estresado y ninguno de ustedes dos es apto para ser compañía de nadie.
—Hey —se enojó Min— tú no eres precisamente el premio gordo de navidad...
—Este oso ronca... —dijo Kihyun mirando a HyunWoo con el ceño fruncido.
—¿Yo? —exclamó HyunWoo envarándose y enfrentando a Kihyun. —¿Acaso te escuchaste alguna vez? Parece un hámster con anginas —dijo haciendo ruidos extraños con la boca.
Kihyn puso los brazos en jarra y bufó.
—Min, ¿quién de los tiene razón? —preguntó Kiki sin sacarle los ojos de encima a HyunWoo. Pero nadie respondió. Ambos giraron para ver a Min, pero no había nadie. La señora Smith los miraba muy entretenida.
—¿Están buscando a su amigo? Ya se fue a su habitación... —dijo la señora Smith alzando la única llave que le quedaba.
Ambos se miraron horrorizados y corrieron hacia el pasillo. Golpearon la puerta, pero Minhyuk se negó a abrirles.
—Min, por favor... —decía Kiki pegando la cara a la madera— ¡No puedes hacerme esto! ¡Se supone que estarías de mi lado. No puedo compartir habitación con King Kong!
—Min abre la puerta o juro que apenas pongas un pie fuera de la habitación te mataré —dijo Nunu también pegando la cara contra la madera quedando de frente con Kihyun. —Esto es todo tu culpa.
Kihyun suspiró cansado.
—Min... por favor...
Pero Min nunca respondió. Unos largos minutos de protesta y entonces ambos caminaron derrotados hacia la habitación que les tocaba.
Cuando abrieron la puerta vieron con horror que solo había una cama matrimonial.
—Esto tiene que ser una maldita broma —murmuró HyunWoo dejando caer la maleta al piso.
—Se suponía que estas iban a ser mis vacaciones soñadas —se lamentó Kihyun dejándose caer de bruces y hundir la cara en el colchón.
—¡Yah! —lo retó HyunWoo. —Mañana resolveremos esto. Ahora deja de gimotear y fíjate cómo podemos dormir. Yo iré a darme un baño...
Kihyun le revoleó con un sobrero de paja e intentando tomarse las cosas con calma, se dispuso a buscar su ropa de dormir.
HyunWoo salió del baño poco tiempo después, secándose el cabello y con un toallón anudado a la cintura. Kihyun estaba desempacando cuando lo vio y casi se atraganta con una uva que había en la canasta de frutas que la señora Smith había dejado sobre una de las mesitas de noche.
—Oye, no es que me queje, al contrario, me encanta tu ropa de dormir, pero estás mojando el piso... —dijo Kihyun recostándose contra el respaldo de la cama y sonriendo de costado.
HyunWoo notó la mirada lasciva del diseñador y puso los ojos en blanco.
—Tú no tienes filtro, ¿verdad?
—Ni tú pudor. Estamos a mano.
HyunWoo agarró unas prendas de su maleta y se metió al baño a terminar de vestirse. Cuando salió, Kihyun estaba parado en la puerta con su neceser y su pijama bajo el brazo.
—Iré a tomar un poco de aire —anunció el grandote y salió murmurando por lo bajo.
Hoseok se despidió de Gyu y la señora Fergus y se quitó el delantal. HyungWon estaba terminando de bajar las sillas de las mesas. Sonrió cuando vio la figura alta inclinarse sobre las flores del patio y aspirar.
Se acercó a él y le acarició la mejilla.
—¿Cómo estás?
HyungWon se reclinó sobre la mano y cerró los ojos.
—Bien, ¿y tú?
Hoseok lo atrajo despacio hacia su cuerpo y HyungWon hundió la cara en su cuello. Hoseok adoraba cuando hacía eso porque su chico parecía deshacerse como mantequilla al sol. Todo su cuerpo se relajaba bajo sus mimos y eso lo hacía querer sostenerlo así para siempre. Dejó un beso sobre su coronilla y suspiró, enamorado.
Un rato después ambos salían del local y se subían a la camioneta de Hoseok.
—Wonnie... —dijo con timidez. El muchacho lo miró, sus ojos grandes brillando. —Yo me preguntaba si te gustaría cenar conmigo y no sé, quedarte a dormir...
HyungWon sonrió y giró su cuerpo hacia Hoseok.
—Me encantaría —dijo— pero primero necesito pasar a la posada por algunas cosas.
—Por supuesto —dijo Hoseok más animado.
'Well my tears falling down as I try to forget,
Her love was a joke from the day that we met..'
HyungWon tarareó la canción y se acercó a Hoseok para tomarle la cara entre sus manos y dejar un beso sobre sus labios. Hoseok sonrió y continuó el beso unos segundos más.
—Vamos —dijo una vez que se separaron— voy a prepararte un plato especial...
Iban haciendo bromas y riendo de los momentos que habían pasado en el día cuando dieron la vuelta a la esquina de la posada. Y el mundo de HyungWon se vino abajo. Ese hombre. Ese hombre que fumaba apoyado en la entrada de la posada. Un sudor frío le cubrió el cuerpo y se tensó, apretando los dedos sobre el muslo de Hoseok. Este hizo una mueca y volteó apenas a mirar a HyungWon que estaba blanco como un papel.
—Wonnie, ¿qué...?
—No... no... no te detengas, po... por favor
—balbuceó HyungWon nervioso.
Hoseok hizo lo que le dijo y siguió de largo, estacionando la camioneta varias calles después. Se apresuró a quitarse el cinturón y asistir a HyungWon que ahora temblaba de manera incontrolable.
—Bebé... ¿Qué sucede? —la preocupación lo estaba carcomiendo.
HyungWon enfocó sus ojos en los contrarios y una lágrima cayó sobre su regazo.
—Ese hombre... Ese hombre trabaja con él... —sollozó mientras le echaba los brazos al cuello. —Él me encontró, Hoseok...
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